Sessantasei
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Tras llorar hasta sentir que no podía más, Alessia no se separó de Harry, ni él deseaba que lo hiciera, todos decidieron que debían tener alguna forma de luto por Ojoloco y sabían que él no hubiese querido que llorasen su muerte, que se mantuvieran en silencio, por lo que brindaron por él, recordando y contando anécdotas con él.
Todos se encontraban sentados, brindando por Alastor, Harry sostenía a Alessia que se encontraba sentada en su regazo y que en algún momento había caído dormida, nadie le culparía, otra vez había estado al filo de la muerte, por lo que evitaban hacer demasiado ruido, Harry proporcionaba ligeras caricias en la espalda de la chica, esperando que al menos fuesen de ayuda para que durmiese bien.
Poco a poco el cansancio comenzó a reinar, por lo que Molly les brindó habitaciones a todos, entre Ron y Fred llevaron a George al que era el cuarto de los gemelos, ya que no podrían regresar a su tienda en la que vivían, en la parte superior de esta. Tanto Molly como Arthur confiaron en Harry al ver que Alessia se negaba a separarse de él, ambos se quedarían juntos en la habitación de la chica, el azabache se encargó de cargarle hasta esta y con cuidado recostó a la chica primero, para después el acomodarse a su lado.
Harry no lograba conciliar el sueño, por lo que simplemente se dedicó a apreciar cada rasgo del rostro de Alessia, mismos que lograba ver ante la luz brindada por la luna que se colaba por la ventana, le tenía tan cerca que lograba ver sus pecas, lo largas que eran sus pestañas, acarició la mejilla de la chica en donde se encontraba un rasguño que ya había sido tratado al igual que sus demás heridas, apreció el característico cabello de la chica.
—Eres algo acosador —la voz ronca al recién despertar de Alessia llegó a los oídos de Harry quien vio que esta abría poco a poco sus ojos y arrugaba ligeramente la nariz, acto que le pareció muy tierno.
—Un poco, eres hermosa —por primera vez desde que salieron de casa de los Dursley vio a Alessia sonreír, lo que solo hizo que Harry reafirmara sus palabras antes dichas—. No vuelvas a asustarme así, por favor. Estuve por perderte, sin que supieras que te amo.
—Pero estoy aquí, no me perdiste y no pienso ir a ningún lado—se acercó más a él colocando sus manos en el pecho de este, sintiendo el palpitar del corazón del chico, se mantuvieron así unos segundos hasta que la pelirroja sintió sus ojos cerrarse repetidas veces en señal de que comenzaba a sucumbir por el cansancio nuevamente—. Vamos a dormir, necesitamos descansar —Harry le abrazo por la cintura acercándole más contra sí—. Por cierto, si despierto y no estás, lo lamentarás —bostezó sintiendo aún más pesados sus parpados.
—No entiendo cómo puedes verte tan tierna mientras me amenazas —se burló un poco, sin separarse de ella se quitó los anteojos dejándoles en la mesita de noche, se acercó a ella y dejó un casto beso en sus labios, nariz y frente.
—Buenas noches, Harry.
—Buenas noches, Alessia —poco a poco la pareja pudo concilió el sueño y por primera vez en mucho tiempo Harry logró dormir sin pesadilla alguna.
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Cuatro días habían transcurrido tras la noche en la que trasladaron a Harry, mismas en las que no había tenido pesadilla alguna, había tenido la ligera duda de si estaba haciendo lo correcto al quedarse, pero Alessia le hizo olvidarse de esta, el solo verle feliz junto a su familia le hizo querer preservar dicha felicidad y no le dejaría sola tras lo vivido.
Durante su estancia solo la primera noche pudo compartir cama con Alessia, ya que al día siguiente Ron había entrado sin tocar y diciendo que el azabache se quedaría junto a él en su habitación para evitar que le hiciesen tío a temprana edad, obviamente se había ganado bastantes gritos y golpes por parte de su hermana, no solo por su comportamiento, sino por ser despertada de tal manera.
Ahora la casa Weasley se encontraba con total movimiento ante el casamiento del primogénito de la familia, las mujeres se encontraban en la habitación en la que se encontraba la novia, ayudándole con todo lo que podían. Fleur no podía estar más hermosa, si de por sí era hermosa, ese día irradiaba una luz que dejaba cautivado a todo aquel que le mirase.
—Es hermoso —elogió Ginny mirando el vestido de la que pronto sería su cuñada, la pelirroja por fin había notado cuanto la rubia amaba a su hermano lo que le hizo dejar atrás el mal concepto que se había creado y también dejando atrás el apodo que le había dado a sus espaldas.
—Te ves hermosa, Fleur. Tu vestido solo hará resaltar tu belleza —Alessia abrazó por los hombros a la rubia mientras le miraba por el espejo, ambas habían entablado una buena relación, sobre todo porque ambas practicaban tanto el francés como el inglés, ayudándose mutuamente.
—¿Ensegio lo crees? —a pesar de su practica la chica aún mantenía su marcado acento.
—Lo digo en serio, sino se tratará de mi hermano te robaría por ser la novia más linda que he visto —ante su espontaneo comentario las risas llenaron la habitación, Fleur se alegraba tanto de por fin poder llevarse bien con la familia del que sería su esposo.
—Vayan niñas, nosotras nos ocuparemos de los últimos preparativos, ustedes deben arreglarse —Molly prácticamente les echó de la habitación, solo se quedaron ella, la madre de Fleur, la hermanita de Fleur y por obviedad, Fleur.
—Pero mamá, queremos ver a Fleur con el vestido —Ginny se quejó.
—Le verán en la ceremonia, ahora háganme caso o les daré otra cosa por hacer —tras sus palabras las tres chicas desaparecieron de ahí, ya habían tenido demasiadas tareas esos días.
—Nos vemos en la fiesta, puede que vean personas que no esperaban —esto era dirigido más que nada hacia Hermione quien no tenía idea de que ese día vería a cierto chico búlgaro que no lograba olvidar a la castaña.
—Te gustará tanto mi vestido que desearás usarlo tú —Ginny rio cual niña para después correr hacia su habitación, Hermione no se quedó atrás haciendo lo mismo, pero en la habitación de invitados que Molly le había dado.
Alessia no se preocupaba mucho por el tiempo, siempre se había arreglado rápido y ese día no sería la excepción, realizó su rutina de aseo como cualquier otro día, al salir del baño observó el vestido verde esmeralda que se encontraba en su cama, se lo colocaría al final por lo que se concentró en arreglar su cabello y en maquillarse.
Un maquillaje sutil al no estar acostumbrada a este, su cabello lo arreglo en un moño bajo dejando algunos de sus rizos caer por su rostro, el problema llegó tras colocarse el vestido, el cierre se había atascado, por más que lo intentó por su cuenta no logró que este subiese y temía que aplicando fuerza de más este se rompiese.
—Maldito vestido —se quejó mientras bajaba las escaleras descalza, había intentado buscar ayuda con Ginny o Hermione, pero la primera se encontraba demasiado nerviosa al no estar lista y la segunda se encontraba bañándose, su otra opción era que su madre le ayudase, pero en cuanto intentó abrir la puerta le negó la entrada sin dejarle explicar—. Harry, ¿podrías ayudarme con esto? por favor —le llamó en cuanto le vio, este estaba leyendo el profeta ya arreglado, pero el azabache no había levantado la vista del diario.
—Claro —dejó el periódico sobre la mesa y giró a ver a la chica que ya se encontraba de espaldas, con sus mejillas sonrojadas Harry se acercó, sin poder evitarlos pasando la vista por la espalda de la chica que contaba con pecas distribuidas por esta.
—Intenté de todo, pero no he logrado desatascar el cierre y cerrar el vestido —explicó al ver que este no se movía, el azabache asintió y se acercó más a ella con tal de sostener entre sus dedos el cierre, con cuidado tomo las orillas del vestido y el cierre al mismo tiempo para comenzar a subirle con cuidado, sin poder evitarlo las manos de Harry rozaron la piel de la chica lo que provocó un ligero estremecimiento y sonrojo por parte de Alessia.
Harry terminó de cerrar el vestido de la chica y Alessia giró para agradecerle, más se perdieron en la mirada del otro para después juntar sus labios, extrañaban tanto aquella cercanía, ante los preparativos de la boda a duras penas lograban entablar una conversación ya que terminaban demasiado cansados. Los dos sonreían entre besos, disfrutando cada uno de ellos, más un carraspeo les hizo saltar en su lugar y separarse apenados al ser descubiertos.
—Hola —George les miraba burlón recargado en una parte de la cocina y con su cepillo de dientes en su oreja lastimada—. ¿Qué tal está mi hermana, Harry?
—Oh, estoy muy bien, George. ¿Qué tal está Tessa? —George casi se atraganta con su café, miró a su hermana entre sorprendido y apenado—. Así es, sé lo del par de hermanas que conocieron en la tienda, si sigues molestando a Harry le diré a mamá y no les dejará solos hoy en la boda —Alessia sabía bien por su hermano Bill que tanto George como Fred tenían algo con un par de hermanas mexicanas, la menor salía con George había formalizado su relación tan solo un par de meses atrás, mientras que Fred aún no daba el siguiente paso con Alice. El pelirrojo maldijo a su hermana por lo bajo, pero no dijo nada más y salió de ahí—. Amo verles asustados —Alessia se burló y Harry no pudo evitar reír ante la actitud de su novia.
. . .
Vamo arreglando esto, agregando más sucesos de los libros y claro haciendo que todo cuadre.
Para quienes se pregunten, ¿quiénes son Alice y Tessa? Pues son dos OC's míos, de una historia que tengo planeada de los gemelos, pero que no será publicada pronto, sino a futuro. Esta no será la primera mención que tendrán en la historia por lo que espero no se confuso.
Editado
Pelirroja W
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