Capítulo 23
Si ciertos eventos forman parte del destino el cenizo podía entender porque estaba devuelta en un campo lleno de villanos delante de Shigaraki Tomura que lo tenía agarrado de la camiseta negra. Lo que no podía entender era si una consecuencia de ir contra el destino era dañar a los inocentes.
Porque Rui Kaminari no merecía estar ahí. No, una niña de cinco años no tenía porqué pasar tal experiencia por su culpa.
Bakugou gruño y se safo del agarre del villano que desintegró parte de la tela de su remera para pararse delante de la niña, dándole una mirada cuando noto lo asustada que estaba.
Desgraciadamente, ella era inteligente y podía comprender que su situación era más que mala.
—No te preocupes, te protegeré —juró el de ojos rojos —Te sacaré de aquí, volverás con tu estúpido hermano mayor y tu hermana y recordarás esto como una horrible pesadilla. Los dos lo haremos. Te lo prometo.
Rui asintió agarrando la tela del pantalón del cenizo. Había elegido creerle y él se aseguraría de no defraudarla.
Tengo que alejarme lo más posible. Donde los héroes profesionales puedan atacarlos y no seamos un estorbo.
Estaba en una zona descampada, aislada y en ruinas de Kamino, si hubo una batalla antes o no el de quirk explosivo lo desconocía pero había marcas de sangre en el piso que rodeaban de forma aterradora a All for One que poco a poco se acercaba hasta él.
—Ah, símbolo de la esperanza, de una nueva era de héroes, he esperado tanto por conocerte —dijo el villano con una sonrisa — ¿No crees que la niña que está a tu lado es lo contrario de lo que representas? ¿Una pobre e inocente criatura olvidada por los héroes?
—Y utilizada por un maldito loco para dañar a su familia —gruño el de ojos rojos alcanzando a la menor en brazos mientras se alejaba por el descampado, bajo la atención de los villanos del lugar —Te atreves a acercarte y te mato, jodido maniático.
A el villano le causaron gracia sus palabras y antes de que el cenizo pudiera prevenirlo, lo atacó desde debajo de la tierra con unas ramas que cortaron su ropa y su piel. Gracias a sus reflejos pudo mantener a la rubia a salvo pero sufrió un grave daño y algunas heridas sangraban bastante. Se las ingenio con varias explosiones para mantenerse en el aire en lo que el villano lo seguía atacando como si fuera un simple ratón que escapaba de un gato. Pero la pastilla que le dio Recovery Girl no daba un efecto eterno y empezó a debilitarse.
En el último ataque, All for One logró hacer que cayera al piso y tuvo que abrazar fuertemente a la niña para evitarle el dolor del impacto contra la tierra.
Al estar en el piso, Rui alzó su cabeza para verlo, lleno de heridas pero aún sosteniéndola y las lágrimas brotaron de sus ojos dorados.
— ¿V-Vamos a morir? —tartamudeo asustada, temblando, mirándolo fijamente — ¿D-Dolera?
Katsuki contuvo un gruñido de dolor en lo que volvía a ponerse de pie y hacia a la niña abrazarlo del cuello, rogando que se estuviera aferrando con toda la fuerza de su pequeño cuerpo a él.
— ¿Acaso se te olvidó lo que te dije, mocosa? Te protegeré. Soy un maldito héroe. El héroe más fuerte de todos —afirmó el de ojos rojos —No vas a morir. Ninguno lo hará.
All for One rió y aplaudió a la distancia.
—La esperanza es lo último que se pierde antes de caer en la desesperación llamada realidad —declaró el villano de forma poética —Has hecho un largo camino, Bakugou Katsuki, es momento de que llegue a su fin. Es hora de aceptar tu muerte para que los demás podamos seguir adelante.
El cenizo estaba por responder con alguna maldición cuando, en ese momento, All for One fue atacado por un golpe de All Migth que salió a una velocidad impresionante de quién sabe dónde e iniciaron una terrible pelea, en lo que los demás villanos se fueron tras él y más héroes empezaron a llegar al descampado.
En lo que corría con Rui en brazos el cenizo podía pensar en una única cosa.
Que las tragedias se repetían de una u otra forma, por mucho que se hubiera esforzado en evitarlo.
— ¡Debe haber una forma de sacarlo de ahí! ¡All for One jugó con él ya que están filmando el evento! —exclamo agitado el rubio — ¡Ahora que All Migth salió va a matarlo! ¡A Bakugou y Rui, a los dos!
Kaminari estaba desesperado desde que su hermana menor desapareció junto con el cenizo en la oscuridad y esa emoción solo empeoró cuando al salir del edificio, su hermana mayor fue llevada por una ambulancia al hospital, siendo separada de él por la fuerza —y puesta en inconciencia por los paramédicos— ya que tuvo que quedarse con los héroes a seguir con la misión de rescate. Al ver las escenas de Kamino siendo pasadas en televisión por los medios de comunicación su corazón no hacía más que llenarse de miedo y terror.
No solo estaba viendo como un maldito loco quería matar a su hermana menor, sino, también como su amigo arriesgaba todo de sí para mantenerla a salvo. Si hubiera una palabra que pudiera definir los sentimientos de culpa y agradecimiento que sentía, sería feliz de poder conocerla y usarla.
—Kaminari, sé que es difícil pero necesito que te calmes —ordenó EreaserHead —Su participación en la misión ya ha excedido lo que acordamos, ¡no podemos meterlos en una pelea!
— ¡Entonces va a dejar que All for One mate a mí hermana y a Bakugou!
Aizawa no pudo responder a eso, no con lo que se veía en las pantallas de televisión y de las camionetas dónde los héroes esperaban por intervenir. Tenían a All Migth como ventaja pero, ¿por cuánto tiempo sería?
Todoroki no aguanto más la tensión y se apartó, salió de la camioneta donde le obligaron a permanecer sin que nadie se lo impidiera ya que los profesionales parecían tener mas preocupaciones porque el hijo de villanos ataque a el azabache comparado a lo que pudiera hacer él al salir de su rango de visión. Al salir a la calle se encontró con que Kirishima, Midoriya e Iida estaban discutiendo algo en silencio en medio de la oscura y desolado calle.
—Pero es peligroso, Midoriya-kun —decía el de lentes —Y nos pueden suspender de Yuei por esto, ¡va contra las reglas que acordamos con Aizawa-sensei!
— ¡Las reglas están para romperse! —expresó el pelirrojo — ¡Blasty y la hermanita de Kaminari están en peligro!
—Pediremos perdón una vez estén a salvo —contesto el de pecas que desvío su atención de sus oyentes para concentrarse en el recién llegado, a duras penas sonrió —Todoroki-kun, justo a tiempo. Tenemos un plan para sacar a Kacchan y a Rui-chan.
—Habla —dijo de inmediato el de quirk dual — ¿Que tengo que hacer?
Le costaba reconocerlo pero el de pecas era bueno armando estrategias, siempre lo fue. En ajedrez, nunca le ganó una sola partida, incluso llevaba un empate histórico con el cenizo. Si se trataba de planes, ideas, él era la persona para llevarlas a cabo en la realidad.
—El pico de hielo que creaste contra Sero-kun, debes hacerlo más alto está vez, lo más posible —explicó el de ojos esmeralda —Luego, Iida-kun y yo usaremos nuestros quirk para impulsarnos junto con Kirishima-kun por el hielo hasta saltar en el aire. Después, depende de Kirishima-kun llamar a Kacchan. Está cargando con Rui-chan, así que lo más seguro sería que en la caída Kirishima-kun los proteja a los dos con su quirk de endurecimiento.
El bicolor asintió decidido a llevarlo a cabo, era un plan sencillo de rescate, ni siquiera pasarían tanto tiempo en el territorio enemigo más que unos segundos. Pero lo dejaba inconforme su poca participación pese a entender que tenía la parte más importante de todas.
Cuando el de lentes fue convencido de llevar el plan a cabo, se escaparon de las furgonetas dónde estaban los héroes, hicieron dos calles en subida hacia donde era la pelea y se escondieron detrás de un edificio. Una vez los cálculos estuvieron hechos, solo tuvieron que hacer sus partes.
Shoto se puso en el medio de la calle, podía escuchar a la distancia las explosiones y el viento creado por la pelea, intento imaginar cómo estaría el cenizo y solo pudo pensar en que lo quería nuevamente a su alcance.
Entonces, creo el pico de hielo más grande de todos. Más grande que el del festival deportivo y rogó a cada dios que conocía, porque todo saliera bien.
Katsuki sintió el frío antes de ver aquella creación de hielo salida de la Antártida y luego presenciar a las personas que salieron volando de la misma. Tuvo muchas emociones en ese momento, muchos miedos, se estaba cumpliendo la parte donde sus amigos iban por él antes de traicionarlos —por eso le pidió a EreaserHead que los incluyera en el plan, sabía que podía confiar en ellos— y pudo sentir los hilos del destino moviéndose, cambiando a su favor. Guiando su destino.
— ¡Ven, Bakugou! —lo llamo Eijirou extendiendo su mano — ¡Ven!
Cambiando el destino de todos.
—Mocosa, sostenerte muy fuerte —indicó con seriedad moviendo sus palmas hacía el suelo —No te sueltes por nada. Será un viaje horrible.
Rui siguió su orden al pie de la letra y Tomura que pudo ver sus acciones, grito un fuerte "¡No!" Pero no pudo detenerlo. El cenizo hizo uso de todas sus fuerzas, midió con precisión cuántas explosiones necesitaría para llegar hasta el pelirrojo y sostener fuertemente su mano, la cual le devolvió un apretón igual de fuerte.
— ¡Tardaron, idiotas! —grito sin poder evitarlo, contento, aliviado.
— ¡Lo sentimos, Kacchan! —se disculpo el pecoso con una pequeña sonrisa.
— ¡No fue sencillo! —agrego el de dientes puntiguados.
El de quirk explosivo soltó una carcajada en lo que abrazaba fuerte a la niña que se sostenía de su pecho, si tenía miedo a las alturas admiraba que todavía no le hubiera vomitado encima. Denki tenía una hermanita realmente fuerte.
— ¡Bakugou-kun, haz una explosión a mí señal para equilibrar nuestra posición! —pidió Tenya alarmado ahora que iban en picada — ¡O la caída será mucha peor!
— ¡Lo sé, cuatro ojos! ¡Ni hacía falta que me lo recordarás!
— ¡No se pongan a discutir ahora! —reclamo el de dientes puntiguados — ¡Estamos cayendo!
— ¡Veinte metros para tocar el suelo! —aviso Izuku.
El cenizo chasqueo la lengua. No tenía la suficiente nitroglicerina para una explosión grande ni mediana, así que solamente pudo hacer una pequeña que detuvo un poco el impacto de la caída pero de todos modos fue doloroso para los cuatro adolescentes. En especial, para el pelirrojo que para proteger a el cenizo y la niña, se puso detrás de ellos como escudo cuando cayeron contra el pavimento de la calle.
La pequeña rubia se asustó mucho cuando noto la sangre entre las grietas de su quirk y el pelirrojo solo pudo reírse, pasando delicadamente una mano por su cabello.
—Descuida, no duelen —aseguró poniéndose de pie con ayuda del cenizo — ¿Tú como estás?
Rui no respondió, se puso detrás del cenizo y se escondió de los demás que pudieron notar los grilletes en sus tobillos y la ropa desgastada de color negro. El de pecas le dio su chamarra verde a la niña en lo que caminaban por las calles, la zona en la que estaban había sido despejada por los héroes, pero pasando las perimetrales de seguridad, se encontraron con varias personas de un distrito mirando hacía una pantalla del edificio principal.
Se estaba pasando la pelea entre All for One y All Migth.
All Migth iba desde su forma heróica hasta la huesuda y moribunda que ocultaba a la sociedad.
Los jóvenes futuros héroes se detuvieron a verla.
Bakugou sabía lo que vería pero aún asi, se forzó a seguir mirando a la pantalla. La niña rubia dormía sobre su hombro, si fue por el cansancio o el alivio de que todo se acabó, no lo sabía pero era mejor que descansará así que no le molesto. La acomodo en su cuerpo en lo que veía detalle por detalle la pelea de quién fue su héroe favorito en su anterior, el que era su modelo a seguir en esta, la persona que admiraba siendo destrozada, acabada y casi derrotada por el enemigo.
All Migth logro vencer pero a un enorme costo. Dejo al mundo sin su símbolo de la paz, sin protección y con solo un muchacho lloroso que escuchaba sus palabras con dolor. "Tú eres el siguiente", esas palabras eran especiales para Midoriya, por eso lloraba a diferencia de los otros que celebraban la victoria sin entender que estaban perdiendo a su héroe.
Por eso, él mismo lloró en lo que ocultaba su cabeza en el cabello rubio de la menor, en lo que olía el polvo y humedad en su ropa, en su piel.
Lloró porque no pudo cambiar la caída del símbolo de la paz pero también lo hacía porque no se arrepentía y eso debía estar mal. Sentir que salvar a Rui y Yuna Kaminari valía más que la vida de Toshinori Yagi tenía que estar mal.
Pero quería creer que no lo estaba.
Que el pequeño cuerpo que sostenía entre sus brazos debía ser salvado sin importar el sacrificio.
EreaserHead se enojo apenas llegaron, los examinó con la mirada en busca de heridas a diferencia de Kaminari que corrió a abrazar a su hermana dormida en brazos del cenizo, que lloró mientras besaba su carita y la llevaba contra su pecho, cayendo al piso de rodillas.
—Gracias, gracias, gracias —repetía constantemente —Gracias, gracias...
Bakugou negó con la cabeza, exhausto pero con una pequeña sonrisa ante la escena y Kirishima se agachó junto con el rubio, dándole palmadas en la espalda a modo de confort. Midoriya se apresuro a pedirle a alguien que le contara en que hospital estaba All Migth e Iida fue ayudar un poco a los héroes que debían evacuar la zona.
—Bakugou.
El cenizo sintió unos brazos rodeando su cuerpo y el cosquilleo del cabello lacio a un lado de su cabeza, no tenía que voltear para saber quién lo estaba abrazando, quien lo sostenía para evitar que se cayera ya que realmente se sentía a punto de desmayarse sin el efecto de la medicina de Recovery Girl. Pero de todos modos, inclino la cabeza hacía arriba para ver la expresión de Todoroki, tenía el ceño fruncido, los labios apretados, en los ojos azul y gris brillaba el reproche de cuando hacía algo peligroso y terminaba herido, como ocurrió en tantas ocasiones al jugar de niños juntos.
Esta molesto y seguro se preocupo mucho por mí.
Tal vez le debía una disculpa. Tal vez una explicación pero lo cierto era que únicamente quería concentrarse en la sensación de calor mezclada con el frío del cuerpo del bicolor y dormirse. Estaba muy cansado, agotado y el más alto era tan cómodo que lo sentía injusto.
El bicolor suspiro al notar los ojos del más bajo cerrarse y la forma en que volteo el cuerpo, para abrazarlo y ocultarse en su pecho. Quería hablar con él pero entendía que no era el momento apropiado, así que lo levanto en brazos y se dirigió hacía una de las patrullas dónde estaba EreaserHead. Apenas vio al cenizo dormido aviso a una ambulancia para que fueran llevados ambos al hospital más cercano.
Una vez llegaron, el de quirk dual entrego al de ojos rojos a los enfermeros y se fue a esperar un diagnóstico a la recepción, encontrándose con la sorpresa de que el matrimonio Bakugou estaba en la sala.
La primera en verlo y saludarlo fue la rubia, usaba ropa de trabajo y tenía unas pequeñas ojeras bajo los ojos rojos.
—Nos dijeron que Katsuki ya fue trasladado y vinimos de inmediato —explicó la rubia —Fue estresante estar en la comisaría.
—Tampoco ayudo el mirar las noticias —suspiro el castaño con cansancio, él llevaba puesto un simple suéter oscuro, pantalones marrones y unas pantuflas — ¿Salió todo bien, Shoto-kun?
—Sí...—respondió un poco desconcertado — ¿Ya lo sabían? ¿Todo? ¿Sobre el secuestro y Kaminari?
Los esposos asintieron de forma natural.
—Por supuesto, si a ese niño se le hubiera ocurrido hacer tal osadía sin avisarnos antes, te aseguro que un castigo sería lo menos terrible que podría pasarle —suspiro la mayor —Nos contó su plan con bastante anticipación e incluso conocimos a Kaminari-kun, estuvo unos días en nuestra casa.
—Es un niño bastante dulce y humilde, siempre insistió en cocinar él su parte de la comida y limpiar después —contó el castaño —Creo que pensaba que debía poner de su parte ya que se quedaba en nuestra casa.
—Podemos entender porqué Katsuki hizo lo que hizo por él —continuó la rubia con una pequeña y cansada sonrisa —Nos preocupo mucho, claro, pero lo comprendemos.
—Nuestro muchacho solo quería ser el héroe de su amigo. El héroe que nunca tuvo.
Shoto asintió significativamente a las palabras de Masaru y cuando Mitsuki le pregunto si quería quedarse a hacerles compañía hasta que el cenizo pudiera ser visitado, acepto sin rodeos. Pero primero aviso que haría una llamada a su familia, la cual debía estar muy preocupada por él.
—Menos mal, es un alivio. La televisión paso una emisión aterradora y de la nada se cortó, tuve que llamar a tu padre para que me siguiera contando lo que sucedía —se escuchaba la voz cargada de alivio de Rei al otro lado de la línea telefónica — ¿No estas herido verdad? ¿Por qué no vas a que te revise un médico por si acaso, tesoro?
—Estoy bien mamá, apenas hice algo —aseguró el de quirk dual —Esperaré a tener alguna noticia de Bakugou e iré a casa solo. El viejo dijo que les harán hacer rondas extra por si pueden encontrar a los villanos que escaparon.
—Le pediré a Natsu que te pase a buscar en su auto y no protestes, Shoto. Es tarde y prefiero que sea tu hermano quien te traiga a casa...—la voz de la albina cambio a un tono más titubeante —Por cierto, ¿notaste algo extraño durante el ataque?
— ¿Extraño? ¿Cómo qué, mamá?
En su casa, Rei Todoroki se mordió el labio y negó con la cabeza, como era de esperarse su hijo menor no tenía idea alguna de que su hermano mayor estaba involucrado con lo que sucedió. Desde el incidente en el Pico de Sekoto que Touya no volvió a usar su quirk, en nada. Ni siquiera cuando se entreno para ser un héroe lo usaba. La mayoría creía que su quirk se relacionaba con su alta inteligencia y por pedido a Enji, logró que eso figurará en la mayoría de sus historiales. Para muchos, su quirk era memorie, una alta capacidad de memoria para llevar a cabo grandes ideas.
Natsuo y Fuyumi le habían pedido en ocasiones que jugará con ellos usando su quirk, a un juego que inventaron llamado "fuego vs hielo". Nunca ganaban contra las llamas azules del mayor pero se divertían con solo intentarlo. Luego de mucho tiempo de que el albino se negó a jugar, le preguntaron el porqué y les tuvo que explicar que su quirk podía dañar bastante su cuerpo —no les dijo eso directamente porque no quería preocuparlos— por eso no podía jugar con ellos. Entonces, los menores buscaron nuevos juegos y no volvieron a pedirle que les mostrará su fuego azul.
Rei estaba preocupada de que su niño estuviera usando su quirk para aquella misión y más le angustiaba que el menor de todos se enterará de esto. Podía terminar involucrado en una situación peligrosa.
—Mejor olvida lo que dije, amor. He estado muy angustiada, es todo —eligió cambiar de tema para no inquietar al bicolor —Por favor, cuídate mucho y mándale mis buenos deseos a Mitsuki-san y Masaru-san.
El menor dio una respuesta afirmativa y después, colgó la llamada.
Bakugou estuvo dormido solamente veinte minutos y fue despertado por una luz dorada que estaba sobre su cabeza en la oscura habitación de hospital. Tenía un par de vendajes en la cara y en las manos hasta las muñecas, le dolía el costado derecho de manera horrible en señal de que debieron haber arreglado su costilla rota y que no le dieron la suficiente anestesia como para olvidarlo.
—Uhg, ¿cómo mierda estás aquí? —se acomodo en la camilla adolorido —No te llamé.
El alma dorada de Kaminari no respondió, revoloteo a su alrededor como si esperara que lo siguiera y el cenizo tuvo que hacerlo, de lo contrario no sabía lo que el alma tan traviesa le haría. Así que se paró, agradecido de tener su ropa negra puesta y no una bata de hospital —la cual le traía malos recuerdos— que mostrará sus posaderas, camino siendo guiado por la luz hasta la habitación continúa a la suya. La puerta estaba entreabierta, así que solo tuvo que moverla para poder entrar.
Ahí dentro se encontró con Aizawa de pie en un rincón con una expresión difícil de describir, a Rui durmiendo sobre un sillón cubierta por la chamarra de Midoriya y a Yuna en la camilla sosteniendo el rostro de Denki que lloraba entre sus delgadas manos.
El alma dorada desapareció como si hubiera cumplido su objetivo al traerlo hasta ahí.
Katsuki se quedó en la puerta, formando parte de la escena y escuchando, con un nudo en la garganta.
—E-Es mentira, ¿no? Debe haber una forma de arreglarlo, tiene que haberla —insistía el rubio a la mayor —N-No hay forma que sea posible, Yu-nee, ¡ti-tienes que ser positiva! Debe haber...
Yuna negó con la cabeza, soltó a su hermanito después de acariciar su cabello y miro hacía el único adulto presente, el cual dio un paso al frente mientras veía las manos de la mayor acariciando cariñosamente las del rubio que se negaba a aceptar lo que ella ya trato de explicarle amablemente mediante una hoja y papel.
Dándole una mirada al cenizo que se quedó de espectador, el azabache habló.
—Kaminari, los médicos ya hicieron todos los exámenes posibles. Tu hermana...no va poder recuperar su voz, ni tampoco su quirk que le arrebato All for One —explicó nuevamente viendo el dolor en los ojos dorados del menor —Lo siento.
—No...no, tiene que ser una maldita mentira, Yu-nee, di algo, di mí nombre, el de Rui, ¡lo que sea! —rogó tomando a la mayor por los hombros — ¡Por favor! Tú...eras la única que dice nuestros nombres con amor. La que nos canta y nos pregunta cómo estamos. Yu-nee...por favor. Háblame, te lo ruego.
Yuna lloro en ese momento pero no por ella. No le importaba haber perdido su quirk, el cual uso para matar y lastimar personas. Le dolía lo de su voz pero sentía que era un castigo que se merecía por el daño que causó e incluso sabía que era leve, ya que había traicionado a All for One. No lloraba por esos motivos, si no por el hecho de que sus hermanos serían quienes sufrirían su pérdida más que ella misma.
En especial el rubio, aún si no era su culpa, seguramente pensaría que si hubiera hecho aunque sea una mínima cosa diferente nada de esto hubiera pasado pero ella debería explicarle que no era así. Desde el primer día que All for One la saco de su departamento junto con Rui, le arrebato su don y su voz. No podría haber una solución posible.
Pero se lo explicaría después, cuando acabará de llorar. Primero, lo dejaría desahogarse todo lo que no pudo hasta ahora, le daría un momento para dar rienda suelta a su dolor y pena que tanto tiempo tuvo que guardarse.
El cenizo se acercó un poco hacía los hermanos que se abrazaban mutuamente, el rubio escondiéndose en el pecho de la mayor, dejando que sus ojos rojos se encontrarán con los dorados de ella. Le dio una pequeña sonrisa, una diminuta muestra de confianza y se alejo un momento de su hermano para alcanzar un blog de notas, escribió una simple palabra.
Gracias, héroe GroundZero. Muchas gracias por salvarnos.
Era la primera vez que alguien usaba su nombre de héroe, aquel que eligió antes de la misión, el cual solo Aizawa sabía y debió decírselo a la rubia, ya fuera porque ella se lo pidió o por otra razón. Al leerlo, el de quirk explosivo pudo sentir cierta llama naciendo desde el interior de su corazón y solo pudo asentir hacía la mujer en la camilla, que pese a sus heridas y perdidas, le estaba agradecida por haberla salvado a ella y sus hermanos.
Por primera vez, se pudo sentir como el verdadero héroe que quería ser.
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