Capítulo 57

[Pueden escuchar la canción para ponerse en ambiente, cambie un poco algunas partes, pero lo esencial se mantiene. Muchísimas gracias por leer, votar y comentar ❤️]

Respira hondo, respira hondo, respira hondo.

Shoto siguió a sus pensamientos obedientemente, sabiendo que si no hacía el ejercicio de respiración bien podría quemar algo o congelar a alguien, porque unas emociones que siempre habían estado presente dentro suyo fueron atacadas deliberadamente por el hermoso chico que acababa de correr hacia el gimnasio. Logró controlarse apropiadamente luego de unos segundos, pero le seguía latiendo aceleradamente el corazón y sus dedos le hacían cosquillas, enojados con él por haber dejado ir a Katsuki.

Sin embargo, había sido lo mejor, lo tenía en claro. Su padre y su madre le contaron en varias ocasiones que su quirk era igual de volátil que los suyos y que por eso, debía trabajar en el control de sus emociones si no quería causarle daño a alguien algún día. Por supuesto, sus emociones debían fluir igualmente por medio de su quirk, como hacia Enji al mantener el suyo activo la mayoría del tiempo -para que de esa forma si se enojaba en serio estaría ya teniendo el control de sus llamas- o Rei cuando congelaba el patio de la casa al estar atravesando por situaciones de un estrés muy elevado, de lo contrario, la detonación de las mismas podría ser mucho peor que un simple accidente de control de quirk.

Pero debido que había crecido con una personalidad tranquila, pocas veces su quirk se manifestaba en sus emociones y generalmente, en esas oportunidades su única víctima fue Izuku. Lo congeló en algunas ocasiones cuando estaban discutiendo y en las veces que intentaba abrazar alegremente al cenizo por largos periodos de tiempo, sin importarle que después el de quirk explosivo le regañara por ello.

Pensándolo bien, aparte de los sentimientos que teníamos ambos por Katsuki lo que hacía que tuvieramos varias peleas, realmente nunca me comporte de la mejor manera con Midoriya. Aunque era divertido verlo molesto.

El bicolor suspiro, se pasó una mano por la cara y finalmente, le tocó entrar al vestuario. Recordando brevemente lo que llevaba puesto el cenizo -nada difícil ya que lo observó demasiado bien- se puso unos pantalones de un azul oscuro, junto con una remera de tela suave del mismo color con hilos dorados y plateados con formas que le recordaban a los copos de nieve. Suponía que no le tocó un chaleco corto ya que no le favorecía y en cambio se le dio prendas que iban acorde a su estatura y peso corporal. Al salir del vestuario, lo primero que hizo fue ir hasta el gimnasio y volver a repetir el ejercicio de respiración en lo que entraba a buscar al de ojos rojos.

En el gimnasio ya había varios estudiantes, todos admirando el trabajo hecho por los profesores para decorar el lugar con colores brillantes de rosado, rojo y dorado en todas partes, los pequeños lugares de descanso hechos con almohadones grandes y sábanas que daban algo de privacidad a quienes estuvieran dentro. La comida, inspirada en lo tradicional árabe, llenaba el ambiente con su aroma y hacia que a varios les gruñera el estómago después de una semana tan agotadora. En el fondo del gimnasio se había dispuesto un pequeño escenario, por lo que parecía que tendrían algún tipo de concierto y el lugar despejado sería para bailar. Estaba todos admirados por la belleza del lugar y el bicolor no fue ajeno a eso, solo que buscaba a la persona más bella de todos en medio.

No tardó en encontrarla, principalmente, porque muchos murmuraban acerca de él guiándolo hacía donde debía ir.

-Vaya, sabía que era guapo pero mierda, vestido así es más que eso.

-Dicen que es casi un héroe de nivel profesional. Como Mirio Togata que se graduó este año. Pero él se siente diferente, ¿no creen?

-Porque su actitud es horrible. Pero carajo, podría insultarme, pisarme en la cara y matarme con explosión y yo le daría las gracias.

- ¿Tenía novia? ¿O novio?

-Escuche que supuestamente sí. Hum, no sé si era Todoroki Shoto. O Kirishima, se ve más apegado a Bakugou que Todoroki.

-Por mí mejor si hay camino libre.

El bicolor contuvo los deseos de congelar a los estudiantes de tercer año de otras clases que decían eso. Sí, llegaba a ser cierto que Eijirou se apegaba más al de quirk explosivo que él pero eso era cuestión de personalidad y que a ellos les gustaba ser íntimos en privado o cuando estaban con personas de confianza, no creían que fuera necesario mostrarlo a toda la escuela.

Aunque sí es cierto eso de que no somos novios o que no sé si Katsuki nos considera de tal manera.

Tal vez sea por la revelación reciente de que eran almas gemelas que el de quirk dual no creía que fuera necesario ponerle un nombre a la relación. Ellos se amaban y estaban juntos, punto. La clase A, su familia y amigos lo comprendían perfectamente. Pero aclararlo a lo demás y volverlo más formal no estaría mal. Evitaría malos entendidos y celos de ambas partes.

Todoroki estaba dispuesto a hablarlo con el cenizo a lo largo de la noche o tal vez mañana, cuando guiado por los murmullos y las cabezas que se movían regularmente, se encontró con Bakugou quien estaba usando sus manos en el cabello rosado de Ashido, intentando hacerle una coleta con sus rizos rosados y engancharle lo que parecía una tela blanca que se había caído de su atuendo.

- ¡Auch, auch! -se quejaba la femenina - ¡Se más delicado con mí cabello, Bakugou!

- ¡Entonces quédate quieta, maldición! -gruño el cenizo a quien se le seguían escapando rizos rosados entre los dedos - ¡Carajo! ¡Odio tu maldito cabello!

- ¡No es mí culpa que sea tan rizado! -lloriqueo la femenina y luego, una sonrisa luminosa a atravesó su rostro al ver a la persona que se les acercaba - ¡Todoroki, te ves increíble! ¡Como modelo de revista!

El cenizo reprimió un gruñido cuando la de cabello rosado se quiso salir de su control para ir hacia el de quirk dual y asi examinar su traje, justo como había hecho con el suyo momentos antes. Claro que a él no le dijo que se veía guapo, ni como modelo de revista. Si no que, literalmente, le dijo que se veía tan sensual que sería un milagro si el bicolor no lo terminaba arrastrando a los dormitorios antes de que terminara la fiesta.

No quería pensar en aquella tan clara insinuación sexual por parte de su amiga. Porque mientras más lo pensaba, más crecía el calor dentro de su estómago y la creciente necesidad de pegarse al de quirk dual para que lo sofocara o desatará un irremediable incendio.

-Gracias, Ashido -acepto el halago el de quirk dual -El traje que escogiste también te queda bien.

- ¡Gracias! -sonrió alegre la femenina, moviendo los brazos y las caderas - ¡Lo elegí porque Sero salió usando uno todo negro! ¡Así le puedo decir que somos una representación del Ying y el Yang!

-El Yang es la feminidad, la pasividad y la oscuridad, con un jodido punto lleno de maldad que mantiene el equilibrio -reflexionó el cenizo -Sí, te queda jodidamente bien, ojos de mapache.

Mina golpeó indignada a el de quirk explosivo, que justo había terminado con su tocado en el cabello. Ella usaba un traje blanco árabe, con perlitas de un color dorado que hacían ruido cada vez que ella se movía y tenía los tobillos llenos de pulseras. En vez de pantalones, traía puesta una falda larga que cubría por completo sus piernas, pero que las mostraba cuando se movía.

Se veía hermosa, pero el bicolor tenía ojos únicamente para el cenizo que se reía de la indignación de su mejor amiga. Hasta que ella, malhumorada y haciendo pucheros, se fue en busca de Hanta.

Entonces, ellos se quedaron solos y se tuvieron que ver mutuamente otra vez, algo que habían evitado a conciencia por sus emociones alborotadas. Katsuki que no había tenido la oportunidad, aprovecho para ver a detalle las prendas que eligió el bicolor y a dar un sutil asentimiento en aprobación, sintiéndose curiosamente feliz de que Shoto hubiera elegido unos colores que iban con los suyos.

-No te ves mal, mitad-mitad -opto por decir unos segundos después.

-Podría decir algo parecido, si no fuera porque cada vez que te veo siento el corazón a punto de explotar y creo que mí quirk llegara a quemar algo -dijo el bicolor, parte en broma y parte en serio -Es peligroso. Y varias personas están diciendo cosas que me hacen desear quemar algo, intencionalmente.

-No esperaba que fueras tan celoso -murmuro el cenizo pero después, negó con la cabeza y soltó una pequeña risa -No, espera, sí debí verlo venir por la manera en la que siempre trataste a Deku. Eres celoso, tonto, sin la necesidad de serlo. No es como si algún idiota de aquí pudieria llegar a gustarme.

El bicolor sintió cierto calor subiendo a sus mejillas, lo que aumentó la risa del cenizo e hizo que se acercará, lentamente, hasta él. Puso las manos sobre los anchos hombros y le dio una mirada suave, amable, recibiendo a cambio unas manos fuertes que se ponían sobre su cintura, pidiéndole por favor que se mantuviera a su alcance.

No que el más bajo quisiera alejarse, en primer lugar.

- ¿Te molesta que sea celoso, Katsuki? -pregunto en un murmullo el de quirk dual, buscando enfocarse en algo que no fueran los tentadores labios que tenía tan cerca suyo.

-No, es divertido ver la manera en que frunces el ceño y haces pucheros, pero si empiezas a portarte como un idiota y a dudar de mis sentimientos, sí me enojare y mucho -advirtió el de ojos rojos -Mientras no hagas eso, seguirás con vida, mitad-mitad.

-Lo tendré en cuenta de manera permanente -sonrió el bicolor - ¿Vamos a buscar algo de comer?

-Sí, y busquemos de paso un lugar cerca del escenario -asintió el más bajo tomando distancia del contrario -Jiro mencionó que haría algo para Kaminari y quiero saber qué es. Se lo guardo tanto en secreto que me tiene harto.

-Oh, Yaoyarozou me comentó algo -dijo tranquilo el de quirk dual -No mucho y...hm, es un poco privado. Se supone que no debía haberte dicho la primera parte. Ehm, no es un secreto, es una conversación entre amigos que no pueden contárselo a terceros. O bueno, podría pedirle permiso a Yaoyarozou...

-Shoto, sentí más celos de la bola de boliche que de Yaoyarozou, relájate -bufo el cenizo, tomando la mano del bicolor y guiándolo entre la multitud de personas, que le daban miradas intencionadas que él ignoraba con maestría, ya que estaba teniendo una conversación con el más alto -Y ella es tu amiga, lo sé, mierda no te preocupes por eso. Sería lo mismo que tú estuvieras celoso de Ashido o Kirishima. Puedes tener tus secretos con ella y más vale que se los guardes. Los amigos no se traicionan.

Sí, tengo bastante que aprender del chico a quien amo. Es maduro, considerado y sabe cuándo ser honesto.

Todoroki le devolvió un apretón en la mano a Bakugou y se dejó llevar por la multitud de personas, en camino a la mesa más próxima de comida y dulces, posiblemente.

-Uhm, Testu, Monoma, ¿en verdad no me van a decir ni una palabra de todo esto? -pregunto el rubio de quirk eléctrico haciendo un puchero -Es decir, me gusta el lugar en primera fila, pero estamos llamando la atención y me siento un poco intimidado.

Kaminari no sabía qué sucedía, apenas salió del vestuario, usando un traje árabe de un chaleco de color amarillo extravagante y un pantalón del mismo color, junto con un turbante blanco, los chicos de la clase B lo secuestraron y lo llevaron al interior del gimnasio, la parte más cercana al escenario que se monto improvisadamente. Ni siquiera le dieron la oportunidad de esperar a Sato que entro al vestuario -se intentó escapar, miserablemente, ya que Mindnight lo atrapó- después de él o buscar a sus hermanas, que estarían también en la fiesta por unas horas.

-No lo sabemos tampoco, Kaminari -respondió Testu, con una gigante sonrisa, tenía puesto también un chaleco de color azul con plateado y pantalones negros, el traje mostraba sus perfectas abdominales y unos tatuajes falsos de hena -Jiro y Shinsou solo nos pidieron que te traigamos y eso hicimos.

-Sea lo que sea, es seguro que te gustará Kaminari -comento el rubio de la clase B, el cual usaba una camiseta liviana de tono negro con un pantalón de un sutil color azul y tenía el rostro cubierto por una tela transparente violeta, que dejaba a la vista una delicada sonrisa -Mí novio está involucrado en ello.

El de quirk eléctrico contuvo una sonrisa divertida y pensó que, quizás, no era tan malo estar ahí con los chicos de la clase B. Esa noche era en la cual debía hablar con Kirishima. Ya fuera porque Jiro lo arrastrará obligado o él lo hiciera por decisión propia. Realmente, deseaba hacerlo por iniciativa propia, sin que su mejor amiga tuviera que llevarlo a ello como si fuera un niño. Pero sabia que no seria posible si no juntaba fuerzas antes.

Cobarde. Solo lastimas a Kirishima y...a ti mismo. Idiota.

El rubio sonrió falsamente alegre y entusiasmado cuando las luces del gimnasio bajaron y se concentraron en el escenario, las cortinas se estaban abriendo dejando a la vista a un grupo de adolescentes, preparados para tocar. En lo que la imágen era procesada por sus ojos dorados, se empezó a sentir un poco sofocado por las personas que se juntaban a su alrededor y sintió a alguien tomando su mano derecha, junto con otra persona que agarraba su brazo izquierdo.

Los chicos de la clase B estaban a su derecha, apartados pero todavía cerca como para que el de quirk eléctrico pudieria verlos con facilidad al mover la cabeza y las personas que lo estaban sosteniendo, eran Ashido y Sero.

-Debes escuchar bien la canción -indicó el azabache con seriedad.

-Y comprender, que no es solo Jiro quien se siente así -agrego la de cabello rosado con una gentil y amorosa sonrisa.

El rubio no supo cómo reaccionar eso, solo pudo volver a enfocarse en quienes estaban sobre el escenario.

Shinsou que estaba tan pálido que parecía apunto de desmayarse mientras sostenía una guitarra eléctrica, Yaoyarozou detrás de un piano electrónico como en el festival cultural, Tokoyami con un bajo y una actitud más confiada que la última vez que le vio sobre un escenario y Jiro, de pie frente a un micrófono, la determinación brillaba en sus ojos ónix cuando se encontraron con los suyos.

No, no puede ser, ella no va hacer lo que creo que va a hacer. No es posible que ella...

- ¡Hola a todos! ¡Me llamo Jiro Kyoka de la clase A del curso de héroes y estoy aquí junto con mis amigos para hacer un pequeño concierto! Empezaré con una canción que escribí para mis compañeros de la clase A, para mis amigos y para alguien que es muy especial e importante para mí -hizo la presentación la azabache, cortando por la mitad los pensamientos del rubio y haciendo que se callara -No hace falta que diga su nombre, pero por si acaso porque llega a ser muy tonto para darse cuenta de algunas cosas, está canción esta dedica mí mejor amigo, Kaminari Denki. Les cantare I whish.

La canción empezó en un tono animado, provocando que todos empezarán a moverse, haciendo que el rubio sintiera que estaba a punto de caerse pero sus amigos le sostuvieron y pudo escuchar la letra que llegaba a sus oídos.

-Todos a saltar, todos las manos hacia arriba. Todos a saltar, todos las manos hacia arriba -cantó la alegre voz de la azabache -Corriendo por las calles, veía la hermosa ciudad que me rodeaba. Un mundo colorido y bello de flores, este mundo lleno de felicidad brilla. Incluso al caer la lluvia, no me sentía sola, porque recordaba que ustedes estaban siempre conmigo.

La canción tenía un ritmo alegre, que hacía todos bailar y sonreír, solamente el de ojos dorados la escuchaba conmocionado, en lo que la de cabello rosado cantaba la canción en su oído suavemente y el azabache balanceaba sus manos unidas a la par de la música.

La canción era preciosa pero provocaba en el rubio una fuerte punzada en su corazón, que no sabría decir si era de felicidad porque, ¿acaso la felicidad dolía tanto?

Nunca tuve amigos tan importantes como los que tengo ahora. Por eso duele. Duele mucho.

-Si te hubiera conocido antes, me hubiera enamorado de ti -la voz melódica de la femenina y aquellas palabras causaron que el corazón del rubio se sacudiera y ella le guiño un ojo, sonriendo divertido por su reacción -Tú que siempre tienes las palabras para alegrar mí corazón. Dime, ¿qué puedo hacer para volver tu mundo igual de feliz?

No tienes que hacer nada, Jiro, nada. Ya soy feliz. En serio.

Denki ya estaba llorando, Mina le abrazaba fuerte y Hanta le miraba amablemente, Hitoshi seguía tocando pálido como un fantasma pero con un gran espero y Fukumigake le vigilaba a la distancia, atento por si le pasaba algo.

Si está canción era la forma en que tenía su amiga de romperle el corazón lo estaba consiguiendo de la forma más extraordinaria posible.

-Yo les agradezco a todos por estar siempre a mí lado, aún si soy muy tímida para decirlo por mí misma. Ahora por ustedes y por ti, yo transmitire estos sentimientos al mundo -continuó la voz de la azabache -Por ti, yo siempre voy a dar una sonrisa, para que veas que nunca estás solo, ahora unamos nuestras manos y vallamos adelante.

El rubio se escapó del agarre de sus amigos y huyo hacía atrás, donde nadie pudieria molestarlo u obligarlo a seguir escuchando esa canción que le hacía llorar, porque le provocaba muchas emociones, felicidad y una dolorosa sensación de que no se merecía ni una palabra de aquella letra.

Él no se arrepentía de lo que hizo, traicionar a la clase A en favor de salvar a sus hermanas. Era una decisión que volvería a a repetir una y otra vez. La razón de porqué le dolía tanto escuchar esa letra, era debido a que nunca nadie más que Yuna y Rui le demostraron lo que era el amor y la manera de aceptarlo.

Y ese era el problema. Podía aceptar el amor de sus hermanas, pero no el de los demás, incluso el que le daban sus amigos. A duras penas podía aceptar los regalos de Yamada y Aizawa, como la guitarra nueva que tenía en su habitación. La cual le encantó pero que nunca tocaba, solo la rozaba con los dedos, con miedo de arruinarla y que jamás pudieria volverla a usarla.

A diferencia de la guitarra que estaba en su habitación, no podía enfrascar la canción de Kyoka y hacer como que nunca la escucho. Menos aún cuando entre tanto ruido de los adolescentes bailando, la letra llego igualmente a sus oídos.

-En las noches cuando no podía dormir, ¿cuántas veces te he llamado para poder hablarte? "Todo estará bien" esas palabras que me dices, me dan la fuerza para seguir.

Alguien le atrapó la mano y tiro de él, haciendo que tuviera que girar y encontrarse con un par de ojos dorados que brillaban como los suyos.

-Yu-nee...-murmuro el rubio con un hilo de voz -Yo no...n-no puedo. N-No merezco que Jiro canté una canción tan hermosa para mí.

Yuna le dio una mirada seria, estaba usando un simple vestido blanco, que dejaba a la vista las cicatrices de sus brazos que por tantos años habia cubierto con maquillaje, le siguió sosteniendo la muñeca con la mano izquierda y con la otra, hizo simples y rápidos movimientos.

Sí lo mereces. Así que, escucha, Denki. Nunca has dejado que nadie te quiera ni que te cuide, excepto Rui y yo. Es hora de que dejes que los demás también lo hagan, Te lo mereces. Eres una persona maravillosa e increíble, hermano, es hora de que lo empieces a ver también. Escucha la canción, ¿te parece que la persona que la canta está mintiendo?

El rubio cerró fuertemente los ojos, espantando las lágrimas y volvió a alzar la cabeza hacía al frente, había perdido el lugar que Neito y Testu le dieron en las cercanías del escenario, pero seguía estando a la distancia adecuada para enfrentarse a la mirada decidida de la azabache y pudiendo ver los nervios de Hitoshi al tocar en público o la manera en que el azabache se ponía ligeramente ansioso en los bordes de la canción, sin mencionar el como Momo sonreía orgullosa hacia la azabache más baja.

La canción continuaba, llena de ánimo, de cariño, de amor y alegría.

Unos sentimientos que jamás espero experimentar en el momento en que entro a la clase A por órden de All for One.

-Tú me has dado un tesoro sin forma, con un tesoro enorme en su interior -cantó la azabache, esperando que el rubio comprendería que se refería a su amistad y lo invaluable que era para ella -Quiero estar siempre a tu lado, tú eres alguien muy especial para mí. Sé que contigo yo sería capaz de permanecer fiel a mí misma y no caer en la soledad nunca más.

Podrías haber sido capaz de hacerlo incluso sin mí, Jiro. Eres grandiosa.

El de quirk eléctrico sintió que la azabache debió leer sus pensamientos, porque dentro de sus ojos ónix vio un fuego interior, uno que le decía que no había forma de que eso hubiera resultado y su voz se alzó, potente e indomable como una tormenta.

Una tormenta de musica que quería que viera, desesperadamente, la verdad que para todos parecía ser innegable.

-Yo también puedo ser la persona que te hace sentir de la misma manera en la que tú me haces sentir a mí -declaró con todo el sentimiento que pudo la azabache y cantó su parte favorita de la canción, porque era la más cierta-Tú sonríes cada vez que hay problemas, esa sonrisa se transmite a otras personas y todos comenzamos a sentir una alegría en el corazón.

-Sí, habría que ser inmune a tu estupidez para evitar sonreír al verte.

El rubio giro la cabeza al escuchar la voz de Katsuki, el cual le observaba de manera casi humilde, como si entendiera la avalancha de sentimientos que tenía encima y no quisiera burlarse en lo más mínimo de ellos, solo estar cerca para que supiera que él también formaba parte del grupo de personas que lo querían. Shoto estaba a su lado, sosteniendo la mano derecha del cenizo y todo lo que hizo, fue brindarle una sonrisa confortable al rubio. Entonces, el de ojos dorados notó que más personas le estaban viendo desde las distancia, Ochako le sonreía abiertamente de manera cariñosa, Minoru y Koda también en lo que alzaban las manos para que los notara. Alguien paso a su lado y le dio una palmada amigable en la espalda, fue Izuku que le regaló una mirada tímida pero amable y más personas todavía, que a su manera, parecían demostrar su mutuo acuerdo con la canción de la azabache.

Yuna le tiró de la muñeca para llamarle la atención y no tuvo que hacer ni un gesto de manos para que él supiera lo que estaba pensando, se notaba en sus brillantes y felices ojos dorados.

Ella le estaba diciendo, "¿viste? Eres muy querido, Denki".

El más bajo sintió las lágrimas en sus mejillas y sonrió, casi se rió de manera histérica, en lo que la rubia se separaba de él y tomando sus hombros, lo hizo girarse, dejándolo delante de Eijirou, que vestía únicamente un pantalón de un intenso color rojo y tenía en su brazo derecho un pulsera dorada. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí, únicamente, que realmente necesitaba un abrazo de su parte -ni sabía porqué quería buscar su consuelo- y no se privó de hacerlo, en lo que escuchaba la última parte de la canción.

-No importa cuando, yo siempre voy a dar una sonrisa, así que toma mí mano siempre y nunca te apartes de mí lado -esa parte, era una promesa a sí misma y para el rubio -Yo siempre te amaré, no importa lo que pase de ahora en adelante, siempre me mantendré a tu lado, te lo prometo. Todos vamos a saltar, todos las manos hacia arriba. Todos a saltar, todos las manos hacia arriba.

La canción finalmente se acabó pero el de ojos dorados permaneció abrazado al pelirrojo, sintiendo lo cálido de su cuerpo y usándolo de ancla para aclarar su cabeza, ya que se trataba de él, dejo fluir las siguientes palabras con facilidad pese a que sintió que las pensó por décadas y que solo a la luz de la canción de la azabache podía sacarlas a flote.

-Tendré más consideración por mí mismo e...intentaré aceptar las cosas buena que hacen los demás por mí, aunque no sepa cómo todavía -murmuro el rubio inseguro pero esperanzado y determinado -Y si creo merecer algo, lo tomaré. Pero me será difícil y es posible que siga haciendo tonterías. Hum, no creo que vuelva a llorar aunque...

-Lo lamento muchísimo por eso, Kaminari, no fue mí intención presionarte tanto y lastimarte de esa manera, fue muy poco masculino de mí parte -lo interrumpió el pelirrojo con un tono de voz extremadamente arrepentido -Estaba enojado porque dejarás pasar la oportunidad de pasar a la clase A ya que no te das una idea de cuánto te extraño ahí y no tome en consideración la situación que estabas atravesando. Perdoname. Fui egoísta e idiota. No lo volveré a repetir jamás.

-No considero que deba perdonarte por eso, pero si te sientes mal, estás perdonado Kirishima -se salió de su escondite en el pecho del pelirrojo y noto con vergüenza que sus lágrimas seguían corriendo sin detenerse -U-Uhm, mierda, no paran.

-Mí mamá dijo que, a veces, lloramos por más de una cosa. Y creo que eso te está pasando, Kaminari -limpió suavemente las lágrimas que resbalaban por las mejillas del rubio -Tus lágrimas te están reclamando por ignorarlas tanto tiempo.

-Uhg, no, quiero que se detengan -se frotó fuertemente los ojos dorados pero igualmente seguía llorando -L-Le quiero dar una sonrisa a Jiro para agradecerle la canción, no estar llorando de esta manera. Parezco un niño.

-No creo que a ella le importe que estés llorando -opino con sinceridad el pelirrojo, poniendo una mano sobre el hombro del rubio llorosos - ¿Quieres que te acompañe a hablar con ella?

-Por favor -pidió el más bajo cerrando los ojos y soltando una ligera risa -Que no creo poder llegar por mí cuenta al escenario. No veo.

Eijirou asintió y guió a Denki hacía el escenario. Ambos se mantuvieron lo bastante cerca como para ignorar que se estaban abrazando y caminando tomados de la mano.

Los dos decidieron darse ese lujo por solo esa noche.

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