Capitulo 56
Bakugou y Todoroki abrieron los ojos a la vez, dándose cuenta que estaban acostados en el futon, uno al lado del otro, con las manos unidas y abrazados. El primero soltó un pequeño suspiro y apoyó la cabeza en el lado tibio del más alto, el segundo le acaricio tiernamente la espalda y susurro en su oído.
— ¿Cómo te sientes? —murmuro preocupado.
—Calmado, cálido y frío —respondió con honestidad el cenizo — ¿Tú? ¿Algún malestar?
—Ninguno, en realidad, me siento bastante bien y con la cabeza más despejada, es curioso —dijo el de quirk dual apreciando la sensación de estar tan en paz consigo mismo — ¿Se debe a que somos almas gemelas? ¿No te pasará nada si usas anima conmigo?
—...Tal vez —murmuro avergonzado el de ojos rojos por el término almas gemelas, dándose la vuelta y sintiendo como el bicolor movía sus brazos para ponerlos en su estómago ahora —Le pediré a Deku que nos suba la cena. No quiero joder mí buen humor.
Un leve viento en su nuca le indicó que el más alto se había reído y a tientas, el de ojos rojos encontró su celular en el suelo. Le mando un mensaje a Midoriya explicando que no quería bajar a comer y que se encontraba en el dormitorio del bicolor, él le respondió que no tenía problema con subir su cena pero pregunto si estaban ambos bien o si alguno se sentía mal. Después de asegurarle que estaban bien, le escribió que en diez minutos subía con la comida.
Pasaron esos diez minutos en silencio, abrazados, en calma y un poco somnolientos. Les quedaban aclarar un par de cosas pero la mayoría ya estaba arreglado. No se iban a separar, se querían mucho y el bicolor le creía por completo al cenizo.
Eso era lo importante.
Cuando la puerta fue tocada, el de quirk explosivo se separó del más alto que bostezo y se estiró en el futon y le abrió la puerta al pecoso, el cual sonrió con una bandeja que traía platos con estofado de carne, agua y pan.
—Ha llegado el delivery —bromeo, entrando al dormitorio con la bandeja —Hum, ¿donde la dejo, Todoroki-kun?
—Dame un momento en que acomodo la mesa —pidió el de quirk dual, moviéndose del futon y trayendo una mesa plegable que dejaba a un lado de la pared para comer —Ya esta. Muchas gracias Midoriya.
—De nada —contesto el de pecas, mirando levemente a ambos e inclinando la cabeza con curiosidad — ¿Querían tener una cena romántica y privada? Que lindos.
A Shoto y a Katsuki se les subió la sangre a la cabeza, en lo que Izuku se le escapaba una carcajada y salía corriendo del dormitorio, antes de recibir una explosión o ser congelado por burlarse de sus amigos de la infancia y dos de los chicos más poderosos de la clase A.
El cenizo gruño cuando el de pecas huyó exitosamente de su alcance y se sentó en el lado derecho de la mesa, seguido del bicolor que ocupo el lugar frente suyo y se pusieron a comer hasta que el rubor bajo de sus rostros.
—Maldito y descarado Deku —murmuro irritado el de ojos rojos después de un tiempo —Mañana le daré un buen golpe.
—Creo que estaba preocupado por nosotros e hizo esa broma porque se alivió de vernos bien —analizó el bicolor —Pero igual estoy de acuerdo. Se merece un golpe.
El más bajo sonrió levemente y llevo un trozo de carne a su boca, en lo que el de quirk dual empezó a hacer pregunta sobre su otra vida en un tono calmado y curioso y él, sorprendentemente, pudo responderlas con la misma tranquilidad.
Para cuando terminaron de comer, Todoroki ya sabía todo lo que necesitaba saber sobre él, anima, su vida pasada y lo demás. Y lo seguía mirando con el mismo amor que Bakugou vio antes en sus ojos cuando estaban en el puente de su alma, lo que hacía sentirse feliz y avergonzado a niveles que creía que jamás podría explicar, ni siquiera a sí mismo.
—Tu primera vida no fue buena y está es bastante complicada —comento el más alto al final —Pero eres feliz, ¿cierto, Katsuki?
—Sí, lo soy. Tuve una infancia que nunca había tenido, un hermano, una familia y amigos —contó el cenizo con la voz algo ronca por el sentimiento —Una razón para vivir que no era solo evitar que Deku me acabara con un maldito smashs, lo que no pasará. Quiero ser un héroe y seguir ayudando, mientras tengo la actitud de un maldito y genial villano. Y claro, seguir con cierto tonto mitad-mitad que es mí jodida alma gemela y no se toma eso como un verdadero peligro para sí mismo.
—Yo decido los peligros que corro con mí vida, muchas gracias —declaró firme el más alto —He elegido estar contigo siendo consciente de todo esto. Porque es mí propio deseo, quiero ser un héroe a tu lado y protegerte y salvar vidas. Así que, seguiremos juntos Katsuki. No te vas a separar de mí creyendo que eso me evitará el peligro o dolor.
—Que seamos almas gemelas no quiere decir que siempre estaremos juntos —susurro el de quirk explosivo —No sé si ese jodido Dios incompetente te lo menciono pero ser almas gemelas significa que debemos pasar múltiples pruebas para poder probarle al maldito universo que merecemos estar juntos. Y he buscado bastante del tema, las almas gemelas se encuentran y se separan muchas veces.
— ¿Por eso no dijiste nada cuando paso lo de Yaoyarozou e Inasa? —quiso saber el de quirk dual.
—En parte —asintió el cenizo —Y porque pensé que estarías mejor con alguno de ellos que conmigo. Pero no pude controlar tan bien mis celos y la tristeza.
El más alto sintió una punzada de culpa al ver el dolor reflejado brevemente en los ojos rojos del cenizo, le hizo mucho daño a él y a sí mismo al negar sus sentimientos. Lo çompensaria lo mejor que pudieria a partir ahora, repitiendo la promesa que se hizo cuando lo vio en el hospital y reconoció sus sentimientos por él.
—Katsuki, no habrá otra persona para mí que tú —afirmó el de ojos desiguales —Quiero estar toda la vida contigo y hacerte feliz todos los días. Quiero vivir a tu lado.
—Yo también quiero eso —murmuro el más bajo, sintiendo el rubor subiendo nuevamente por su cara y yendo hasta sus orejas.
Shoto sonrió y dejo la comida de lado, para ver a Katsuki y levantar sus barbilla, tenía los ojos algo cristalizados y los labios temblando. Le dio un beso para calmarlo y lo subió hasta su regazo, dejando que se recostara contra su pecho y sintió como su corazón latía acelerado, igual que el suyo.
—Y también, quiero que veas parte del mundo, si pasaste toda una vida en un único lugar y ahora estás con una carga tan pesada sobre el futuro, deseo mostrarte otros lugares donde puedas relajarte y disfrutar únicamente del momento —contó el de quirk dual —Sé que tus padres te llevaron a Francia y parte de Europa por sus desfiles de moda, ¿hay otros lugares a los que te gustaría ir? Podríamos tomarnos un año sabático después de Yuei y visitarlos.
El cenizo parpadeo y por un segundo, se sintió aturdido por nunca haber pensado en eso hasta que el bicolor lo menciono. Lo que haría después de Yuei, después de que Deku detuviera a Shigaraki, jamás se le pasó por la cabeza. Supuso que sería solo un héroe y hasta ahí llegaba su línea de pensamiento. Recién ahora se daba cuenta de que la idea de recorrer el mundo junto con el de quirk dual se sentía muy tentadora, maravillosa y riesgosa, pero asombrosa.
—Tendría que aprender algunos idiomas...y juntar dinero y dejar una plaza preparada en alguna agencia para cuando volvamos o podríamos hacer pasantías internacionales como héroes novatos para ganar experiencia, como All Migth —empezó a planear el más bajo con facilidad —Sería genial hacer montañismo, ¿y a ti qué te gustaría?
—Ver la Aurora Boreal, es un sueño que tengo desde niño. Y visitar el desierto, para estar en un lugar que se parece a mí quirk.
Bakugou asintió a cada palabra del bicolor y se pusieron a hablar después, por un largo tiempo, de sus sueños para el futuro. Todoroki dejo la mesa a un lado de su puerta y decidió que sacaría los platos mañana por la mañana, el cenizo se acostó cómodamente en el lado derecho de su cama y él le siguió, le tapo pero mantuvo la ventana abierta ya que la noche era calurosa y acopló la habitación con su quirk.
Lo último que discutieron antes de quedarse dormidos fue quién tenía un mejor dominio del inglés y sobre algunos trabajos de medio tiempo que podrían hacer durante las vacaciones, para empezar a juntar dinero.
— ¡Felicidades, Shinsou, Kaminari!
Los mencionados fueron adornados por numerosos listones de colores, confetis y espuma por parte de la clase C, los cuales visiblemente alegres se paraban con una letrero de ¡Felicidades por pasar al curso de héroes!
Kaminari se rió alegre, realmente alegre, lo que valió que para Shinsou lo hubieran llenado de espuma verde y confetis rosados en el cabello y no se molestará tanto. Aún asi, hizo un gesto de notorio asco cuando paso una mano por su cabello violeta y las chicas se rieron, pasándole una toalla para que se limpie. En cambio, los chicos se abalanzaron sobre el rubio, el cual soltó un grito y corrió por el salón, intentando escapar del ataque en su contra.
— ¡Oigan, oigan, no es justo! ¡No soy el único que pasó! ¡¿Por qué no atacan también a Shinsou?! —protesto el de quirk eléctrico sin ser muy conviviente cuando lo hacía en medio de múltiples carcajadas — ¡No es justo! ¡Arrojarle espuma a él también!
— ¡Lo sentimos Kaminari pero la venganza de Shinsou es aterradora!
— ¡No nos queremos arriesgar!
— ¡Y atacarte a ti es más divertido! ¡Corre, Kaminari! ¡O te haremos un copete de espuma rosado!
— ¡Malditos! —rió el de ojos dorados fuertemente — ¡Recordaré esto y mí venganza será horrible, ya verán!
Los chicos de la clase C se rieron más fuerte y el de ojos púrpura miro detenidamente al rubio, el cual se notaba alegre y divertido, sin la notoria tristeza que tuvo en los últimos días debido a Kirishima. Él estuvo agradecido por eso, podía escuchar a su amigo y ofrecerle consejos, pero no era tan bueno para animarlo como los demás con tonterías ni bromas. Jiro era también mejor en ese aspecto, ya que podía tocar algún instrumento con el de ojos dorados y de esa manera consolarlo, él tampoco podía usar esa manera. Y eso que tenía una guitarra pero todavía le daba vergüenza tocar con ellos.
Pero aún así acepte hacer lo que Jiro me pidió. Espero no congelarme en el momento.
—Una linda fiesta, ¿eh?
El de ojos púrpura giro ante la voz familiar y sintió un peso apoyado en su hombro, junto el olor de una colonia masculina que se hacía cada vez más familiar. Después, un brazo rodeando su cintura y unos claros ojos celestes mirándolo.
—Monoma —hablo en voz baja, sintiendo el aliente del rubio de la clase B haciendo cosquillas en su cuello — ¿Qué haces aquí?
—Quería verte cubierto de espuma verde y confetis, por supuesto —sonrió burlón el de la clase B para después separarse de él y regarle una sonrisa más sincera, una que hacía a sus ojos iluminarse y provocaban un latido acelerado en su corazón —Bueno, no es todo. Simplemente quería verte.
Maldita sea, no saques tu lado honesto ahora. Hay muchas personas y no pudo besarte como quiero hacerlo.
Monoma le había llamado la atención desde el festival deportivo del primer año en Yuei, por la manera tan loca y suicida en que robo un beso de Bakugou Katsuki. Él estuvo lo bastante cerca cuando ocurrió tal evento y quedó en una mezcla entre el shock y la admiración por ese coraje, esa locura, esa personalidad tan única que el rubio mostraba. Alocado e inteligente, le atrajo desde el inicio pero creyó que era algo momentáneo. Sin embargo, cuando los meses pasaron y sus ojos púrpura siguieron buscando al rubio de ojos claros entre los pasillos se dio cuenta que no sería así. Fue pensando más y más en él, a notar la manera en que defendía con entusiasmo a su clase y se burlaba de la clase A —y que nunca soltaba esas ofensas de otra clase y descubrió que admiraba bastante el trabajo del curso de Soporte Técnico— lo mucho que se esforzaba en la biblioteca de Yuei, en la cual estaba a diario acompañando por Itsuka Kendo y Testu Testu, los días que pasaba en el gimnasio hasta tarde, etc. Un sinnúmero de cosas que se transformaron en sentimientos más profundos y que si no fueran por cierto rubio de ojos dorados —con una capacidad de observación aterradora— jamás las hubiera confesado.
Era de conocimiento colectivo que a el de ojos claros le gustaba el de quirk explosivo y que sus posibilidades eran nulas, pero alentado por el de quirk eléctrico, se los confesó una semana antes de las vacaciones de invierno y recibió una respuesta, inesperadamente, positiva.
Hitoshi seguía todavía sin entender porqué Neito acepto salir con él.
—Me avisaron de la fiesta hace una hora, así que no puede traer nada —siguió hablando el rubio cuando se quedó en silencio viéndole —Pero parece que hay bastante comida...ah, Kaminari parece una extraña criatura salida de un libro.
El más alto desvío la mirada hacia el rubio, el cual tenía una barba hecha de espuma verde y un gorrito de lo mismo sobre la cabeza, sumado a eso el confeti verde junto con unos lazos adorando su cuello. Lo más que hizo fue soltar un bufido parecido a una risa y su novio solo le miró con diversión, para después ir a buscar la comida que antes menciono.
Era curioso pero el de quirk de copiado nunca había peleado contra el de ojos dorados por ser un miembro de la clase A —todos lo consideraban de esa manera aún estando en la clase C— en realidad, se llevaban bastante bien. A veces no sabía si era por su misma amistad con Denki o porque al de la clase B en serio le agradaba.
—Me muero de hambre. Kendo insistió que habría bastante comida en la fiesta de esta noche, así que me confíe y no comí casi nada en el almuerzo —contó el rubio, en lo que tomaba una variedad de sándwiches para él y le pasaba otros a el más alto —Me arrepiento mucho, faltan tres horas para la fiesta y me estoy por desmayar, Shinsou. Tengo tanta, tanta, tanta hambre que me comería un elefante.
Shinsou oculto una sonrisa, en lo que se iba con Monoma a una pared del salón y se apoyaban en la misma para comer tranquilos, volvió a fijarse en como estaba Kaminari, el cual atrapó su mirada y le dio una sonrisa, de medio lado, una de esas que decía "estoy bien" pero sin realmente estarlo. Seguía habiendo cierta oscuridad en sus ojos dorados y su risa se tornó más suave, aunque los demás hacían bromas a su alrededor y le daban abrazos o palmadas en la espalda.
Si no fuera porque Kirishima se ha esforzado en hablar con él, podría enojarme de una manera más sencilla. Pero eso no paso. Es Kaminari quien está siendo terco y atrasando una conversación que no sabe cómo llevar, una en la cual le da miedo volverse a quebrar.
—Shinsou, escúchame —demando el de quirk de copiado a su lado, haciendo un puchero y pellizcando su costado — ¿No me estabas escuchando? ¿En qué pensabas?
—En cierto tonto que me desespera mucho en ocasiones —suspiro, volviendo a mirar a su novio y ladeando la cabeza — ¿Celoso de que alguien te quite el puesto?
—No, para nada. Estoy más allá de los celos —frunció el ceño el de ojos claros y bufo por lo bajo —Me importa poco. Pero, para saber, ¿lo que te preocupa de Kaminari tiene que ver con Kirishima? Porque vino al salón hoy y se llevó a Testu cuando estaba hablando conmigo para un combate, parecía necesitar liberar tensión. Repito, me importa poco. Pero me están quitando la atención de mí mejor amigo y mí novio y me gustaría saber porqué o si debería prepararme de que también me quiten a mí niñera Kendo.
—Vaya, reconoces que Kendo es tu niñera —comento divertido el de ojos púrpura.
—No esquives lo importante, Shinsou —le miro con una ligera mueca de enfado el rubio, pero más que asustarlo para el contrario fue adorable —Dime, no la historia completa, solo lo que puedas contarme.
Esto es también una parte de él que nadie más ve, quizás ni siquiera él mismo se de cuenta. Pero es muy considerado con los otros y toma en cuánta sus circunstancias, no presiona y confía en la palabra de los demás, aunque parece ser lo contrario.
Bien, no era el momento de considerar las razones por las cuales estaba enamorado del chico de la clase B —ni investigar que no había ninguna razón para que estuviera enamorado de él— si no, de darle importancia al punto importante de su discusión.
—Tuvieron algo así como una pelea el día de nuestro entrenamiento. Kirishima le dijo varias cosas con sinceridad debido a el enojo y Kaminari lloró por eso, no se han hablado desde entonces —dijo el de ojos púrpura la esencia del asunto —Por eso me preocupa, como amigo. No tienes de qué estar celoso, Monoma. Testu te diría lo mismo, es amigo y rival de Kirishima, pero estoy seguro que te quiere más a ti.
—Hum, como dije, no estaba celoso y me importa poco de todas maneras —se apoyo en el hombro del de cabello púrpura, el cual sabía que lo hacía para ocultar una sonrisa —Pero espero que se resuelva pronto para que me vuelvas a prestar atención.
Hitoshi sabía que esa era la manera de Neito de decir que deseaba que la situación se resolviera por el bien de Denki y Eijirou. Aunque tampoco podía negar que también se debía a que quería devuelta su total atención y no la que tenía ahora, que era fragmentada por su preocupación hacía el de quirk eléctrico.
Sin dudas, su novio llegaba a ser muy infantil e inmaduro. Pero lo seguía considerando lindo.
La fiesta árabe se haría en el gimnasio pero antes de ingresar al mismo, se hizo a todos los estudiantes del tercer año de Yuei pasar por unos vestidores a las afueras del mismo y cambiarse por los atuendos correspondientes, siendo guiados por unas entusiasmadas Mindnight y MountLady que estabas vestidos con hermosos y reveladores trajes.
— ¡Vengan, niños! —agito las manos la heroína de cabello azabache y ojos azules, usando un elegante atuendo parecido a su traje de heroína, solo que con un corpiño de color azul metalizado y una falda blanca con cortes laterales —El que no use el atuendo elegido, no puede ingresar a la fiesta, ¡sin excepciones!
—Este será un maravilloso recuerdo de su juventud, no lo desperdicien —guiño un ojo la rubia, usando un corpiño rosado y holgados pantalones del mismo color, junto varias hileras brillantes que simulaban ser oro y plata que recorrían los bordes de sus prendas — ¡Estos vestidores les mostrarán los atuendos más apropiados para ustedes! ¡Será una noche maravillosa!
Por algún motivo, Bakugou tenía un mal presentimiento acerca de eso, más que nada por las miradas que las femeninas se daban mutuamente y cuando llego su turno, pudo entender el porqué.
Más apropiadas mí trasero.
El vestuario era estándar, de pares blancas con la iluminación arriba de su cabeza, un espejo de cuerpo entero delante y tres prendas que aparecían en un armario. El cenizo no tenía que ser experto para saber que esas prendas le quedarían, había sentido un ligero rayo pasando por su cuerpo en el momento que entro al vestuario y en cuestión de segundos, la ropa apareció en el armario. Eso quería decir que le tomaron las medidas y le dieron la ropa más apropiada para él.
Así que, tenía tres chalecos de colores rojo, azul y verde. Pantalones que eran muy bajos, anchos y ajustados en los tobillos de los mismos colores, junto con zapatos de tela. Le tocó la ropa que dejaría expuesta gran parte de su cuerpo ya que, pese a tener una contextura fuerte, seguía siendo delgado y con una estatura promedio, las prendas le quedarían bien por esas mismas razones.
Son unas heroínas pervertidas, malditas sea. Seguro que a Deku y a Kaminari les tocó algo todavía peor.
El cenizo bufó disgustado pero empezó a vestirse, tampoco era como si le importará mucho la ropa o exponer demasiado su cuerpo, le hacía sentirse incómodo sí pero todos estarían en la misma situación. Por lo tanto, era más fácil de superar ese sentimiento y cambiarse como si nada. Eligió colocarse las prendas azules a falta de algo negro. El pantalón, como lo supuso, se ajustaba muy bien a su trasero pero iba debajo de su cintura y dejaba a la vista los músculos de su pelvis. En cambio, el chaleco corto del mismo color azul con hilos de color plateado que formaban espirales, le quedó más cómodo de lo que pensó y se lo pudo abotonar, dejaba a la vista la cicatriz que se hizo en la batalla contra Re-Destro en su primer encuentro con la naturaleza y esperaba que la mayoría dejara pasar ese detalle. Los zapatos se sentían muy ligeros, casi como usar una sábana y al final, se colocó un punto rojo en la frente.
Al salir del vestidor se encontró con la mirada apreciativa de Kayama, la cual parecía muy satisfecha e hizo pasar a la siguiente víctima al vestuario, los demás se quedaron también viéndole algunos segundos, un par de personas empezaron a murmurar y otras giraron la cabeza, como avergonzadas. El de ojos rojos no entendió nada de eso, se giro para irse hacía el gimnasio pero antes de hacerlo decidió ir a ver en qué parte de la fila estaba todavía Todoroki. Se habían metido al mismo tiempo, pero Kirishima lo empujó por delante ya que le dio algo de miedo pasar al vestuario —y tuvo sus razones para tenerlo— y al bicolor Iida lo arrastró hacia el final de la fila. Buscarlo no fue difícil, ya que el de quirk dual era fácil de detectar.
La parte complicada fue encontrarse con aquellos ojos azul y gris y que estos lo quemaran al verlo.
El cenizo sintió una extraña serie de explosiones subiendo por su cuerpo, haciendo calentar su estómago y que sus rodillas se sintieran débiles, la cara del bicolor se mantenía neutra como siempre pero en sus ojos había un fuego que solo veía cuando estaba usando su quirk y esa atención le pareció increíblemente abrumadora y fascinante. El más alto le analizó de pies a cabeza, deteniéndose en su cintura, sus hombros descubierto y en el punto rojo en su frente en ocasiones, con una intensidad de la cual nunca fue receptor y que, mierda, le encantó.
Esto debe ser lo que llaman atracción sexual mezclada con altas dosis de hormonas. Mierda, necesito agua y que esté bastardo me bese.
Shoto se acercó un momento a él, como si fuera capaz de leer el hilo de sus pensamientos y el cenizo tuvo que empujarlo devuelta a la fila. No es que no lo quisiera desesperadamente cerca, era solo que no sabía qué mierda harían cuando se acercarán y no quería causar una explosión o un incendio con tantas personas cerca.
—Te espero en el gimnasio —murmuro, con una voz baja y tranquila, una que lucho porque fuera así mientras le temblaba el pulso.
Shoto no alcanzo a decirle nada pero para el de ojos rojos basto el leve ardor que sintió en sus hombros en el breve instante en que lo tocó. Tenía la mano derecha helada y la izquierda ardiendo.
Su quirk se descontroló y él estaba convencido de que tenía un olor dulce debido al sudor de la nitroglicerina que expulso al estar ante tal mirada por parte del más alto. Sí, definitivamente, no era buena idea estar juntos.
Sería como tener la perfecta bomba casera.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top