Venticinque


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Tal y como era de esperarse al haber estado en el agua fría en la segunda prueba y el aire que hizo en cuanto salió del agua, Alessia enfermó, el refriado técnicamente le tumbó en la cama tras llegar a la sala común, esto no solo le mantuvo en cama sino que esta no pudo hacer nada para evitar la muerte de Crouch, ciertamente creía que quizá Crouch había cosechado lo que había sembrado con su hijo, pero eso no quitaba que se sintiera algo culpable al no poder salvar aquella vida.

Por otra parte, comenzaba a sentirse mejor tras haber visitado la enfermería y que Madame Pomfrey le diera medicina, que realmente odio, su sabor tan amargo y consistencia algo viscosa, ni siquiera se atrevió a preguntar qué era.

—Agh —la pelirroja se quejó al haber estornudado al menos tres veces seguidas, además de estornudar tanto tenía una jaqueca cosa que no le ayudaba mucho para que su humor mejorara.

—¿Segura que estarás bien para la última prueba? —Hermione miraba a su amiga algo preocupada, si bien sabía que solo se trataba de un resfriado le preocupaba siendo que la última prueba era según había escuchado la más dura de todas.

—Estaré bien, solo necesito comer para retomar energía y si sigo yendo con Madame Pomfrey me recuperaré más pronto de lo que creemos —recargó su cabeza en sus brazos que se encontraban cruzados en la mesa del comedor—. Pude haber hecho algo —murmuró culpable al ver el asiento que con anterioridad ocupaba Crouch.

—No fu culpa tuya, no siempre puedes cambiar las cosas, Alessia —Hermione le había escuchado, en realidad fue la única en escucharla e intentó animarla en voz baja solo para que la pelirroja le escuchara, Alessia no quiso que Hermione le viera triste por lo que sonrió y tomó un plato sirviendo en el solo cosas saludables esperando que comiendo mejor se curaría con mayor rapidez.

—Dejaré de pensar en ello, debo preocuparme por la tercera prueba —sonrió lo mejor que pudo fingir mientras en su mente solo había un pensamiento "Culpable", no podía evitarlo, se suponía que ella sabía lo que pasaría y había fallado.

—Por lo menos ya tienes apetito —sonrió la castaña al ver a su amiga comer en silencio suponiendo que esta tenía hambre.


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Los días habían pasado con rapidez y el día de la última prueba había llegado, el día entero Alessia se había mantenido en su habitación para evitar ponerse nerviosa y para tener serenidad ante lo que se avecinaba, Hermione le había ayudado a trenzar su cabello para que este no le estorbara, ahora ambas caminaban hacia el lugar en el que se daría inicio la prueba, eran la únicas que faltaban, pero ya estaba a solo unos metros del lugar por lo que no se apresuraban en llegar.

—¡Alessia! —Ron corría hacia ellas mientras gritaba su nombre, parecía aliviado de haberla encontrado—. ¡Corran, ya! —empujó a las dos chicas para que estas corrieran sin esperar si quiera que estas pudieran preguntar por lo que pasaba, todo se calmó cuando por fin llegaron al lugar de la prueba donde muchos parloteaban y reían esperando a que la prueba diera inicio.

—Sinceramente no entiendo por qué nos hiciste correr si ya estábamos por llegar.

—Lo sé, pero alguien quería verte y la prueba está por empezar —a pesar de que Ron habló rápido su melliza logró entenderlo, pero su ceño se frunció al no saber quién era esa persona que quería verla con tanto apuro.

—Hola, pequeña —la voz tras la pelirroja le hizo girar y su boca se abrió ligeramente por la sorpresa, ahí frente a ella estaba nada más ni nada menos que su padre, el mayor de la familia Weasley que le miraba con una enorme sonrisa, tantas cosas estaban pasando en un solo momento.

Alessia miraba por primera vez tras saber la verdad a su padre, no sabía qué hacer ni que decir, no sabía si debía quedarse ahí o correr a abrazarlo, si debía decirle "Señor Weasley" o simplemente decirle papá, tenía tanto por decir y hacer, pero a duras penas lograba respirar al sentirse abrumada por tantos sentimientos.

Arthur no estaba muy lejos de esta igual que la chica, no sabía si su hija le aceptaría, no sabía qué hacer si esta le rechazaba, aunque estaba seguro de que se merecía que esta le reprochara el haberla separado de su familia, por más que fuera por su bien aceptaría si esta le odiase o si le gritaba en ese momento.

—Solo abrásense —Ron empujo a su hermana hasta que esta estuvo frente al mayor y no dudaron nada en abrazarse, Alessia no pudo evitarlo y sollozó abrazada a su padre, Arthur derramó un par de lágrimas al por fin tener a su hija entre sus brazos, por fin la familia Weasley estaba completa, tras años añorando el conocerla, el saber cómo era por fin la tenía entre sus brazos.

—P-papá —sollozó más fuerte la chica mientras apretaba las ropas de su padre queriendo nunca separarse de este, los que presenciaban aquel encuentro y eran cercanos a la familia no podían evitar sonreír felices por el encuentro.

—¿Qué ocurre pequeña?

—Yo, no lo sé —el nudo en su garganta creció aún más provocando que hasta pasar saliva le fuera difícil, sintió las lágrimas mojar la camisa de su padre, no sabía si lloraba de felicidad o en parte por miedo, temía no ser lo que sus padres esperaban—. No puedo evitar llorar —en ese momento sintió más brazos a su alrededor, separó su rostro del pecho de su padre para mirar a su alrededor encontrándose con sus hermanos quienes abrazaban tanto a la chica como a su padre.

—Llora, Alessia. Llora lo que tengas que llorar nosotros te apoyaremos —Fred miraba a la chica con ternura, Ginny lloraba en silencio al ver a su padre derramar unas cuantas lágrimas por su hermana, los Weasley siempre apoyaban a su familia, en las buenas y en las malas.

—Sé que tienes muchas preguntas y las responderemos, pero cuando estemos en casa —aquella palabra hizo llorar aún más fuerte a la chica, "casa" le estaba aceptando, por fin tenía un lugar al cual llamar hogar, un lugar en el que el silencio y la soledad no existían y eso le encantaba, el solo imaginar una mañana llena de ruido le llenaba el corazón de júbilo, no más dolor y soledad, lloró por ella, lloró por tener nuevamente aquel sentimiento de tener una familia, lloró por las responsabilidades que tenía a su corta edad, ella lloró por eso y muchas cosas más por las que no había podido llorar antes.

—Qué lindo —la voz de Hermione llamó su atención y esta limpiaba sus ojos con una gran sonrisa al haberse emocionado por ver aquella escena, Harry a su lado le reconfortaba igual de feliz por sus amigos.

—Ustedes también son de la familia —Alessia les había jalado para que estos se unieran al abrazo, las lágrimas comenzaban a cesar, la pelirroja se sintió a gusto y quiso que aquel momento no terminara nunca

—Definitivamente eres una Weasley —Ron abrazó a su hermana y a sus amigos—. Dejaremos de ser el trío de oro.

—¿Eh?

—Ahora seremos un cuarteto —aclaró Hermione antes de que las palabras del pelirrojo se malentendieran.

—Vamos, es momento de que Harry y Alessia se preparen, la prueba está por empezar y no podemos quedarnos aquí —se separaron y cada quien fue a su respectivo lugar no sin antes desearle éxito a los dos campeones.

—Quiero que estés a mi lado cuando empiece, por favor —la gente empezó a tomar asiento, Arthur miró a su hija con ternura y por un segundo creyó ver a esta como si tuviera unos cinco años, el solo imaginársela de aquella edad le estrujó el corazón.

—Estaré aquí, solo debo a hablar con Amus, regresaré en cuanto estén por salir —el mayor de los pelirrojos caminó hacia el padre de Cedric Diggory.

—Esto será peligroso, nunca puedo tener un año tranquilo —suspiró frustrado, Alessia al notar esto tomó casi inconscientemente la mano del chico entre la suya.

—Tranquilo, siempre habrá un Weasley para salvarte y para ayudarte —intentó distraer la atención del chico bromeando, esto funcionó siendo que este rió por sus palabras.

—Yo también los cuidaré —los dos chicos se miraron, antes de abrazarse, un abrazo que ambos necesitaban para calmar sus nervios—. Ayer tú me agradeciste y hoy yo te agradezco por todo.

—Ten cuidado —se separaron sonriéndose justo a tiempo para ver la llegada de Dumbledore quien daría inicio a la última prueba, ese momento sería decisivo para Alessia, de sus actos se decidiría el futuro, ¿Podrá la chica con tal carga sobre sus hombros?





. . .

Ahora si se viene lo bueno. 




Pelirroja W

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