Cuando abrí los ojos, todo estaba borroso en mí menté. Recuerdo cuando Félix derribo al asesinó y este me cortó una parte de mí cuello. Tal vez el filo de la espada tenía veneno, ya que mi cuerpo se sentía fatal en ese momento.

"¡Su alteza! Por fin a despertado" Mire hacía la dirección de donde provenía la voz. Mis ojos se encontraron con una chica de no más de 17 años "Su alteza es un milagro, pensábamos que..." Su boca se cerró cuando estaba por terminar la frase.

La mire unos segundos y me dispuse a hablar, pero cuando lo hice mí voz no salió, eso sí que me sorprendió. Lleve una de mí manos a mí cuello, dolió cuando toque aquel lugar donde me hirieron.

"¿Su alteza?" La voz de la chica me hizo volver en si. Me levante de la cama y busque papel y pluma. Una vez que lo encontré me dispuse a escribir.

‹No puedo hablar› Escribí para que luego mostrarlo. Ella se sorprendió ‹¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?›

"Estuvo inconsciente por lo menos 2 semanas, su alteza" Me sorprendí al escuchar eso. ¿Estuve dos semanas inconsciente? Eso es mucho.

‹¿Sabes el porque estuve inconsciente tanto tiempo?›

"Si, su alteza. Según los médicos la espada tenía veneno. Cuando la espada corto su cuello, el veneno se filtro por la herida y comenzó a atacar rápidamente su cuerpo. El veneno es mortal, pero parecía que su cuerpo pudo combatirlo" Escuchar eso hizo que hiciera una mueca. Nada de esto paso en la novela original, parece que estoy cambiándola de apoco, espero y no cambiar nada más.

‹¿Sabes algo del hombre que quiso asesinarme?›

"Escuche que lo encontraron muerto, nadie sabe quién lo asesinó. Pero según los rumores dicen fue una persona con mucho poder mágico" Por alguna razón escuchar eso, me hizo tener un mal presentimiento de algo.

‹¿Sabes algo de Claude? ¿El está bien? ¿No le pasó nada malo?› Estaba más interesado en saber si mí hermano está bien o si está herido.

"El príncipe Claude se encuentra en el Palacio Ruby, el está bien. Pero desde que ocurrió el incidente con su alteza, el no a salido de su habitación." Mordí mí labio inferior, no me gustaba ser la causa del malestar de Claude.

‹Ultima pregunta, ¿Cómo te llamas?› Tenía que preguntar su nombre, después de todo parece que la veré mucho en estos días.

"Su alteza, ¿Usted quiere saber mí nombre?" Su cara de sorpresa me hacia sentir algo avergonzado, no tenía ganas de escribir, así que solo asentí con la cabeza "Mi nombre es Erina Solvet, su alteza" Hizo una pequeña reverencia.

Hable un poco más con Erina mientras ella comenzaba a cambiar mi vendaje. Suspiré pesadamente mientras me cambiaba, decidí ir a ver a Claude.
  Todos sabían que ya había despertado, bueno mejor dicho, todos los del castillo principal, pero los del castillo Ruby no.

Cuando llegue al palacio Ruby, entre cuidadosamente hasta llegar a la habitación de Claude. La cual estaba siendo resguardada por Félix.
  Cuando Robane me vio, su rostro tenía una expresión de sorpresa, pero rápidamente se acercó hacía mí y me abrazo. Félix y yo nos hicimos muy buenos amigos en estos dos años.

"¡Su alteza, está despierto!" Me sonrió, parecía que estaba esperando a que diga algo. Que suerte que traje conmigo la pluma y hojas.

‹Estoy despierto Félix. Lamentablemente no puedo hablar ahora, el veneno junto con la herida dañaron un poco mis cuerdas vocales› Escribí con una débil sonrisa, pude ver cómo apretaba con fuerza sus manos y su mirada se volvía sombría.

"Lo siento su alteza, por mí incompetencia usted salió lastimado. No merezco ser un caballero" Escucharlo decir eso me dejó sorprendido. Rápidamente negué con mí cabeza y comencé a escribir con rapidez.

‹No es tu culpa, fue mía. Si tu no hubieras aparecido, estaba seguro de que algo malo le podría haber pasado a Claude›

"Su alteza, incluso en estás condiciones de preocupa por el bienestar del príncipe Claude"

‹Siempre me preocuparé por el bienestar de Claude. Mí sentir o bienestar no importan, solo Claude es el que importa› Tal vez fue mala idea escribir eso. Félix con rapidez agarró mis hombros con sus manos y los apretó con algo de fuerza.

"¡Su alteza no diga eso! ¡Usted también es importante!. Para el príncipe Claude y para todos, ustedes es nuestro sol" Aquello me dejó sin palabras, nunca me considere importante en esta novela. Solo quería evitar mí final y poder vivir en paz en otra parte. Estoy conmovido por los que Félix me dijo.

‹Gracias por decir eso. ¿Claude está durmiendo?› Cambie de tema, para que está extraña atmósfera que estaba ocurriendo en este momento, se fuera.

"Si, pero si gusta puede pasar. El príncipe Claude estaría feliz al verlo" Le sonreí para entrar a la habitación de Claude, cuando entre fui directamente a su cama. Claude estaba durmiendo, pero parecía que no estaba teniendo un dulce sueño.

"Hermano, por favor no me dejes" Su voz sonaba lastimosa e incluso dolida. Cuando estaba por tocar si cabeza, el rápidamente se despertó agitado.
  Lleve una de mis manos hacía su espalda y la acaricié con delicadeza, el al sentir mí toque automática me miro. Su mirada sombría y agitada cambio a una de sorpresa.

"¿He-hermano?" Su voz sonaba entrecortada, levanto sus manos temblorosas e iban directamente hacia mis mejillas, pero se detuvo en unos centímetros de estás "¿En serio eres tu? ¿No es un sueño?" Sonreí débilmente, agarre sus manos temblorosas y las lleve hacía mis mejillas "Hermano... ¡Hermano!" Se a balanceo hacía mí, para darme un fuerte abrazo, correspondí dicho abrazó y nos quedamos así unos segundos.

• • • •

Cuando ambos rubios dejaron de abrazarse, y sus miradas se encontraron por unos segundos. Uno mostraba amor de hermandad, pero el otro mostraban otro tipo de amor.

"¿Cuándo despertaste, hermano?" Cuando el niño pregunto eso, Anastasio levantó la pluma y hojas que se le habían caído en el abrazo. El mayor comenzó a escribir con rapidez.

‹Desperté hace una hora›

"¿No puedes hablar?" Preguntó sorprendido, mientras miraban como el mayor negaba con la cabeza.

‹Lamentablemente la herida en mí cuello junto con el veneno lastimaron mis cuerdas vocales, así que no podré hablar por el momento› Claude al escuchar eso apretó con fuerza sus manos y su cabello cubrió su mirada sombría e incluso asesina.

«Debí torturarlo lentamente y luego matarlo de forma lenta, y dolorosa» pensó el menor con una mirada asesina y rencorosa. Pero fue sacado de sus pensamientos cuando Anastasio tocó su hombro.

‹¿Estás bien?  ¿Te duele algo?› Aunque el rubio no lo dijo con su voz, Claude podía escuchar la voz preocupada de Anastasio en su cabeza.

"Estoy bien hermano... No te preocupes" Le dio una sonrisa, para luego llevar una de sus manos hacía la herida vendada y tocó con cuidado esa área. Claude se había dado cuenta de que sus sentimos por Anastasio no eran de hermandad, sino que era románica e imposible, aún así decidió que el mayor solo sería suyo y lo reclamaría cuando tome el trono.

Con disimulo miro el pecho medio descubierto de Anastasio, mientras aún tocando el cuello vendado del rubio. La luz de la luna le deba un toque mágico a Anastasio, cosa que dejaba al menor hipnotizado.
  Claude miro a Anastasio una ves más y sonrió en sus adentros por descubrir sus sentimientos más prohibidos.

"¡Hermano quédate a mí lado para siempre! Juro que me haré muy fuerte para protegerte" sus mejillas se Sonrojaron fuertemente mientras decía eso. Después de todo le estaba pidiendo a su hermano mayor matrimonio (Cosa que Anastasio no sabía). Además tenía que aparentar inocencia, para que el otro no se diera cuenta de sus actos. Anastasio lo miro por unos segundos y le sonrió.

‹Este hermano promete que se quedará contigo para siempre› Cuando escribió eso, Claude se puso muy feliz y lo abrazo. Lo que Anastasio no sabía, era que el menor le dije eso de otra forma, que no era de hermandad. Sino que era de forma romántica.

"¡Prometo que esté lo mejor de mí, para poder complacerte en el futuro!" Anastasio miro a Claude con confusión, ya que esté no había entendido mucho el porque de esa oración. Pero el mayor solo asintió con la cabeza sin darse cuenta de lo que había echó.
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(Imagen de esto)

Con disimulo miro el pecho medio descubierto de Anastasio, mientras aún tocando el cuello vendado del rubio. La luz de la luna le deba un toque mágico a Anastasio, cosa que dejaba al menor hipnotizado.