Sé que las palabras de Zayn no deberían sorprenderme, mucho menos afectarme de la manera que lo hicieron. Debo deshacerme de estos sentimientos de inmediato ¿Por qué ha creído que yo iba a sentarme con él? ¿Y por qué la idea lo aterrorizó tanto? Yo solo quería saludar. Lo sé, no soy su amiga, no encajo en su mundo, solo soy la chica que le da lástima. Pero ¿Por qué no puedo evitar sentirme... Decepcionada?

Mis labios se aprietan cuando bajo la mirada, no quiero que me vea, sé que mi cara lo dice todo. Pero en cuanto me doy vuelta para marcharme con mi dignidad hecha pedazos, no doy tres pasos antes de encontrarme con los temerosos ojos azules que he estado evadiendo. 

- ¡Miren a quien devolvió la marea!

La sonrisa de Savannah hace que mi vello se erize. La bandeja comienza a temblar en mis manos. Comienzo a darme cuenta de lo mucho que necesito a Faye en este momento, una vez más me siento en el ojo del halcón y demasiado asustada para hacer algo al respecto.

Savannah me escanea de arriba abajo, su entrecejo fruncido, una mueca de asco en su rostro.

- Sabes, el azul te quedaba mejor - Se ríe, luego mira detrás de mí, probablemente a la mesa donde Zayn está sentado. Su expresión de repente se vuelve seria - No habrás intentado sentarte con mi novio ¿Verdad?

Su ceja se encara y me apresuro a sacudir la cabeza frenéticamente. Siento que mi garganta se ha secado.

- N-n-no, claro q-que no - Mi voz es tan audible como un suspiro.

Savannah se cruza de brazos.

- ¿Te parezco estúpida?

Vuelvo a sacudir la cabeza. Ella se cruza de brazos sobre su pecho.

- Entonces no me mientas, perdedora, te vi cuando entré en la cafetería.

Mis ojos se abren, no sé que decir.

- Vamos, di algo - Vuelve a sonreír maliciosamente - ¿Tengo que volver a demostrarte que no debes meterte con lo que no te pertenece?

Volteo desesperada en busca de Harry o Zayn. Harry está dándome la espalda y puedo ver el teléfono en su oreja, en cambio Zayn está atento a la escena. Lo miro, me mira y baja la mirada al suelo.

Me mordisqueo los labios volviendo a Savannah.

Ella ríe escandalosamente, causando que algunas personas volteen a verla. Me apunta con el dedo.

- ¿Qué buscabas? ¿Refugio en Zayn? ¿Enserio?

Me tambaleo sobre mis talones, más nerviosa que nunca.

- ¿Cuando vas a aprender? - Su tono de voz se vuelve severo, su lengua chasqueando como la de una vibora - Zayn, cariño, ven aquí.

Me vuelvo a ver a mi compañero de biología, que más confundido que nunca se levanta despacio. Para entonces me doy cuenta que al menos media cafetería está centrada en nosotros, expectantes de lo que sucederá.

Zayn se detiene justo un metro detrás de mí.

- ¿Qué sucede, Sav? - Su voz está más baja de lo normal, carente de la seguridad que siempre tiene.

- ¿Recuerdas la conversación que tuvimos acerca de la nerd?

Me giro a ver como él asiente rascándose la nuca, evadiendo mi mirada en todo momento. Hablaron de mí, eso es malo.

Un chasqueo de dedos me hace voltearme otra vez.

- Ojos aquí - Savannah sonríe - Creo que es un buen momento para dejar las cosas en claro.

Si fuese cualquier otra persona, nada me aliviaría más que aclarar lo que sea que haya que aclarar. Pero como se trata de Savannah, sé que esto no será un simple intercambio de palabras.

- Número uno - Comienza disparando el pulgar hacia arriba - Aparta tus infantiles sentimientos de mi novio ¿Te gusta? Imprime una foto de él y pégala en tu pared ¿Quiéres hablar con él? Déclarale tu amor en tu diario íntimo, donde a nadie le interesa entrar.

Logro escuchar un "uhhhhhh" y un par de risitas, pero estoy tan estática en mi lugar que mis ojos no pueden ver otra cosa que los labios de Savannah moverse.

- Número dos - Continua, trago saliva - Deja de darle lástima a Zayn para tener su atención, él no es tu niñero ¿De verdad crees que se tragó tu verso de pobrecita? Él solo necesita la calificación para bio.

Risas, más risas. No me atrevo a voltear a verlo, no quiero seguir humillándome.

- Número tres - Sonríe - Si me entero que has intentado seducir a mi novio de nuevo, tendrás un castigo. Y la pintura azul fue solo una inocente bienvenida - Me guiña el ojo.

Conteniendo el aire hago ademán de voltearme para marcharme pero ella agarra mi codo con brusquedad.

- ¡Y por último...!

Boom. No veo el momento en el que ella toma mi bandeja, solo siento la comida estrellarse sobre mi blusa, cayendo por mi pantalón, incluso manchando mis zapatos.

- Una probadita, perdedora - Escucho a Savannah decir antes de estallar en risas.

Mi alrededor se sumerge sobre mí, las siluetas se vuelven tenebrosas y las risas macabras. No podría estar viviendo una peor pesadilla, otra vez.

Me giro sobre mis pies, y esta vez nadie me detiene cuando quiero marcharme. Le dirijo una mirada a Zayn, sus ojos contra el piso, sus manos en sus bolsillos y Savannah enroscando su cuello. Ella me mira fijamente y desvío mi mirada a mis pies. Me aguanto y no lloro mientras la cafetería entera me ve irme.

Cuando salgo, un Harry confundido se acerca a mí, aún con el teléfono en la oreja murmura.

- Te llamo más tarde, linda. - Guarda rápidamente el teléfono en su bolsillo - ¿Grace, que demonios?

Levanto la mano deteniéndolo, no puedo lidiar con nadie ahora.

- ¿Savannah? - Medio pregunta medio afirma.

Asiento, mis ojos aún demasiado débiles para mirarlo. Veo como sus puños se apretan lado a lado de su cuerpo.

- N-no - Lo detengo, porque sé lo que va a hacer - P-por favor no. Solo lo empeorará.

Sé que está meditando sus acciones, lo oigo suspirar.

- ¿Al menos puedo llevarte a casa?

Asiento. Metiendo las manos en los bolsillos de mis pantalones arruinados lo sigo hasta su auto.

En el camino solo mis breves indicaciones interrumpen el silencio. Cuando llegamos a mi casa le agradezco en un susurro.

- Esto no va a quedar así, lo sabes ¿Verdad? - Dice él seriamente. 

Me encojo de hombros y sin decir nada salgo del coche. Necesito que este día termine.