Sessantatre


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Los tiempos oscuros se acercaban con mayor rapidez, todo el mundo mágico lo sabía y el mundo de los muggles comenzaban a notarlo, la paz había sido efímera, quebrantada por los que desean hacer el mal y nadie podía evitarlo. Los asesinatos aumentaban rápidamente, en esos momentos no se podía confiar en nadie más que los que se encontraban en un círculo cercano, se encontraban a la defensiva, pero sin demasiadas armas para contraatacar.

Alessia había contado más de lo que pasaría, sobre todo sobre quién era R.A.B, había adelanto muchos sucesos, evitando quizá también muchos, pero al menos había estado aconsejando a sus cercanos sobre qué hacer y que no, pero no iba más allá de los consejos, no obligaría a nadie a seguir sus palabras. Quien más le había pedido su consejo y su ayuda había sido Hermione, quien no estaba para nada segura de lo que haría con tal de mantener a sus padres a salvo, borraría su memoria, ella no existiría para ellos, pero estarían bien y con vida.

Harry también había sido informado por la pelirroja que los Dursley le abandonarían, se irían dejándolo atrás por su seguridad, el de anteojos no sintió rencor hacia ellos, le preocupaba la seguridad de la que era su única familia aun cuando ellos se habían portado de mala manera con él. Petunia habló con él tras muchos años de resentimiento por el tema de la magia, la mujer amó y amaba a su hermana, pero no pudo evitar sentirse celosa al no tener magia como ella.

El único que termino la despedida en buenos términos fue Dudley, que deseaba dejar todo atrás para una vez en su vida ser un hombre y no el niño malcriado que había sido hasta ese momento, Harry creyó que era momento de sanar heridas y ambos primos se desearon lo mejor.

Un perfil bajo les había dado la ventaja ante el señor tenebroso, pero ya no era seguro siquiera pisar la calle, solo podían esperar.

—Mierda —murmuró el azabache para sí en cuanto escuchó movimiento fuera de la casa, sacó su varita y le apuntó hacia la puerta mientras se acercaba para abrirla, no dudó en tomar el pomo para después jalarle con tal de ver del otro lado encontrándose con Hagrid.

—¡Hola Harry! —saludó entusiasta el hombre, Harry sonrió al ver no solo al hombre ahí, sino que también a sus mejores amigos que se acercaban con premura con tal de saludarle y él no se quedó atrás.

—¡Hola! —en verdad estaba feliz de verles y saber que se encontraban bien.

—Te ves bien —le alagó el de barba al notar que el chico comenzaba a dejar sus rasgos aniñados, el chico seguía con sus anteojos redondos, había crecido solo un poco y su cabello se encontraba un poco más largo que la última vez que le habían visto.

—Si, es hermoso. ¿Qué tal si entramos antes de que alguien nos mate? —Ojoloco pasó sin permiso y sin aspavientos, aunque le daba gusto ver al azabache, los demás entraron con un saludo y sonrisa hacia el chico, hasta que alguien que desconocía pasó, aunque ya suponía de quien se trataba.

—Hola, Harry —este era pelirrojo un poco más alto que los gemelos, quizá asemejaba la altura de Ron y la sonrisa que le brindaba a Harry solo le hizo confirmar sus sospechas sobre de quién se trataba—. Bill Weasley —estrecharon sus manos a modo de saludo.

—Es un placer —supuso que no necesitaba decir su nombre por lo que no lo hizo, su conversación se vio interrumpida por comentarios hacia Bill que Harry solo entendió hasta que este le explicó su reciente condición por un hombre lobo. Fleur apoyó a su prometido justo en el momento en el que Remus y Tonks hacían acto de presencia.

—No olvides Fleur que ahora Bill come sus filetes crudos —Remus bromeó, poco a poco su humor adolescente regresaba, cosa que debía agradecerle a Tonks que no se separó de su lado, a pesar de sus evasivas.

—Mi esposo, el gracioso —sonrió al ver tan animado a Remus, habían pasado bastantes cosas hasta que Remus por fin aceptó sus sentimientos a pesar de la diferencia de edades, se habían casado y ahora esperaban un hijo, noticia que darían a Harry al este no poder asistir a su boda, pero fueron interrumpidos por cierta pelirroja que tenía el ceño fruncido mientras quitaba pequeñas hojas de su cabello algo revuelto.

—Fred, George juro por Godric que si vuelven a aventarme contra los arbustos solo para que tengan su "entrada triunfal" les haré desear no tenerme como hermana —habló sin levantar la vista al intentar quitar una rama de su cabello, cuando lo logró miró a su alrededor en busca de sus hermanos, más su vista se detuvo en el de anteojos lo que provocó un ligero sonrojo y con rapidez acomodó lo mejor que pudo su cabello—. Hola —no supo que más hacer o decir, hacia tanto que no se veían, lo único que sabían del otro había sido por medio de mensajes por sus patronus y ahora que le tenía en frente solo podía pensar que seguramente se veía horrible gracias a sus hermanos.

Harry sonrió al verle sonrojada sin siquiera moverse, en ese momento poco importó quién estuviese presente, le tenía respeto a la familia Weasley sí, pero la emoción de verle de nuevo fue más, se acercó a ella y le besó, la pelirroja estaba sorprendida por tal acción, pero le besó de regreso.

—Luego se demuestran su amor a sola —Alastor interrumpió el momento con una mueca asqueada ante la reciente muestra de afecto de los adolescentes, no fue el único, Ron estaba en la misma posición—. Tenemos que largarnos de aquí pronto —Alessia y Harry se mantuvieron cerca uno del otro, entrelazaron sus manos mientras esperaban que el plan fuera dicho—. Potter, aún eres menor de edad y tienes el detector.

—¿Qué es el detector?

—Si estornudas el Ministerio sabrá quién te limpio la nariz, tenemos que utilizar transportes que el Ministerio no detecta, escobas, thestrals, entre otros —esta vez se dirigía a todos—. Iremos en parejas, así si nos están esperando, que bien sabemos que así será —miró a Alessia que ya había apoyado con lo que sabía—, no sabrán cuál es el Harry Potter auténtico.

—¿Él auténtico? —Harry estaba completamente perdido en la conversación, ni siquiera sabía de qué se trataba eso.

—Me parece que estás familiarizado con esta poción —mostró su frasco y Harry negó casi al instante al por fin saber lo que harían.

—No, por supuesto que no.

—No hagamos esto más largo —habló la chica al lado del azabache provocando que este le mirara—. Sabíamos que te negarías y por eso tenemos un plan B —sonrió al ver que Hermione ya estaba lo suficientemente cerca y cuando Harry quiso girar esta ya le había arrancado varios cabellos.

—Maldición, Hermione —miró mal a su mejor amigo y después a su novia, quien solo se encogió de hombros.

—Todos son mayores de edad aquí, Potter. Accedieron a hacer esto —Alastor se encogió de hombros, el chico no podía hacer que los demás se retractasen.

—Por eso tomé mis precauciones, no invitamos a Mundungus, no necesitamos ratas por aquí —animó Alessia, sabía que aquel cambio podría darles una ventaja, aunque esperaba que así fuese ya que no sabría en qué sentido cambiaría su intervención.



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A partir de aquí habrán más cambios a la historia original por lo que espero que les guste. 



Editado

Pelirroja W


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