Capítulo 21


Anastasio no mentiría si dijera que está muy nervioso cuando llegaron de vuelta al palacio. Su rostro estaba inexplicablemente (No tan inexplicable) rojo desde que volvió de la competencia.

¡¿Por qué dije eso?!, ¿Claude habrá entendido el mensaje?. Anastasio estaba teniendo una gran crisis. Lo que dijo en la competencia, lo había echo por la éxtasis que corría en sus venas después de ver lo glorioso que se veía Claude luchando con su espada. Ahora tiene un gran problema (No sabe nada sobre el sexo entre hombres) que atender.

“¿Necesitas ayuda?” la ayuda cayó de la nada en su auxilio. Anastasio tenía bien grabado de quién es la voz de hace unos momentos.

“Diana...” Diana sonrió cuando el rostro de Anastasio se iluminó y fue directamente hacía ella y trato de esconder su rostro en el hombre de la mujer “No se cómo hacer esto. No tengo ningún conocimiento sobre el sexo con otros hombres” confesó avergonzado (A el no le enseñaron nada sobre como tenía que ser un doncel ejemplar, solo lo dejaron ahí sin enseñanzas. Y lo único que sabía era lo que estudio en su vida pasa, sobre los puntos sensibles de la mujer y el hombre. pero de ahí a experimentar, nunca lo hizo) de no saber.

Diana acaricio la espalda de Anastasio con cariño, ella sabía que Anastasio no sabía nada de eso después de todo en su antigua vida ella seguía las cuentas del famoso Ídol, el cual tenía muchas más restricciones comparado con los demás ídols (este se tenía que ver dulce e inocente, porque si hacía algo mal los directivos pensaban que podía influenciar a sus fans).

“Esta bien. Noona está aquí para ayudarte” dijo Diana con una sonrisa, para dejar de acariciar la espalda de Anastasio. Ella llamo a algunas doncellas y les comenzó a dar órdenes de que lavaran a Anastasio para poder arreglarlo después.

Anastasio salió del baño con una bata cubriendo su cuerpo, en su cama había una prenda hermosa la cual Diana había elegido especialmente para el. La prenda era de un hermoso color azul-verdoso. (consistía en una falda larga hasta sus pies, tenía adornos dorados. La parte de arriba estaba completamente descubierta y solo había unas mangas que llegaban hasta su antebrazo, junto con un pañuelo semi transparente para cubrir la mitad de su cara) Cuando se la puso, la falda tenía cortes al frente que dejaba expuesto sus piernas y muslos. Las mangas le quedaban perfectamente ajustadas y el pañuelo se lo puso algo desconfiado.

“Oh por dios, te vez... Hermoso” La voz de Diana sonaba asombrada e impactada. Anastasio la miró con una expresión de ni creerle, Diana paso esa expresión, no podía dejar de ver al hermoso ángel que tenía delante suyo. Con las ropas que le dio, lo hizo lucir más hermoso de lo que ya era.

“¿Tan mal me veo?” pregunto Anastasio abatido. Diana al escuchar eso quiso golpear a Anastasio en la cabeza.

¡Pero si te ves más hermoso que una maldita mujer!. Realmente diana quería decirle eso, pero de su boca solo salió lo siguiente “No te ves mal. Estás hermoso, de seguro claude lo disfrutará” sonrió con maldad cuando el rostro de Anastasio se volvía rojo “Bueno, mira la hora. Tengo que irme, ¡Adiós!” tan rápido como dijo eso, Diana salió disparado afuera de la habitación dejando solo a Anastasio.

Respira, Anastasio. No estés nervioso, sabías que llegaría este día tarde o temprano. Anastasio trato de calmar sus nervios “Espero... Que llegué pronto” suspiró para esconder su rostro por decir tales palabras en voz alta.

“No tienes que esperar demasiado” aquel susurró en su oído hizo que Anastasio saltará en su lugar y rápidamente mirar a la persona a su lado. Suspiro aliviado al ver de quién se trataba.

“Claude, casi haces que me muera del susto” dijo algo melosto mientras estiraba una de las mejillas de Claude.

“Ay, ay. Perdóname” dijo con ‘dolor’, haciendo que Anastasio soltara su mejilla, pero en eso Claude le dio un beso suave a Anastasio.

Ninguno dijo nada cuando el beso comenzó a subir de tono, nisiquiera dieron aviso de querer separarse sino que era todo lo contrario. Apegaron sus cuerpos como si sus vidas dependiera de ello. Incluso cuando la mano de Claude comenzó a tocar el cuerpo de Anastasio. Está subía y tocaba aquellos muslos que volvieron loco a Claude cuando los vio.

Los besos ahora viajaban por el cuello de Anastasio dejando algunos chupones y tentativamente, Claude quedó hipnotizado por aquellos dos botones rosas, que sin poder resistirse llevo su lengua hacia ellos.

“¡Ah!” el gemido agudo dejo a Anastasio como a Claude sorprendidos. Anastasio había llevado su mano hacía su boca por el vergonzoso sonido “L-lo siento” dijo con vos agitada. Claude por otra parte seguía mirando a Anastasio con aquella mirada peligrosa.

“Esta bien cariño, déjame escucharte” susurro con su voz ronca, para volver su atención a los pezones del otro y volver a chupar y morder sin compacion, ganadose así gemidos fuertes por parte de Anastasio.

Caliente y extraño. Esto es tan sofocante. Pensó Anastasio mientras miraba como Claude seguía chupando sus pezones. Podía sentir como su cuerpo se calentaba cada vez que Claude le daba esa mirada de depredador hambriento por su presa.

“Yo... Creo que no puedo controlarme más” susurro contra el oído de Anastasio, haciendo que se contrajera y soltara un leve jadeo. Anastasio sabía a lo que Claude se refería así que con una de sus manos temblorosas subió la parte delantera de la falda.

“Por favor, se amable conmigo” murmuró sonrojado (Estaba más sonrojado por la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento) y con algunas lágrimas en sus ojos. Sus piernas se encontraban abiertas de par en par, y con ello dejando a la vista su parte baja y más privada.

Claude no se esperaba lo que estaba viendo en ese mismo instante, pero no importaba estaba muy excitado con la deliciosa vista que estaba teniendo enfrente.

“No hace falta que me lo digas, te cuídare bien” con eso llevó su mano a aquella parte tan íntima para Anastasio, el cual gimió al sentir la cálida mano en esa zona y más al sentir como uno de esos dedos entraba dentro suyo.

“Mierda, tu interior está tan caliente y apretado. No puedo esperar para poder entrar” Claude comenzó a meter otro dedo y a estirar a Anastasio, el cual se encontraba jadeando a lo loco cuando los dedos de Claude golpearon su protasta.

“Cla-claude, se siente raro” gimió mientras su interior apretaba los dedos de Claude. La mano de Claude se comenzó a mover más rápido haciendo que Anastasio eyaculara tantas veces como se le era permitido.

Claude saco sus dedos del interior de Anastasio, ya estaba listo para el siguiente paso, con algo de control dejo caer aquella bata tan conocida en la novela. La vista que tenía Anastasio de todo el cuerpo de Claude lo dejo excitado y más cuando quería tocar aquel cuerpo. Su mirada comenzó a bajar desde los abdominales hasta ese enorme pe...

Espera ¿Qué?. La mente de Anastasio hizo clic cuando vio aquella cosa enorme entre medio de sus piernas abiertas. Miro a Claude, luego a aquella cosa y volvió a mirar a Claude.

“N-no, esa cosa no entrara” Susurró con miedo mientras miraba como la punta del pene de Claude se encontraba pinchando su entrada recién estirada.

“Esta bien, estás muy estirado así que entrara, lo prometo. Solo relájate” dijo Claude mientras daba toques suaves y tranquilizadores. Anastasio miro a Claude para luego cerrar sus ojos con fuerza y relajarse lo más que pudo.

Un gemido seco hizo que Anastasio arquera su espalda y su cabeza cayera hacia atrás. Los jadeos pesados de Claude con los gemidos ahogados de Anastasio se hicieron presente en ese mismo instante.

“Mierda. Esto se siente. Tan bien” dijo entre cada bocabada de aire que tomaba para poder decir esas palabras. El interior de Anastasio lo apretaba tan malditamente bien que sintió que eyacularia en ese mismo instante, pero tenía que meter el resto de su pene dentro del doncel.

Anastasio por otra parte sentía que no podía respirar, la presión que sentirá era tan grande. El pene de Claude era tan grande que le dificultaba respirar y se sobresalto cuando si tío a Claude entrar más en el.

“N-no, ¡Me romperé!, ¡Eres muy grande, si lo metes me romperé!” gimió mientras calidez metía un poco más de la mitad. Sofocante. Voy a morir. Es tan grande que voy a morir. (Si kouchi pudo vos también) Pensó en el momento que veía como Claude seguía introduciéndose adentro y cuando su pene golpe en entrada de su útero “¡Ah!, Clau-de”.

“Esta bien, ya entro” Susurró mientras miraba el bulto que se visualizaba unos centímetros más arriba de la pelvis de Anastasio “¿Sientes eso?” pregunto mientras aplastaba un poco con su mano aquella zona donde se encontraba el bulto. Anastasio soltó un gemido lastimero “Ese es tu útero. Está listo para tener mi bebé” sonrió peligrosamente solo para comenzar a moverse.

El sonido húmedo provocaba sonidos obscenos de piel chocando contra piel. Anastasio se encontraba abrazando a Claude por el cuello mientras gemia el nombre de este. Cada vez que el pene de Claude chocaba contra el útero de Anastasio, este lo hacía con intensión de abrirlo para poder derramar su semen directamente.

“Maldicion, me aprietas tan fuerte cuando golpeeo tu útero, ¿Eso significa que estás tan desesperado por mí semilla?” pregunto mientras mordía el cuello de Anastasio y seguía moliendose contra el agujero del doncel.

Anastasio sollozo suave mientras apretaba el pene de Claude con sus paredes al escuchar esas palabras “Si, quiero que me engendres, por favor, Claude llévame con tu semilla” soltó un chillido cuando sintió como Claude se volvía más grande y lo agarraba de las caderas solo para profundizar su última embestida.

La punta del pene de Claude se encarnó contra el útero abierto de Anastasio y derramó directamente su semen dentro. Anastasio gimió cuando eyaculó por cuarta vez, sentía como el semen de Claude llenaba su interior.

“¿Estás bien?” la suave voz de Claude hizo despertar a Anastasio de su mente en blanco y sonrió tontamente para besarle la mejilla.

“Estoy bien”

“Bien... ¿Podemos hacerlo otra vez?” la pregunta hizo que Anastasio se pusiera blanco y mirara a Claude, el cual tenía una sonrisa malvada en su rostro.

“Voy a morir” dijo con su voz ronca por tanto gemir y gritar, en sus adentros lloraba comicamente mientras Claude volvía a moverse.

¡Diana, nunca dijiste que esto era tan cansador!.

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