— Vamos rápido que no llegaré tarde por tu culpa.

— Si, ya bajo cálmate que aún falta. — Respondo mientras termino de arreglar las cosas que llevare esta vez al instituto.

Bajo las escaleras y corro directo al auto de Carla, que ya está encendido, me subo y sonrío mientras que Carla me mira con el ceño fruncido

— Creo que hasta hoy me quede en tu casa, vaya no pensé que este día llegaría. — Dice Carla ya colocando el auto en marcha

— Yo también te extrañare, prefiero vivir contigo mil veces a vivir con mi padre y su patética y falsa familia.

— No seas tan exagerada, vamos no será tan malo, aprovecha al chico. — Me dice Carla soltando una carcajada.

...

Salgo del instituto y me voy con mis amigos al lugar de siempre, ahí pasamos toda la tarde, ha sido una de las mejores en todos estos días.

Suena mi celular y contesto

— ¿No piensas venir a casa? Hace un par de horas llegamos y te estamos esperando.

— Hola si papá estoy bien, también te he echado de menos, me alegra saludarte en una próxima vida nos vemos. — Le respondo de manera sarcástica

— Maldición Alessya ven ya a casa, quiero hablar contigo. — Me dice papá bastante enojado

— Wow, padre felicitaciones ya sabes maldecir lo has hecho bien ya nos vemos más tarde, adiós cuídate. — Cuelgo y suelto un gran suspiro.

— Creo que caminare hasta mi casa, necesito estar sola por un rato. — Les digo a los chicos al mismo tiempo que tomo mi bolso y mi celular.

— ¿Estarás bien? — Pregunta Carla.

— Si estaré bien, tranquilos no pasa nada solo no quiero que mi enojo se brote.

Me despido de todos para luego tomar mi camino, empiezo a caminar, caminar y caminar, después de una larga hora llego a mi casa, entro y en la sala esta mi padre y Sam, me acerco a saludarlos cuando de repente veo que alguien salía de la cocina.

Era él, perfectos ojos verdes, labios con un hermoso color rojo muy intenso, cabello algo despeinado un poco rubio, alto y con un cuerpo muy bien trabajado, intento desviar mi vista, pero este chico es realmente guapo.

— Hola cariño al fin llegaste, ven te quiero presentar a Evan Turner. — Dice papá en tono un poco nervioso acercándome donde está el chico, por la manera en que hablamos en la llamada pensé que estaría enojado.

— Mucho gusto soy Evan, Evan Turner. — Me dice mirándome de pies a cabeza mientras que extiende su mano para saludarme.

— Si, que tal soy Alessya Roberts. — Me presento en un tono serio no sé porque, pero apenas logro estar en contacto con él los nervios recorren mi cuerpo haciendo que me incomode, espero que no lo notara.

— ¿Porque demoraste tanto en llegar?, me tenías preocupado y perdón por el tono que utilice contigo cuando te llame. — Me dice mi padre.

— Estaba en la pizzería y me demoré porque decidí caminar, en cuanto a lo otro tranquilo papá todos tenemos derecho a maldecir. — Le digo guiñándole y con una mueca en forma de sonrisa. — Bueno me alegró saludarlos, pero yo me largo a dormir estoy muy cansada.

EVAN

Últimamente he tenido que soportar muchos dolores aun no me puedo creer que mis padres han muerto, que ya no estén conmigo, me duele el saber que un maldito ebrio acabo con la vida de los seres que más he amado en el mundo y que por su culpa ahora me encuentro solo. Sin dar brazo a torcer Samantha y su novio Bryan, me han brindado su apoyo y me han pedido que viva en California con ellos y la hija de Bryan, hasta donde sé es una inmadura y malcriada espero poder soportarla, aunque no esté de ánimo.

...

Estamos arribando a el aeropuerto, el viaje fue largo y aburridor, después de varios minutos al fin hemos llegado a la que de ahora en adelante será mi casa, es grande y agradable no me puedo quejar.

— Evan, bienvenido a tu nueva casa, espero que puedas estar cómodo y a gusto. — Me dice Bryan con una sonrisa en su rostro.

— Gracias, por todo lo que tú y Samantha hacen por mí espero que todo marche bien y no ocasionar problemas entre ustedes o tu hija.

— Ten por seguro que todo saldrá muy bien, pero bueno me imagino que quieres descansar, ven sígueme te llevo a tu nuevo cuarto. — Dice mientras empieza a subir las gradas.

Entramos y todo está muy ordenado y limpio, tiene una amplia cama con dos mesitas de noche a los lados un closet grande, baño privado. Después de unos segundos me encuentro solo, así que decido ducharme y descansar un rato.

Un ruido me despierta, es Samantha quien me está hablando para que baje a cenar.

— Hola cariño, lamento despertarte, pero quiero que bajes a comer, debes tener mucha hambre

— La verdad es que si, gracias por levantarme. — Le respondo un poco adormilado.

Salgo de mi cuarto bajo las gradas y veo que Bryan está en la sala viendo la T.V, paso directo a la cocina Samantha me tiene servida la comida, camino hacia la barra que hay en la cocina cuando en un momento escucho una segunda voz femenina.

— Ven para presentarte a Alessya. — Me dice Samantha mientras sale de la cocina y yo la sigo.

Apenas llego a la sala veo que frente a Bryan está su hija, quien me mira con sus brillantes ojos cafés, es demasiado hermosa, aunque un poco antipática, escucho hablar a su padre mientras se acercan a mí. Pero lo único que escucho es, "te quiero presentar a Evan Turner"

— Hola, mucho gusto soy Evan, Evan Turner. — Le extiendo mi mano y la detallo de pies a cabeza con un poco de curiosidad.

— Si, que tal soy Alessya Roberts. — Se presenta bastante seria, parece que se ha incomodado conmigo, lo que hace que mis nervios intenten jugarme una mala pasada.

...

— Mi mamá aun no llega por mí y no quiero quedarme sola.

— Hola niñas ¿Qué tal la escuela?

— Mamá podemos llevar a Alessya a su casa, que se ha quedado sola y sus papás no vinieron por ella, di que siiiiii ¿sí?

— Por supuesto cariño tu amiga puede venir con nosotras.

— Gracias Señora Susan, gracias por llevarme a mi casa.

Cuando llegamos me despido y camino afanada a casa, entro por la puerta trasera de la casa, entro y empiezo a llamar a mamá, pero no responde, dejo mi mochila en la cocina, subo al cuarto de mis padres y veo que la puerta está cerrada, escucho que mamá hace pequeños gritos es como si se estuviera ahogando, creo que es su asma, entro asustada y me quedo paralizada al ver a mi madre encima de un hombre el cual no es mi papá.

—¿Mamá que haces? — Le pregunto temblando y con mis ojos llorosos

— Alessya, ¿Qué haces aquí? — Pregunta cubriéndose el cuerpo y separándose de aquel hombre.

Me quedo callada y me sorprendo al ver que el hombre que esta con mi madre en la cama es mi maestro el cual me da clases en su casa...

— Hola princesa, ¿me has pensado?, me dice con una fría sonrisa.

...

Me levanto asustada, siento que mi corazón se fuese a salir, estoy sudando y como si no fuera poco me llevo un susto más grande cuando que alguien está a mi lado, apenas lo veo me alejo enseguida no entiendo que rayos hace Evan en mi cuarto.

— Perdón por entrar, pero escuché algunos ruidos y pensé que estabas mal.

— Lo siento, solo fue una pesadilla no tenías que preocuparte. — Intento alejarme de él ya que él ni siquiera se mueve de donde está sentado.

— Tranquila, pero ¿estás bien? — Me pregunta aclarando su garganta.

— Emmm, estoy bien. — Le respondo algo nerviosa — Lamento haberte despertado.

— No me has despertado, la verdad es que no he podido dormir.

— A Ok, lamento si sueno cortante, pero me gustaría descansar. — Le digo en tono serio, necesito estar sola o sino no aguantare más y mis lágrimas empezarán a salir delante de él.

— Claro, está bien descansa y espero que estés bien — Me dice mientras se marcha a su cuarto.

Apenas veo que cierra la puerta me levanto y corro al baño, me encierro y rompo en llanto el tener ese tipo de pesadillas me destrozan, por más que intento no puedo dejar atrás esos malos momentos.

...

Son las 6:30 a.m. suena la alarma, todo pasa ligero, tomo una ducha ligera y luego me cambio me arreglo y salgo de mi habitación camino directo a la cocina en busca de mi desayuno.

Entro y ya todos están desayunando, veo que mi desayuno ya está servido así que me dirijo a la barra donde están reunidos.

— Buenos días. — Digo en tono bastante frío, Evan me mira y agacha la mirada, me siento incomoda por lo que paso anoche.

— Wow, cariño ¿estás bien? tienes unas ojeras enormes. — Habla mi padre mirándome un poco preocupado es como si me leyera la mente.

— Si estoy bien, es solo que tuve una estúpida pesadilla y después me quedé escuchando música hasta quedarme dormida otra vez.

— Ok. Quería comentarte que vamos a ir al instituto para hablar con la directora, queremos que Evan inicie clases cuanto antes, ¿vienes con nosotros? — Pregunta mientras observa a Samantha.

— Gracias yo paso, Carla en un momento viene por mí. — Contesto mientras saco una manzana de la nevera y camino hacia mi cuarto para bajar mis cosas.

Después de un rato ya me encuentro de camino al instituto y con un interrogatorio por parte de Carla acerca de Evan, ella intenta hacerme hablar, pero yo desafortunadamente me encuentro perdida en mi mente recordando mi pesadilla.

— Me tienes preocupada, entiendo que estas en un trance y quiero saber el motivo no me gusta tu estado. — Habla Carla en un tono apagado.

Veo que ya estamos llegando y mientras desabrochó el cinturón de seguridad para salir del auto decido darle una respuesta, una que no le va a gustar. — Las pesadillas volvieron.

Siento su mirada sé que quiere decir algo, pero se detiene y me alivia que lo haga me deja tomar ventaja y camino directo a mi salón.

Después de media hora la clase se ve interrumpida por el director para presentar al chico nuevo, ¡Santo Cielos!, lo que me faltaba, ¿tendré que compartir las clases con él? en un instante él levanta la mirada y me sonríe. Ahora no sé en que problema me he metido.

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