Capítulo 36
[Capítulo nocturno para celebrar que esta autora metió una materia de ochenta que le quedan XD ❤️]
¿Kacchan conoce a esa chica?
A Izuku se le hacía curioso que la mujer con la que se enfrentó fuera tan íntima con el cenizo de ojos rojos. Se veían muy cercanos o al menos, eso asumía él ya que la castaña estaba molestando deliberadamente a su amigo de la infancia sin miedos. Por ende, guiado por la curiosidad, se les acercó a ambos.
La primera en verlo fue la chica que sonrió alegremente y golpeó el hombro del cenizo para que volteara a verlo.
—Deku —dijo a modo de saludo, manteniendo cierta mueca de malhumor.
—Hola, Kacchan, ¿ella es una conocida tuya? —quiso saber sin poder ocultar su curiosidad.
—Algo así —bufo el de ojos rojos —Se llama Camie Utushime.
— ¡Hola! —alzó las manos la castaña con efusión —Perdón si fui muy ruda en nuestra pelea. Había escuchado rumores de que eras muy fuerte y quise tener la mayor ventaja posible.
—O-Oh, no hay problema, eres muy buena peleando Utushime-san —halagó el de ojos esmeralda —Tu manera de desaparecer es increíble, me dejó bastante impresionado y tus movimientos son muy rápidos.
—Hice danza y gimnasia desde que era pequeña —contó la femenina —Eso ayuda.
Katsuki no formó parte de la conversación entre ambos chicos que parecían congeniar bastante bien, estaba demasiado enfocado en ver a Shoto actuando tímido —a su parecer— con un gigante chico rapado que usaba un uniforme del estilo militar. No le gustaba nada pero tampoco era como si tuviera el derecho de ir a intervenir.
Que fueran almas gemelas no quería decir que estuvieran enamorados el uno del otro. Había buscado en internet y en libros bastante sobre el tema como para tener una idea que si bien, eventualmente podrían llegar a estar juntos, no sería de inmediato y posiblemente les costaría el lograrlo. Más si él seguía siendo tan terco al respecto de decir sus sentimientos al de quirk dual.
No había ninguna seguridad de que el bicolor no pudiera enamorarse de otra persona.
Los celos pasaron a una emoción más melancólica y triste, parecida a cuando escucho de boca del propio bicolor que estaba saliendo con Momo. Queriendo distraerse de aquellas emociones, volvió a fijar su atención en la castaña y el de pecas, notando a lo lejos que Ochako los observaba con una mueca inexpresiva.
Entonces, el cenizo decidió que ella no tenía porque sentirse como él. No era necesario que ambos pasaran por la misma mierda a la vez.
—Hey, Deku, ¿quien te parece más linda? ¿Utushime o Uraraka?
— ¡¿E-Eh?! ¡¿A-A qué viene esa pregunta Kacchan?! —se cubrió el rostro sonrojado el pecoso, en lo que buscaba con la mirada a la otra castaña, la cual no estaba muy lejos suyo y por su expresión avergonzada, se notaba que ella también había escuchado la pregunta del cenizo.
—Oh, parece que alguien está avergonzado, ¡que lindo! —se burlo la femenina, poniéndose a un lado del de ojos rojos e imitando su sonrisa malvada —Vamos, Izuku-kun, ¿quien es más linda? ¿Ochako-chan o yo?
La de quirk de gravedad podía sentir toda su sangre subiendo hacia su rostro en lo que el de pecas volteaba a verla, para después con suma vergüenza enfrentar a la mujer de Shiketsu y a el de ojos rojos que parecían disfrutar de su tormento.
—Para mí...—susurro el más bajo queriendo cavar un pozo para esconderse —U-Uraraka-san es más linda.
Himiko soltó un awww que hizo que el de pecas deseara buscar de inmediato aquel pozo muy pero muy hondo para esconderse por un larguísimo tiempo y aprovechando su estado alterado, le paso de largo para ir hasta la de ojos chocolate que quedó estática en su sitio.
—Yo ya tengo a alguien que me gusta, así que es todo tuyo, Ochako-chan —le guiño un ojo en lo que pasaba por su lado —Nos vemos, ¡Katsuki-kun, hasta luego!
La más baja volteó sin la oportunidad de hablar adecuadamente con la otra chica y además de eso, quedándose con una gran pregunta haciendo eco en su mente.
¿Cómo es que ella sabe mí nombre?
—Lo hicimos bastante bien con la división de equipos, así que seguiremos de esa forma —indicó Yaoyarozou apenas entraron devuelta en el centro de la ciudad en ruinas donde era su examen — ¿O alguien quisiera hacer algún tipo de cambio?
Los estudiantes de Yuei no mostraron protestas delante la decisión de la azabache y se pusieron en sus respectivos equipos para continuar con las tareas asignadas. Al examen le quedaban cuatro horas, habían despejado la mayor parte de la zona de civiles y solo les quedaban los combates con las otras clases.
Estaban bastante agotados físicamente pero moralmente sus espíritus se mantenían en alto. Demostraron una gran cooperación y un trabajo en equipo adecuado. Así que, a ninguno le molestaba seguir como antes.
Sin embargo, Kaminari y Kirishima notaron que su líder estaba menos entusiasmado que antes por continuar el examen.
— ¿Todo en orden, Blasty? —interrogó el pelirrojo viendo cómo los ojos de su mejor amigo se mantenían fijos en una sola persona — ¿Quieres ir a hablar con Todoroki?
— ¿Ha? ¿Por qué mierda querría ir a hablar con ese mitad-mitad? —se mostró irritado el cenizo, dándose la vuelta y tomando una ruta que ya antes habían seguido —Hay que terminar este puto examen de una vez.
El rubio y el de dientes puntiguados intercambiaron una mirada y fue el primero, que teniendo bien en claro que su vida estaba en riesgo, alzó la mano derecha y salto en su lugar llamando la atención de los demás estudiantes de Yuei.
— ¡Yaomomo, Yaomomo! ¡Jiro prometió hacer equipo conmigo por un rato! —inventó el rubio que notando la mirada de incomprensión de su amiga, agrego con maldad — ¡Para que hablemos sobre eso tan importante! ¡Eso que es un secreto para...!
Los cables de Jiro pincharon los ojos dorados del ruidoso chico, para después enrollarse en su cuello y atraerlo hacia ella, que con una mirada que prometía una muerte lenta y dolorosa —que no concordaba en lo absoluto con su rostro sonrojado— lo arrastró hacia su grupo designado que lo aceptaron sin protestar.
La azabache de cabello largo, entendiendo y no a la vez la situación, hizo el siguiente sutil cambio.
—Bueno, Todoroki-san, por favor pase a formar equipo con Bakugou-san —pidió la de quirk de creación en un tono lleno de inocencia —Ah, como ustedes dos hacen un dúo muy bueno, creo que sería mejor si Kirishima -san pasa a el grupo de Iida-san para que sea más equilibrado, ¿estaría bien?
— ¡Por mí no hay problema! —se mostró muy feliz el pelirrojo por la ayuda de la femenina de sacarlo de entre ese par de necios.
El cenizo miro con indignación como el de quirk de endurecimiento se alejaba de él para ir a formar equipo con Iida y un par de chicos de la clase B, a la vez que el bicolor se le acercaba con pasos incómodos y nerviosos, pese a mantener su rostro neutral. Cuando estuvo delante suyo no dijo nada, no valía la pena y se pondría en evidencia como todo un idiota si llegaba a insinuar algo respecto al chico robusto de Shiketsu, que ahora, podía recordar que en la serie animada se llevaba muy mal con el de quirk dual.
¿Acaso que Endvador fuera un héroe sin su característica mirada de loco por el poder hizo que esos dos se llevarán bien? Carajo, entonces los celos que sentía ahora eran plenamente su culpa.
El de ojos rojos gruño fastidiado consigo mismo y le dio la espalda al contrario para empezar a caminar en dirección donde esperaba con desesperación —porque necesitaba golpear a alguien — que hubiera algún bastardo de otra escuela a quien dejar fuera del examen.
El más alto le siguió en silencio, con deseos de preguntar sobre la bella chica con la que había estado el otro pero sin el valor de hacerlo, eso torno en que la atmósfera entre ambos se volviera bastante tensa e incómoda, se miraban de reojo en espera de que el contrario se atreviera a hacer conversación y desviaban la mirada cuando se atrapaban haciéndolo. Finalmente, llegaron a un punto de intolerancia cuando se detuvieron en una zona desierta dentro de la ciudad artificial, rodeados de edificios y sin nadie a la vista. Debían elegir un nuevo rumbo y para eso, tendrían que hablarse.
—Yo digo que volvamos a la ciudad —opinó el más alto —Podremos cubrimos más fácilmente. Aquí somos un blanco fácil.
—Dilo por ti. Hay que seguir derecho —contradijo el cenizo —Nadie ha pasado por esta zona. Puede haber civiles.
—Entonces, pidamos a otro grupo que nos acompañe —suspiro el de quirk dual sin deseos de pelear con el otro.
—Ve tú, miedoso —bufo el cenizo —Me adelantaré.
Shoto atrapó la muñeca derecha del más bajo antes de que se fuera muy lejos. Podía entender que él mismo siguiera resentido por lo de la chica de Shiketsu pero, ¿por qué el de quirk explosivo parecía ser quien estaba molesto con él? No demostró en su actitud ningún indicio de sus celos por la hermosa castaña que parecía modelo de revista, ¿o acaso lo hizo sin darse cuenta?
—Bakugou, ¿he hecho algo para hacerte enojar? —cuestiono queriendo saber de inmediato la respuesta.
—No —gruñó el más bajo.
Solo dijiste que me ibas a demostrar que eras un héroe de nivel profesional para así llamarme por mí nombre. Pero te veías bastante alegre con el maldito de Inasa.
Katsuki sabía que estaba siendo infantil e ilógico hasta cierto punto pero no podía evitar sentirse molesto cada vez que recordaba la expresión tímida que el bicolor le mostró a Yorashi. Se suponía que debería alegrarlo que gracias a su familia el de ojos desiguales fuera más expresivo y que no le costará relacionarse con otros pero era lo opuesto, más cuando noto en los ojos avellana del alto muchacho el obvio interés por el de quirk dual.
—Pues parece lo opuesto —frunció el ceño el más alto — ¿Por qué estás enojado?
— ¡No lo estoy! —se safo del agarre del otro, irritado y sintiéndose frustrado consigo mismo por no poder controlar sus emociones, solo expresarlas con enojo — ¡Lo único que quiero es terminar este puto examen e irme de una vez!
El bicolor estaba por decir que no había necesidad de gritar, cuando debajo de sus pies empezó a sentir una sensación de terremoto y noto a lo lejos la figura de Shindo Yo sonriendo desde el suelo, con las palmas sobre la tierra y un colosal número de personas detrás suyo.
Parecían ser todos los estudiantes de las escuelas rivales.
— ¡Lamentos interrumpir su pelea de pareja! —se disculpo el azabache soltando una carcajada — ¡Pero ya casi termina el examen y al menos uno de Yuei debe reprobar!
— ¡Y todos votamos porque fuera Bakugou Katsuki! —agregó una chica.
— ¡Que caiga el símbolo de la esperanza de Yuei!
— ¡Acabemos con él!
El de ojos rojos soltó un gruñido por el apodo que usaron, a la vez que creó varias explosiones para no quedar enterrado bajo los escombros del piso y alejarse unos metros de sus atacantes. Delante de él había muchísimos estudiantes, más de los que enfrento en el puente contra Seiji y el área era una que no lo favorecía en nada, así que estaba en desventaja.
Hasta que del piso empezaron a alzarse estacas, paredes y jaulas de un grueso hielo que dejaron fuera de juego a varios de sus oponentes.
El cenizo giro la cabeza hacía la izquierda, viendo cómo el bicolor sin esfuerzo creaba el hielo necesario para protegerlo y a al mismo tiempo, darle municiones. Porque la manera más efectiva de acabar con tantas personas sería usando sus explosiones para generar proyectiles de hielo indiscriminadamente.
—Dejemos nuestra conversación para después —ofreció una tregua el más alto, encendiendo su lado izquierdo y elevando al cenizo del suelo con un puente de hielo — ¡Ve por ellos, GroundZero! ¡Te cubriré!
Bakugou se mordió los labios para evitar que una sonrisa apareciera en su rostro y en serio, realmente odio la facilidad con las que unas palabras de Todoroki bastaban para desequilibrar su corazón y volver a equilibrar su mente. Porque en ese momento, más importante que sus celos por Inasa, estaba el aprobar aquel examen.
El que ambos pudieran aprobarlo.
—Hey, ¿no te parece que hay mucho alboroto viniendo desde esa dirección?
Jiro movió sus auriculares hacía la derecha, podía percibir el ruido de explosiones y gritos que se le hacían familiares e intento enfocarse en el sonido hasta poder identificarlo con claridad.
—Me parece que es Bakugou —comunicó.
—Oh, entonces debe estar bien —dijo el rubio de ojos dorados que estaba a su lado —Son él y Todoroki. Me sentiría mal por quién eligió enfrentarlos.
La azabache asintió ligeramente en acuerdo pero de todos modos siguió buscando el sonido de la pelea, no eran solo explosiones, si no también voces y como parecían ser varias eso la estaba inquietando. Amplió más el radio de su quirk para darse una idea de la situación.
— ¡Tenemos que seguir atacando!
—Se están cansando.
— ¡Hay que separarlos, es la única forma! ¡Todoroki debe estar lejos de Bakugou!
— ¡Sí, entonces podremos acabar más fácil con él! ¡Hagámoslo!
La azabache dejo de escuchar en ese momento y miro al rubio con una expresión de preocupación tal, que él pareció entender que era una situación de emergencia incluso antes de que ella lo dijera con palabras.
—Debemos ir por Bakugou y Todoroki, ¡ahora! —recalcó la urgencia empezando a correr por su cuenta — ¡Estan bajo el ataque de muchas, muchas personas!
— ¡Carajo! —expresó el de ojos dorados preocupado — ¡Hay que buscar a Iida! ¡Él está más cerca que Kendo o Yaoyarozou!
Como consenso general entre los adolescentes, se determino que solamente los delegados de la clase A y la presidenta de la clase B podían tomar las decisiones importantes, ya que se los consideraba los más competentes para las mismas. En esta situación, la elección de Kaminari de ir por Iida en vez de ir a socorrer de inmediato a sus amigos fue la correcta. Porque era a quien seguirían los demás y el que estaba más cercano a su posición.
La más baja y el rubio corrieron por un par de cuadras hasta encontrarse con el delegado de su salón. Le contaron lo que sucedía con Bakugou y Todoroki a varios metros de ellos y lo primero que hizo el de lentes fue decirle a Aoyama que se colgará de su espalda para después sostener a la más baja en sus brazos.
—Aoyama-kun dará una señal a todos desde ese lugar para reagruparnos —explicó el de lentes —Kaminari-kun, avisa a los demás de lo que sucede y que deben prepararse. Debemos proteger a nuestros compañeros.
El de ojos dorados asintió y el más alto encendió los motores de sus piernas para que, con las indicaciones de la azabache en sus brazos, llegar hasta la zona donde estaban peleando ambos chicos.
Uso la máxima potencia para asegurarse de no llegar tarde.
— ¿Él solo desaprobó? Que mierda.
Katsuki estaba decepcionado. No esperaba que el capítulo de esa semana terminara con la derrota de Todoroki Shoto por culpa de Inasa Yorashi. Tampoco que fuera el único en desaprobar ese examen para las licencias provisionales de héroes. Quiso cambiar de canal aunque siguió mirando un rato por curiosidad, el capítulo estaba a punto de terminar pero en la pantalla apareció una persona con ropa negra mirando hacía el edificio donde se hacía el examen. Cuando se le cayó la capucha, noto el cabello cenizo y la mirada molesta en sus ojos rojos.
—Vaya, no esperaba que saliera tan pronto, ¿qué harás?
El villano que compartía su nombre, Bakugou Katsuki, miraba con molestía el edificio pero también había algo más en sus ojos, una mezcla entre el anhelo y el arrepentimiento. Al final, solamente se quedó ahí de pie hasta que Toga Himiko salió con una sonrisa de loca y unas gotas de sangre en un frasquito.
Desde su camilla, soltó un suspiro lleno de decepción, esperaba algo más interesante para ver ese día pero el capítulo solo le dejo una sensación amarga y triste.
Pero bien, eso quería decir que debía vivir una semana más para ver si en el siguiente la trama mejoraba un poco, ¿no?
— ¡Bakugou, cuidado!
Unos barrote de hielo impidieron que un estudiante de Shiketsu cuyo quirk le permitía escupir puntas de lanza muy afiladas, llegarán hasta el cenizo que resbaló en la tierra y que si no fuera porque el bicolor llego justo a atraparlo, se hubiera caído al suelo.
Bakugou tenía la respiración agitada, parte de su traje completamente destrozado, le faltaba una de sus granadas y sus energías estaban por los suelos, recordar en aquel momento su patética vida viendo una serie que ahora estaba viviendo en carne propia no le servía de nada.
Pero no podía negar que ahora sabía porque ese capítulo le dio una sensación tan amarga. Era la soledad que le transmitía.
El saber que tanto él como los personajes estaban sufriendo solos. Sin nadie que los entendiera. Nadie que pudiera comprenderlos.
Nadie que viniera a ayudarlos.
— ¿Cómo estás?
El cenizo sintió como los brazos cálidos de Todoroki no se separaron de su cuerpo en todo el rato que llevo perdido en sus pensamientos y que la razón por la que estaban bien, era debido al muro de hielo construido por el de quirk dual. Pero incluso ese alto muro de hielo empezaba a presentar fisuras y podía escuchar a los demás estudiantes tratando de tirarlo abajo.
Los ignoro deliberadamente por un momento y enterró la cabeza en el pecho del otro, que se mantenía cálido debido a que usaba su mitad fría con intensidad porque si no se refrigera adecuadamente podría terminar con una hipotermia.
—Será mí jodida culpa que no puedas aprobar el examen —murmuro molesto.
—No lo será. Porque eso no pasará —aseguró el bicolor con calma.
—Somos tú y yo contra cien locos. Soy fuerte pero estoy en mí jodido límite y tú también —reconoció el más bajo con impotencia y agarrándose de la tela azul del traje del otro —Maldita sea. Odio esto.
—Bakugou...no vamos a perder —se separó el de quirk dual del contrario para poder verlo a los ojos —Porque tengo muchísimas ganas de usar tu nombre y además...
El hielo se cayó a pedazos en ese momento pero a ambos adolescentes no les sucedió nada, un par de cintas tiraron de sus cuerpos hacía atrás, y unos rayos amarillos cargados de electricidad pasaron por sus cabezas. Seguido de eso, cuando cayeron al suelo, vieron a unos metros a Aoyama usando su láser de ombligo para apuntar hacía el cielo y con esos colores hacer de faro para que los demás estudiantes de Yuei llegarán hasta su posición.
— ¡Kacchan, Todoroki-kun, descansen un poco! —activó Midoriya su One For All — ¡Ya estamos aquí!
— ¡Acabaremos con ellos! —agregó Uraraka.
— ¡Nadie se mete con nuestro líder cascarrabias! —exclamo Ashido con puchero — ¡Al ataque!
Ambos jóvenes se sintieron un poco aturdidos ante la llegada de sus compañeros. Sero se les acercó con una amable sonrisa mientras seguían desconcertados y corto las cintas que cubrían sus cuerpos.
—Perdón si fui muy bruto al tirarlos, ¿no se lastimaron, verdad? —pregunto el azabache.
—...No —murmuro el de quirk explosivo saliendo de su aturdimiento — ¿Cómo es que están aquí?
— ¡Jiro se dio cuenta de todo! —exclamó Kirishima que también estaba con su quirk activado para en cualquier momento entrar en la batalla —Ella junto con Kaminari fueron a avisar a Iida y él trajo a Aoyama hasta aquí para dar la señal de emergencia.
—Bakugou-san fue el que dijo que debíamos aprobar el examen todos juntos —agrego Yaoyarozou pasando unas botellas de agua a sus compañeros —No podíamos permitir que peleara solo.
—Además de que sería muy patético que el número uno de Yuei desaprobara el examen, ¡sería una vergüenza para todos nosotros! —se burlo Monoma — ¡Agradece que venimos a salvarte, hermosa damisela!
— ¡Monoma, lo estabas haciendo bien hasta ahora! —reprochó Kendo.
Los estudiantes de Yuei compartieron risas entre ellos por el comportamiento egocéntrico del rubio de la clase B, en lo que el de ojos rojos miraba la botella con agua en sus manos y después a las personas que estaban a su alrededor, cuidándolo y peleando contra sus oponentes. Un nudo se instaló en su garganta y bajo la cabeza, se mordió los labios pero finalmente, sus sentimientos salieron a flote como una cascada.
—Gracias.
Las risas murieron, los estudiantes de Yuei se miraron los unos a los otros a los ojos como para comprobar que si habían escuchado lo mismo, el único que permaneció tranquilo fue el de quirk dual que miro al chico que tanto le gustaba con una sonrisa.
—Oh, mierda —murmuro al cabo de unos segundos Shinsou — ¿Alguien grabó eso?
—Desgraciadamente no —se lamento Jiro.
— ¡Tendré que decírselo a Mina-chan! —saltó Hagakure en su lugar con sus guantes blancos — ¡No me lo va a creer!
—Yo tampoco me lo creo y eso que sí lo escuché —comento Asui.
Al de quirk explosivo se le subió la sangre a la cabeza por la vergüenza que estaba pasando con las miradas de sus compañeros llenas de un sentimiento de amistad y complicidad al cual no se sentía nada acostumbrado todavía. Pero su límite no llego hasta que el rubio de ojos claros de la clase B reacciono y empezó a gritar a lo loco sobre lo que había hecho, no le quedó de otra que salir corriendo a silenciarlo con un par de explosiones.
En lo que estaba en eso, los demás terminaban de someter a los estudiantes de otras clases y el examen llegaba a su esperado final.
Pese a que tiene una actitud ruda sus cuidados fueron de primera calidad.
Una clase muy organizada y comprometida. Un excelente trabajo en equipo.
Respetaron los protocolos de rescate con un nivel profesional.
Chicos muy atentos y amables.
Esas y más eran las observaciones dadas por los voluntarios en el rescate, que debían evaluar el desempeño de los estudiantes de Yuei. Todas eran positivas y halagadoras, lo que lleno a los estudiantes de orgullo.
Estaban en una sala de conferencias, con Aizawa, All Migth, Endvador, Gang Orca y un par de héroes más que habían estado viendo su examen. Fue el profesor quien dio un paso al frente en un podio para hablar a los menores que estaban sentados en sillas de plástico y con notorios deseos de ir a darse una ducha para después descansar en la comodidad de sus camas.
Por ese mismo motivo, EreaserHead se aseguraría de ser breve.
—Hicieron un buen trabajo, estudiantes. Cooperación, coordinación y comunicación son las grandes bases para los trabajos entre los héroes profesionales y ustedes los demostraron el día de hoy —dijo el azabache con cierto orgullo —Todos han aprobado este examen. Felicitaciones.
Los héroes profesionales brindaron un fuerte aplauso a los menores que empezaron a celebrar, contentos y orgullosos de sí mismos por haber cumplido su objetivo. El azabache los dejo festejar un poco, para después llamarles la atención y pedirles silencio por un momento.
—Ahora, antes de irnos, pueden hablar un poco más con los demás estudiantes y los héroes profesionales aquí reunidos. Cada experiencia podrías serles de ayuda en un futuro —indicó el mayor —En una hora, los quiero a todos afuera para volver a Yuei.
Los adolescentes asintieron a lo dicho por el profesor, aunque hubo uno en especial que se mostró algo tímido y vacilante al verlo a la cara.
— ¿Todo bien, Kaminari? —interrogó Kirishima a su compañero que estaba cabizbajo y Sero que noto lo mismo, puso una expresión de preocupación.
—Ehmm...chicos, ¿puedo pedirles un favor? —pregunto titubeante el rubio.
—Claro, puedes pedirnos lo que sea —afirmó el más alto y el pelirrojo asintió.
— ¿Me acompañarían a hablar con Aizawa-sensei? —murmuro nervioso el más bajo —Yo...quiero disculparme por lo de antes. Pero si estoy solo dudo que lo haga.
El de dientes puntiguados y el de ojos ónix no tuvieron la menor duda al aceptar la petición de Kaminari. Y dejando que el rubio guiara el camino hasta el héroe profesional, lo siguieron cada uno a su lado, para darle fuerzas y recordarle que estaban con él. Justo cuando llegaron delante de su profesor, este se encontraba conversando con Yagi pero al ver al rubio le pidió al antiguo símbolo de la paz un momento y se les acercó.
El de ojos dorados tomo aire y sus dos amigos le dieron una palmada en la espalda, entonces, cuando el mayor le vio con intriga, se inclino delante suyo y murmuró lo siguiente.
—Lamento si mis palabras fueron muy duras, Aizawa-sensei —se disculpo sinceramente el menor —Pero me da miedo que si usted me protege su imágen como héroe se verá dañada y también la de Yamada-sensei. También...e-ehm, honestamente n-no sé cómo depender de otra persona y s-soy horriblemente desconfiado por eso...
Un amable toque sobre su cabeza detuvo las palabras del rubio y sintió una mano sobre su hombro que le pedía que por favor se parará derecho. El adulto delante suyo le veía con una ligera sonrisa de costado y una emoción suave aflorando en sus oscuros ojos.
—Esperare el tiempo que sea necesario para que puedas confiar en mí —prometió el mayor —Felicidades por aprobar el examen, Kaminari. Lo hiciste muy bien.
El pelirrojo y el más alto notaron cómo a su amigo se le escapó una pequeña sonrisa afectuosa hacía su profesor, lo que llevo a que se creará un ambiente ameno y cálido entre ambos.
Hasta que alguien llego a interrumpirlo.
—Kaminari Denki.
El mencionado giro ante el llamado grave de su nombre y al hacerlo, se encontró con Seiji Shishikura, el superior de Shiketsu que había enfrentado junto con sus compañeros. Como no estaba en su ser guardar rencor —y en parte, se había vengado justamente del chico al electrocutarlo— le sonrió amigablemente y se le acercó con normalidad, aunque seguía estando cerca de Shota.
—Hola, sempai, ¿quería conversar conmigo? —cuestiono ya que no tenía otra idea de porqué el superior lo llamaba.
Sin embargo, inesperadamente, el rostro del Seiji se puso de un tono rojizo y asintió con la cabeza, para después pararse derecho y colocar las manos detrás de su espalda.
A Hanta le empezó a invadir un muy mal presentimiento. Diferente a Eijirou que no tenía idea de nada.
—Kaminari Denki, quedé completamente asombrado por tus habilidades en nuestro combate, fui totalmente vencido por ti y estoy a la vez maravillado —declaró el de ojos violetas —Me gustas mucho, ¿te gustaría tener aunque sea una cita conmigo?
Yo sabía que esto sería malo.
El azabache miro de reojo hacía el pelirrojo que parecía haberse quedado de piedra, después al rubio que estaba con la boca abierta y finalmente, a su profesor al cual le cubría un aura cada más y más negra. Tuvo muchísimos deseos de llorar en ese momento por estar en medio de tan incómodo ambiente. Pero se quedó en espera de lo que diría el de ojos dorados.
Por suerte, no tardó demasiado en reaccionar, haciendo una inclinación de cabeza y hablando en voz fuerte y clara.
—Lo lamento, no puedo salir contigo sempai, tengo como única meta el terminar Yuei para ser un héroe profesional y no creo que pueda convertirme en una buena pareja teniendo ese objetivo —explicó apenado el de quirk eléctrico —Aparte de que tengo a dos personas que son mí mayor prioridad en la vida y seguirá siendo de esa forma por un largo tiempo. No tengo la intención de enamorarme todavía.
—Ya veo pero aunque sea una cita...—intento protestar el superior.
—Dijo que no y punto —se interpuso EreaserHead poniendo una mano sobre el hombro del rubio que soltó una risa nerviosa y con una mirada de aceptación, permitió que el mayor jugará por un rato el papel de padre sobreprotector —Kaminari tiene otras metas a seguir. Si quiere tener alguna pareja, será algo que él va a decidir cuando llegue a ese momento.
Y con ese último rechazo, el héroe profesional se alejo con el más bajo que parecía molestarlo con un par de bromas en el camino.
Mientras tanto, el de ojos rojos se quedó pensando en las palabras del rubio, en el modo decidido y determinante con el que las dijo. No pudo evitar el preguntarse porqué eso le causó cierto dolor en su corazón.
—Aquí tienes —extendió el bicolor el papelito con su número telefónico anotado —Yuei tiene un horario bastante estricto, así que si quieres que nos veamos avísame con anticipación, Inasa.
— ¡Por supuesto que lo haré! —celebró el grandote chico con el papel en sus manos — ¡Nos veremos muy pronto, Todoroki!
Al de quirk dual se le escapó una sonrisa ante el entusiasmo de Inasa. No tenía idea de porqué parecía caerle tan bien al otro chico, sus personalidades eran muy opuestas y dudaba que tuvieran algo en común pero cuando se le acercó a pedirle su número telefónico para que se mantuvieran en contacto, se sintió feliz de dárselo. Le parecía una persona muy carismática y agradable.
— ¿Desde cuándo te hiciste amigo del enemigo, Todoroki?
La voz malhumorada de Bakugou hizo que el bicolor se diera la vuelta y que el más alto dejará de reírse. El cenizo ya llevaba puesto su uniforme de Yuei y tenía una expresión que demostraba una gran irritación, quizás debido al cansancio del examen pero al de quirk dual le parecía que había algo más detrás de todo eso.
—No es un enemigo, lo conocí en la prueba de recomendación para Yuei —explicó el más alto —Se llama Inasa.
El cenizo bufo, ya sabía el nombre del otro chico y le importaba una mierda, solamente lo quería lejos del bicolor.
Y al parecer, la hostilidad era mutua porque Inasa no se veía tampoco muy a gusto en su presencia.
—Como sea, el autobús se está por ir —avisó dándose la vuelta —Despídete de la bola de cristal para que podamos irnos de una puta vez.
— ¡¿Bola de cristal?! —exclamo molesto el grandote — ¡Oye, eso fue grosero!
El de quirk dual suspiró y se disculpo por lo poco educado que fue el cenizo con el estudiante de Shiketsu pera después despedirse y correr detrás de él para ir hasta el autobús. Recordando su conversación pendiente durante el examen y ahora la aversión del más bajo hacía el de quirk del viento, al más alto se le ocurrió una loca hipótesis.
Una loca y descabellada hipótesis. Que al de quirk explosivo le pasaba lo mismo que a él, estaba celoso de su interacción con Yorashi. Cómo él lo estuvo cuando lo vio con la hermosa chica de Shiketsu.
Por supuesto, las posibilidades eran muy baja pero le pareció que valía arriesgar su pellejo y comprobarlo.
—Bakugou cuando peleaste conmigo en el examen, ¿fue porque estabas celoso de Inasa y no querías estar conmigo por eso?
El cenizo se detuvo unos segundos. Habían salido del edificio donde fue el examen, el cielo ya estaba oscuro y los demás estaban subiendo al autobús con rostros cansados. Una corriente de aire frío sacudió sus cabellos y entonces, el más alto vio como el contrario volteaba hacía él, con los labios apretados en una mueca y el rostro rojo.
Fue una expresión verdaderamente linda.
—Por fin te das cuenta de algo, maldito mitad-mitad —contesto el de ojos rojos sin querer soltar ningún detalle al respecto —Subamos de una vez al jodido autobús.
A Shoto se le seco la boca por un segundo pero no dijo nada, siguió obedientemente a Katsuki hasta el transporte escolar que los devolvería a Yuei y se sentó junto a él, cuando se vio reflejado en la ventanilla de su lugar, pudo notar que tenía las mejillas de un leve color rosado y que sentía el corazón queriendo salir de su pecho.
Oh, Dios, algún día el cenizo lo mataría y no sería precisamente debido a un explosión.
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