18. Grace

- No puedo creer que hayamos terminado tan rápido - Sonrío apilando la tarea enfrente a mis ojos - ¡Fue una pasada!

Hacía menos de una hora que Liam y yo habíamos llegado a mi casa. Pusimos las manos a la obra de inmediato y ahora todo estaba listo.

Liam asiente, su rostro tan iluminado como el mío.

- ¡Choca esos cinco, compañera!

Apenas había pasado media hora desde que llegamos y ya no teníamos nada más que hacer. Suspiro aliviada pensando en las horas que me tomaba hacerlo yo sola cuando estaba emparejada con Zayn.

Zayn.

Casi no lo he visto en todo el día. Pero pude sentir su pesada mirada en la cafetería, cuando Harry se sentó conmigo para terminar la tarea atrasada de matemáticas. Estaba tan molesto, su ceño fruncido sobre mí lo decía todo.

Solo se me ocurrían dos hipótesis para justificar su enfado. La primera, el cambio de compañeros. Quizá Maya era diez veces más bonita y encantadora que yo, pero no le sería de gran ayuda a Zayn para conseguir buenas notas. Y la segunda, quizá a Zayn le molestase que Harry se haya sentado a mi lado, quizá piense que quiero robarle su amigo. O quizá ambas hipótesis se den simultáneamente. 

Resoplo notoriamente.

- ¿Todo bien? - Me pregunta Liam.

- Sip, solo pensaba...

- ¿En zayn? - Encara una ceja.

¿Qué? Mis mejillas comienzan a sentir el calor asomarse.

- Ummmmm, bueno... - Comienzo a murmurar distraídamente.

- Sí, en Zayn definitivamente - Se ríe - Está bien que te guste, Grace, puedes decírmelo.

Sacudo la cabeza.

- No estoy segura de que me guste - Admito, porque, bueno, en realidad no sé como me siento respecto a Zayn. Mi opinión cambia todos los días.

Liam se cruza de brazos.

- Yo creo que sí - Sonríe - Y creo que a él le gustas también.

Suelto una risita amarga.

- ¿Estás bromeando, Liam? Zayn y yo...

- Pertenecemos a mundos distintos - Termina la frase por mí - Pero al parecer sus mundos están a punto de colapsar.

Frunzo el ceño.

- ¿A qué te refieres?

- Ummm, no creo que sea una coincidencia que después de tantos años en el instituto sin cruzarse, el simple hecho de ponerlos de compañeros haga que todo estalle entre ustedes. - Dice en un tono serio. - Es como si estuviese destinado a ser.

Vuelvo a reír. 

- ¡Ahora si estás diciendo tonterías! - Digo nerviosa, pero sus palabras no dejan de hacer eco en mi interior.

La campana del horno suena interrumpiendo esta incómoda conversación.

- ¡Las galletas! - Prácticamente grito, levantándome y alejándome de él. Pude escuchar a Liam reír detrás de mí.

Abro el horno y mis fosas nasales se inundan del dulce olor a chocolate. Quedaron perfectas.

Termino de pasar todas las galletas a una bandeja cuando el timbre suena.

Frunzo el ceño.

- ¿Vienen por ti, Liam? - Le pregunto desde la cocina.

- Um, no, tomo el bus - Responde desde el otro lado.

Me horroriza pensar que puede ser Maggie que decidió repentinamente pasar el fin de semana aquí y perdió sus llaves, como siempre. Mi cara se transforma en una inexpresiva mientras abro la puerta.

Mi mandíbula cae hasta aterrizar en el suelo.

- ¿Z-zayn? - Murmuro sin poder creer al chico que está frente a mí.

Él solo me mira y llevando una mano a su cabello, extiende con la otra unos papeles.

- ¿Me... Me ayudarías con mi tarea? - Me pregunta, su voz tímida y sus ojos sin encontrar los míos.

En milésimas de segundos todo tipo de pensamientos se mezclan en mi cabeza, pero solo una palabra los define: Confusión.

- Yo, um, creí que estabas enojado conmigo - Admito en voz baja.

Zayn abre los ojos con sorpresa y por fin me mira.

- Yo creí que estabas enojada conmigo.

Ambos soltamos una pequeña risa, pero me compongo de inmediato y lo invito a pasar con un tímido gesto de mano ¿Debería? No lo sé.

Zayn camina detrás de mí en el pasillo y la cara de Liam es una sorpresa cuando lo ve llegar. Mi nuevo amigo me lanza una sonrisa cómplice.

- ¿Qué hace él aquí? - Pregunta Zayn de repente, volteo a verlo y su ceño está fruncido.

Me encojo de hombros sin entender su repentino disgusto.

- Hacíamos la tarea - Le explico. 

La nariz de Zayn se mueve.

- ¿Y le horneaste galletas? - Me pregunta ahora con una ceja en alto.

Volteo a ver a Liam que está conteniendo la risa.

- Um, siempre horneo galletas.

- Oh - Se limita a decir.

Un pequeño silencio nos rodea, pero afortunadamente Liam lo interrumpe.

- Bueno, chicos, es hora de que me vaya. Solo me llevaré un par de estas deliciosas galletas - Sonríe.

- Déjame envolverlas - Sonrío a medias, no lucho contra ello porque se que no hay forma de retener a Liam aquí. No desde que se le metió esa idea de que me gusta Zayn. Y se que si lo fuerzo a quedarse, las cosas irán más allá de lo incómodo para los tres.

Tomo al menos cinco galletas y las envuelvo entre papeles de cocina.

- ¡Vaya, esas son muchas galletas! - Dice Liam cuando las acerco a él.

- Sí, demasiadas - Se mete Zayn arrugando la nariz.

Me encojo de hombros.

- Las hice para ti, no vas a llevarte menos que esto - Le digo a Liam tímidamente. 

Él sonríe.

- Gracias, Grace, eres un verdadero encanto.

Y no sé si son las palabras de Liam o la intensa mirada de Zayn sobre mí que hacen que me sonrojen.

- No es problema - Murmuro y lo acompaño a la puerta.

Zayn nos sigue, pendiente de cada uno de mis movimientos. Me pone nerviosa.

Una vez Liam nos saluda a ambos y se va, Zayn se cruza de brazos mirándome sin expresión alguna.

- ¿Así que... Nuevo compañero?

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