Capitulo 73

Saito Takeo tuvo una infancia normal, siempre fue un muchacho tranquilo, hijo único de dos padres amorosos, cuya personalidad se moldeo para ser educado y modesto. Nunca considero importante el tener muchos amigos, con uno o dos de calidad le bastaban. Odiaba a las personas que intentaban aprovecharse de los demás o lastimarlos de alguna manera y como uno de sus tíos era profesor de boxeo, siempre pudo dar uno o dos golpes estupendos cuando fue necesario. Al conocer a Himiko Toga, se enamoro por primer vez, le gustaba la sonrisa de la chica rubia de su clase, su risa y su espontánea personalidad. Pero creyó que, muy dentro de ella, se escondía algo profundo e inquietante, cómo en él.

La verdad, él era bastante cruel. Cuando se enojaba hacia cosas como pelear hasta que la otra persona quedará en el suelo derrotada o la destruía de otras maneras. Con excepción de Himiko, nadie más había sabido de este lado suyo. Como pocas veces salía al exterior, el azabache mayormente lo tenía controlado. Incluso esto que estaba haciendo, estaba cuidadosamente planeado por él, para que así no se saliera de control.

Le pareció una lastima que el ministro japonés no viera su gran esfuerzo por contener su propia crueldad.

Takeo observó con aburrimiento a los héroes leyendo la información que les llegó a sus celulares, la misma que debía estar circulando ahora mismo por todos los dispositivos digitales de Tokio. Dentro de poco, todo el edificio burocrático dónde se encontraban se convertiría en un desastre y los héroes gritarían por las cabezas del ministro japonés y los representantes del Comité Disciplinario de Héroes. Cosa que él le importaba nada si dividía todavía más la sociedad, únicamente, quería que el ministro tomara en serio sus amenazas.

Al ver que el ministro se puso todavía más pálido, que los héroes le miraban como si pudieran fusilarlo y algunos de sus propios colegas le observaban con asco, finalmente, se enfocó en él.

El azabache relajo su cuerpo, sus hombros e intento lucir lo más inocente posible, como si no acabará de lanzar una gigantesca bomba sobre Japón.

— ¿Ahora sí me va a dar lo que quiero, señor ministro? Porque está información no es la única que tengo en mi poder. El Comité Disciplinario de Héroes ha hecho cosas peores, bajo su mando, que tomar a los hijos de héroes para llevarlos a unos centros militares donde se los convierte en soldados con sus cerebros lavados para servir al país —advirtió con tranquilidad —Esta información, por supuesto, ya está en manos del público. Pero el resto puede seguir en secreto. No tengo intenciones de provocar más problemas, solo quiero devuelta a Himiko-san y Jin-san.

El ministro se quedó en silencio, acorralado, tomó una pequeña computadora en la mesa, tecleó un par de palabras en el teclado y luego, Rei se puso de pie, una expresión fría en su rostro y sus ojos llenos de disgusto por el hombre sentado al final de la mesa, el cuál no tenía ningún aliado en esa sala de reuniones.

—Rei Todoroki lo llevará hacia sus compañeros —dijo el ministro japonés —Puede retirarlos de sus celdas. Ya di los permisos.

Saito asintió satisfecho y en compañía de dos de los guardias de la agencia internacional de héroes que estaban infiltrados para ayudarlo, salió de la habitación, desactivando su quirk y viendo como MountLady se abalanzaba sobre el ministro. Con su quirk desactivado, los demás héroes eran libres de usar los suyos para atacar al hombre que, en favor de la seguridad nacional, uso a sus hijos que ellos dejaron bajo el cuidado del gobierno por temas de protección para volverlos armas. Lo último que escucho fueron los gritos histéricos de la heroína rubia preguntando por su hija y el hijo de Mindnight.

Bakugou recordó un capítulo especial de la serie, uno al cual nunca le había prestado mucha atención, trataba de Nana Shimura, la mentora de Yagi Toshinori y la abuela de Tenko Shimura, el futuro gran villano Shigaraki Tomura. Ella era una gran heroína, una excelente maestra, pero en el capítulo especial se mostró el vínculo que compartía con su único hijo. Lo mucho que lo amaba y lo mucho que él la amaba a ella. Su tiempo juntos y su separación, ya que ella tenía miedo de que All For One buscará hacerle daño a través de su pequeño.

Nana Shimura dejo a su hijo al cuidado del gobierno para que lo escondieran y protegieran. Como ella, muchos héroes pudieron haber hecho lo mismo, nunca lo había pensado pero era una posibilidad lógica. Los héroes eran personas comunes, con el deseo de formar familias, algunos con más miedo de cumplir con eso que otros. Endvaour eligió tener a sus hijos por un tema de vencer a All Might, pero también porque los quería y sabía que nunca nadie les harían daño, no con él cuidando a su familia. Pero para los demás debió ser distinto. No había muchas familias de héroes, la mayoría, debí haber dejado a su descendencia en un lugar seguro mientras cumplían con su deber para con la sociedad.

Y el gobierno uso esa confianza para armar un ejército. Como ya no contaban con los hijos de villanos que estaban siendo protegidos por Rei Todoroki y su Fundación, fueron por una segunda alternativa. La información de Saito ponía que el Comité Disciplinario de Héroes tomaba a los niños —cuyos quirks eran igual o más poderosos que los de sus progenitores— de las casas de cuidado de gobierno donde los héroes los dejaban, los llevaba hacia los archipiélagos y los entrenaban en bases militares secretas, hasta que se volvieran soldados de elite. Los padres nunca sabrían de esto ya que, parte de poner la seguridad de sus hijos en primer lugar, se relacionaba con que ellos no supieran dónde se encontraban. Únicamente, confiaban en los miembros del gobierno para decirles que estaban bien.

El cenizo sintió que esto era en parte su culpa. La Fundación de Protección a Niños se creo por su causa, por la de Keigo, porque él lo salvó. Los hijos de villanos se salvaron de ser usados como títeres, de ser lastimados y discriminados. Pero a cambio, los hijos de los héroes fueron tomados como su reemplazo. Un sacrificio por el bien de la mayoría.

Se sentía enfermo.

— ¿Por qué ellos vienen con usted, Rei-san?

El de ojos rojos levanto la cabeza ante la voz del azabache, que se había detenido en medio del pasillo, era tan parecido a Midoriya que por un momento los confundió pero a medida que lo observaba más empezaba a notar sus diferencias. La mirada de este chico era más aguda y analítica que la del pecoso, aparte de que era más delgado y carecía de los músculos que el menor desarrollo en su entrenamiento con All Might, sus gestos también eran más serios y seguros, su estatura más alta y su aura, quizás porque estaba de mal humor todavía, lo hacía lucir un poco intimidante y frío.

Todoroki que estaba parado a un lado suyo miro mal al azabache por hablarle, de cierta manera, con un tono grosero a su madre. Pero la albina lucía tranquila e incluso comprensiva cuando le contesto.

—Son órdenes del director Nedzu. Quiere que tanto Himiko-san cómo Bubawagari-san se sientan seguros. Mí hijo tiene un quirk de defensa bastante poderoso y Katsuki-kun podrá calmarlos con su quirk anima si están heridos o sufrieron algún colapso mental en este lugar —explicó la mayor —Aparte de eso, como Himiko-san deberá quedarse en el dormitorio estudiantil, considero pertinente que se pusiera a Uraraka-san como una especie de guardiana. Es una de las mejores en defensa personal y cuidaría bien de Himiko-san.

Uraraka sintió un escalofrío cuando el azabache la observó, sus ojos onix fríos le miraron de arriba a abajo, haciendo un "hmm" de disgusto que a ella le quedó bastante claro y le recordó que este hombre la redujo con facilidad, sin una mano y estando herido en la cabeza. Era de esperarse que él no creyera que fuera capaz de defender o cuidar a la rubia y ella no tenía ni una palabra para decir al respecto que lo hiciera cambiar de opinión. Manteniéndose cerca de la mayor, bajo la cabeza y no dijo nada.

Hubo un silencio algo tenso que, por suerte, no duro mucho por la misma impaciencia del oficial del policía por terminar con estás presentaciones y explicaciones.

—A Himiko-san le agrada, pero ella está aquí por su culpa. Así que hablaré con el director para hacer algún cambio en esto —respondió el azabache para después mirar hacia el bicolor y el cenizo —Es un gusto conocerlos, Katsuki-san, Shoto-san, sus hermanos mayores me han hablado bastante de ustedes. Pueden llamarme por mi nombre si gustan o el apellido, me da lo mismo.

El de quirk explosivo y el bicolor asintieron en reconocimiento, en lo que la albina se ponía delante del grupo y le mencionaba al de ojos ónix de la ubicación de Toga y Bubawagari. Al parecer estaban dentro del mismo edificio, en un subsuelo, custodiados por numerosos guardias y soldados. Los héroes de la agencia internacional fueron por delante de ellos, en caso de encontrarse con alguna resistencia en el camino o que el ministro mandara una orden en que se arrepentía de haber permitido el acceso. Por suerte, el camino hasta el subsuelo no fue tan complicado y en lo que la mayor pasaba todas las documentaciones posibles en una pequeña recepción, el azabache se quedó viendo fijamente hacia los adolescentes, haciendo una elección bastante sencilla entre ellos.

—Uraraka-san, por favor, venga conmigo a buscar a Himiko-san —pidió en un tono amable pero se notaba cierto rechazo en su voz —Les pido a Shoto-kun y Katsuki-kun que se hagan cargo de Jin-san, es mayormente inofensivo, pero si le han hecho algo aquí dentro no dudo que vaya a defenderse y sus quirks evitarán una confrontación importante. Por favor, no le hagan daño de ser posible.

—Entendido —acepto el bicolor sin problema y el más bajo simplemente asintió —Nos haremos cargo de él.

—Gracias. No tardaremos —aseguró el de ojos onix.

Katsuki se quedó viendo como Ochako seguía nerviosa al mayor y aunque se preguntó porqué estaría así, tampoco pudo pensarlo mucho ya que tuvo que ir junto con Shoto a buscar a Jin. Su celda quedaba al final de un largo pasillo, de paredes grises y con olor a lavandina, silencioso y un poco aterrador pese a la claridad de las luces blancas. Un guardia, informado seguramente por el ministro, los guiaba, angustiado e inquieto, les daba miradas de reojo y en lo que llegaban al lugar, no pudo evitar abrir la boca.

—Twice fue hallado en un estado bastante lamentable, como si se estuviera derritiendo, en la esquina de unos edificios del centro después de la batalla. Tuvo un desgaste importante en su quirk y el primer día, durmió hasta que obtuvo una forma sólida, luego...—titubeo, pero sabía por el mensaje de ministro que le convenía salvarse de todo esto y eso haría, aún si sonaba patético —...Estuvo tranquilo, hasta que lo llevaron a interrogatorios. Se enloqueció.

— ¿Cómo fue eso? —alzó una ceja el de ojos rojos viendo amenazante al guardia — ¿Qué le hicieron para que enloquezca?

—Mira chico, yo solo hago la vigilancia, lo demás no me corresponde. El personal de interrogación responde directamente al ministro. No tengo nada que ver con ellos.—se defendió el guardia —Nos devolvieron a Twice aturdido e inquieto, le pusimos fármacos para dormirlo. No sé más. Pueden preguntarle el resto. Él les dirá que yo solamente cuidaba su puerta.

Katsuki miro con irritación al cobarde guardia que les abrió la puerta de una celda para después irse, dejándolos a él y a Shoto el camino libre para entrar. Le hizo una señal al bicolor para que le dejará pasar primer y observó el interior de la habitación, sus paredes blancas, la cama pegada al lado izquierdo, el inodoro y una silla. El hombre que buscaban se encontraba sentado en la silla, con la cabeza baja y temblando. Al escucharlo pasar, alzó la cabeza, la cicatriz en su frente estaba sangrando y sus ojos amarillos irritados como si hubiera estado llorando por un muy largo tiempo.

Parecía estar conteniendo su locura muy dentro suyo, como si tuviera mucho miedo de dejarla salir y no poder recuperarse de eso.

Era muy penoso y lamentable.

— ¿Q-Qué quieren? ¿Quién eres? ¿Por qué entraste? —balbueco el adulto abrazando su estómago — ¡Y-Yo no d-diré más mentiras! ¡N-No lo h-haré! ¡S-Soy una b-buena persona! ¡L-Lo soy! ¡H-Hawks y Fuyumi-sensei me lo dijeron! ¡Y-Yo ayude, no lastime a nadie!

El cenizo sintió bastante pena por este hombre e ira en contra del ministro japonés. Ahora quedaba todavía más en claro que las confesiones que les mostró en la sala de reuniones eran falsas. Se forzó a los villanos a hacerlas de alguna manera y eso los daño bastante. Era inhumano. Se dió la vuelta, para ver que el de quirk dual le veía atentamente y le pidió acercarse, la habitación estaba helada y la manera en que temblaba Twice, aparte de ser por miedo, también podía deberse a el frío que sentía. Tomando la mano izquierda de su novio, él entendió que tenía que elevar la temperatura del lugar y eso hizo.

Bubawagari les miro todavía asustado pero no parecía tener intenciones de hacerles daño. Aún así, el de quirk explosivo no quería correr riesgos y que el hombre usará sus clones estando inestable para defenderse debido a su miedo por ellos. Levanto su mano derecha y apunto hacia su frente.

—Alma emergente —susurro despacio y el mayor cerro los ojos, una esfera de color amarillo le salió de la cabeza hacia sus brazos y se acurrucó en ese lugar —Bien, podrá descansar mientras lo llevamos a Yuei.

— ¿Está dormido? —pregunto el más alto curioso ya que el hombre seguía sentado derecho en silla pese a estar con los ojos cerrados.

—No, su alma está bastante inquieta y ansiosa, razón por la cuál su cuerpo se mantuvo por tanto tiempo. Ambos necesitaban un descanso y como no podemos obligarlo a que nos siga sin que él se asusté y nos ataque, está me pareció una mejor alternativa —respondió en de ojos rojos el cuál tenía la esfera de color amarillo, cómo si fuera todavía un pequeño sol, entre sus manos —Aunque es curioso.

— ¿Qué cosa? —interrogó el más alto que se agachó delante del hombre y lo apoyo en su brazo para ponerlo de pie. De esa manera, podía cargarlo con facilidad.

—No me duele usar anima y se sintió muy natural el hacerlo.

Bakugou se sentía tan en sintonía con su quirk anima como con su quirk explosivo. Se preguntó si sería porque su alma ya contaba con su parte esencial en este mundo y si eso significaba que ya no sufriría las consecuencias por su desgaste. Sin embargo, cuando un poco de sueño empezó a llegar a su cuerpo, se dió cuenta que no todo sería tan sencillo.

Pero bueno, podía contarle a Todoroki que al menos ya no se desmayaría o la naturaleza lo atacaría si usaba anima por mucho tiempo. Una buena noticia era una buena noticia dentro de todo, ¿no?

Las heridas empezaban a infectarse. Himiko suponía que era debido a los cortes contra el metal, el haber estado en una alcantarilla y el hecho de que nadie en ese lugar se digno en darle una atención médica desde que llegó. Al menos, ahora podía llegar a comprender porqué Takeo estuvo tan desesperado por evitarlo esto, tanto que hasta llegó a apuntarle a Ochako con su arma.

Nunca se espero que ni siquiera la dejarán subir a la ambulancia con él. Nunca se imagino que la golpearían más en ese lugar que en la batalla que hubo en Tokio. Nunca llegó a pensar que usarían a personas con quirks de control mental para obligarla a escribir una confesión. Nunca pensó que, las personas que supuestamente debían estar del lado del bien, tomarían tales extremos.

Ochako e Izuku eran tan buenos. Katsuki también. Touya, Keigo. Todos ellos eran increíbles. Por eso, quizás, inocentemente pensó que todos serían. La realidad era muy distinta y ella lo sabía, ¿por qué no lo vio antes? ¿por qué no recordó que en el mundo existan personas como sus padres, como sus compañeros de clase que le dieron la espalda, como las personas que entraron a su casa a pintarle insultos en las paredes?

El azabache tuvo sus razones para querer evitar que cayera en las manos de los héroes, quiénes la entregaron al sistema de gobierno. Cielos, ¿cómo estaría él ahora? ¿lo habrían atendido bien en el hospital? ¿sus padres habrían ido a verlo? ¿no estaría haciendo nada peligroso, verdad? Sabía bien que la vendría a buscarla, ni dudaba de eso, pero le daba miedo los medios que usaría para lograrlo.

La rubia se giro en la cama plástica de su celda, tenía una fiebre alta debido a sus infecciones y que el lugar era malditamente helado, el uniforme que logro crearse no ayudaba en este ambiente. Le encantarían unas sábanas, de esas esponjosas y que olían a el perfume del lavarropas de escogió Jin, un aroma a coco exquisito. También una comida. El agua y el pan duro no contaban. Además, de que los había vomitado en ese indigno baño que esperaban que usará en la celda, ¡no estaba loca, no lo usaría con los guardias tan cerca!

Oh, le dolía tanto la cabeza por la falta de comida. Los ojos le lloraban por la fiebre y sus manos llenas de cortes por los escombros que movió para salvar a Saito le ardían muchísimo. Se movió otra vez, apoyando la frente caliente contra la pared fría, bien, de algo tenía que servirle el congelador donde estaba.

Una punzada en el estómago hizo que perdiera su posición. No tenía nada para vomitar pero el estómago le seguía doliendo y la sangre en su nariz empezaba a fastidiarla. Ah, esos miembros del gobierno, ¿no había una manera más amable de detener su griterío que con golpes? Aunque no sabía si les irritó más eso o que el control mental no funcionará del todo en ella. De todas formas, el golpe en su nariz estuvo mal. Mal, mal, mal...

Ugh, tenía sueño, pero no quería dormirse. El guardia de turno debía estar por llegar y pese a que fuera inútil, le rogaría por una buena comida o algún medicamento. Si no combatía la infección, corría el riesgo de quedarse sin dedos y para eso, necesitaba medicación o una buena comida que sostuviera su cuerpo. Si obtenía ambas, la rubia pensaría que el mundo quizás no era tan cruel, pero tampoco se haría muchas ilusiones.

El sonido de su puerta siendo abierta le llamo la atención, la manera en que el hierro se deslizaba suavemente, en verdad, si le hubieran dado atención médica primero en vez de tirarla en esa celda, no habría tenido una infección. El lugar estaba bastante limpio. Tan limpio que incluso le desesperaba un poco. Extrañaba el humo del cigarrillo de Jin —y también estaba muy preocupada por su paradero— la mesa desordenada en el departamento del azabache, la televisión encendida cuando no había nada para ver, el...

La rubia dejo de pensar en eso e intento sentarse en la cama, su vista estaba borrosa debido a las lágrimas, pero podía ver una figura parada delante suyo, vagamente familiar, vestido con una camiseta blanca y un pantalón oscuro. A medida que la figura se acercaba, fue distinguiendo sus rasgos, ojos onix afligidos, una mandíbula tensa, rizos azabaches desordenados...

—Ah, mi cabeza es tan mala, haciéndome ver a Takeo-kun cuando ni siquiera está aquí —balbuceo perdida y desorientada — ¿La fiebre me subió demasiado? Ugh, debí haber escuchado mejor a Fuyumi-san cuando hablaba de infecciones en la sangre, ¿cómo estará ella ahora...?

Sus labios se cerraron cuando sintió una mano fría, de metal, tocándole el rostro con cuidado y otra mano cálida que acariciaba su cabeza, las lágrimas se le deslizaron cuando la figura extraña se sentó en la cama dura y la abrazo, pudo sentir su hombro derecho empezando a mojarse.

—Lo siento, lo siento, lo siento, Hime...—escuchó a un hombre llorando, con la voz quebrada, ronca, enojada e impotente —Lo lamento. Te sacaré de aquí. No volveré a dejar que te pongan un solo dedo encima. Jamás.

— ¿Takeo-kun...? ¿Eres realmente tú? —le devolvió con fuerza el abrazo sintiendo como las lágrimas bajaban por su rostro.

—Sí, soy yo, ya todo termino —le aseguro, envolviendo sus brazos bien fuerte en la más baja y escondiendo la cabeza en su hombro pequeño y delgado —Todo termino. Se acabó.

La de ojos dorados no pudo creerlo y el llanto la desbordó, en lo que se aferraba fuertemente al chico que tanto le gustaba, en lo que lo escuchaba llorando despacio contra su hombro hasta quedarse dormida por el cansancio, completamente segura que ahora estaba a salvo.

Ochako que se quedó al margen viendo la escena, noto la sangre en el rostro de la dormida rubia, las heridas supurando en sus manos que le trajeron recuerdos de ella moviendo metales oxidados para salvar al azabache, la forma en que sus huesos parecían más marcados que antes y los moretones en sus piernas. Cuando el azabache la levanto gentilmente en sus brazos, sin parecer que le costará hacerlo con su nueva mano robótica, se aparto de su camino y lo siguió por detrás cuando salieron de la habitación.

En ningún momento, él le dirigió la mirada, parecía disfrutar que ella sola ya se estuviera culpando del estado en que quedó la villana.

La sociedad se volvió un verdadero caos después de la filtración de que los hijos de los héroes se usaron para formar ejércitos de reserva dentro del país. La confianza en el gobierno se había roto por completo y todos buscaban a los culpables, a los corrompidos. Varios héroes e incluso agentes del gobierno terminaron renunciando a sus puestos, diciendo que no podía con toda esta presión, esta lucha insostenible.

Nedzu termino siendo una figura a seguir desde Yuei, ya que el director unió a varias escuelas para sostener un sistema de refugios y colaboraba activamente con la Fundación de Protección a Niños, la que también se volvió un pilar fundamental en la imagen de Rei Todoroki. En conjunto con esto, el héroe número uno Endvaour se puso de pie y reformó la confianza en los héroes que quedaban, mientras que Hawks declaró sus orígenes abiertamente y sin vergüenzas, para que las masas dejarán de lado sus prejuicios hacia los hijos de villanos. Estos cuatro personajes se volvieron bastante presentes entre la sociedad pero había uno más que, en particular, se le consideraba el más grande de todos.

— ¡Hey, Símbolo de la Esperanza, muchacho! ¡Que alegría verte!

Bakugou golpeó con un codazo a Sero que se atrevió a reírse por el apodo con el cuál le llamaba todo el mundo, el jodido Símbolo de la Esperanza. Maldita sea, si no fuera porque eran necesarios ciertos simbolismos heroicos para mantener a la sociedad unida, el cenizo ya estaría gritando que cortaría las cabezas de quienes lo llamarán de esa forma. Con la situación como estaba, solo podía aceptarlo y resignarse.

Estaban en la entrada de Yuei, volvía junto con el azabache de una redada a un grupo de villanos en la zona sur de la ciudad y como todavía tenía bastante energía, no dudada de que después fuera a salir a una ronda de patrullaje en compañía de Kirishima. Pero primero tenía que almorzar con Todoroki. En lo que pensaba en su almuerzo, el cenizo miro hacia la persona que se acercaba a ellos, la que le gritó en la entrada y el reconocimiento fue tomando lugar en su cabeza una vez el hombre llegó.

Era el héroe que le había dado a Chek.

— ¡Hasta que coincidimos muchacho, que feliz estoy de verte! —le dió una palmada bastante fuerte el héroe, para después reírse y pararse a su lado —Nunca creí que te volverías tan popular, ¡es fantástico!

—Gracias, supongo —bufo el de ojos rojos pero se alegro de que el héroe mayor estuviera bien, se veía algo magullado, pero sonreía con alegría y energía — ¿Me quería decir algo?

—Sip, es un pequeño regalo que quería hacerte. No es mucho la verdad —se rio avergonzado el héroe, sacando algo de su bolsillo y dejándolo en la mano del cenizo —Mí Chek sigue teniendo tu comando de voz, así que me gustaría que te la quedarás. Tómalo como un regalo de bienvenida a este mundo cruel de héroes y villanos. Ella es una compañera muy confiable y no tiene muchos años, te servirá bien.

El de quirk explosivo se quedó callado viendo la llave de la motocicleta en su mano y luego la sonrisa amable del héroe, que pareciendo satisfecho de haber cumplido su misión, le dió otra palmada en su hombro.

—Que estés bien, GroundZero. Símbolo de la Esperanza.

—...Con GroundZero estaba bien —murmuro el de ojos rojos apretando la mano contra su pecho en un puño cerrado —Gracias. Que este bien también.

— ¡Lo estaré! —prometió el héroe — ¡Nos vemos!

—Que persona más amable —dijo el azabache al lado del cenizo — ¿Dónde lo conociste?

—En el caos que era Tokio, él me dió su motocicleta —respondió el cenizo guardando la llave en su bolsillo —Para que pudiera ir a dónde tuviera que estar.

—Un héroe bastante amable —sonrió el más alto pero después pareció recordar vagamente algo —Espera, ¿hiciste el examen para conducir las motocicletas de héroes, Bakugou?

El cenizo no respondió, lo que el de ojos onix tomo como un "no" y se aseguro de nunca subirse a su motocicleta. En lo que ambos caminaban hasta las puertas de Yuei para finalmente pasar, sus estómagos gruñeron anticipando la comida y una vez se les dió acceso, se dirigieron con pasos rápidos hasta su edificio de dormitorio. Apenas entraron, el olor de la comida los recibió.

Ashido que fue la primera en verlos sonrió con alegría y se llevó a su novio a la punta de la mesa, para darle de la comida que ella especialmente había hecho para él. En cambio, el cenizo camino despacio hacia el bicolor, que sentado en el sillón de la sala tenía los ojos cerrados y un tazón de arroz entre sus piernas.

El turno nocturno debió ser duro para él.

Anoche, a el de quirk dual lo llamaron para una misión de rescate de emergencia en una zona boscosa, él no pudo decir nada para acompañarlo ya que no lo necesitaban y solo pudo quedarse en cama, dando vueltas ya que sin su novio al lado no logro conciliar el sueño. Una vez empezó su día, recibió unos mensajes del bicolor diciéndole que la misión salió bien pero que seguiría su turno con normalidad, lo que se basaba en ayudar a Yaoyorazou e Iida con más rescates y la tarea prioritaria de la clase A, encontrar a Midoriya. Con tanta sobre carga de trabajo y sin descanso, era de esperarse que terminara de esta manera.

El más bajo retiro el plato de arroz del regazo de su novio, lo agarro por un brazo y se lo apoyo encima, de esa manera, fue hasta el elevador y apretó el botón de su piso. Asui que justo estaba ahí, les vio con una sonrisa divertida y salió sin decir una palabra, pero su mirada fue suficiente para hacer sonrojar al de ojos rojos. Cuando el elevador se detuvo en su piso, bajo con el más alto arrastras y entró en su dormitorio, lo intento dejar con gentileza en la cama, pero debido a que se tropezó con una prenda en el piso, se resbaló y termino cayendo al colchón con él encima suyo.

El golpe hizo que los ojos de color azul y gris se abrieran levemente.

— ¿Katsuki...? —murmuro dormido el más alto.

El mencionado suspiro, no quería despertar a su novio por completo y que después no pudiera dormirse como le pasó a él si lo dejaba en el dormitorio solo. Por lo tanto, se quedó en silencio, con las manos sobre la espalda ancha y los ojos rojos semicerrados, esperando que el contrario se durmiera otra vez. Entonces, podría quitárselo de encima y dejarlo acostado cómodamente.

Los ojos de Shoto no se veían para nada concientes, seguían nublados por el sueño, sus largas pestañas se movían despacio y su aliento caliente le rozó en la cara. Cuando se oculto en su cuello, Katsuki pensó que se volvería a quedar dormido, pero al contrario sintió como ponía sus cálidos labios ahí, despacio, haciendo que le recorriera un escalofrío. Luego, paso su lengua para lamerlo, haciéndole tragar saliva y después, pudo sentir la succión. Estaba tan sorprendido que ni noto la mano fría y la mano caliente que empezaban a recorrer su traje de héroe, a frotarlo en la parte del pantalón con entusiasmo y tocando sus abdominales. Un pequeño gemido se le escapó y antes de que todo se saliera de control por completo, grito.

— ¡S-Shoto, b-basta! ¡Despierta, joder, despierta!

Su grito asusto por completo al de quirk dual, que salió de encima suyo de inmediato y se quedó sentado en el colchón, la mirada desenfocada y una mueca tonta que hizo al cenizo querer reírse si no estuviera tan avergonzado. Ahora tendría que ir a revisar en un espejo la marca que debía tener en su cuello y que para peor, le produjo una erección.

—Oh, entonces no estaba durmiendo...—recapacitó rápidamente el más alto, el cuál se sonrojo bastante y miro apenado hacia el más abajo —Lo siento, ¿te asusté?

—Me sorprendiste bastante, ¿qué maldito sueño estabas teniendo? —se cruzó de brazos, queriendo parecer amenazante, pero era todo lo contrario con el rostro rojo y una marca en su cuello.

—El de un adolescente normal con su pareja —se encogió de hombros el de quirk dual —Como últimamente estamos tan ocupados, estoy algo...reprimido.

El de quirk explosivo se sonrojo todavía más y su corazón se acelero, lo que su novio decía era verdad. No tenían tiempo para estar "juntos" de esa manera especial. Primero había sido por cuestiones académicas y ahora por la situación de Japón, sumado la desaparición de Midoriya que no ayudaba con el ambiente de hacer lo que quisieran hacer el uno con el otro. Él también...tenía deseos de que eso pasara. Solo que no sabía cómo decirle y al parecer, su novio prefería tener sueños húmedos que forzar de alguna manera ese escenario.

Vaya, los dos somos bastante torpes en esto.

Se le filtró una pequeña sonrisa, en lo que tomaba la mano de su pareja y se subía a su regazo, pudo sentir una dureza bajo su trasero que le hizo morderse los labios y estaba convencido que el bicolor podía sentir su pene erecto contra la superficie de su abdomen. Se llevó la mano fría del más alto contra su rostro para ayudarle a bajar su temperatura y le miro a los ojos.

—Yo también estoy bastante reprimido —admitió en un tono bajo y con un gruñido de insatisfacción, agrego — ¿Y si esperamos a esta noche para hacer algo? No es como si pudiera eludir las tareas de patrullaje.

Todoroki beso la barbilla de Bakugou, observando por un segundo con cierto orgullo la marca que le dejo dormido en su cuello y la exitacion empezó a subirle por la garganta, haciendo que su voz saliera ronca y anisosa.

— ¿Hasta donde puedo llegar?

Pregunta eso con una mirada que dice claramente que quiere ir hasta el final. Ja, maldito pervertido. Pero yo también quiero hacerlo, así que no está mal seguirle la corriente.

—Hasta el final.

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