Sessantasette

(Recomiendo leer con la canción en multimedia partir del siguiente símbolo "→←"; Say You Love Me- Jessie Ware)


⇝ ‣ ‣ ‣ ‣ ‣ ‣ ‣ ⇜

❇❇❇❇❇



El cuarteto de oro se encontraba sentado en uno de los sillones frente al ministro de magia en espera de lo que tuviese que decir tras su inesperada llegada, tanto Harry como Ron y Alessia ya se encontraban cambiados para la boda, aunque faltaban algunos detalles como los tacones de la chica y las corbatas de ambos chicos, pero al menos tardarían menos tiempo que Hermione, quien llevaba ropa normal y el cabello aún húmedo al prácticamente ser arrastrada fuera de la habitación por la pelirroja para llevarle a la sala.

—¿Qué es eso? —Harry se atrevió a preguntar ante el silencio, el hombre había sacado algo de su maletín envuelto en una tela de terciopelo y lo colocó sobre la mesa de centro, sacó un pergamino que comenzó a desdoblarse y flotó a solo unos metros de su rostro.

—A continuación, daré lectura al testamento y última voluntad de Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore. Primero a Ronald Bilius Weasley, le dejo mi desiluminador, un aparato creado por mí, con la esperanza de cuando todo parezca más oscuro le muestre la luz —todos miraron el objeto mientras Ron lo sostenía entre sus manos.

—Él, ¿lo dejó para mí? —no podía estar más sorprendido, si bien tenía respeto por el hombre, nunca tuvo una gran relación más que para cuestiones que giraban en torno a Harry, pero aun así el hombre dejó algo para él—. Que bien, ¿qué es? —los cuatro chicos miraron al hombre en busca de alguna respuesta, pero ni él sabía realmente que hacía el artefacto, Ron al ver que ni el ministro sabía busco algún botón y en cuanto le encontró, lo presionó, la parte superior se abrió y al instante la luz artificial fue tragada por el tubo.

Ron repitió la acción regresando la luz artificial a las lámparas, bastante curioso el funcionamiento del objeto, pero sería útil a la larga.

—A Hermione Jean Granger, le dejo mi copia de los cuentos de Beedle el Bardo, esperando que le parezca entretenido y educativo —estiró la copia del libro hacia la castaña, quien lo aceptó sin reconocer dichos cuentos.

—Mamá me los leía de niño. El Mago y el Cazo saltarín o Babbity Rabbity y su cepa carcajeante —su hermana y amigos le miraron sin entender de lo que hablaba, quizá no le recordaba, pero los padres de Hermione eran muggles por lo que desconocían de ellos, Harry no tuvo quién le contase cuentos y Alessia no estuvo para que Molly le contase aquellos cuentos—. Oh vamos, Babbity Rabbity —ante el silencio se encogió de hombros dada por terminada su interrupción.

—Para Alessia Jane-Marie Weasley, le dejo mis recuerdos, esperando que las memorias de un viejo sean de ayuda —la pelirroja le miró sorprendida, aquellos recuerdos que creía eran tan preciados por el hombre ahora le pertenecían.

—¿Sus recuerdos? —preguntó al creer que por un segundo había escuchado mal o interpretado mal las palabras del hombre.

—Así es, señorita Weasley. No ha dicho la ubicación de estos, pero por su reacción he de suponer que sabe de ellos —Alessia asintió ligeramente por lo que el ministro decidió seguir con su lectura—. Y por último, a Harry James Potter le dejo la snitch que atrapó en su primer partido de Quidditch en Hogwarts, como recordatorio de las recompensas, de la perseverancia y la habilidad —estiró el objeto dorado entre sus dedos con un pañuelo, el hombre estaba expectante a cualquier suceso tras que el azabache le tomase entre sus dedos.

—¿Eso es todo? —Harry tomó la mano de su novia, casi por inercia.

—No, Dumbledore también dejó un segundo objeto, la espada de Godric Gryffindor, por desgracia Dumbledore no tenía derecho de regalar la espada, como un importante objeto histórico le pertenece a...

—Harry, le pertenece a Harry —Hermione le interrumpió al ver hacia qué dirección iba—, llegó a él cuando estuvo en la cámara de los secretos —Alessia miró a su amiga y negó con la cabeza solo para que ella lo notase, Hermione captó al instante para no insistir con el tema.

—La espada se presenta ante cualquiera digno de Gryffindor, señorita Granger. Eso no la vuelve propiedad de ese mago y en todo caso, la ubicación de la espada es desconocida, la espada desapareció. No sé qué esté planeando señor Potter, pero no puede librar esta guerra usted solo, él es demasiado fuerte —a pesar de sus palabras, miró a los cuatro, sabiendo que mientras Harry Potter estuviese involucrado los demás le seguirían.

—Lo sabemos, pero Harry no está solo —Alessia por fin habló—. Nosotros estamos a su lado y podremos con lo que venga —sonrió confiada en sus palabras, el ministro no dijo más ante tal argumento, él esperaba que en verdad eso fuera suficiente.


→←


La ceremonia había sido tan hermosa que varias personas habían derramado algunas lágrimas, entre ellas Alessia que se alegró tanto de ver el amor que se profesaban su hermano y su ahora cuñada. Por ello no podía despegarles la mirada, cada miraba que se daban y cada movimiento suyo atraía la atención de los demás, estaban hechos el uno para el otro, verles bailar solo provocaba que la sonrisa de Alessia, quien le acompañaba dando algunos aplausos como los demás.

—¿Por qué no bailamos? —la pelirroja saltó del susto provocado por el azabache quien le había hablado por la espalda, sin poder evitarlo y actuando casi por instinto golpeó el brazo de Harry—. Auch, ¿eso es un no? —se quejó mientras masajeaba la zona afectada.

—Eso es un, no vuelvas a asustarme o te golpearé más fuerte —rodó los ojos y eso solo provocó la risa de Harry, en ese tipo de situaciones era cuando más resaltaba la personalidad juguetona heredada del padre del chico.

—De acuerdo, lo siento. Como disculpa, ¿me darías el honor de bailar contigo? —sonrió cual niño y Alessia no pudo negarse, además de que en verdad esperaba poder bailar con él, aunque no se le diera muy bien a ninguno de los dos.

—Andando cuatro ojos —tomó su mano y le llevó a la pista de baile, en ese momento la música era algo movida por lo que tardaron en seguir el ritmo de esta, pero entre risas lograron compaginar muy bien, al menos así fue hasta que la atención de la pista se la llevaron los padres de la muchacha, que bailaban con un ritmo propio—. Por Merlín —rio junto a Harry ante lo raro que bailaban la pareja de pelirrojos, pero aun así parecían entenderse mutuamente.

—No esperaba verles bailar.

—Son la pareja perfecta —la canción que bailaban terminó dando paso a otra mucho más suave y que aprovecharon muchos enamorados para acercarse a bailar, Harry aprovechó la oportunidad haciendo que Alessia girase dos veces hasta detenerle con sus manos en la cintura de la pelirroja.

—Eres impredecible, Potter —sonrió completamente cautivada por la mirada del chico, pasó sus manos por detrás del cuello de este y se balancearon con la música. Se mantuvieron en silencio disfrutando de aquel momento, hasta que Harry vio demasiado pensativa a la chica.

—¿En qué piensas?

—No quisiera arruinar nuestro momento, pero pensaba en el futuro, al que le tengo miedo ya que he cambiado muchas cosas, temo en no poder evitar que perdamos a alguien que queremos y me da miedo el perderte —Harry sabía que en algún momento tendrían que hablar de ello, pero ver a la pelirroja tan afligida no le gustaba.

—No pasará nada malo, tú lo dijiste con el ministro, estamos juntos en esto, podremos con lo que venga —acunó el rostro de la chica en una de sus manos y ella no dudo en poner su mano sobre la de él.

—No quiero que nada malo les pase, si hubiera una mínima oportunidad yo no dudaría en... —Harry le interrumpió con un beso que dejó muda a la pelirroja y sonrojada ante su inesperada acción.

—No lo digas —murmuró aún demasiado cerca de ella—. Sé cómo eres, sé que darías tu vida por alguien que quieres, pero por favor no lo diga, no quiero pensarlo, ya una vez estuve por perderte y me sentí muerto en vida, no sé si podré seguir sin ti —la chica sintió un nudo en su garganta que intentaba ignorar—. Te amo, lo repetiré miles de veces y no me imagino un futuro sin ti —Alessia sintió las lágrimas aglomerarse en sus ojos, recostó su cabeza en el pecho del chico, soltó un suspiro ignorando por unos segundos su alrededor concentrándose solo en el chico frente a ella.

Intentó memorizar la sensación de los brazos del azabache alrededor de su cuerpo, aquel aroma que en algún momento había percibido el año pasado en la clase del profesor Slughorn, deseaba que aquel momento durase para siempre, que la felicidad de ese día siguiese, pero todo se vino abajo en cuanto un patronus se instaló en el centro de la pista, deteniendo todo movimiento, Harry había colocado a la chica a su lado y ambos sacaron sus varitas.

—El ministerio ha caído. El ministro de magia ha muerto —algunas imágenes lograban apreciarse, en el que solo se veía miedo y caos—. Ya vienen, ya vienen —en cuanto esta desapareció Alessia gritó.

—¡Adesso! —aquella palabra era una señal para todos, tanto los aurores fuera la carpa como para los invitados, se había advertido a todos antes de la celebración de la boda y a pesar de ello habían asistido. Ahora la mayoría de invitados había desaparecido, todos estaban listos para contraatacar, los mortifagos no tardaron en hacer acto de presencia y la lucha empezó, el cuarteto de oro ayudó lo más que le fue posible antes de que se tomasen de las manos y que Hermione les teletransportara.





. . .

Adesso: Ahora

La canción de multimedia creo que queda muy bien con la pareja y en verdad me ha gustado como ha quedado para su momento juntos en la boda, espero les haya gustado.



Editado

Pelirroja W


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top