— ¡Kacchan! ¿Estás bien?

La anestesia lo tenía tonto unos diez minutos luego de despertar, su cuerpo se sentía pesado y helado, su cabeza se llenaba de niebla y tenía que parpadear para enfocarse en donde estaba.

Lo curioso era que, por una vez, esas sensaciones no estaban. Todo lo que podía sentir era que tenía la ropa mojada y que sus manos estaban tocando algo extraño y viscoso.

Y que estaba en un lugar brillante, como el exterior.

Claro que no. La ventana debe estar abierta.

— ¿Kacchan?

Una voz infantil volvió a llamarlo de aquella extraña manera. Nadie nunca le había puesto un apodo, ni siquiera sus padres o las enfermeras que lo cuidaban desde niño.

Curioso, Katsuki alzó la cabeza y se encontró con que había un niño de ojos esmeralda muy cerca suyo, con su mano extendida hacía él en un gesto de ayuda humilde.

¿Quién mierda es este?

— ¿Acaso te conozco? —cuestiono en un tono confundido.

El niño de pecas pareció perplejo y dio un paso más hacía él, con cuidado. Recién ahora noto que estaba sentado en un arroyo y que por eso estaba tan mojado, aparte de que lo que sentía en sus manos era la tierra húmeda.

Nunca había estado en un lugar así. Incluso bañarse era agotador para su cuerpo, así que todo lo que conocía era una ducha rápida.

La sensación se percibía tan real que, por medio segundo, Katsuki olvidó que debía estar en su habitación de hospital y no en un maldito arroyo desconocido con un niño extraño.

— ¿Te golpeaste la cabeza, Kacchan? —interrogo el niño con preocupación — ¿Te duele?

No, eso también era raro. Nada le dolía y aparte...

¿Por qué mierda sus manos y piernas eran tan pequeñas?

Katsuki creyó que estaba soñando pero la sensación del agua era demasiado real y cuando alzó su mano para que el niño lo ayudará a levantarse —lo cual el otro hizo con mucho gusto— el tacto también lo fue. La calidez se sentía a través de sus palmas.

Si estaba soñando, era un sueño muy real. Quizás la infancia que nunca tuvo. Donde podría haber jugado con niños de su edad y hacer travesuras.

Pero cuando miro con más atención hacía el niño de ojos esmeralda, tuvo el presentimiento de que no era así. Le era familiar, algo en su rostro, ojos, mejillas pecosas, sentía que debía conocerlo de algún lado.

Pero cuando la iluminación llego a su cabeza no pudo creerlo.

— ¿Deku? —soltó totalmente incrédulo.

— ¿Si, Kacchan? —ladeó la cabeza con inocencia el de pecas.

¡Oh, mierda, si es el llorón Deku! ¡Espera, me llamo "Kacchan"! ¡¿Soy el jodido villano que le hace la vida imposible a esta pulga llorona?!

Cómo para comprobar su teoría, bajo la cabeza para verse en el reflejo del agua y se horrorizó al instante.

Cabello cenizo en punta y ojos rojos como rubíes.

Las principales características del villano de Boku no Hero Academia.

Aparte de la coincidencia de que su nombre fuera el mismo que el villano, el apellido y la apariencia eran un tema diferente. Katsuki tenía cabello lacio negro y ojos del mismo tono, una complexión huesuda desde que nació —no importaba con que se le alimentará nunca lograba subir de peso— junto con varias cicatrices debido a los distintos procedimientos médicos a los que fue sometido desde que tuvo unos meses de vida, además de unas permanente ojeras que se debían a las noches en vela debido al dolor.

Por el contrario, la imagen de Katsuki Bakugou en el agua era la de un niño saludable, de mejillas rellenas, piel pálida pero era su tono natural, ojos y cabello de colores vívidos, fuertes. Un niño sin ninguna complicación.

Tenías tanta suerte, idiota.

Katsuki dejo de verse en el reflejo, llegando a la conclusión que sin importar que tan loco fuera —y era verdaderamente loco— estaba en el cuerpo del futuro villano.

Por lo que asumía, debía tener cinco años. Era el inicio del maltrato hacía Izuku Midoriya, Deku, su amigo de la infancia y protagonista.

El héroe que lo mataría de un jodido shams que lo dejaría hecho polvito humano.

Katsuki contuvo un escalofrío al pensar en su destino y miro hacía Izuku que se quedó cerca de él. Había un par de niños más alrededor en lo que parecía ser el bosque donde los amigos de la infancia jugaban cuando se llevaban bien.

Todavía no he hecho nada tan malo como para que está pulga me mate. Pero tampoco puedo ser bueno con él o de lo contrario no se encontrará con All Migth en el futuro.

Si Bakugou Katsuki no le hubiera dicho a Izuku Midoriya que saltará de la azotea cuando tenían quince años, no habría conocido a Yagi Toshinori, el símbolo de la paz y su maestro.

Por lo tanto, aún si era por su vida, el cambiar muchas cosas llevaría a un futuro donde el héroe no podría tener un sucesor.

Y bien, él sería un maldito villano, pero Midoriya también debía detener a la Liga que tenía más tornillos sueltos que él y no podría hacerlo sin Yagi.

—Me voy a mí casa —se dio la vuelta, metió las manos en los bolsillos mojados e intento imitar lo mejor que podía a el villano que conocía —Esta mierda ya me canso.

— ¡K-Kacchan, espera! ¡Voy contigo! —se ofreció el de pecas.

— ¡No se te ocurra! ¡No me sigas!

Sabía que gritar era inútil, en toda la serie, sin importar que tanto Bakugou intento alejar al de pecas, fue inútil. Siempre pensó que aquella relación era bastante tóxica y no entendía porque pero, pese a que el cenizo hacía el mayor daño, el pecoso también pudo haber marcado distancia de una forma más fuerte, ¿no?

El de ojos rojos se detuvo, causando con eso que el de pecas se golpeará contra su espalda y cayera al suelo. Entonces, se giro a verlo.

Deku era un personaje con una gran voluntad. Muy llorón, tímido e inteligente. Le gustaba que tuviera cerebro, aunque parecía no usarlo cuando se causaba tanto daño físico. Él no lo odiaba pero creía entender porque el villano lo hizo a lo largo de la serie.

Su amigo de la infancia era todo lo que no era, representaba adecuadamente a un héroe perfecto y tenía el reconocimiento de muchas personas. En cambio, el villano que quería ser héroe, fue visto desde el inicio como un villano.

Entonces, ¿no sería lo más normal que se hubiera vuelto uno?

—Te dije que no me siguieras, carajos —suspiro y miro con interrogación hacía el niño de pecas — ¿O acaso te gusta que te grite, Deku?

—C-Claro que no —tartamudeo el de pecas —Pero Kacchan...

—Debes respetar cuando alguien quiere estar solo, estúpido —aconsejo dándose la vuelta —De lo contrario, te conviertes en un estorbo y una puta molestia para esa persona.

Sus palabras fueron duras pero adecuadas para su papel de villano.

E hicieron que el pecoso ya no lo siguiera el resto del camino.

Bakugou Katsuki era hijo de diseñadores de modas, llamados Masaru Bakugou y Mitsuki Bakugou. En la primera vez que aparecieron en la serie, luego de enterarse de que su hijo se unió a la Liga de Villanos, lloraron y juraron que su niño no seria capaz de tal cosa, que debía haber un error. Después, no volvieron a aparecer, ni a ser mencionados.

Eran personajes de relleno.

Ahora estaba en su casa. Viviendo la vida que pertenecía a su hijo.

Katsuki sintió la ansiedad creciendo en su estómago y giro el pomo de la puerta, al entrar a la casa —la cual era bastante grande y lujosa para una familia de tres personas— lo primero que sintió fue un olor dulce que lo llevo a caminar en línea recta y doblar en un pasillo, encontrándose entonces en una hermosa y elegante cocina, donde una mujer idéntica a él sacaba del horno una bandeja con galletas.

Mitsuki Bakugou le vio sorprendida cuando lo noto en la puerta.

—Que temprano volviste Katsuki. Por lo general tengo que ir a sacarte de ese bosque a patadas —se acercó la rubia y le puso la mano en la cabeza, dándole una caricia —Es lindo verte antes. Pero, ¿por qué están mojados tus pantalones? ¿te hiciste pis? ¿no estás muy grande para eso?

— ¡No es pis! —reclamo el menor alejándose del toque de la mujer que se rió de él — ¡Es agua!

—El agua es pis —le saco la lengua la rubia —Bien, bien. No te enojes mocoso y ve a tu habitación a cambiarte ese pantalón. Debes estar incómodo. Después baja y come las galletas que hice, son las que me pediste las última vez.

El cenizo se quedó quieto un momento al escuchar aquella última frase.

¿El villano le pedía galletas a su mamá cuando era niño? Bueno, supongo que eso es normal. Aunque raro. No parecía ese tipo de persona.

—Katsuki, de prisa. Que puedes enfermar.

—Eso sería lo más normal que me podría pasar —murmuro el de ojos rojos —A estar enfermo sí estoy acostumbrado.

— ¿Dijiste algo? —alzó una ceja la mayor.

— ¡Nada...bruja! —grito en el último segundo y salió corriendo, escuchando de lejos el reproche de la mujer.

Katsuki subió de dos en dos las escaleras a un costado del pasillo, las que lo llevaron a un segundo piso dentro de la casa y dónde, doblando una vez más hacía la derecha, se encontraba su habitación. Con suma duda y algo de miedo, se metió en el lugar.

Una habitación limpia, ordenada y con un par de pósters de All Migth le dio la bienvenida. Las paredes eran de un suave tono de azul, las cobijas de su cama de color verdes, los muebles de madera negra y tenía un enorme perro de peluche en una esquina.

Bien, el cuarto de la infancia del villano era el de un niño normal de cinco años. Aunque tampoco podía dar toda su confianza en ello ya que solamente conocía su habitación blanca y con olor a desinfectante del hospital.

No obstante, cenizo se permitió el alivio ante la ligera sensación de normalidad y cerro la puerta, dirigiéndose hasta el escritorio, tenía muchos libros en el mismo, tarjetas de un álbum de superhéroes y un tazón con dulce en forma de calavera.

Ese único adorno era del estilo del villano. Y le parecía asombroso.

Katsuki se sacó el pantalón, fue al armario por uno nuevo y luego, tomo un cuaderno para empezar a escribir lo siguiente.

Número uno : Esto no es un puto sueño.

Número dos : ¿Qué mierda se supone que haré siendo un villano?

Número tres : ¿Por qué Bakugou Katsuki se convirtió en villano?

De esos tres ítems, solo al último pudo dedicarle un par de razones.

Razón uno : Complejo de inferioridad.

Razón dos : Discriminación.

Razón tres : Sin apoyo.

Podía parecer poco pero tenía su importancia. Además, en la serie, aparte de darle escenas dónde estaba maltratando al protagonista, el futuro villano no tuvo tanta relevancia hasta que fue secuestrado durante su campamento escolar en el primer año de Yuei. Sí, su personalidad podía ser mala, pero para Katsuki hubiera sido un buen héroe o antihéroe.

Consideraba a Katsuki Bakugou alguien de carácter fuerte, egocéntrico y sumamente inteligente, pero no creyó que se uniría a la Liga de Villanos hasta que realmente sucedió. Fue una gran traición que lo dejo perplejo en un inicio y que después, lo llevo a seguir viendo la serie para saber en qué terminaría.

Deku matando al villano era el final más posible, no había una redención posible, pese a que los crimenes de Zero —el nombre de villano que se eligió Bakugou— no eran tan graves como los de otros villanos como Shigaraki Tomura o Touya Todoroki que mataron a innumerables personas con tal de lograr sus objetivos.

En la serie, lo que hizo el villano fue armar estrategias siempre en contra de la clase A, en especial contra su amigo de la infancia. Pero nunca se fue contra de los civiles ni hizo daños por capricho a la ciudad.

No era el peor villano de todos pero la mayoría lo odiaba debido a su actitud.

Una actitud que Katsuki compartía. Porque todavía estando enfermo, nunca fue lo que se puede considerar un niño dócil y tranquilo. No, tenía un gran espíritu, una personalidad un poco grosera —en parte, por el aislamiento— y una gran inteligencia.

Ahora, aparte de esas características suyas, tenía además las habilidades del villano del mundo de héroes que admiraba.

Antes de morir recé por convertirme en alguien fuerte y poderoso. Esperaba ser un maldito tiburón, no un jodido villano.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del infante al pensar en eso y pasando de largo la hoja en la que había estado escribiendo, se puso a diseñar su plan.

Me convertí en el villano en un mundo de héroes.

Paso número uno para sobrevivir : ¿?

Katsuki tendría una larga y loca aventura por delante.

Y, ¿quién sabe? Tal vez aparte de salvarse a sí mismo de ser el villano, logré hacer creer a otros que es el verdadero héroe de la historia.