21. Zayn

Friendly reminder, agregué una foto del atuendo de Grace. 


-


Las fiestas en casa de Harry siempre son salvajes, nunca sabes dónde ni cómo terminarás. Siempre soy el primero en apuntarme a sus fiestas, pero esta noche mi cabeza está en otro lugar.

- ¿Qué debería ponerme? El top negro muestra mejor mi escote pero a veces es incómodo, pero te gusta el escote ¿Cierto?

Cierro los ojos con fuerza y resoplo sobre mi cama sin que Savannah pueda escucharme del otro lado de la línea.

- Ummmm, sí, el rosa está bien - Respondo vagamente.

Casi puedo oirla poner los ojos en blanco cuando comienza a quejarse.

- ¡Ni siquiera estás escuchando! Dije top negro, N-E-G-R-O, el rosa solo puedo usarlo cuando estoy bronceada.

Suspiro.

- Bueno, negro te quedará bien.

- ¡Gracias, cariño! ¿A qué hora pasarás por mí?

- Ummm ¿A las nueve?

Savannah deja escapar un grito ahogado.

- ¡Oh, por Dios solo tengo una hora! Adios, amor, te amo y te veo esta noche.

Y cuelga antes de que pueda volver a abrir la boca.

Froto mis ojos cansado y el gesto me recuerda a Grace. Me pregunto que hará un viernes por la noche, de seguro se queda en su casa o se junta con sus amigos. De repente me resulta más placentera la idea de pasar una noche viendo películas, comiendo pizza o simplemente charlando. Ese debe ser su tipo de entretenimiento, sencillo, pero diez veces más significativo que una estúpida noche de alcohol y chicas.

Refunfuñando y con un pequeño malhumor creciendo, me levanto de la cama y me doy un baño.

Me decido por vestirme casual, me pongo unos jeans azules y una camiseta negra, eso será suficiente. No tengo a nadie a quien impresionar, ni siquiera a mi novia.

A las nueve me encuentro frente a la casa de Savannah. Su ceño está fruncido mientras alisa su falda que se levanta un poco con cada paso que va. El top negro deja a la vista su ombligo y en lugar de querer tocarla pienso en cuanto frío debe estar sintiendo con todo el cuerpo al aire. 

Savannah me detiene con su mano cuando me acerco a besarla.

- Nop - Dice lanzándome un beso en el aire - Estoy usando labial rojo.

Pongo los ojos en blanco.

- ¿No nos besaremos en toda la noche? - Le pregunto con el ceño fruncido.

Ella hace una mueca.

- ¡Por supuesto que sí! Pero primero quiero que mis labios causen impresión, no los delinee por diez minutos para nada - Se cruza de brazos sobre su pecho - Y tu fuiste incapaz de decirme nada.

Contengo el impulso de volver a poner los ojos en blanco.

- Se ven bien, pero ¿Por qué no pueden lucir naturales como los de...? - Me callo abruptamente antes de terminar la frase. Estoy shockeado, no puedo creer lo que iba a decir. 

Savannah se voltea en el asiento mirándome fijamente, su expresión desencajada.

- ¿Cómo los de quien? - Pregunta lentamente, pero sus ojos son llamas sobre mí.

Comienzo a rascar nerviosamente mi nuca.

- ¡Zayn! - Savannah chilla.

- Ummmmm ¡Como los de mi mamá! Ella nunca usa esas pinturas de boca.

Puedo ver el rostro de mi novia relajarse en cuestión de segundos.

- Bueno, en realidad no lo sé porque, um - Pone su dedo índice en su mentón y finge pensar - Oh sí ¡Porque nunca me la has presentado!

Y esta vez nada me impide poner los ojos en blanco.

- Y de nuevo con ese tema... - Murmuro entre dientes.

Se que Savannah me escuchó por la manera en que su mirada vuelve a quemarme, pero para mi fortuna, no dice nada.

Para cuando llegamos a la fiesta, puedo sentir la tensión entre Savannah y yo. Pero ella decide ignorarla y me toma el brazo posesivamente mientras caminamos hacia la casa de Harry.

Un montón de personas nos miran, como es usual. Savannah siempre lleva un atuendo llamativo y su figura no es algo que perderse.

Como ambos conocemos muy bien el lugar, vamos directo a la isla de la cocina, donde hay un montón de botellas de distintas bebidas.

- Preparame un trago, Zayn, tengo que avisarle a las chicas que llegué - Me dice sin mirarme, en su lugar demasiado ocupada tecleando en su teléfono.

Me dirijo sin ganas hacia la mesa, será una larga noche. Para cuando vuelvo con dos vasos, Savannah sonríe y lo lleva a su boca. 

- ¿No puedo besarte pero puedes beber perfectamente? - Encaro una ceja, Savannah se ríe y toma mi brazo alejándonos de la cocina.

- No puedo creer que estés celoso de un vaso, cariño - Me dice - Sé como beber sin arruinar mi maquillaje, pero tu no sabes besarme sin hacerlo. Algo en lo que definitivamente tenemos que trabajar.

- ¿Enserio, Sav? - Respondo algo fastidiado porque sé que lo dice enserio.

Ella frunce el ceño mirándome.

- ¡Por supuesto! Dios, Zayn, a veces no me das la importancia que merezco. Pero no peleemos hoy - Sonríe y me abraza de lado - Ahora tengo que saludar a mis chicas, no te vayas muy lejos ¿Okay?

Asiento y me suelto de ella para que se vaya, su trasero moviéndose de lado a lado y sus tacos haciendola dar zancadas mientras camina al jardín.

Me volteo dispuesto a buscar a mis amigos, cualquiera me vendría bien. Me sorprende que Harry no haya estado en la puerta, en general él se queda allí para recibir a las personas. Claro que después del tercer vaso se aburre y deja la puerta abierta. Está loco.

Pero por algún motivo, no se encuentra allí, y sólo se me ocurre una razón: Está con una chica.

Subo las escaleras pensando en lo divertido que será sorprenderlo, pero desde el pasillo de la planta superior, me extraña encontrar la puerta de su cuarto abierta ¿Cómo es que no quiere privacidad?

La luz está encendida, me acerco sigilosamente y entro sin importarme quien esté allí.

- ¡Hey, Sty...! - Mi voz desaparece en cuanto distingo a las dos personas en la habitación.

Mi ceño se frunce y mi boca cae semiabierta.

- ¿Grace? - Digo confundido en voz alta, recibiendo una muy tímida sonrisa de parte de mi antigua compañera de biología.

Me detengo a verla y quedarme atontado con sus bellísimos ojos cafés, no lleva gafas y están apenas delineados haciéndolos brillar aún más. La forma en que su cabello del mismo color cae como cascada sobre sus hombros me hacen creer que siempre hay algo más que ver en ella. Mis ojos caen sobre su cuerpo, se ve hermosa con su delicado cuerpo envuelto en un vestido floreado. Sus piernas van descubiertas, son finas, pero carnosas, perfectas. 

Me toma un minuto salir de mi trance, uno en el que solo puedo verla a ella y nada a mi alrededor importa. Puedo jurar que nunca me sentí así en mi vida.

- Hola, Zayn - Dice ella casi en un susurro.

Y entonces vuelvo a la realidad para darme cuenta de que Grace y Harry estan solos en una habitación, sentados sobre la cama con sus piernas casi rozando. La imagen me cae como un baldazo de agua helada, la punzada en mi pecho vuelve.

- ¿Qué hay, Malik? - Harry sonríe como si nada.

Mi ceño de pronto se frunce y vuelvo mi mirada a Grace, ella se ve confundida, probablemente por mi expresión.

Miles de sensaciones se cruzan en mi interior, ninguna positiva, y me doy cuenta de que no quiero seguir en esa habitación. Algo en verlos allí, juntos, hace que mi estómago se retuerza de mala manera.

Me voy antes de que cualquiera de los dos pueda decir algo más.

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