Settantuno


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Hay ocasiones en las que se piensa que el destino jugaba malas pasadas, pero Alessia en ese momento le maldecía, corrían con los guardias siguiéndoles los pasos de cerca, habían logrado interceptar a Umbridge en el ascensor con tal de evitar que bajara al interrogatorio de la esposa de Cattermole, el plan iba muy bien, pero ninguno contaba con que el ascensor se detuviese y que básicamente todos vieran a los cuatro con el cuerpo inconsciente de Umbridge en el suelo, a pesar de actuar con rapidez tuvieron que repeler hechizos mientras el ascensor nuevamente seguía su curso, le quitaron el guardapelo a Umbridge y en cuanto las puertas se abrieron intentaron mezclarse entre las personas, pero Corban les pisaba los talones.

—¡Corran! —Alessia gritó en cuanto Harry hizo que los carteles de "Se busca" les sirvieran como un distractor para los guardias y Corban, pero ninguno vio cuando el hombre logró liberarse, no hasta que lograron pasar por la chimenea que les llevó directo a Grimmauld Place al creer todos que se había librado de Corban, pero en cuanto el hombre tomó a Hermione amenazándole con su varita Ron actuó por instinto golpeándole—. Desmaius —Alessia logró darle de lleno al hombre en el pecho justo en el momento en el que los cuatro desaparecían, pero todo salió mal, de nuevo.


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Un día transcurrió desde su llegada al bosque que Hermione recordaba de su infancia, la castaña y el azabache miraban a sus amigos que se encontraban juntos, los pelirrojos no habían tenido el mejor viaje, Ron había sufrido despartición a causa del viaje y Alessia había caído mal, golpeándose la cabeza con una roca que le dejó inconsciente por horas, Ron tenía vendado el brazo mientras que Alessia tenía una venda improvisada en la cabeza, Hermione y Harry intentaban destruir el guardapelo aun cuando ya sabían de antemano que no serviría.

—Ya se los he dicho, no podrán destruirlo —repitió la pelirroja ante la insistencia de sus amigos—. Solo podremos destruirlo con la espada de Godric Gryffindor que como ven, no está en nuestra posesión —se puso de pie ante la negativa de Harry que seguía lanzando hechizos a diestra y siniestra contra el guardapelo—. Harry, basta —el azabache se detuvo, su pecho subía y bajaba ante el enojo que sentía en ese momento, caminó hasta este y lo levantó del suelo con la intención de colocárselo en el cuello, pero nuevamente la pelirroja le detuvo—. Ni si quiera lo pienses, ese guardapelo es un pedazo del alma de Voldemort y poco a poco sus emociones negativas crezcan, la ira o rencor cegarán sus pensamientos, todos sin excepción nos mantendremos lejos de eso —tomó el bolso de Hermione, caminó hasta Harry quitándole el guardapelo de la mano y le dejó caer dentro del bolso.

—Es extraño que Dumbledore mandara a Harry a encontrar los horrocruxes, pero no dijo cómo destruirlos —Ron seguía agotado a causa de la herida, se mostraba por medio de las ojeras que eran más visibles.

—No es extraño, él no lo dijo porque no lo sabía con exactitud, pero yo estoy aquí —Alessia le restó importancia al tema—. Ahora regresa a la carpa y descansa. Harry, cuídalo, nosotras buscaremos plantas —Alessia tomó a Hermione del brazo, solo esperó a ver si los dos chicos hacían lo que había dicho—. No podemos permitir que ninguno esté cerca del guardapelo —le entregó el bolso en cuanto estuvieron lo suficientemente lejos—. Nadie puede tomarlo, ni siquiera yo, eres la más responsable, confío en ti Hermione —la castaña asintió y fue momento para que recolectaran las plantas que servirían para curar sus heridas—. Ya tenemos un horrocrux, debemos encontrar los otros, pero sí los chicos pelean solo nos harán por un camino erróneo —Hermione observó por unos segundos a su amiga, quien no lo notaba al estar de espaldas y de cuclillas, la castaña aún no se acostumbraba a las repentinas palabras de su amiga diciendo sobre algo que aún no ocurría.

Unos minutos pasaron para que ambas tuviesen lo que necesitaban para caminar de regreso a la carpa que habían montado, encontrándose con un Harry con la mirada perdida y con la respiración agitada, se acercaron a él con rapidez para sacarle de aquel trance.

—Creí que ya no te pasaba, no lo dejes entrar, Harry —era fácil decirlo, pero hacerlo era una cosa muy distinta, Harry luchaba constantemente, pero fallaba estrepitosamente en cuanto Voldemort encontraba su punto débil, aquel que por más que lo intentase no lograba blindar.

—Asesinó a Gregorovitch —a penas y logró que su voz se escuchase—. Gregorovitch tenía algo que él quería, no sé qué, pero lo quiere con desesperación, como si su vida dependiera de ello —el ruido de la radio le hizo saltar en su lugar y voltear con rapidez, su paranoia comenzaba a ser cada vez más palpable.

—Tranquilo. Eso lo calma —Hermione disculpó a Ron que no había dejado de escuchar la radio desde que le tuvo entre sus manos.

—¿Espera buenas noticias? —comenzaba a irritarse, Alessia buscó lo que provocaba aquel mal humor de la nada y notó que el bolso de Hermione estaba cerca de él.

—Hermione, aleja el bolso —la mencionada lo alejó casi como si este fuese a quemar a Harry y disculpándose con una mirada con Alessia, quien solo negó para hacerle entender que no importaba—. Harry mantén la calma, por eso he alejado el guardapelo de ustedes, parecen ser más sensibles a este provocando que sus emociones cambien, no se desquiten con quien menos lo merece —se acercó a él y le tomó de la mano, sintiendo como este se relajaba ante su tacto—. Ron saber por mi boca que nuestra familia y amigos están bien, pero no le es suficiente, él necesita asegurarse. En cuanto al tema de Gregorovitch, sé lo que Voldemort está buscando —soltó un suspiro—. Dumbledore no le dejó a Hermione el libro de Beddle el Bardo por nada, él esperaba que ella encontrara sentido a la historia de las reliquias de la muerte, la historia de los tres hermanos, no solo se trata de una historia para niños, es verdad —Hermione y Harry le miraban atentos, la castaña ya había pensado en que Dumbledore le había dejado el libro por alguna razón y Alessia se lo había confirmado.

»Voldemort está buscando el poder la varita de sauco para poder asesinarte, Harry —la mirada de Alessia se encontró con la de Harry, eran esos detalles que les mantenía un paso adelante, pero solo gracias a que Alessia se encontraba ahí—. Tengo que contarles muchas cosas, pero en pocas palabras evitaremos una emboscada y salvaremos a Luna, que fue capturada por mortifagos, pero entremos, Ron también debe saber de todo esto —los tres caminaron hacia la carpa y se adentraron en esta, listos para varias horas de platica y de planeación.





Editado

Pelirroja W


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