Capitulo 77

—Entonces, ¿Deku te mando a la mierda?

Yagi intentó no llorar pero sus ojos se pusieron húmedos de todas formas, al recordar la noche anterior dónde en un callejón de la ciudad, Midoriya le gritó que ya no debían permanecer juntos, tiro el bento que le había llevado —especialmente grande ya que estaba seguro de que el pecoso no comía del todo— y salió disparado con su quirk lejos de su alcance. Fue tan abrupto y demoledor, que apenas tuvo tiempo de reflexionarlo mientras la lluvia caía pesadamente desde el cielo hasta su cuerpo.

Debió saber que esto pasaría, él empujó al chico hasta el borde del alcantilado, le hizo pensar que la seguridad de otros valía más que la suya, que su deber era el proteger y servir y que no merecía lo mismo a cambio. Cuando se despertó en el hospital después de lo sucedido con Bakugou, al ver sus ojos esmeralda vacíos y determinados, ¿por qué no hizo lo mismo que Inko? ¿por qué no lo abrazo y le rogó que no hiciera nada, que no se fuera, que no se pusiera en tal peligro?

La respuesta era clara, porque pensaba que el pecoso necesitaba mantenerse activo para no sucumbir a la culpa que sentía porque su amigo de la infancia hubiera estado tan cerca de la muerte. Porque creía que podía protegerlo y cuidarlo y que el menor confiaría en él. Y tuvo razón, en parte, confiaba en él, lo quería y respetaba. Pero también, el de ojos esmeralda sabía cual era su propia fuerza, solo espero a poder controlarla por su completo, se mantuvo a su lado solamente porque necesitaba información sobre a dónde ir a ayudar. Una vez adquirió experiencia de cada punto de la ciudad vulnerable, estableció conexiones y supo que todos los quirks de los portales estaban bajo su mando, hizo lo que le fue más difícil, separarse de él.

Se odiaba por eso, ¿cómo pudo dejar que Izuku lo mandara a la mierda, cuando vio el dolor en sus ojos cuando tiro el bento a al piso sucio del callejón y la manera en que su voz temblaba al decir que ya no lo necesitaba? ¿cómo permitió que llegará a eso? ¿por qué no pensó en el dolor que le estaba generando, la presión, la soledad, a la que lo sometía?

¡Tenía diecisiete años, era un niño, un niño! ¡Él no llego a ser ni la mitad de héroe que era Izuku cuando cumplió sus veinte! ¡¿Cómo es que lo hizo sufrir tanto y a cargar con tantas cosas?! ¡Estaba bien alentar su sueño, apoyarlo, acompañarlo en su camino de héroe! ¡Pero no aventarlo a ese abismo sin nadie en quien pudiera confiar y nada en lo cual creer!

El rubio se mordió los labios y asintió a la pregunta hecha por Bakugou, el cuál había esperado pacientemente que lo hiciera únicamente porque Todoroki le sostenía la mano y lo calmaba para que no le gritara al ex-símbolo de la paz. Desde la silla, Aizawa se frotó el puente de la nariz e hizo una única pregunta.

— ¿Cuál era el estado de poder de Midoriya?

—...Puede controlar los siete quirks de One For All, es increíblemente rápido y su mente ha estado en un ejercicio diario de predicción de eventos. Está al mismo nivel que un héroe profesional con varios años de experiencia —contestó al detalle el rubio —Aún así, su estado de salud está bastante deteriorado. No se alimenta adecuadamente y no duerme por demasiado tiempo. Esta en constante alerta pero...

—Va a sufrir un colapso en cualquier momento, ¿eso quiere decir? —lo interrumpió el de quirk explosivo con un tono agresivo de voz —Carajo. Deku sufriendo un jodido colapso por mala alimentación y cansancio, es tan ridículo que ni puedo reírme. Si el maldito de Shigaraki decide atacarlo ahora estará perdido. No importa que tan fuerte crea que sea, ¿acaso el cuerpo humano puede sobrevivir sin comida y descanso?

—Midoriya no sería tan descuidado para dejar que Shigaraki lo atrapé estando vulnerable —intentó calmarlo el bicolor —Ahora que no cuenta con los recursos de All Might, es posible que se halla vuelto más precavido y busque lugares ocasionales para descansar que esten más a la vista. Como fabricas o casas abandonadas.

—Y eso lo pone en manos de villanos anarquistas bajo el control de All For One, villanos de mierda que solo quieren destruir el mundo, personas que están disfrutando de todo este caos y aquellos desquiciados que salieron de los centros psiquiátricos —chasqueó la lengua el cenizo con preocupación e irritación —Deku tiene dos opciones. Descansar y dejar que alguien lo atrapé. O mantenerse activo tanto tiempo como pueda y desmayarse en el rincón asqueroso más seguro que encuentre. Está jodido, Shoto.

El de quirk dual no pudo argumentar contra eso, así que, paso su mano de la cintura del más bajo a su hombro y lo atrajo más cerca para abrazarlo y acariciar su cabello. El de ojos rojos se dejó hacer ya que realmente necesitaba de la calma que le transmitía su novio y con todas las ideas flotando en su cabeza sobre el pecoso solo en medio de todo este caos, quería pensar en otra cosa, cómo en el olor de su ropa —que olía ligeramente a quemado debido a que todavía no se había cambiado— y la temperatura ambivalente de su cuerpo. En lo que su mente se distraía con aquellas pequeñas cosas, Nedzu siguió con el interrogatorio a Toshinori.

—Puedo suponer que tienes una manera para rastrear a Midoriya-kun, ¿no? —intuyo el director mirando hacia el rubio.

—Le puso un GPS, sí, para saber su localización y mandarle información sobre las situaciones que podía resolver a su alcance —reconoció el de ojos celestes, poniendo el pequeño dispositivo en la mesa delante de todos —El problema es que pese a ser de tecnología avanzada, no funciona bien a no ser que esté siguiendo al joven Midoriya. Y él está en constante movimiento.

—Comprendo —asintió el director para después mirar a la pareja, en especial, al cenizo —Bakugou-kun, la prioridad de Yuei son sus estudiantes y como Izuku Midoriya-kun pertenece a la clase A, creo que es apropiado dejar su caso en tus manos, las de EreserHead y las de tus compañeros. Yo me haré cargo de controlar la opinión pública. Ustedes solo deben traerlo devuelta.

—Ya pensaba hacerlo sin que lo tuviera que decir, director —tomó el pequeño dispositivo de la mesa y lo llevo a su pecho —Traeré a ese idiota de regreso, cueste lo que cueste.

—Con la ayuda de todos —agregó el más alto, poniendo una mano alrededor de la del cenizo que sostenía el GPS y dándole una sonrisa —Midoriya no es el único que debe aprender a dejar de hacer las cosas por su cuenta.

— ¡Pero si yo ya aprendí mi lección, maldita sea! —exclamo indignado el de quirk explosivo — ¡No me compares con el necio de Deku!

Shoto sonrió divertido al ver lo molesto que se puso Katsuki, le dió un beso en la mejilla solo para verlo sonrojarse y enojarse más, en lo que se ponían a discutir entre ellos. EreserHead se tapaba la boca para que no se filtrará una ligera risa que pondría de peor humor al cenizo, All Might se retiraba del lugar para ir a recibir unos regaños más de la mujer que quería y que posiblemente, lo odiaba ahora. Mientras tanto, el director ya empezaba a planear las maneras de controlar a los refugiados para que no tuvieran miedo del ingreso de Izuku a la institución y pedía la colaboración de algunos héroes en caso de que algo se pudiera salir de control.

La habitación estaba en silencio, con excepción de la música escalofriante que salía por la computadora, las palomitas estaban olvidadas en la mesa, junto con las bebidas y las tareas que debían estar haciendo.

Iida no quería ver la película. Midoriya y Uraraka sí pese a que ambos eran bastante miedosos. Una vez convencido su terco amigo, no pudieron dar marcha atrás cuando la película comenzó y demostró ser más de lo que podían tolerar. Seguir la recomendación de Tokoyami no fue tan buena idea como imaginaron.

La castaña desvío los ojos por unos segundos de las aterradoras imagines y se concentro en la persona a su lado, que temblaba abrazando sus rodillas, con el cabello verde tapado por una sábana igual que ella, sus labios murmuraba "no entres, no entres, no entres" de manera graciosa y sus ojos esmeralda parecían querer cerrarse pero seguían mirando obstinadamente la pantalla. Le causó gracia lo asustado que el pecoso estaba, aún cuando ella se sentía igual. Y para divertirse un poco, en el momento justo antes de que la protagonista entrara a la habitación a la que claramente no tenía que entrar, le agarro el brazo y gritó "¡whuuu!"

— ¡Ahhhhh, Iida-kun, Iida-kun es el demonio!

— ¡¿Dónde?! ¡¿Dónde?!

El más alto se paró tan rápido que golpeó con su rodilla la mesa e hizo que las palomitas se fueran al piso, a la vez que la risa eufórica de la de ojos chocolate llenaba la habitación antes llena de tensión y miedo. Cuando ambos chicos se calmaron y descubrieron que fue todo una broma de su parte, se indignaron, pero la castaña siguió riendose aferrada a su estómago y con la sábana toda para ella cubriendo su cuerpo.

— ¡Tu cara, Deku-kun, hubieras visto la cara que pusiste! ¡Oh, no puedo! ¡La cara que hiciste jamás la olvidaré!

—Que mala Uraraka-san —hizo un puchero el pecoso —Realmente me asusté.

—Iré a buscar la escoba para limpiar esto —se levanto el de lentes del piso y puso en pausa la película en la computadora —Traeré unos tés cuando suba.

Ochako se recompuso y le agradeció al más alto por eso, se sentó nuevamente en el piso con la espalda contra su cama y la sábana sobre su cuerpo, viendo que Izuku estaba haciendo pucheros y se negaba a mirarla. Conteniendo la risa, le tocó las mejillas con pecas y se le acercó, rozando sus hombros y piernas.

Su corazón se acelero un poquito pero estaba acostumbrada a esto y por suerte, el de pecas se sentía bastante cómodo con lo que lo hiciera. Ya no se sonrojaba tanto ni se ponía tan nervioso. Al contrario, ella tenía que tener cuidado de no alterarse por esta inocente cercanía entre amigos.

Debía recordarse constantemente que él estaba tan tranquilo porque la veía como una "amiga".

Aw, ¿Deku-kun está enojado por qué lo asusté? —se burlo un poquito pero el otro chico solo bufo y no dijo nada —Perdón, no pude resistirme. Tu reacción fue muy graciosa.

—Hum —fue toda la respuesta del pecoso.

— ¿Estás muy enojado? —se rio un poquito nerviosa —Oh, vamos, Bakugou-kun seguro te ha hecho bromas peores, ¿no?

El de ojos esmeralda no contesto y la castaña ya no supo que decirle, no creía que realmente se hubiera enojado con ella por una tonta broma, tenía una gran nivel de tolerancia y buen humor como para que esto le afectará. Sin embargo, se estaba manteniendo tanto tiempo en silencio y sin mirarla que se empezaba a preocupar...

Hasta que escucho que el bufido que salía de sus labios se convirtió en una ligera risa y luego, vio como se tapaba la boca, girando la cabeza para verla a ella con una ligera expresión de culpa y diversión.

—Tú...tú...¡que malo, me asusté de realmente haberte hecho enojar! —se molesto al notar que el contrario solo quería devolverle la broma y se lanzó a golpearlo — ¡Eres malo, Deku-kun!

P-Perdón pero tú reacción fue muy linda, Uraraka-san. Como la de un cachorrito —se disculpo el de ojos esmeralda evitando que la femenina le golpeara — ¡Ah, e-espera!

Debido a que Uraraka estaba intentando golpear —dentro de todo, bastante despacio— al de pecas, se alzó en sus piernas y termino empujándolo contra el piso cuando él no pudo mantener el equilibrio. Sus pequeñas manos quedaron pegadas en los fuertes pectorales del más alto y aunque estaba cubierta por una sábana, está se abrió levemente, revelando su musculosa negra que dejaba a la vista sus pechos firmes que hicieron que el pulso del pecoso se fuera hasta las nubes. Como estuvo gritando, sus mejillas redondas estaban rojas y su respiración un poco agitada. Una imagen muy provocativa y comprometedora.

Se quedaron viendo unos segundos. Ojos del color de las esmeralda contra los ojos del color de la tierra. Sus corazones palpitaban en sincronía deseando una misma cosa. Las manos del pecoso picaban por sostener aquella pequeña figura arriba suyo y acercarla todavía más. Pero antes de que "algo" pudiera pasar, la castaña se alejó y rió de manera torpe.

—Lo siento, Deku-kun, ¿te golpeaste muy fuerte la cabeza? —preguntó inquieta, con las piernas dobladas y usando la sábana para volver a taparse, pese a que sentía todo el cuerpo caliente y estaba sudando —Fue sin querer, no pensaba empujarte tan fuerte.

—...Oh, no, estoy bien —aseguró el de ojos esmeralda con una sonrisa, algo rígida y también decepcionada — ¿No te hiciste daño, Uraraka-san?

—Para nada.

Se formó un silencio algo incómodo que no tuvo tiempo de durar cuando Tenya volvió al dormitorio con la escoba y los tés. Limpiaron las palomitas en el piso, tomaron el té los tres juntos y terminaron de ver la película de terror.

Fue un día normal entre amigos.

Fue un día decepcionante para los dos que se querían.

—Ochako-chan, Ochako-chan...

Una voz insistente la llamaba pero quería seguir durmiendo, quería seguir soñando, quería seguir lastimando su corazón. Quería seguir viendo a Izuku.

Pero como a la voz no le basto con molestarla, sintió un peso ligero subiendo sobre su cuerpo y empezando a saltar encima de ella, haciendo que finalmente abriera los ojos.

Toga le miraba con una sonrisa pero en sus ojos amarillos se veía reflejada la tristeza y la comprensión, usaba un piyama de algodón rosado y su cabello rubio estaba despeinado. Se veía muchísimo más joven que ella, pero aún así, sabía quién de las dos era la más madura y no solamente por la edad. Sin importar que todavía hubiera gente que la llamara loca, Uraraka tenía en claro que si no fuera por la rubia, quien se habría vuelto loca sería ella.

— ¿Fue muy malo el sueño? Estabas llorando, por eso te llamé —explicó la de ojos amarillos, bajando de la cama y cayendo en el futón que había en el piso — ¿Quieres hablarlo?

La castaña negó con la cabeza y se giro en la cama, la luz del amanecer apenas se filtraba por su ventana, pero como llego de Nagasaki a eso de las doce de la noche y se acostó a las dos de la madrugada entre que dió su informe al director, hablo con Iida sobre los datos de búsqueda de Midoriya, le confirmo a Asui que estaba de vuelta, fue a ver a sus papás en uno de los edificios de los refugiados, comió algo ligero y se baño, hasta finalmente acostarse en la cama. No quería salir todavía de la cama pero tampoco deseaba hablar con la rubia de su sueño, aún así, egoístamente, sí queria que le diera consuelo.

Y ella lo hizo, le acarició la cabeza y canto una pequeña nana. No logro volverse a dormir pero ya no se sentía tan deprimida como antes cuando tuvo que levantarse de la cama y prepararse para el nuevo día.

—Ochako-chan, ¿no quieres que te peine? —preguntó la de ojos amarillos ya vestida con su cómodo y lindo tradicional uniforme escolar de marinero —Tu cabello ya ha crecido bastante, ¡y sé de un peinado que te quedará muy lindo!

La sonrisa de la más baja, con sus pequeños colmillos y sus puños cubiertos por las largas mangas del uniforme que usaba para cubrir parte de su rostro, le hicieron sonreír un poquito y dando un asentamiento, se sentó en el piso. La rubia se subió a la cama y la empezó a peinar, su cabello castaño fue sujetado hacia arriba por una pinza, dejando dos mechones sueltos a sus costados. Cuando le pasó el espejo para que se viera, le agradeció sin notar mucho como estaba peinada, únicamente sintiendo frío en su nuca.

Himiko suspiro pesadamente al ver que el peinado no sirvió de nada por mejorar el ánimo de la de quirk de gravedad pero no insistió. Tsuyu era mejor que ella para acorralar a Ochako y hacerla desahogarse. Ella no podía hacerlo porque se le rompía el corazón cada vez que la veía llorando.

Deku-kun se sentiría muy mal si supiera que Ochako-chan la esta pasando tan mal. Ah, ¿cómo fueron tan tontos y se separaron sin decirse nada? ¡es muy triste!

La rubia corto sus pensamientos en lo que salía junto con la castaña de su dormitorio. Ashido, en la puerta del frente, le saludo con una sonrisa y se acercó para hablarle. Desde que la de quirk de gravedad se convirtió en su "guardiana" se mostraba muy sobreprotectora cuando dejaban el dormitorio, como si cualquier persona pudiera "atacarla" fácilmente —ella sabía muy bien como defenderse— pero eso nunca había pasado. En parte, porque se dió a conocer públicamente su colaboración con Phoenix y Hawks en la Liga de Villanos. Por otra, se hizo bastante conocido también que era la novia de Lamb, el villano que destrozó públicamente al ministro japonés sin dudarlo.

Nadie era tan tonto como para meterse con ella. Por eso mismo, a la rubia se le hacía tan divertido que la castaña pusiera una expresión tan seria preparada para saltar a defenderla.

—Buenos días, Ochako, Toga —saludó la de quirk ácido bostezando — ¿Descansaron bien?

—Sí, ¿que hay de ti, Mina? —pregunto la de ojos chocolate con curiosidad — ¿Hubo problemas mientras no estaba?

—Nada que Bakugou y Kirishima no pudieran solucionar, ¡son los mejores en los combates! Kaminari también puede reducir a una gran cantidad de villanos con un solo ataque, pero es más útil para las comunicaciones y los del departamento técnico lo han tomado por completo, ¡no te das una idea de lo mucho que lo quieren! —inició su parloteo la de cabello rosado —Oh, también Itsuka y Testu se lucen, son increíbles, ¡y tenemos mucha suerte de que Shinsou controle a Monoma durante las misiones! Ayuda a que Bakugou no se enoje con él y se distraiga.

El director de Yuei en verdad fue inteligente en dividir a los estudiantes en distintos grupos basándose en sus habilidades y personalidad. El grupo de tercer año encargado de luchar contra los villanos se conformaba por Bakugou, Kirishima, Testu, Monoma, Shinsou, Sato, Awase, Itsuka, Tokoyami, Ibara, Kuro y la misma Ashido. Trabajaban bajo el liderazgo de la represente de la clase B ya que era la que mejores predicciones podía hacer sobre el comportamiento de los villanos. Contaban con la participación ocasional de Kaminari si debían enfrentar un grupo de villanos especialmente grande y tenían bastante independencia para moverse, Beast Jeannist y Hawks se mantenían como héroes de "refuerzo" en caso de que los adolescentes necesitaran su ayuda.

Eran el único grupo con una cantidad numerosas de integrantes. Ya que los grupos de personas se formaban solamente de cuatro. Uraraka trabajaba en conjunto con Iida, Todoroki y Asui, siendo el representante de la clase su líder de equipo. Tenían el mayor récord en rescates y en tiempo de evacuación.

Gracias a la conversación animada de la femenina de cabello rosado, la castaña logró animarse un poco antes de bajar al comedor y desayunar. Estaba sonriendo cuando salieron juntas del elevador pero se quedó un poco atrás antes de seguir a Himiko y Mina a hacerse de desayunar. Se quedó viendo las ventanas en la sala, las nubes grises en el cielo y las hojas que volaban en el viento.

Parecía que se acercaba una tormenta. Estaba siendo un horrible comienzo de la primavera.

Pero, por un lado, le parecía que estaba bien.

No quería ver las flores de cerezo en la entrada de Yuei sin que Izuku estuviera ahí. Entonces, si la lluvia deseaba caer, que lo hiciera.

— ¡Ochakoooooo, ven o me acabaré todo el café! —advirtió la de cabello rosado.

— ¡Ochako-chan, te haré unos waffles y más vale que los comas, necesitas proteínas para iniciar el día! —amenazó la rubia.

La de ojos chocolate se encontró a sí misma riéndose en voz baja y agradeciendo que, entre tanta oscuridad, pudiera tener un poco de luz en sus amigas. Aún si a una no creía merecerla de todo.

Dejando de la lado el cielo gris, camino hacia el olor del café y los waffles prometidos. En un par de horas, estaría muy feliz de que la rubia hubiera insistido con que, además de los waffles, comiera unos sandwiches y una naranja. Necesitaría de todo su energía dentro de muy pero muy poco tiempo.

Iida tenía un ligero presentimiento de qué podría tratarse está reunión que le pidió Bakugou llevar a cabo en la tarde. Debido a que fue muy estricto con que toda la clase debía estar presente. Al ser su representante debía informar a los héroes profesionales de porqué sus compañeros no podían ir a misiones por esa tarde, era la manera en la que mantenían una "jerarquía organizada". Conllevaba bastante trabajo y usar los intercomunicadores, así que, termino algo agotado pero eso se esfumaba cuando pensaba en la razón por la cuál el cenizo los quería todos reunidos.

Las posibilidades de que fuera por Midoriya eran altísimas pero, muy dentro suyo, se sentía bastante pesimista al respecto. Pasaron ya tres meses desde la última vez que vio a su amigo y lo que lo hacía sentir más impotente de todo era que tenía un quirk que debía permitirle traerlo devuelta, de tirar de su ropa y devolverlo a Yuei. Todos le decían que estaba haciendo un buen trabajo, que hacia las cosas bien y de la manera correcta pero él no se sentía así.

Estaba feliz de ser de ayuda para todos pero comparado con la impotencia de no poder ayudar al amigo que lo salvó de Stain, sus ánimos caían a los suelos. Quería traerlo de vuelta, darle un buen golpe por su imprudencia, por romperle el corazón a Uraraka, por hacer llorar a Asui, por preocuparlo al borde de la desesperación. Se sentía muy ansioso cada vez que imaginaba a el pecoso solo. Sí, había escuchado que se volvió muy poderoso, que muchas personas llegaron seguras gracias a los refugios gracias a él, que muchos villanos fueron llevados a la justicia gracias a él. Pero, ¿acaso no era él también quien lloraba por las películas de terror, quien daba lo mejor de sí mismo pese al daño que llevaba a su cuerpo? ¿no tenían la misma edad, las mismas preocupaciones, los mismos dolores y sentimientos?

Las personas lo veían como un héroe. El de lentes seguía viendo a su amigo, que era miedoso, llorón, valiente e imprudente. Su amigo que ahora lo necesitaba a él y no podía decirlo.

No, más bien, nunca pudo decirlo. Guardar el secreto del All For One ya probaba las muchas cosas que tuvo que soportar, lo dispuesto que estaba a lanzarse de cabeza al peligro si era por otra persona, la manera en que no le importaba sufrir con tal de realizar sus sueños. Ahora podía comprender que la determinación del pecoso a mejorar no era solamente porque su quirk fuera difícil de controlar, si no debido a que nunca tuvo uno y le daba ansiedad el no poder manejarlo, el no poder usarlo para lo que quería. Lo admiraba todavía más que sabía que su quirk le fue entregado tan tarde, que tuvo que entrenar tan duramente para entrar en Yuei, pero también le hacía sentirse todavía más miserable por no haber podido escuchar sus preocupaciones y ayudarlo.

¿Qué clase de amigo era? Uno que no servía para nada.

El de lentes apoyo la frente en sus rodillas y escucho a los refugiados hablando a su alrededor, no quería a nadie cerca, así que pese a estar en un lugar que usaban todos para comer, se sentó en una esquina del piso y se quedó quieto ahí. Rui le había traído con mucha amabilidad su bola de arroz del día, hecha con muchas verduras e incluso una banana. La pequeña niña le explico que su hermana dijo que la banana tenía mucho potasio y eso era bueno para los calambres en las piernas. Fue una acción tan tierna y desinteresada, que el de lentes casi lloro.

Estaba pensando en comer esa fruta cuando su oído capto el suave sonido de unas pisadas, haciendo que tuviera que levantar la cabeza por si una persona había venido a buscarlo por alguna emergencia y contrario a lo que esperaba, se encontró con la mueca preocupada de Yuna Kaminari y pudo ver sus manos moviéndose nerviosamente en una pregunta.

¿Estás bien?

Yuna lo había estado evitando desde ese día en el pequeño cuarto de almacenamiento, sus miradas se cruzaban de vez en cuando, pero él nunca tenía la oportunidad de conversar apropiadamente con ella o intentar persuadirla de una conversación. Por eso, que la rubia se hubiera acercado por su cuenta a él quería decir que la había preocupado lo suficiente para que le prestará atención.

Estaba mal abusar de eso, pero el de lentes se sentía muy tentado de usarlo a su favor.

—No, ¿podrías sentarte a mi lado unos minutos, por favor, Yuna-san?

La rubia se mordió los labios y sus manos se hicieron puños, quería acceder pero a la vez no. Una pequeña parte suya se arrepentía de haberse acercado a Tenya en el comedor pero lo había visto tan melancólico en aquella esquina, que no pudo evitar acercarse y querer averiguar qué le pasaba. Recovery Girl le dió una hora libre para comer y tenía la entrada a la enfermería vetada hasta entonces, así que, no es como si perdiera tiempo estando junto al de lentes. El problema era que eso le ponía nerviosa y le hacía dudar sobre qué hacer. Pero, al final, al mirar sus ojos azules tan angustiados, se sentó a su lado, con las rodillas en el suelo y la espalda contra la pared, las manos en el regazo y la cabeza derecha, rígida cuál estatua.

Le pareció escuchar una ligera risa desde su costado pero cuando volteo a ver al más alto, vio que mantenía una expresión sería pero amable y sin burlas.

—Gracias —agradeció el de lentes —Yuna-san es muy amable.

No es para tanto, Iida-kun.

—Para mí es mucho —aseguró y agrego — ¿Puedo hacerle una pregunta? —pregunto con timidez y al rubia asintió — ¿Alguna vez se ha sentido tan decepcionado de sí mismo, por no poder ayudar a alguien, cuando estaba tan cerca para alcanzarlo?

¿Lo dices por Midoriya-kun?

El de lentes asintió y la rubia se quedó unos segundos en silencio, antes de levantar las manos y contestar.

Me he sentido decepcionada de mí misma por varias cosas. Por elegir ser un arma para un tirano. Por no pedir ayuda debido al miedo. Por dejar que Denki soportará cosas que no debió soportar. Pero siempre hice lo posible por ayudar a quienes estaban a mi alcance, a mis hermanos más que nadie, así que estoy orgullosa de mí misma por eso. Creo que, en tu caso, no deberías sentirte así por Midoriya-kun. Él quiso mantener su secreto para proteger la imagen de All Might, tal vez, o porque no quería que los demás supieran que en realidad no tenía un quirk. Él no demostró necesitar ayuda y tampoco la quiso pedir, ¿qué podías hacer cuando ni siquiera sabías lo que necesitaba?

—Pude haberlo predicho, anticipado, averiguarlo, si fuera un mejor amigo —protestó el de lentes —Si hubiera estado más atento...

Iida se detuvo cuando sintió una mano pequeña y fría tocando su hombro, los ojos dorados de la rubia pidieron que hiciera silencio y él obedeció, viendo como nuevamente alzaba las manos y hablaba.

Culparte por lo que pudo haber sido no está bien, Iida-kun. Estar decepcionado de ti mismo cuando eras un buen amigo tampoco. Un amigo es una persona con la que compartes alegrías y tristeza, seguramente tú compartías estas cosas con Midoriya-kun. Incluso lo que sucede ahora es parte de su amistad. El estar tristes, el sentirse solos, el querer buscar qué se hizo mal, es parte de ese vínculo. Pero no debes dejar que eso te cambie, ¡eres muy bueno, realmente bueno! No hay ni una parte de ti de la cual debes sentirte decepcionado. Al contrario, tienes muchas e innumerables razones para estar orgulloso de ti mismo.

El de lentes se sonrojo cuando vio la sinceridad reflejada en los ojos dorados de la rubia, como si ella fuera a golpearlo si se atrevía a decirle que seguía sintiéndose decepcionado por no notar los sentimientos de Izuku antes, su corazón se derritió delante de ella y su cabeza decayó hasta apoyarse en ese delgado hombro. Pudo sentir como la mayor se puso rígida pero no se alejó de él.

No iba a abusar de esto. No mucho.

—Solo un minuto —murmuro en voz muy baja —Uno solo, Yuna-san. Por favor, quédate conmigo por un minuto.

Yuna sentía la cara roja, las manos le sudaban y su cuerpo dolía de lo tenso que estaba, la cabeza en su hombro no era pesada, pero el aliento que dejó salir en su cuello le hizo estremecer y estaba segura que, de tener todavía su quirk, hubiera ocurrido un choque eléctrico en ese momento. Al no contar con esa protección, solo pudo seguir quieta en señal de que aceptaba lo que pidió el menor, más que nada porque no contaba con la voluntad de alejarlo.

Se quedaron sentados en el piso durante bastante tiempo. Una persona nerviosa y tensa junto con otra persona con muchísimos deseos ocultos en su interior pero conformándose con solo tener ese momento de intimidad.

Un momento que lo ayudo a aliviar todas sus preocupaciones anteriores y le hizo reconfirmar su amor por ella.

Y sus convicciones para traer a ese testarudo que tenía por amigo devuelta.

Hola a todos! Muchísimas gracias por el apoyo que le dan a la historia ❤️. Les quería avisar que, por la siguiente semana, debido a motivos de estudio, no podré actualizar. Por supuesto, pienso continuar con la historia, no la voy a dejar inconclusa ni nada. Solamente que necesito acomodar mejor mis horarios y prepararme para unas pruebas que tengo. Eso sería todo, muchas gracias por su apoyo❤️

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