Quindici
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Tras terminar de ver a los dragones ambos adolescentes regresaron a la sala común de Gryffindor sin decir palabra alguna, se encontraban tan absortos en sus pensamientos, ambos sin saber cómo lograrían pasar la primera prueba si había dragones de por medio, aun cuando Alessia sabía de qué trataba le costaba el imaginarse a sí misma frente a semejante criatura.
Al día siguiente la mañana pasó con tranquilidad para Harry y Alessia, más aquello cambio cuando se encontraban buscando a cierto tejón para informarle sobre lo que sabían de la primera prueba, a su alrededor comenzaron a escucharse murmullos y risas.
—Potter, apesta —mencionaba uno que otro chico que pasaba a un lado de ellos con unos pins enganchados en sus túnicas, además de otros comentarios desagradables, más ninguno parecía ir en contra de la pelirroja lo que la confundió demasiado.
—Amamos a Cedric y a Alessia —una chica les gritó mientras cruzaban un pasillo, el que apoyaran a la pelirroja hizo que Alessia mirara a su alrededor en busca de alguien que le viera con burla como si solo se tratara de una broma, pero no encontró lo que buscaba.
—Cedric, es el mejor —Alessia se adelantó un poco pasando por el arco del pasillo que daba al patio, más giró al no sentir la presencia de Harry encontrándolo siendo detenido por unos chicos pertenecientes a Hufflepuff.
—¿Te gusta? —una chica señaló con burla el pin en el que se burlaban de Harry.
—Con permiso —se abrió paso entre los chicos empujándolos levemente para caminar hasta la pelirroja.
—¿Estás bien? —Alessia se atrevió a preguntar en cuanto estuvo cerca de ella, más Harry le ignoró y siguió caminando, la pelirroja no mencionó nada más y caminó detrás de él hasta donde se encontraba Cedric.
—Lee mi botón, Potter —un amigo de Cedric se interpuso en su camino.
—Déjenlo, compórtense como alguien de su edad —Alessia defendió al azabache provocando que las risas se detuvieran, creyó que entenderían más no fue así.
—¿Podemos hablar, Cedric? —las risas volvieron a escucharse.
—Claro —se levantó riendo de las cosas que sus amigos decían, tanto el azabache como la pelirroja caminaron algo lejos mientras Cedric les seguía.
—Dragones —soltó de golpe Harry provocando la confusión de Cedric—. Es la primera prueba —susurró esta vez al notar que varios intentaban escuchar su conversación.
—¿Es en serio? —frunció el ceño mientras los miraba—. ¿Fleur y Krum lo saben?
—Si —se limitó a contestar Harry, se notaba que se encontraba molesto por la situación.
—Gracias —Harry asintió y comenzó caminar—. Sobre los botones, les pedí que no los usaran —hizo una pequeña mueca, Alessia miró a los dos chicos.
—No te preocupes —se alejó, Alessia estaba por seguirlo, pero Cedric se lo evitó al colocarse frente a ella tras notar que no le había dirigido ni siquiera una palabra.
—¿Ocurre algo?
—No es agradable escuchar que insulten a Harry por esos estúpidos botones —no pudo evitar sonar molesta aun cuando sabía que Cedric no tenía la culpa, pero el ver como este le seguía el juego a sus amigos y se reía sin ponerles un alto.
—Le he dicho que no los usaran.
—Eso lo escuché y te creo, pero eso no es lo que me molesta, Cedric. Te ríes con tus amigos como si en verdad estuvieras de acuerdo con lo que dicen y hacen, no les pones un alto y eso solo alimenta sus tonterías —soltó un suspiro mientras dejaba caer sus brazos a los costados tras tenerlos cruzados.
—Lo lamento —se disculpó sintiéndolo de verdad tras que la pelirroja le hiciera ver su gran error, ese no era él—. ¿Podrías perdonarme? —pellizcó la mejilla de la chica acercándose más de lo que acostumbraban provocando que el rostro de la pelirroja se volviera rojo de la pena—. ¿Eso es un "Te perdono"? —el chico miraba maravillado aquella nueva faceta de la chica, nunca la había visto tan de cerca sonrojada.
—Tonto —giró su rostro, más lo miró por el rabillo del ojo antes de sonreír y abrazarlo sorpresivamente, ahora era él el que sentía sus mejillas arder—. Venganza. Bueno, debo salvar a un hurón —se separó de él rápido sin dejarle decir algo y corrió hacia la misma dirección que Harry más su carrera se vio interrumpida por chocar accidentalmente con Ron que era acompañado por Seamus.
—Fíjate —las miradas molestas que le lanzaron ambos chicos, hizo la sangre de Alessia hervir y en un momento de valentía le contesto en el mismo tono.
—Fíjate tu —no esperó respuesta y siguió su camino hacia el lugar en el que se encontraba Harry riendo mientras Ojo loco jugaba con un hurón, cuando este estuvo por meterlo a los pantalones de Crabbe, Alessia ya estaba corriendo en su dirección tomando entre sus manos al hurón haciendo que las risas de los estudiantes cesaran y justo a tiempo para que McGonagall hiciera acto de presencia.
—Profesor Moody, ¿Qué está haciendo?
—Enseñando —los presentes rieron al ver como este se le acercaba a la pelirroja para quitarle el hurón de las manos, mismo que chilló al ver al hombre acercarse.
—¿Señorita Weasley eso es un estudiante? —miró las manos de la chica mientras esta se alejaba de Ojo loco, el cual le perseguía para seguir su castigo al chico Malfoy.
—De hecho, es un hurón —otra vez los estudiantes estallaron en risas.
—Señorita Weasley, colóquelo en el suelo —la chica asintió mientras dejaba con cuidado al hurón en el suelo, McGonagall con solo un movimiento de varita hizo que Draco regresara a la normalidad.
—Gracias —susurró mientras se movía asustado.
—Corre —apenas logró susurrar la chica y eso hizo el platinado, corrió con su sequito detrás de él.
—¡Mi padre se enterará de esto! —Alessia no pudo evitar reír por la frase tan peculiar del chico.
—¡Corre! ¡Podría contarte historias de tu padre que te erizarán la piel! —intentó ir tras él, pero los llamados de McGonagall le detuvieron.
—¡Alastor! —su voz ya denotaba molesta tras ser ignorada por el profesor—. Aquí nunca usamos la transformación como castigo. Creo que Dumbledore se lo dijo —se cruzó de brazos.
—Tal vez lo mencionó —agachó ligeramente la cabeza mientras murmuraba intentando zafarse del regaño.
—Pues será mejor que no lo olvide —le dio la espalda al hombre—. Ya no hay nada que ver aquí —los alumnos comenzaron a dispersarse para seguir con sus actividades.
—Ustedes, vengan conmigo —Ojo loco miró a los dos adolescentes que seguían en el lugar.
→←
Tras haber seguido al profesor llegaron a su oficina, aunque Alessia se mantenía con el semblante serio, tanto que Harry se sorprendió por aquello sin recordar desde la llegada de la chica si había visto aquel semblante, más era la primera vez en la que esta se encontraba tan callada y seria.
—Bien. ¿Qué es lo que piensan hacer? —se sentó mirando a los dos alumnos fijamente.
—Pues, bueno... Yo.
—Siéntense —Harry fue el único en sentarse, Alessia se encontraba reacia a la idea de ponerse cómoda frente aquel sujeto—. Su amigo Diggory a su edad, ya hacia todo tipo de hechizo sin fallar. Fleur Delacour tiene de princesa lo que yo tengo de príncipe. Y Krum es un tonto musculoso, pero Karkaroff no lo es y ellos tienen una estrategia —los miró en busca de alguna respuesta—. Díganme cuáles son sus habilidades.
—Vuelo bien —Harry dudó en mencionar aquello.
—Más que bien según sé —miró a la pelirroja, misma que no separó su mirada de la de él y por unos segundos el hombre la sintió como un reto—. ¿Y tú, qué tienes de especial?
—Nada, es mi primer año —respondió tajante—. Debo irme, olvide que tengo un compromiso —mintió antes de salir sin recibir alguna respuesta, estar en aquella habitación le revolvió el estómago y sintió que si seguía en aquel lugar arremetería contra el hombre. Bajó las escaleras justo a tiempo ya que se topó con la persona que buscaba—. ¡Cedric! —gritó emocionada mientras corría hasta él, sus amigos le dijeron algo al chico antes de que la pelirroja llegara, los amigos de Cedric les dejaron solos.
—¿Qué ocurre?
—Necesito tu ayuda —sonrió apenada—. ¿Podrías ayudarme con algunos hechizos y si es posible enseñarme otros pocos? —esperaba que este aceptara, realmente a la chica no le importaba ganar solo deseaba no morir en el intento o salir herida.
—Te ayudaré, pero deberás estudiar y practicar el doble cuando yo no esté ayudándote. ¿Trato? —metió sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras miraba expectante a la chica.
—Trato. Necesito a prender lo básico al menos, he estado estudiando más no sé si lo que hago es correcto, me da miedo incendiar medio Hogwarts —comenzaron a caminar hacia el lugar en el que practicarían.
—Tranquila, soy un excelente maestro —los dos rieron y siguieron caminando uno junto al otro, en ningún momento se sintieron incómodos cosa que no solo ellos notaron, sino que también varias personas que los vieron por los pasillos.
Editado
Pelirroja W
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