4.
-George... -susurré nerviosa- George, el sujeto viene para acá.
George volteó y comenzó a reír, se puso de pie y antes de meterse al mar tocó mi hombro y dijo:
-Suerte, no lo espantes -y se fue.
Intenté agarrarlo pero él fue más rápido, me planteé pararme y correr al mar igual que George, pero lo pensé mucho ya que el sujeto ya estaba sentado a mi lado.
-Hola, linda -dice, tiene voz gruesa y cuando sonríe veo que tiene un trozo de comida en su diente haciéndolo parecer que no tenia dientes.
-Tienes comida en tu diente -dije cortante.
El sujeto se ruborizó de golpe y se tapó la boca, pude notar que movía su lengua, cosa que me dio asco. Me levanté y entonces él me tomo de la mano haciendo que cayera de nuevo en la arena.
-¿Qué te pasa? -pregunté ofendida.
-No te jale fuerte -respondió sonriendo de nuevo-. Y lo siento, pero no quería que te fueras.
-Bien... -suspire frustrada-. ¿Qué deseas?
-Pues conocerte, creí que ya me habías visto y que querías que me acercara.
-Creiste mal -volví a ser cortante esperanzada en que se fuera.
-Chica difícil -dice sonriendo con complicidad.
Me levanté notoriamente molesta y me voy a donde estaba mi familia.
-Quién te viera, traviesa -dice Clarissa divertida.
-¿Por qué no lo trajiste para acá? -pregunta mi mamá confundida.
-Te pusiste de difícil -dice George salpicandome con su cabello.
Y entonces mamá hizo lo más horrible del mundo, lo llamó. El sujeto notoriamente feliz caminó hacía nosotros, mamá y Clarissa estaban pero sorprendidas deseando ser ellas a las que quería el fortachón ese.
-¡Pero si es Yael, querido! -grita mamá con emoción.
Confundida vi como mamá y papá lo saludaban felices de la vida, como si lo conocieran de siempre, cosa que no entendía.
-Estoy un poco confundida... -dije más molesta que confundida-. ¿Lo conocen?
-Claro, hija -dice mamá-. Es hijo de un amigo de tu padre -explica como si fuese obvio.
El fortachón, mejor dicho, Yael, sonrió y me miro guiñándome un ojo, cosa que me molesto.
Después de un buen rato de escuchar al fortachón hablar con mis padres y haciendo comentarios incómodos de juntar la familia y tener hijos, decidió irse, sin antes pedir mi numero, me negué pero mamá se lo dio he invitó a cenar.
Por suerte mi vuelo sale mañana y ya no lo veré, me estoy planteando seriamente en cambiar mi número llegando a casa.
...
Ya había terminado de empacar todo lo que había traído cuando escuché que alguien llamaba a la puerta.
-Está abierto -dije sin mirar de quien se trataba.
Entró Clarissa sonriendo, yo la miré y le devolví la sonrisa.
-Hoy fue un día divertido -dice riendo-. O bueno, para nosotros.
-Ya sé que lo dices por el fortachón -dije molesta-. Fue ultra divertido.
Comenzó a reír a carcajadas.-¿Fortachón? -volvieron las risas- Se llama Yael y está guapísimo.
-Que no te escuche Víctor -le eche una mirada acusadora.
Volvimos a reír.
...
Después de charlar con mi familia y que técnicamente se burlarán de mí y del Fortachón, subí a mi habitación dispuesta a ducharme ya que el vuelo salía temprano para poder ir a trabajar y cuando menos lo deseaba mi celular comenzó a sonar.
-¿Si? -pregunté fatigada.
-Disculpe señorita Blake -dice mi secretaria-. Sé que su vuelo sale mañana temprano pero realmente necesito que me ayude. La señorita Donson ya me sacó de mis casillas.
Comencé a reír recordando lo que le dije la última vez que habló.-No te preocupes, dile que si gusta mañana vaya a mi oficina.
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