Capítulo 24


“Anastasio, ¿Te sientes bien?” la suave voz llena de preocupación de Claude llego a los oídos de Anastasio, el cual se encontraba vomitando en el baño de su habitación.

“Si... Solo debe ser algo que me cayó mal” expreso con una sonrisa luego de haber devuelto todo lo que comió ( y haber lavado su boca para que el gusto amargo dejara su paladar). Salió del baño y dentro de su habitación se encontraba Claude el cual se encontraba esperándolo con preocupacion.

“¿En serio estás bien? ¿No quieres que llamemos a unos de los curanderos?” Anastasio sonrió ante lo preocupado que se veía su amante, negó con la cabeza ante su preocupación y acaricio el rostro de Claude con cariño.

“No te preocupes, estoy bien, solo me cayó algo mal eso es todo. Además necesito ir a la expedición que hay hoy, necesito saber que es lo que esos bastardos traman” dijo con una sonrisa mientras seguía acaricianfo la mejilla de su amante.

“Si algo pasa no dudes en tocar el anillo y estaré en un chasquido a tu lado” dijo con preocupación, Claude quería ir pero no podía tenía que suplantar a Anastasio en el trono mientras iba a esa expedición. Aún así, si llegaba a enterarse de que lo habían lastimado en ese mismo momento Claude estaría asesinando a todo ese maldito Reino vecino.

“Tranquilo si algo pasa tocaré el anillo. Además estoy seguro de que no serían tan idiotas como para hacer algo” dijo con una risa, Claude por otra parte ya no se encontraba escuchando lo que Anastasio estaba diciendo, sino que estaba más concentrado en la cálida mano de Anastasio.

Claude sin poder evitarlo llevo la mano de Anastasio a sus labios y beso la palma con cariño. Anastasio sin poder evitarlo se estremecio al sentir los labios de Claude besando (y de vez en cuando mordiendo) su mano. Para ambos no hacía falta decir ninguna palabra, puesto a qué sabían lo que iba a venir y ambos lo necesitaban.

“Esta será la última vez hasta que vuelva... Así que, disfrutá todo el tiempo que te estoy dando” dijo Anastasio con cariño y beso con cariño los labios de Claude, el cual sonrió con picardía y la chispa en sus ojos se hacían presente como las olas sin presedente.

“Entonces... Disfrutaré todo el momento que me des con mucho gusto” con eso dicho, ambos sonrieron y comenzaron a pasar una mañana inolvidable hasta que caiga la noche y ambos estén exhaustos por el tiempo compartido.

• • • •

Anastasio soltó un suspiro de dolor cuando se sentó dentro del carruaje, ayer Claude había sido muy duro con respecto al sexo y casi lo dejaba sin fuerzas para este día. Sonrió un poco cuando vio por la ventana como Félix, Diana y Claude lo despedían con la mano, Anastasio con una sonrisa imito la acción. No fue hasta que ya estaba tan alejado del palacio y vio las calles de su pueblo, estaban vacías por la hora de la noche pero estaba alegre, no se sentía nada fuera de lo normal (excepto de los vómitos que estaba teniendo y el dolor de cuerpo).

¿Cuánto falta para llegar? Fu, el mareo y el vómito se están haciendo cada vez más presente, hasta me sorprende de que no me haya desmayado. Tal vez solo sea la fatiga, mientras más rápido termine con la expedición más rápido podre volver al palacio y ver a los curanderos. Pensó mientras cerraba las cortinas de la ventana y se dispuso a cerrar los ojos, en serio necesitaba un descansó.

No paso mucho hasta que llegaron a un reino vecino. En este lugar el tenia que ver qué es lo que harían sus “Enemigos” para ir contra de su reino, por el momento era un infiltrado que ni bien lo habían visto todos ocultaban su claro disgusto ante el, pero aún así se le acercaron con palabras falsas y sonrisas de víboras arastreras.

“Su majestad, Anastasio de Obelia nos honra con su visita hoy. Soy el duque Ascher del reino Batsacf  fui a su baile de coronación hace dos años y dejé decirle que se encontra tan encantador como ese dia” Anastasio hizo una mueca cuando el duque Ascher trataba de que sus manos tocaran más su muñeca con ligeras caricias (desagradables  y asquerosas en la humilde opinión de Anastasio).

“Gracias a ustedes por invitarme, pero si me disculpan necesito probar ese delicioso vino que tiene el medio de ahí” dijo con la misma sonrisa vacía, su mano la saco rápidamente del agarre del duque e hizo una reverencia solo para irse después.

Anastasio suspiro pesadamente se sentía cansado y sin ganas de hacer algo, pero necesitaba si o si llegar al plan de lo que estén tramando esos tipos contra su reino (Anastasio no creía que tuvieran buenas intención). Cuando se encontró con otras personas igual de falsas, les siguió el juego de ser un adolescente de 17 años que no sabía cómo seguir prosperando su maldito reino, de apoco comenzaron a llegar otras personas y les daban su nombre. Anastasio no tenía ganas de recordar nombres inecesarios, así que siguió con su fachada sonriente e ingenuo.

No paso mucho hasta que todos se dirigieron a sus deposentos y a la mañana siguiente este siendo guiado por unos caballeros hasta un bosque desconocido, no hacía falta ser un genio para saber lo que esos guardias le estaban por hacer. Así que antes de que lo hicieron golpeó a ambos guardias en la cabeza con una roca que alzó por el caminó, la conmoción fue escuchada por los otros dos guardias y tan rápido vieron como sus dos amigos están fuera de combate sacaron sus espadas y se lanzaron hacía Anastasio. No paso mucho cuando golpeó la rodilla de uno haciendolo caer y tomar si espada para clavarla en el pecho del otro caballero, cuando ese murió se dirigio hacía el otro pero por su arrogancia al pensar que había ganado la batalla salió lastimado. El horrible ardor en su hombro izquierdo hizo que se diera cuenta de lo descuidado que fue y le dio por terminado la vida de aquel caballero.

“Retiro lo dicho Claude, si son tan idiotas para hacer algo como esto” soltó aquellas palabras con dolor mientras apretaba la herida en su hombro.

Anastasio soltó un jadeo de cansancio, el sabía que esto iba a pasar pero no pensó que pasaría luego de un maldito día (ni siquiera eso. No habían pasado ni 24 horas desde que había llegado). Aún sosteniendo la espada en su mano camino por los caminos del bosque, pero cada vez que trataba de tomar el camino por el que vino siempre lo llevaba al mismo lugar (en todo caso se había perdido en el bosque).

Por el cansancio el adolescente de había quedado dormido en una cueva que había encontrado, su magia no funcionaba por el cansancio anormal que sentía su cuerpo y tal vez tardaría en reponerse. Así que no le quedó de otra que caer dormido y con esperanzas de que el anillo en su mano le advierta a Claude de su encuentro.

No paso mucho cuando un ruido llamo su atención y se puso en posición de pelea, al menos pelearía con su espada y esperaba que el anillo lo protegiera lo suficiente como para alquilar a todos los que venían. Anastasio estaba listo para lo que sea, estaba agitado con su cuerpo el cual se sentía entumecido y sus extremidades temblaban como fideos, sobre todo la espada que sostenía en sus manos se hacía más pesada, aún así estaba preparando para enfrentarlos, pero la persona que estaba viendo justo en ese momento lo había dejado mudo.

¿Es posible que haya viajado en el tiempo? O ¿Tal vez estaba alucinando? Pero en ese maldito momento se encontraba con un Claude mucho mayor, nisiquiera se parecía al adolecente de 15 años que quedó en casa. Este Claude se veía majestuoso con una mirada penetrante y animal, sobre todo parecía que tenía unos 23 años.

Cuando la mirada de Claude mayor se poso sobre el, Anastasio pudo ver cómo se abrían con sorpresa parecía como si estuviera viendo un fantasma. Aún así Anastasio no abandono su postura de pelea al contrario se había puesto más rígido y tenso.

“¿Quién eres tú?/¿Quién demonios eres tú?” la pregunta de ambos retumbó dentro de la cueva y sin poder evitarlo ambos se miraron a los ojos, aquellos ojos similares pero a la vez tan diferentes (los de Anastasio cálidos y cariñosos, los de Claude parecían como su estuviera muerto en vida y distante).

Los ojos vacíos de Claude fue lo último que vio Anastasio para comenzar a caer hacía el suelo, la pérdida de sangre junto con el agotamiento mágico al trar de curarse solo empeoró los mareos. Estaba listo para sentir el choque del suelo rocoso, pero solo sintió como algo lo agarraba antes de caer, sus ojos se abrieron un poco y vio a Claude el cual seguía con su expresión vacía y sus ojos se cerraron sin poder evitarlo (gracias al cansacio y cierto ser dentro suyo).

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