Bueno, quizás su plan no estaba saliendo totalmente bien.

Estaba sentada en la última fila, el último asiento, al lado de la ventana. Igual que en su otro colegio.

Poco a poco algunos grupos se fueron armando, con nuevos amigos o quizás algunos conocidos de antes.

Pero nadie se acercaba Rin.

Desvió su vista por todo el salón, no eran mas de 30 alumnos. Divididos en 5 filas verticales. Había ventanas por todo el largo de la pared opuesta a la puerta, por donde ella podía apreciar la vista hacia el campo de deportes. El escritorio del profesor se encontraba en una esquina, para permitir la vista total a la pizarra.

Miró hacia Neru, nadie se acercaba tampoco a ella. Inclusive se atrevería a pensar que se alejaban.

Aun seguí con sus auriculares puestos, lo notaba mezclado con su cabello color mostaza.

Lo poco que la había visto, solo podía rescatar su cabellos, sujetado en una larga coleta de lado.

No parecía importarle el estar sola; es mas, se la notaba bastante relajada en su postura sentada.

A los segundos, una profesora ingresó. Todos comenzaron a volver a sus asientos.

Rin miró a su derecha (Puesto a que a su izquierda estaba la ventana); No había nadie a su lado, siquiera en el banco siguiente.

Soltó un suspiro pesado.

Rin's Pov.

—Buenos días alumnos, soy Clara y seré su profesora todo este año—.Nos sonrió.

El salón se mantuvo en completo silencio unos segundos.

—Bien, ¿Que tal si empezamos por presentarnos y conocernos un poco en la primer hora?—.Propuso y todos asintieron. 

La profesora comenzó a señalar alumno por alumno de los cuales ninguno le presté la suficiente atención salvo en el nombre.

—Me llamo Kokone y espero que todos nos llevemos muy bien—.Exclamó con felicidad. 

Todos la miraban con un brillo en sus ojos.

Claro, ella era la tan famosa modelo de la revista "¡Chika!"

Aquí incluso venían famosos, wao.

La profesora indicó a la persona a su costado.

—Soy Neru—.Dijo y volvió a sentarse. 

No parecía importarle nadie, inclusive se mostraba fría con cualquiera que quisiese hablar un poco con ella y conocerle.

Llegó el momento en que me tocaba a mi.

Me puse de pié con la poca fuerza que tenía. Las piernas me temblaban. 

—S-Soy R-Rin...—.Me podía mas y mas nerviosa. 

Todos me observaban atentamente. Con miradas curiosas.

No me gustaba.

No me gusta llamar la atención.

Mi cabeza, que daba vueltas. Las palabras que no salían de mi boca; Un nudo en mi estomago fue lo último que faltaba.

Hasta que vi todo negro.

Creo que fue por los nervios.

Supongo que era de esperarse de mi ¿no?

Siquiera una presentación tranquila podía hacer.

Al abrir mis ojos, me encontraba en una sala totalmente blanca.

Estaba recostada en una cómoda cama.

—¿Has despertado?—.Una voz habló a mi lado. 

Desvié mi mirada a mi derecha, ahí estaba Neru mirando la pantalla de su teléfono.

—¿Que pasó?—.Pregunté con pereza mientras me intentaba sentar. 

—Te has desmayado según la enfermera. La profesora al verte colapsar me mandó a hacerte compañía—.Dijo sin apartar la vista de su teléfono. 

—"Y justo a ti te ha mandado"—.Pensé.

Le sonreí.

—Gracias Neru—.Agradecí por su tiempo.

Me miró unos segundos antes de volver la vista a su teléfono.

Todo quedó en total silencio, solo se escuchaba el presionar de las teclas des celular de Neru. 

—Neru—. No sabía como empezar una conversación 

Apreté las sábanas, dándome valor.

Ella levantó su vista hacia mi nuevamente.

Quería una amiga, una de verdad.

Y ella, en lo poco que la había visto, me había parecido realmente buena.

—¿Podemos ser amigas?—.Pregunté formando una gran sonrisa con mis labios. 

Ella me miró neutra.

Creí que me rechazaría. 

—Claro, supongo—.Dijo restándole importancia al asunto.

Una amiga, mi primer amiga.

¡Una persona que realmente quería ser mi amiga!

Y lo había echo yo sola.

Fue tanta la alegría en ese momento, que literalmente salté de la camilla hacia la silla donde Neru se encontraba sentada. Abrazándola. Creo que el haberme desmayado no fue tan malo después de todo.

Neru intentaba apartarme.

Después de un rato, en el que Neru se acostumbró a mi cariño, me volví a sentar en la camilla.

¡Tenía una nueva amiga! ¿Como iba a poder ocultar toda mi alegría?

Neru estaba totalmente sonrojada y parecía levemente seria.

Le dediqué una gran sonrisa, curvando aun mas mis labios, provocando que ella soltase un tímida sonrisa.

No importaba que tan fría fuese o se mostrase, ganaría su total confianza paso a paso.

El momento fue interrumpido por la puerta de la sala abrirse repentinamente, chocando fuertemente contra la pared. Ambas giramos a ver quien había ingresado.

—¿Estas bien? ¿Que te ha pasado? ¿Estas herida? ¿Lastimada, dolor de cabeza o corporal? ¿Llamo a tus padres? ¿A los míos? ¿A Toda? ¿Al hospital?—.Dijo todo tan rápido que apenas le logré escuchar.

La faceta de mama Len había despertado.

Era la segunda vez que le presenciaba, y era algo realmente enternecedor y dulce. Lo único que en esa personalidad fría que expresaba calor.

Caí en cuenta.

Siempre he estado rodeada de personas frías, serias y desinteresadas.

—Estoy bien Len—. Dije intentando el calmarlo .—¿Como has sabido que estoy aquí? 

El cerró los ojos, soltando un largo suspiro y volviendo en sí.

A su fría actitud.

—He pasado por todos los salones con unos amigos y no te había visto en ninguno. Pregunté en cada uno por ti hasta que me dijeron que estaba aquí.

Y dicho eso comenzó a caminar nuevamente a la puerta.

Neru miraba la escena en silencio.

—¡Y no me vuelvas a asustar así!—.Gritó antes de salir con un fuerte portazo. 

Crucé miradas con Neru.

—Un amigo—. Le excusé. 

Minutos después la enfermera volvió nuevamente a su puesto. Me informó sobre mi estado para posteriormente darme el alta y permitirme el volver a clases.

Salimos junto con Neru al pasillo, era el primer receso.

—Guarda tu celular o te lo van a confiscar—.Le susurré a Neru, la cual bufó para después guardarlo.

Decidimos que volveríamos al salón.

—¿Y... Que te gusta Neru?—.Pregunté para iniciar una conversación con mi nueva amiga. 

—Pues... Los videojuegos, la música y mi amor... El celular —.Dijo seria.

Solté una leve risa, todos los "Amigos" que había tenido antes solían ser mas... ¿Hipócritas?

Le había ofrecido a Neru sentarse en el asiento a mi lado, el cual estaba vacío. Ella había aceptado después de haberle rogado unas veces.

Paro, al llegar al salón, ya había alguien en aquel lugar anteriormente vacío. Leyendo un libro.

Tenía el cabello de color blanco que le cubría gran parte de la cara con el flequillo. También unas gafas de grueso marco rojo, que no permitían verle detenidamente los ojos.

Había varios chicos mas allí dentro, que al verme se acercaron a nosotras para preguntar sobre mi estado. Algo preocupados. Aunque un grupo de chicas pasó por mi lado sin siquiera notarme.

—¿Has visto a ese chico rubio? ¡Era muy lindo!—.Exclamó aquella modelo pasando por mi lado. 

Ignoré aquello e intenté junto con Neru convencer a una chica que se ubicaba en el asiento frente al mio para cambiar con ella. Aceptó después de un rato, ya que Neru estaba casi en medio del salón.

El receso aun no había terminado, pero todavía me sentía algo débil.

Me senté en mi asiento mientras Neru cambiaba sus cosas de lugar.

Solté un suspiro.

Desvié mi mirada hacia la derecha, donde se encontraba aquel chico.

—¡Hola! Soy Rin—.Saludé alegremente con una sonrisa. 

El chico giró a verme.

Y allí pude apreciar sus ojos.

Sus ojos eran algo realmente increíble, uno de color celeste y otro color verde. Genial.

Formó una sonrisa tímida.

—Soy Piko.

 ~*~

Después de todo no había sido un día tan malo. Quizás que había comenzado un poco con el pie izquierdo.

Pero había echo una amiga, Neru. Y un amigo quizás, Piko.

Y obviamente la mejor parte, me volví en autobús con Len. Tomándome de la cintura y protegiéndome en el vehículo lleno de extraños.

Me hundí en su pecho, sintiendo su aroma.

Sonreí.

♥

Tenía ganas de publicar :v

¿Les gusta? ¿Que piensan de Neru?

La verdad, esta historia me parece puro relleno :'v

Meh, pero habrá yaoi.

Bye! Ejército Kagamine :3

(16/11/16)