No puedo quitar mis ojos de Grace en cuanto llega a la habitación en la que estoy. Se ve tan tímida y vulnerable que contengo el deseo de abrazarla y sacarla de allí. No entiendo que hace aquí, pero estoy seguro de que Harry está detrás de ello.

Hacía rato que me había aburrido de mirar a Savannah bailar con sus amigas, intentando provocarme. Incluso estaba Maya, mi nueva compañera de bio que no podía pasar un segundo sin estar cerca de Sav y aún así tenía tiempo para lanzarme sonrisitas. Pero mi cabeza estaba en otro lugar, uno en la segunda planta, donde Harry y Grace hacían quien sabe qué.

Algo en mí se revuelve de solo pensar en Harry poniéndole las manos encima ¿Cómo no me lo imaginé? ¡Es obvio que le gusta ella! La defiende, almuerza con ella y se empeña en ser su compañero de matemática en cada chance que tiene.

Pero ¿A ella le gustará él? Pues no estaba sonrojada con su cercanía, ni nerviosa como cuando yo me acerco a ella. Quizá se sienta cómoda con él, pero no sé si eso es bueno o malo.

La miro, la miro hasta que ella capta mi mirada. Miedo en sus ojos chocolates, su labio inferior entre sus dientes, no puedo evitar perderme en el movimiento ¿Cómo de la noche a la mañana me di cuenta de que es sencillamente hermosa? Todo lo que hace atrae mi mirada.

Una frustrada Savannah se baja a tropezones de la mesa, camina hacia mí con los brazos cruzados y los labios fruncidos.

Se tambalea en frente de mí y tengo que tomarla en mis brazos para que no se caiga.

- Dejaste de mirarme, tú - Golpea mi pecho con su dedo índice - Tú eres un pésimo novio. Y mi labial se arruinó, ya puedes besarme como tanto querías - Sus labios se estiran hacia mí, su estado es deplorable.

Ella solo consigue chocar su boca contra mi cuello pero parece satisfecha con ello mientras la arrastro al lugar más cercano donde pueda sentarla.

Grace se mueve nerviosa en su lugar mientras nos ve acercarnos. Pero Savannah está tan ebria que es inofensiva.

- Um ¿Podrían hacerle un lugar? - Le pregunto al chico rubio que tiene en sus piernas a la amiga de Grace, la chica frunce el ceño mirándome pero su novio la obliga a moverse.

Susurra algo en su oído y ella asiente poniendo los ojos en blanco.

Suelto suavemente a Savannah que se abraza al brazo del sofa y entonces ocurre lo inevitable: Comienza a vomitar.

- Tiene que ser una broma - Suspira la amiga de Grace, claramente agobiada.

Dirijo mi mirada a Grace, que me mira, está asustada.

- Faye, creo que no es momento para eso - Le sonríe el rubio y besa su mejilla para calmarla.

Me acerco a Savannah y recojo su cabello detrás de su nuca porque sé que será lo único que le importe mañana. No me doy cuenta que Grace está a mi lado hasta que llama mi atención tomando mi brazo.

- Le traeré agua - Dice suavemente, y tras mirar el enorme charco de vomito en el suelo añade: - Y una cubeta.

Sonrío incrédulo mientras la veo desaparecer en el pasillo.

En el momento en el que podría sentarse a reír cobrando su venganza, Grace opta por ayudar a la chica que ha hecho de su año una pesadilla. Estoy atónito mientras Savannah sigue decorando el suelo de Harry.

Solo le toma cinco minutos volver, una mano sostiene la cubeta y la otra un enorme vaso con agua.

- Siento la demora, no encontraba a Harry para pedirle la cubeta - Se encoge de hombros.

No puedo decir nada, la forma en la que está actuando me tiene sorprendido. Una vez más, siempre hay algo que descubrir en Grace.

Sin decir más, la posiciona debajo de Savannah mientras yo contengo a mi novia. Savannah es prácticamente un peso muerto y apenas son las dos de la mañana.

- Creo que deberías llevarla a casa - Señala Grace - Al menos cuando se sienta un poco mejor.

Asiento sin dejar de mirarla. Pero la realidad es que no quiero alejarme de Grace esta noche, no con un Harry depredador detrás de ella.

Savannah pide agua y Grace le da el vaso, ni siquiera la mira antes de beber un poco y dejar caer el agua en el suelo.

- Quiero más - Murmura casi inentendible.

- Ya voy - Dice Grace girando sobre sus talones, dejándome la bella imagen de su silueta entera envuelta en ese precioso vestido. Casi dejo caer a Savannah por mirarla.

No puedo resistirlo, no quiero que Grace desaparezca de mi campo de visión, ni siquiera por un minuto.

Toco el hombro de su amiga que se encuentra muy ocupada besándose sobre las piernas de su novio.

- Um ¿Faye? - Toco su hombro con repentina timidez, algo me dice que no le gusto mucho a esta chica.

Ella se voltea de mala gana, lanzándome una mirada asesina. Alzo mis manos en forma de paz.

- ¿Podrías cuidarla un momento? - Señalo a Savannah que se ha quedado dormida después de vaciar su estómago - Necesito ver a Grace un momento.

La primera reacción de Faye es una mueca de disgusto, pero segundos después, como si algo se le pasase por la cabeza, su expresión se vuelve relajada en una sonrisa.

- Por supuesto - Responde con un tono de voz completamente opuesto al que escuché hace unos minutos. Incluso dulce.

Frunzo el ceño confundido, pero lo olvido en cuanto emprendo camino en busca de mi antigua comoañera de bio. Para mi fortuna, me la encuentro en el estrecho pasillo, donde estamos solos y su mirada se encuentra con la mía de inmediato.

- ¿Zayn? No deberías estar con...

- Faye está con ella - Me apresuro a contestar.

Grace asiente lentamente, pero su expresión es preocupada.

- No estoy segura de que eso sea una buena idea... - Murmura más para sí misma. - Mejor volvamos con ella.

Tiene la intención de voltearse pero ante el mínimo movimiento tomo su muñeca y la vuelvo a girar hacia mí.

- Pero quiero hablar contigo - Le digo con sinceridad, mis ojos no dejan los suyos en ningún momento y creo que es lo más cerca que hemos estado el uno del otro.

Grace se mueve en su lugar nerviosa, claramente la cercanía la afecta tanto como a mí. Finalmente parpadea un par de veces y tras soltar el aire que sospecho que lleva aguantando, por fin habla.

- Hablaré contigo en cuanto te ocupes de Savannah - Me dice seriamente - Ella es tu novia, Zayn.

Bajo la mirada repentinamente, cuando estoy con Grace olvido que tengo otro mundo aparte donde mi novia me espera.

- Está bien, me encargaré de ella pero no te muevas de aquí - La señalo como padre que regaña a su hija.

Grace asiente.

- Okay, llévale un vaso de agua.

Asiento.

- Um ¿Zayn? - Encara una ceja, sus ojos se mueven a la unión de mi mano en su muñeca - Ya puedes soltarme.

Me río nervioso, y ella solo sacude la cabeza sonriendo. En cuanto la suelto y devuelvo mi mirada a su rostro, está sonrojada.

Volvemos al salón, Savannah está dormida pero algo en su rostro se ve diferente.

- ¿¡Qué hiciste, Faye!? - Grace se cubre la boca con sus manos, una sonrisa traviesa en el rostro de su amiga.

- ¡Hice todo lo que pude para impedirlo! - Se mete el rubio, levantando sus manos en forma de paz.

Todos me miran extraño cuando sin poder evitarlo, comienzo a reír a carcajadas.

La amiga de Grace ha usado a Savannah como maniquí y le ha pintarrajeado la cara de todos colores. Como si fuese una niña de cinco años, sus párpados multicolores y mejillas excesivamente rojas, parece un payaso.

- Lo siento - Digo apaciguando la risa - Es que... ¡Es gracioso!

Faye sonríe orgullosa, pero Grace tiene una mirada reprobatoria, sus brazos cruzados por encima de su pecho.

- Solo llévala a casa, Zayn - Dice, y por su tono de voz sé que si no lo hago se enojará.