Capitulo 59
Shoto se consideraba, en escasa medida, inocente. No desconocía todo sobre el sexo y sí, hubo varias ocasiones dónde pensó en el cenizo de una manera inapropiada, pero una cosa era el conocimiento en su cabeza y otro el de la vida real.
Y una cosa muy diferente era tocar al cenizo, tentativamente y a modo de juego, mientras bailaban en el gimnasio que el ambiente privado que les daba el dormitorio.
Ahora sí se sentía bastante tenso y menos ebrio.
Pero aún así, cuando el cenizo le pidió con la mirada que se acercará lo hizo y llevó las manos de manera natural hasta su cintura, observando por unos las líneas definidas de su pecho debido a que ya no traía el chaleco árabe puesto, el lunar en su costilla derecha, los pezones rosados y la herida que le dejo aquella barra de metal en el ataque de Re-Destro en la Fundación de Protección a Niños. Con suavidad, movió la mano derecha hasta esa zona y la rozó con los dedos, la piel se sentía diferente y el de ojos rojos se mordió los labios, como si sintiera cosquillas.
— ¿Estás nervioso? —murmuro, pese a que su voz tembló al salir por su garganta.
—No —contesto el cenizo presumido, porque sí le empezaban a afectar los nervios la manera tan suave en que el contrario lo tocaba.
— ¿Quieres acostarte, Katsuki?
El cenizo alzó la cabeza, su cara adquiriendo un brillante rojo que hizo al de quirk dual estremecerse y que lo obligó a ser más claro con sus palabras tan ambiguas.
—M-Me refiero a que en la cama podríamos estar más cómodos, por eso pregunté s-si querias acostarte —tartamudeo debido a los nervios el de quirk dual —Yo, hum, n-no haré nada que te disguste. Cuando quieras parar, paramos.
A Katsuki le invadió la fuerte necesidad de reírse, debido a sus nervios y a los del contrario, que estaba casi tan rojo como él. Y esa sensación le ayudo irónicamente a calmarse, a tomar las manos del bicolor y llevarlo a la cama, acostándose él de espaldas en la misma con el contrario encima suyo.
Debía admitir que la posición vulnerable era nueva, el sentirse tan pequeño debajo del cuerpo de otra persona y aún así, poder sentirse seguro y a gusto no podía ser tan normal. Pero le gustó, porque podía ver de cerca los ojos azul y gris que se enfocaban únicamente en él, que brillaban como las llamas de una fogata y la nieve cayendo en el invierno. Llevo una mano hacía la cabeza del más alto para inclinarlo e inicio un beso lento, pausado y dulce que les trajo devuelta la pasión que sintieron ambos en el gimnasio y se deshizo por completo de sus nerviosismos e inseguridades.
El de quirk dual comenzó a tocar con más confianza el cuerpo del chico debajo suyo, a explorarlo, a reconocerlo, a tocarlo de maneras más atrevidas que eran muy diferentes a las veces en las que solo lo abrazaba para dormir. Tocó aquí y allá, las heridas, las marcas en la piel, los lugares que sacaban gruñidos y aquellos que daban espasmos, los muslos suaves pero firmes, las abdominales exquisitamente formadas, el vello incipiente en las piernas y cierta parte que jamás toco, pero que ahora reclamaba su atención. A el de ojos rojos se le escapó un gruñido ronco, muy cerca de su oído, cuando toco levemente su pene sobre el pantalón que todavía traía puesto.
—Sácalo —susurro el de quirk explosivo, con una voz que el contrario nunca había escuchado antes, sensual y ronca, mientras alzaba las caderas para que pudiera sentir su dureza y volvía a demandar impaciente —Mierda, sácalo, Shoto.
El más alto pudo sentir las manos del cenizo apretando sus hombros, exigiendo que le hiciera caso y lo hizo, por supuesto. Le saco el pantalón y lo tiró en alguna parte del piso, para después mirar el boxer de color negro abultado y la manera en que el de ojos rojos mismos se lo bajaba hasta quitárselo. Se le cortó la respiración cuando vio su pene semierecto aparecer, de color rosado con la punta roja y casi sin nada de vello púbico alrededor. Por muy poco, su parte de fuego se descontrolaba y tuvo que contener la respiración, para mantener el control. Una vez de vuelto, se lamió los labios y tocó, con cuidado, el pene del más bajo.
—Ahm —se mordió los labios el de quirk explosivo —T-Tu jodida mano está caliente.
—Lo siento —se disculpo el de quirk dual, sin saber porqué su mano derecha estaba caliente pero buscando la manera de revertirlo en lo que acariciaba al cenizo — ¿Mejor?
Bakugou quiso decir que no, seguía sintiendo ese ardor en la palma de la mano de Todoroki y dolía un poco en la piel sensible de su pene, pero también descubrió que empezaba a sentirse bien. No era insoportable, solo un calorcito que iba desde la palma y se extendía por los dedos, podía manejarlo. Así que negó con la cabeza cuando el de quirk dual repitió la pregunta y se estiró para poder volver a besarlo, en lo que con sus manos libres le quitaban la camisa del traje árabe y luego le indicaba en susurros que se quitará los pantalones.
A el cenizo le parecía más justo cuando ambos jugaban en igualdad de condiciones y además, se dio cuenta que él no tuvo su tiempo merecido para examinar el cuerpo del contrario tanto como quisiera. Por lo tanto, revirtió sus posiciones, ahora el bicolor estaba de espaldas al colchón, viéndole con una mueca confundida y él arriba, sobre su estómago con las piernas separadas y con una sonrisa engreída en su rostro.
—Quédate quieto, Shoto —ordenó, besando el pecho del bicolor, sintiendo únicamente calor de su cuerpo y el ritmo acelerado de su corazón —Quiero tocarte.
El de quirk explosivo pudo escuchar el suspiro bajito del contrario, en señal de aceptación y sintió sus manos en su cabello, en su espalda, únicamente acariciando y no presionando para que hiciera algo, le pareció muy dulce y tierno que hiciera eso en lo que exploraba su cuerpo.
Todoroki no tenía cicatrices visibles, lo cual, para él sabiendo bien la que tuvo en la serie animada, era un alivio. Su piel era suave, lisa y en estos momentos irradiaba exclusivamente calor, cuando antes su costado derecho siempre le daba una sensación fría, como si se apoyará en una pared con sombra. Tenía unos dos lunares en el pecho, al lado de su pezón izquierdo y por maldad, lamió el pequeño botón rozado para probar su reacción. Todo lo que hizo el de quirk dual fue reírse un poco y luego se quedó quieto, así que el cenizo dejo de hacerlo. Después, paso a besar su cuello, llevándose pequeños gruñidos por parte del bicolor por eso y cuando presionó sus penes erectos juntos, escuchó como se le escapaba un gemido y tiraba un poco de su cabello.
Realmente, el bicolor no parecía ser muy sensitivo. Se lo esperaba, ya que siempre que intento hacerle cosquillas de niño nunca funcionó, pero no pudo evitar el sentirse decepcionado por no poder molestarlo. Aún así, lo siguió tocando y sus besos fueron descendiendo más y más, hasta que se encontró de cara con el pene erecto por completo del contrario, un poco cubierto por vellos rojos y blancos que se mezclaban entre sí. Lo sostuvo entre sus manos, una pequeña presión y escuchó un gruñido, miro con satisfacción como el de quirk dual lo observaba, detenidamente y a punto de perder el control.
A Katsuki casi ni le importaba que ya estuviera quemando sus sábanas sin darse cuenta, con su mano izquierda apretandolas tan fuerte. Al menos, estaba lo bastante controlado como para no causar un incendio en su dormitorio.
— ¿Se siente bien? —cuestiono, en un tono presumido, leyendo la clara respuesta en la cara del más alto —Que lindo, unos besitos y ya estás tan duro, ¿vas a eyacular pronto, Shoto? No aguantas nada.
Shoto gruño y se levantó de la cama, tomando al cenizo de la cintura para llevarlo a su regazo y lo beso ferozmente por su burla, en lo que llevaba sus manos hacia ese trasero hermoso y firme y lo amasaba y presionaba con vigor. Sus penes se frotaban ansiosamente con el movimiento de sus caderas y la cama hacía rato que causaba un molesto sonido que los dos ignoraban, el aroma dulce de la nitroglicerina llenaba el ambiente y ambos sabían que el fuego de la pasión estaba por consumirse por completo.
El de quirk explosivo llevo su mano diestra hacia su pene y el del bicolor para masturbarlos, en lo que con la zurda sostenía el cuello del más alto y mordía sus labios en la misma medida en la que él le apretaba tan descaradamente el trasero, estaba seguro que mañana tendría alguna marca ahí y pensaba dejarle un mordida bien visible en la boca por eso. Pudo sentir como una de las manos que estuvo jugando con su trasero se unía a la suya y aumentaba la fricción, mezclando el calor y el placer, terminó siendo él quien eyaculó primero y aunque el de quirk dual lo hizo unos pocos segundos después, no dudo en verlo con burla y una sonrisa satisfecha.
— ¿Quien no aguanta nada, Katsuki? —bromeo, besando la mejilla del cenizo que soltó un gruñido pero no se alejo de él y se apoyó en su hombro, manteniéndolo cerca y sintiendo lo pegajosos que estaban sus estómagos — ¿Una ducha?
—Sí, no pienso dormir de esta manera, es asqueroso —respondió el de ojos rojos, sacando su mano derecha manchada de semen y pasándola por las sábanas —Tambien tenemos que cambiar las sabanas y hacer la cama, Shoto.
—O podemos dejarlas en la lavandería y hacerlo mañana, mí dormitorio está en orden —sugirió el de quirk dual, mirando suplicante al cenizo que frunció el ceño —Por favor, Katsuki. Baño y a la cama.
Bakugou bufo por la actitud infantil del bicolor pero tampoco estaba muy tentando por dejar su dormitorio limpio, así que no hizo comentarios y dejo que Todoroki llevará las sábanas a la lavandería en lo que él tomaba una ducha primero. Cuando estuvo limpio, fue hasta el dormitorio del bicolor, se acostó en el futon y le espero.
Quince minutos después, el de quirk dual pasaba por la puerta bostezando y sonriendo al verlo ya acostado.
—No vas a creerlo, pero vi a Midoriya y Uraraka durmiendo sobre uno de los árboles del patio —le contó al cenizo mientras se metía en la cama y lo abrazaba por la cintura —Lo más curioso es que parece que fueron atados por la cinta de Sero a las ramas. No sé si como medida de prevención o porque él los puso ahí.
—Prevención —respondió sin dudarlo el de quirk explosivo en lo que bostezaba y se acurrucaba en el pecho del más alto —El cara plana no hace cosas tan extremas. Los habrá visto en el árbol y posiblemente pensó que podían caerse. Mañana les preguntaré a esos dos idiotas en qué mierda pensaban.
—Deben seguir ebrios —sospechó el bicolor, a medida que cerraba los ojos y sentía al sueño reclamarlo, eso hasta que un pensamiento llego a su cerebro que lo obligó a permanecer despierto —Katsuki.
— ¿Qué? —se abrazó más fuerte al de quirk dual, ya que olía muy pero muy bien y le hacía tener más sueño.
—Por favor, se mí novio.
La habitación estaba a oscuras pero el de ojos rojos logro ver parte del rostro del bicolor al apoyarse en su pecho, esos ojos azul y gris que lo miraban llenos de amor y paz, los labios finos que esperaban su respuesta, las mejillas levemente rojas por la vergüenza...era tan tierno que el corazón le dio una sacudida y se escondió en su pecho, sintiendo el palpitar acelerado del otro corazón y una enorme sonrisa se abrió paso por su rostro, en lo que una risa impulsiva salía debido a lo feliz que se sentía.
— ¿Katsuki...?
A Shoto se le interrumpió la respiración cuando el cenizo dejo de abrazarlo y le miró a los ojos, deseo con todo fervor que estuviera amaneciendo y así pudieria ver aquellos dientes blancos con mayor claridad, la manera en que esos ojos rojos se volvieron pequeños por las arrugas a los costados que se le formaban y el tinte rosado en sus mejillas.
Nunca había visto esa expresión en Katsuki. Y la amaba. Dios, la amaba y quería verla otra vez, bajo el sol para admirarla cómo se merecía, en la lluvia o en un día gris y triste, si lograba hacer que la tuviera. No sabía cómo lo lograría, pero quería que tuviera esa expresión siempre, que lo hacía verse tan feliz y contento.
—Seré tu novio —acepto el cenizo sin dejar de sonreír, levantando el mentón para besar los labios del más alto y lo sintió abrazándolo todavía más fuerte de ser posible —...Te quiero.
—Yo también te quiero y mucho —beso la nariz del más bajo con ternura —Buenas noches.
—Buenas noches.
Los dos se entregaron a un agradable sueño, rodeados de un cálido sentimiento y la felicidad que sentían en los brazos del otro.
—Denkiiii —arrastraba las palabras el pelirrojo —Sigamos bailandoooo.
Kaminari soltó una carcajada y negó con la cabeza, en lo que arrojaba a un ebrio Kirishima a los sillones de la sala de estar. Jamás se espero que terminaría siendo el responsable de su grupo de amigos cuando pasaran por su primera borrachera. Pero como Sero se desmayo después de bailar toda la noche con Ashido y se quedó dormido con ella sobre los almohadones coloridos del gimnasio, siendo él quién los tuvo que persuadir para que por favor fueran a descansar a sus dormitorios y Bakugou se desapareció en medio de la noche junto con Todoroki, tuvo que mantenerse lo más sobrio posible para asegurar su bienestar.
Además, le ayudaba a distraerse de las raras imagines de su hernana mayor bailando alegremente con Iida y escuchándolo hablar. En pocas ocasiones la había visto tan relajada y cómoda con otra persona. Y eso le daba bastante cosas en que pensar, cosas que posiblemente Yuna ni se hubiera planteado —su hermana, bueno, llegaba a ser muy lentas para ciertas cuestiones— pero que a él le venían a la mente cada vez que recordaba lo rígido —más de lo usual— que se mostraba el delegado de la clase al bailar con ella y la manera en que le hablaba, con una sonrisa tímida y amable.
Pero, bien, quería no pensar en eso, por ahora, y no había una mejor distracción que el cuidar a sus amigos. Una vez dejo a el azabache y a la de quirk ácido en sus respectivos dormitorios, volvió al gimnasio por el pelirrojo, el cual había terminado su última batalla de Vaso Enemigo contra Testu, con una considerable victoria sobre el chico de la clase B que estaba casi inconciente en los brazos de su novia.
El rubio había compartido una mirada de simpatía con Kendo antes de llevarse al de dientes puntiguados. Esperaba que hubiera podido llegar bien con el platinado hasta los dormitorios de la clase B.
—Denkiiiii, ¡baile!
La llamada abrupta y su muñeca izquierda siendo jalada repentinamente llevaron al de ojos dorados a estar sobre el regazo del más alto, el cual atrapó su cintura en un abrazo firme y apoyó el mentón en su pecho, ya que en esa posición él quedaba más arriba. Se sintió realmente aliviado de que estuviera lo bastante ebrio como para no prestarle atención a lo acelerado que estaba su corazón y a que el color de sus mejillas no se debía al calor de haber estado bailando toda la noche, si no a su cercanía.
He estado con chicos guapos pero mierda, ¡Kirishima es el número uno incluso con esa expresión tan tonta! ¡Es demasiado para mí débil corazón!
En serio, agradecía que el pelirrojo no estuviera en condiciones de leer sus pensamientos y expresiones.
—Denkiiii, Denkiiii —volvió a llamarlo el de dientes puntiguados por su nombre, como venía haciendo desde los inicios de su borrachera y el rubio no vio porqué pedirle que volviera a usar su apellido cuando su nombre se escuchaba tan lindo y especial saliendo de sus labios — ¿Yha no vamos a bailar?
—Nop —respondió divertido y tomando las mejillas del más alto con sus manos, con una sonrisa de oreja a oreja —Es hora de ir a dormir, Kirishima. Mañana te va a doler mucho la cabeza, así que te daré una aspirina antes. Para eso, por supuesto, necesito que primero me dejes ponerme de pie.
—No quierooooo —protesto el de quirk de endurecimiento, abrazando más fuerte al más bajo y haciendo pucheros —No te vayas. Pase muchos días sin verte. No quiero que te vayas, por favor.
—Ya no me voy a ir, lo prometo —consoló el rubio al contrario como si fuera un niño pequeño y eso le hizo fruncir más el ceño, lo que a él le quitó una sonrisa enternecida —Kirishima, no te voy a evitar más, lo juro. Ahora, déjame ir, en verdad me vas a agradecer mañana el que te halla hecho tomar una aspirina.
Eijirou siguió haciendo pucheros pero el agarre se aflojó y Denki finalmente pudo ponerse de pie. Fue hasta la cocina, a uno de los cajones de las gavetas altas donde sabía que estaban las aspirinas para los dolores de cabeza y agarró una, después dejo la caja entera en la mesa principal. Sus compañeros las necesitarían lo más cerca posible una vez se despertarán mañana y si la veían en la mesa, les ahorraría el tener que pensar en donde estaban en primer lugar. Dejó una nota adjunta mencionado la importancia de beber agua —algo que le hizo sentirse malditamente maternal pero que no creía que fuera malo, ya que formaba parte de su personalidad y además, sus compañeros agradecerían ese dato suyo que venía de su propia experiencia con el alcohol— junto con bocadillos ricos en azúcares y luego llenó un vaso con agua para el pelirrojo.
No tardó más de cinco minutos en hacer todo eso. Y aún así, cuando volvió a la sala del dormitorio, se encontró con que el pelirrojo se había quedado dormido en el sillón, sentado como lo dejo y con la cabeza inclinada en un ángulo que aseguraba un dolor de cuello horrible a la mañana siguiente.
El de quirk eléctrico dejo el vaso y la pastilla en una mesa cercana frente a los sillones, para después ir hasta el más alto y sacudir despacio su hombro, sin respuesta de eso. En lo que pensaba en si usar o no su electricidad para despertarlo, se quedó admirando un poco aquel varonil rostro que tenía al dormir. No mentía al respecto de que el de dientes puntiguados le parecía uno de los chicos más guapos que había visto en su vida, con una mandíbula marcada, ojos rojos que llegaban a ser intimidades pero eran los más amables que hubiera conocido, una nariz que no era tan grande ni tan pequeña, labios gruesos sin ser exagerados y orejas pequeñas. Poseía un rostro expresivo y transparente que mostraba todas sus emociones, el enojo, la ira, la tristeza y la felicidad. Y eso le llevo a preguntarse porqué las expresiones más lindas en ese rostro, se debían a él.
¿Por qué los ojos rojos se iluminaban al mirarlo? ¿Por qué le sonreía tan abierta y felizmente cuando se veían? ¿Por qué se quedaba en ocasiones, con la boca semiabierta cómo si tuviera algo para decirle pero al final no lo podía soltar?
¿Por qué se enamoró de él y le regalaba todas esas hermosas pero inmerecidas expresiones?
Porque es un tonto, igual que yo. Pero, la diferencia es que yo puedo hacer como que esté sentimiento no existe y es solo amistad. Kirishima, algún día, ya no podrá hacerlo. Es muy honesto.
El rubio esperaba, aunque le doliera, que el enamoramiento del pelirrojo fuera pasajero. Sabía que el suyo no lo sería, tenía varias certezas de ello que no quería discutir ni con él mismo sobre que tanto había caído por quién era su mejor amigo. Pero para el de dientes puntiguados podría ser distinto, podría tratarse de una emoción que se iría cuando ya no tuviera razón de ser y entonces, se enamoraría de otra persona mil veces mejor que él y quedaría en el olvido. Y aunque eso a él le afectaría, lo aceptaría, porque así debían ser las cosas.
No importa que tanto Jiro y Shinsou digan que estoy siendo necio, es lo mejor si Kirishima y yo somos solo amigos. No puedo darle una relación normal, todos van a decir algo malo de mí, ya sea porque soy hijo de villanos o el que traicionó a Yuei para hacer el ataque a la USJ y eso le afectará a él más que a mí. No quiero lastimarlo y tampoco quiero que asuma mis cargas. Es...es suficiente si puedo quedarme cerca suyo y verlo brillar, puedo ser feliz con solo eso, ¿no?
El rubio ignoro el tono pesimista en sus pensamientos en las últimas líneas y puso su mano derecha en el rostro del pelirrojo, acariciando suavemente la piel y entonces, sus dedos pasaron tentativamente a tocar los labios gruesos y carnosos, luego su cabeza se inclino con lentitud y decidió que a favor de una relación en la que tendría que ocultar parte de su corazón a la otra persona, podía ser perdonado este error.
Entonces, sintiendo un nudo en la garganta rozó sus labios con los del pelirrojo, fue un segundo corto y fugaz y se separó de él antes de que siquiera pudieria notarlo. Se sintió sumamente culpable cuando se di cuenta de lo que hizo y se alejo del dormido chico como si lo pudieria quemar. Tuvo que tranquilizarse a sí mismo por unos minutos para no entrar en pánico y luego, cuando se calmó, optó porque en vez de despertar al de ojos rojos para que tomara la aspirina, sería mejor acostarlo directamente en el sillón y dejarlo ahí en la sala de los dormitorios. No creía tener el valor de verlo a los ojos sin sentirse horrible consigo mismo.
Entonces, lo movió para que estuviera más cómodo en el sillón, le puso unos almohadones debajo la cabeza, lo tapo con una sábana ligera que encontró en un gabinete y dejo una nota al lado del vaso con la aspirina, puso "lamento no haberte podido llevar a tu dormitorio, estabas muy pesado. La pastilla te ayudará, ¡es de rápido efecto!" Después, antes de irse, apagó todas las luces de la sala y se dirigió al ascensor.
Y aunque la última acción que cometió en la noche le dejo un sentimiento agrio en el corazón, recordó la canción de Kyoka y pudo animarse un poco.
Sin embargo, el rubio seguía estando algo lejos de poder aceptar completamente que merecía ciertas cosas. Como el amor o la compasión por sus errores. E incluso, la misericordia.
—Lamb es mejor para el hackeo de lo que imaginé —opinó Keigo con una expresión sombría.
—Se esmera bastante y logra buenos contactos, sirve de mucho el que nadie lo crea una amenaza —reconoció Touya, dejando de lado la computadora y mirando a su pareja — ¿Cómo te sientes?
—Enfermo y furioso —gruño el de alas rojas para después, contener la respiración y pasar una mano por su cara, necesitaba calmarse — ¿No lo puedes volver público ahora? Es espantoso, Touya.
—Por mucho que quisiera hacerlo, no nos conviene. Lamb pensó lo más inteligente, usarlo como un recurso en caso de máxima emergencia y aunque me desagrade, estoy de acuerdo con él. Es una buena carta contra el gobierno, en caso de que tú y yo quedemos inactivos —suspiró el azabache —Le di permiso de usarla si el gobierno llega a usar a Himiko y Twice cómo chivos expiatorios. Cómo quisieron hacer con Kuroguri.
El rubio volvió a soltar un gruñido y el azabache se le acercó, frotando su espalda y alas para relajarlo.
Ambos se habían enterado de que hubo una estrategia del gobierno para sacarle a Kuroguri, ahora conocido como Shirakumo Oboro, partes de lo que sabía de All for One. Información, datos, todo lo que sea útil respecto al mayor villano del país. La estrategia consistía en interrogatorios bastante horribles que si no fuera por la interposición de Prestem Mic y EreaserHead hubieran continuando dañando la psiquis del villano.
Pero, molestos por la intervención de los héroes, el gobierno decidió llevar a cabo cierta campaña publicitaria de medios que dijera que tenían en sus manos a uno de los Nomus más importantes de All for One y el cuidador del emergente mega villano Shigaraki Tomura, que lo tenían bajo custodia y en espera de numerosas pruebas.
La campaña era para demostrar el poder del gobierno y tranquilizar a las masas inquietas por la Liga de Villanos, lo cual tenía cierto sentido. Pero al hacer eso habían dejado de lado el cómo Shirakumo paso a ser Kuroguri, su sufrimiento y el hecho de que el gobierno ni siquiera se dio cuenta que un hospital público estaba traficando cadáveres para un doctor sicópata. Tampoco se mencionaba la colaboración voluntaria del villano a hablar, lo cual aseguro que podía hacer si sus amigos estaban presentes para acompañarlo y no lo dejaban solo con los guardias militares en los interrogatorios.
Era algo que enfermaba y preocupaba a la pareja, después de todo, si pasaba un desastre y ellos de alguna manera quedaban fuera de todo, no podrían proteger a Toga y Bubawagari de nadie. Se los trataría como villanos de máximo riesgo y se les daría el tratamiento menos humano para someterlos.
— ¿Le avisaste a Endvador-san de algo? —quiso saber el rubio, apoyándose en el pecho de su pareja.
— ¿Y ver cómo viejo pierde su puesto de héroe número uno al quemar las instalaciones del gobierno? No, lo conozco y si se entera de esto, un incendio será el menor problema que causara —respondió el de ojos claros —Ya le había pedido que se hiciera cargo de Himiko y Jin si pasaba el peor de los casos. No veo necesario el agregarle que ahora ellos tienen cierta protección extra por parte de Lamb y su desquiciada manera de conseguir la información más horrible posible.
—Uhg, bien, dejemos eso o voy a enojarme y horrorizarme más todavía —pidió el de cabello rizado y el más alto asintió en acuerdo — ¿Consiguió algo más de lo que le pediste?
Touya frunció ligeramente el ceño lo que Keigo no supo si tomar como una negativa directa o no, así que espero a que hablara y lo hizo luego de un tiempo de consideración.
—Estados Unidos mandará a su heroína número uno en caso de que Shigaraki se salga de nuestro control. La Unión Europea de Héroes decidió suministrar recursos pero no querían unirse formalmente a la batalla, extraoficialmente, Lamb está buscando como empujarlos a lo contrario. No me dijo de qué maneras y tampoco le pedí saberlo, si lo logra, me lo dirá de inmediato —contó el azabache —Las demás agencias internacionales de héroes decidieron quedarse al margen. Han visto lo que All for One puede llegar a ser y prefieren que enfoque su atención en Japón, eso les daría tiempo a ellos de prepararse para su ataque.
—Entonces, en resumen general, estamos solos —bufo el de alas rojas —Genial.
—Sí, pero eso lo sabíamos desde antes de aceptar está misión —asintió el de ojos claros —Aunque, la estoy haciendo contigo y tengo un equipo decente a mis espaldas, no creo que tengamos un resultado tan malo.
El rubio parpadeó y miro hacía el más alto, el cual tenía una ligera sonrisa que para él era irreconocible pero que le hacía verse todavía más guapo de ser posible.
— ¿Quién eres y qué hiciste como pesimista prometido? ¡Devuélveme a mí pesimista prometido!
Touya rodó los ojos y se dedicó a besar a Keigo que se reía descontrolado, tenían unos dos minutos antes de que tuvieran que volver a salir de esa caverna en el bosque para asegurarse de que Gigantomachi no había aplastado a Tomura.
Pero podían permitirse unos sesenta segundos más de besos para olvidarse ambos de la información de Lamb.
La cuál, sí, podría llegar a usarse para salvar a dos personas pero que de hacerlo destruiría toda la sociedad de héroes de Japón.
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