Ya habían pasado 2 días desde que llegué aquí y me empecé a acostumbrar al estilo de vida del antiguo Anastasio. Sin duda alguna su vida es muy aburrida y consentida. Anastasio solo tenía que estudiar y nada más, el no tenía que hacer ningún esfuerzo por nada. Suspiré enojado, odiaba aquellas personas que nacieron con dinero y estatus alto, ya que algunos se aprovechaban de eso y hacían cosas terribles.

Cerré mis ojos con pesadez y salí de aquella enorme habitación. Comencé a caminar por aquellos largos pasillos, para luego llegar a un hermoso jardín. Quedé maravillado con este Hermoso jardín, nunca había visto esas hermosas rosas azules. Cuando me adentre más pude ver a un niño pequeño, el cual estaba sentado en el suelo y su mirada era reflejaba tristeza.
Note que en su mejilla izquierda tenía algunos moretones de seguro de golpes.

Cuando su mirada y la mía se encontraron ambos abrimos los ojos con sorpresa... ¡Ese niño era Claude Alger de Obelia!. ¡El futuro Emperador loco!.
Sin poder evitarlo mí cuerpo tembló un poco, pero respire profundo y le dedique una sonrisa cálida y cariñosa al niño rubio.
Me comencé a acercar a el, para quedar enfrente suyo y para acariciar con delicadeza su mejilla izquierda.

" ¿Te duele? " pregunté con delicadeza y sin agresividad ya que puede ver cómo su pequeño cuerpo tembló ante mí toque y se ponía nervioso. " Tranquilo, no te haré daño" dije para acariciar su cabello. Me miro algo desconfiado pero luego me sonrió.

Reí con ternura este niño...es tan tierno y dulce. ¿Cómo Anastasio había podido maltratar a este tierno niño? Si pudiera tener a Anastasio frente mío ya le hubiera metido un puñetazo en la cara.

"...¿Quién eres tu? "pregunto con curiosidad, sus ojos tenían algo de brillo y se comportaba más como un niño que trataba de caerle bien a la persona que estaba al frente suyo.

Que suerte la mía todavía queda algo de brillo y calidez en este niño. Si puedo ayudarlo sin dudas podré evitar aquel final.
Acaricié de nuevo su cabello con cariño y puso una sonrisa cariñosa.

" adivina, ¿Quién crees que soy?" pregunté con una sonrisa, mientras me sentaba en el césped de aquel hermoso jardín.

"¿Eres...mí Hermano mayor?" pregunto algo dudoso y algo emocionado, acaricié su cabello de nuevo y suspiré aliviado. Este niño sin dudas no conoció a Anastasio que suerte tengo.

"Si. Soy tu hermano mayor Claude" Dije para mirarlo y sonreírle. Claude se lanzó a mí para luego abrazarme, parece que quiere algo de cariño de su hermano mayor. Correspondí el abrazo con una sonrisa, esto me recordaba a cunado abrazaba a mis hermanos menores.

"Yo siempre...quise conocerte hermano" Dijo mientras soltaba algunas risas tiernas. ¡Por dios, este niño era un ángel! Realmente quiero darle un puñetazo al idiota de Anastasio.

"Yo también quería conocerte Claude" dije para acariciar su mejilla redonda y suave. El soltó algunas risas, para luego soltar un quejido de Dolor "Ah, lo siento ¿Duele mucho?" pregunté preocupado.

Comencé a retirar mí mano de su mejilla, pero el agarró mí mano con sus pequeñas manos y la volvió a acercaba de nuevo a su mejilla, y comenzó a refregar su mejilla contra mí mano.

"¡No duele!... . Solo, no me dejes solo "Susurró con tristeza y algunas lágrimas en sus ojos, cualquiera pensaría que la actitud de este niño era exagerada...pero yo sabía que no lo era, después de todo el padre bastardo torturó a Claude junto con la madre de esté.

"No te dejare solo, así que no te preocupes" dije con una sonrisa, estaba apunto de decirle algo hasta que veo a una mujer de cabello rojo acercándose hacia nosotros, y cuando estuvo al frente nuestro, alzó a Claude entre sus brazos y me dio una mirada feroz, la cual trataba de disimular con una sonrisa.

"Gloria y bendiciones al sol de Obelia" dijo mientras hacía una leve reverencia "Lamento las molestias que su alteza Claude allá echó su majestad. Tendrá mí palabra de que no vendrá de nuevo a este jardín" dijo para volver a hacer una reverencia y comenzar a irse con el pequeño Claude en sus brazos.

Podía ver qué Claude quería bajarse de los brazos de aquella mujer, pero no lo logro. Por mí parte me quedé en ese lugar estático... . La mirada de aquella mujer me dio mucho miedo. Aún así creo que ya se de quien se trata; Es la madre de Félix Robane alias "El caballero escarlata".

«Espera...si no mal recuerdo Félix es 4 años más grande que Claude. No lo vi cuidándolo, eso quiere decir que Félix es asignado a Claude este año» suspiré pesadamente mis pensamientos estaban muy confusos. La actitud de la madre de Félix hacía mí es muy rara, si bien Anastasio no había intimidado a Claude hasta que esté cumplió 7 años. Entonces ¿Por qué actuó de esa manera? Debe haber algo de lo que no estoy enterado.

No me había dado cuenta de que ya estaba cayendo la noche, así que corrí rápidamente hacía mí palacio. Una vez allí fui directamente a mí habitación a dormir, después de todo estaba muy cansado por pensar en teorías locas y ponerme en modo; Lector loco y conspirativo.

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Cuando Anastasio se quedó dormido, había un pequeño niño que estaba esperando ansiosamente volver a reencontrarse con el rubio mayor. Esa persona era el pequeño Claude el cual sonreía felizmente al ver qué su Hermano mayor era alguien bueno, y que a este no le desagradaba su presencia. No como a su padre y algunos sirvientes del Palacio.

"hermano mayor...espero volver a verte "Susurró con una pequeña sonrisa mientras cerraba sus ojos con delicadeza. Solo para caer en los brazos de Morfeo al toqué.

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«¿Porque me pasa esto a mí?» se pregunto con rabia. Puesto que ahora mismo se encontraba delante del Emperador. El cual tenía una botella de alcohol en sus manos y pero aún este se encontraba borracho.  
Este no estaba solo, había una hermosa mujer con una piel blanca, cabello rubio y ojos dorados brillantes.

"padre...¿Qué estás haciendo?" pregunto desconcertado, ya que aquella hermosa mujer se encontraba en el suelo con su labio roto y un moretón en su mejilla.

"¡Oh! Anastasio no te había visto, ¿Qué estoy haciendo? Solo estoy hablando con Maya ¿Verdad?" Anastasio sabía que aquel hombre no estaba diciendo la verdad, y estaba presionando a Maya a que diga lo que el Emperador quería que diga.

"Si... su majestad y yo estamos hablando. Su alteza" la voz de Maya era hermosa como si la voz de una sirena se tratase.

Por otra parte Anastasio apretó su puño con fuerza. Se sentía impotente, el no podía hacer nada para ayudarla, su cuerpo era el de un niño y su fuerza igual.
Estaba seguro de que el Emperador no golpearía a su propio hijo...o al menos eso quería creer.

"Padre ¿No te sientes cansado? Estoy seguro de que debes estar cansado luego de tener una larga noche" Dijo con una sonrisa falsa mientras trataba de hacer que el borracho Emperador se vaya del lugar.

"La verdad es que si, mí cuerpo duele y mucho" dijo con una sonrisa mientras suspiraba pesadamente y comenzaba a dar un sorbo a la botella que tenía en su mano.

"Isak, lleva a mí padre a que le den un masaje y duerma" ordenó mientras miraba fijamente a aquel anciano. El cual asintió y se llevó al Emperador del lugar dejando solos a Anastasio y Maya.

Anastasio suspiro pesadamente para dejarse caer de trasero, nunca había sentido tanta presión y miedo. Miedo de que aquel bastardo lo matará. Después de todo el solo era el villano que tendría un mal final.

"¿Estás bien?" pregunto una vez recuperado mientras se acercaba a Maya, la cual miraba el suelo para luego suspirar y mirar a Anastasio.

"Si, muchas gracias su alteza" dijo mientras se levantaba y hacía una reverencia "Lamento las molestias que eh causado hoy" Murmuro con una sonrisa triste, estaba apunto de irse, pero Anastasio agarró su mano y la guio a una de las sillas que había cerca.

"Siéntate ahí, por favor" dijo el menor mientras miraba a la mujer. La cual al principio estaba sorprendida, pero obedeció y se sentó en la silla.

"Su alteza no hace falta que se preocupe por m-" no pudo decir nada más ya que sintió los dedos de Anastasio en su mejilla los cuales estaban algo húmedos. Una vez que el menor termino se separó de la mujer y está se levantó de la silla aún más sorprendida.

"Te puse un poco de medicina, para que no quede moretones. Tienes que ponértelo 2 veces a la semana" dijo el menor mientras le entregaba un pequeño frasco el cual tenía un líquido transparente "lo había traído para Claude, pero usted lo necesita más ahora" Maya se sorprendió al escuchar el nombre de su hijo salir de la boca de Anastasio.

Maya era una más de las concubina del Emperador. Pero fue la única que tuvo permitido tener un hijo de este. El segundo hijo del Emperador de Obelia.
Claude Alger, era solo el bastardo hijo de una concubina y el emperador.

" ¿Alteza. Usted...conoce a mí hijo? "preguntó sorprendida mientras miraba a Anastasio. Ella nunca pensó que su adorable hijo se había encontrado con el rubio mayor. Su hijo le contaba que se encontró con alguien a quien quería mucho, pero nunca pedí que era el príncipe Anastasio y que esté se haya ganado el cariño de Claude tan rápido.

" ¿Uh? ¿Su hijo?, ¿Claude es su hijo?"pregunto muy sorprendido para luego poner una sonrisa y abrazarla "¡Gracias por dar a luz a mí adorable hermanito!" Exclamó para separarse con una sonrisa.

Maya estaba sorprendida por lo que Anastasio le había dicho. Sin poder evitarlo soltó algunas lágrimas, nunca antes nadie le habían agradecido por algo. Y que le agradezcan que haya dado a Luz a su hermoso hijo la ponía feliz.

" ¿Eh? ¿Por qué llora? Si le preocupa que algo le puede pasar a Claude, no tiene porqué. Yo cuidaré a mí hermanito, es una promesa" dijo con una sonrisa mientras abrazaba a Maya con tranquilidad.

Maya agradeció internamente a Anastasio por querer cuidar a Claude. Antes de que pudiera decir algo más había aparecido una sirvienta que llevo al rubio a su habitación.
Anastasio y Maya se despidieron y cada uno fue a su respectivo palacio. El rubio por otra parte pensaba ir mañana para ir a ver a Claude y nada le impediría hacerlo.

Después de todo si quería Evitar su trágico final, tenía que hacer todo lo posible para que Claude lo quiera. Aunque Anastasio ya le estaba agarrando cariño al menor.

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"Comencé a retirar mí mano de su mejilla, pero el agarró mí mano con sus pequeñas manos y la volvió a acercaba de nuevo a su mejilla, y comenzó a refregar su mejilla contra mí mano"