Me duele la cabeza cuando llego a casa. Reposo mis gafas en la mesa del comedor para frotar mis ojos. Estoy cansada y apenas es el segundo día.

Biología de por sí es cargosa, pero estar emparejada con Zayn Malik hace que tome el doble de trabajo. Realmente podría usar un poco de su ayuda, pero sé que eso será imposible. Obligarlo a cooperar sería seguir dándole a él y sus amigos razones para atormentarme. Especialmente a su novia, Savannah ¿Qué le he hecho a esa chica? Lleva al menos dos años sin registrar mi existencia pero ahora me conoce y creo que ya estoy en su mal radar.

Suspiro y me siento sacando mi anotador y el cuestionario personal de biología. Me agrada que solo tenga que contestar preguntas personales, porque hoy no tengo ganas de exprimir mi cerebro. Mamá pasa detrás de mí y besa mi mejilla.

- ¿Qué tal el instituto, cariño?

- Bien, mamá, estoy haciendo tarea - Digo sin despegar la vista del papel. Mi familia sabe que no debe interrumpirme mientras estoy estudiando.

Toca suavemente mi hombro y se va en dirección a la cocina. Vuelvo mi mente al cuestionario.

Me extraña encontrar preguntas como "banda favorita" o "lugar al que viajarías", de repente la tarea se vuelve entretenida. Pasan veinte minutos y he terminado. Estoy satisfecha con mi tarea y me regalo un par de horas echada en el sofá con el libro que llevo leyendo desde el final del verano.

Mis ojos pasean sobre las páginas y mi mente viaja a otra realidad.

Para ser honesta, la historia me recuerda a mi y mi relación con mi compañero de biología. La protagonista es una chica tímida e invisible, como yo, y es juntada para un proyecto con el chico más popular de la escuela. Por supuesto que él es un idiota con ella, como Zayn lo es conmigo, pero de alguna forma sus diferencias quedan afuera cuando logran conocerse mejor y darse cuenta del vínculo especial entre ellos.

Por supuesto que eso nunca pasaría entre Zayn y yo. Y eso es porque nunca estaría a la altura de un chico como él, uno tan atractivo que hace que me sonroje cada vez que me habla. Pero para él es como si le estuviese hablando a una niña mientras en su mente solo piensa en cuanto falta para encontrarse con su novia.

Resoplo. Yo nunca seré material para el amor, mucho menos para él. Además ¿Por qué querría yo estar con una persona que me humilla todos los días? ¿Qué me ve con asco? ¿Que se refiere a mí como todo lo que no busca en una chica? No lo sé, pero hay algo en él que convierte mis mejillas en tomates, me hace tartamudear y dejar de pensar con claridad.

- ¿Estás leyendo ese libro otra vez? - Mi hermanastra aparece frente a mí, sus manos en su cadera - Anda, ve a tu habitación que quiero ver un poco de televisión.

- Yo estaba aquí primero - Frunzo el ceño con disgusto. Ya de por sí era dificil llevarse bien con Maggie pero desde que comenzó la universidad se había vuelto insoportable.

- Pero yo estoy en receso y tomaré cada minuto de él, ahora muévete.

Odio sus recesos, creí que Maggie yendo la universidad sería la señal de paz en esta casa, que solo la vería semana por medio o más. Pero sus visitas salteadas la volvieron un monstruo, es el doble de caprichosa, mandona, gruñona y por supuesto, me odia.

Emito un sonido de queja mientras me levanto del sofa de mala gana, si no lo hacía ya podía ver la cara de Maggie frente a mi padrastro.

"Papi, ella se empeña en que mis visitas a casa sean una pesadilla... Yo solo quiero estar con mi familia"

Y por supuesto, Clyde, el padrastro más malcriador de la historia me regañará como si fuese su hija. Todo para mantener a su bebé Maggie en casa y no perder la custodia contra la pobre desgraciada que le tocó ser madre de Maggie y alguna vez esposa de Clyde...

Acabo por encerrarme en mi habitación, leo hasta que cae la noche. Y cuando mi madre me llama para cenar, los fosforescentes ojos verdes de Maggie me miran junto a su cara de asco ¡Madura ya! Quiero gritarle, pero la mirada fría de Clyde sobre mí me hace callarme. Odio las cenas "familiares".

Cuando me despierto para ir al instituto, me alegra encontrar el comedor para mí sola, me he levantado treinta minutos antes y Clyde ya se ha ido a trabajar al igual que mi madre. Maggie, por supuesto, dormirá hasta el mediodía.

Como un enorme desayuno, leo el períodico y me preparo con suma tranquilidad ¡Me encanta madrugar! Salgo diez minutos antes con mi bicicleta, pedaleo a mi ritmo y llego justo a tiempo.

Savannah se ríe cuando pasa a mi lado, ha visto mi bici color rosa y se lo comenta a sus amigas. Pretendo que no la escucho y termino de atar la cadena a ella. A veces hasta a mí me averguenza mi bicicleta, pero la elegí cuando tenía trece y no tengo dinero para comprar una nueva. Podría pintarla pero eso también es otro gasto.

Acabo por entrar a mi clase de todas las mañanas, biología. Zayn lleva un gorro de lana gris con este clima tan cálido, su camiseta blanca no tiene mangas y la tinta de sus tatuajes es lo único que cubre sus brazos. Si mi mamá lo viera, se espantaría, pienso.

- ¿Qué es tan gracioso? - Me interrumpe inclinándose en la silla.

No me di cuenta que había formulado la imagen de mi madre desencajada y estaba sonriendo, a punto de reír.

- Um, nada - Me encojo de hombros.

Las cejas de Zayn se juntan, sé que quiere decir algo más por eso volteo mi rostro evitándolo. Es que me pone nerviosa y aún no sé como enfrentarlo.

La profe entra y nos saluda, de paso nos pide que saquemos los cuestionarios.

Me levanto de mi asiento dispuesta a entregárselo pero ella me detiene.

- No, se lo daremos a nuestro compañero de bio - Sonríe y me guiña un ojo. Luego se dirige a toda la clase - Por si no se han dado cuenta, el objetivo de este cuestionario es que conozcan a su compañero, después de todo, serán pareja por el resto del año.

Vaya, no han pasado cinco minutos y ya estoy sonrojada. No quiero darle mi cuestionario a Zayn, se reirá de mí hasta perder las costillas, he expresado cada uno de mis gustos en esa hoja y sé que serán los opuestos a los de él. Tendrá más razones para llamarme niña, nerd, perdedora y el solo pensar en eso hunde mi corazón.

- Cerebrito - Me llama Zayn, volteo temerosa mientras me arrebata el cuestionario de mis manos - Me muero por ver tus respuestas - Sonríe.