Quarantasette
(Recomiendo leer con la canción de multimedia; Avril Lavigne- Head Above Water)
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Los hechizos eran lanzados a diestra y siniestra en la habitación, la orden del fénix contra los mortifagos, además de que los adolescentes también se defendían, parecía que estaban ganando. La pelea se liberó tras la llegada de Sirius y su ataque hacia Lucius, cualquier distracción significaría terminar lastimado de gravedad o a muerte.
—¡Tonks cuida a Ginny! —giró de tal manera que su cabello golpeo con su rostro, la metamorfaga le asintió mientras se acercaba a la menor de los Weasley colocándose frente a ella—. ¡Stupefy! —el hechizo golpeo de lleno a un mortifago que atacaba a su mellizo dejándolo inconsciente, corrió hasta el pelirrojo y Hermione—. Ocúltense —se agacharon y ocultaron tras una roca que les mantendría protegidos y ocultos, todos parecían haberse ocultado y los únicos que peleaban eran Harry junto a Sirius contra Lucius.
Alessia se levantó con una sola cosa en mente. Salvar a Sirius. Pero Ron le detuvo antes de que pudiese dar siquiera un paso, el pelirrojo poco entendía lo que su hermana pensaba, desde su llegada sus acciones y palabras parecían predeterminadas o como si siguiese un guión, el solo deseaba que fuese feliz y protegerla era su deber como hermano.
—¿Qué haces? No puedes ir, saldrás lastimada —Alessia miró a Ron y regreso su mirada al azabache y al hombre que tanto le apoyó cuando se creía un monstruo.
—Estaré bien —sonrió de lado antes de soltarse y correr sin mirar atrás, aun cuando Ron gritaba su nombre.
—¡Así se hace James! —Sirius ni siquiera reparó en que había llamado a su ahijado por el nombre de su difunto mejor amigo, Harry no pudo evitar sonreír al saber que se parecía a su padre, su pecho se llenó de orgullo. Sirius movía su varita con seguridad y astucia hasta que logró su objetivo, desarmar a Lucius y mandarlo a volar adolorido por el hechizo que había recibido de lleno. La batalla no termino cuando Bellatrix Lestrange sustituyó a Lucius para enfrentar al que era su primo, pero eso a la mujer poco le importaba, ya que en ningún momento flaqueo al
—¡Sirius!
—¡Avada kedavra!
—¡Alessia!
Aquellos fueron los gritos que retumbaron en la habitación antes de que esta se llenase de un silencio sepulcral, todo había pasado en cámara lenta ante los ojos de Harry quien aún retenía el aire y no reparaba en lo que veía.
Alessia había corrido hasta colocarse frente a Sirius recibiendo de lleno la maldición asesina, pero el impacto fue tal que su cuerpo al igual que el de Sirius impactaron con el arco, un dolor punzante se instaló en la cabeza de la pelirroja cuando cayó de lleno contra el suelo, todo le dio vueltas hasta que por fin se dejó llevar por la inconsciencia.
Sirius había a duras penas mantenerse de pie muy cerca de la apertura del arco, había pasado lo peor, pero se distrajo al ver a la chica inconsciente que le había salvado, cosa que Bellatrix aprovecho lanzando un hechizo que hizo dar un paso en falso que le adentro al arco llevándose consigo un suspiro y a su vez su vida. A veces no importaba cuanto luchases por cambiar el rumbo de la historia, esta volvería a su punto inicial.
Los gritos desgarradores de Harry no se hicieron esperar, el dolor y tristeza de perder al que consideraba como parte de su familia le cegó, sus gritos y llanto tocó el corazón de sus cercanos, ni siquiera lograban pronunciar palabra y el nudo en sus gargantas aumentaban, el dolor del azabache se volvió en su dolor. Remus le sostenía al ver como se encontraba este, intentaba ser un pilar aun cuando sabía que no lo lograría, el hombre conocía la promesa que Sirius le había hecho a Harry sobre vivir juntos como una familia y no tenía palabras para reconfortarle porque él también estaba destrozado, nuevamente perdió a uno de sus mejores amigos y no había podido hacer nada por él.
Harry lloraba de tal manera que sentía que el aire le faltaba, miraba el arco de piedra con dolor y reparó en su mejor amigo llamando a Alessia, esta no respondía y su cabello tapaba su rostro y logró ver sangre en el suelo, temió lo peor, ella había arriesgado nuevamente su vida por alguien más y había logrado salvarle, pero una mala jugada del destino terminó arrebatándole aun así la vida a Sirius.
Por otro lado, Bellatrix Lestrange veía todo con una sonrisa, no sentía remordimiento alguno de asesinar a su primo, quitarle la vida a su propia sangre había sido como aplastar un insecto con la suela de su zapato, un traidor de sangre no merecía seguir con vida, ni siquiera merecía las molestias que ella se había tomado al lanzar maldiciones. Harry miró furibundo a la mujer, quien le sonrió provocándole, salió del lugar sin prisa y dando saltos de felicidad, el azabache se deshizo del agarre de Remus y corrió persiguiendo a la mujer, ignorando los llamados de los demás.
—¡Yo maté a Sirius Black! —Bellatrix canturreaba a todo pulmón, regocijándose de sus actos, reía y daba saltos como si de una loca se tratase y ella realmente estaba loca—. ¿Ya vienes a atraparme? —se burló sin siquiera mirar atrás, creyó que el indefenso y huérfano Potter no le haría nada.
—¡Crucio! —la maldición dio de lleno contra la espalda de la mujer, quien se quejó al sentir un dolor punzante recorrer todo su cuerpo, la de rizos cayó al suelo y giró sobre sí para mirar con falso miedo a Harry, el chico le miraba con odio profundo sin dejar de apuntarle con su varita, aquel sentimiento negativo era lo que el señor tenebroso buscaba y tomaría a su favor.
—Tienes que desearlo, Harry —la voz resonó en la cabeza del azabache, esta parecía susurrarle en el oído, el tono fue como si escuchase el siseo de una serpiente—. Ella lo mató, se lo merece —el chico movió su cabeza intentando alejar aquella voz que solo avivaba su odio, ella se lo merecía, pero él no era esa clase de persona. ¿Cierto?—. Conoces el conjuro, Harry. Hazlo —Voldemort se presentó a un lado del chico provocando la risa de Bellatrix quien dejó a un lado su máscara de falso miedo—. Hazlo —repitió con más fuerza, era una orden, pero Harry despertó de aquella ensoñación y se apresuró a apuntar al hombre con su varita, pero Voldemort con un solo movimiento le desarmó—. Que... débil —el odio que Harry sentía disminuyó hasta que simplemente sentía como si tuviese un hueco en el pecho, la soledad le golpeó como un balde de agua fría, la satisfacción en el rostro de Voldemort duró poco, ya que de la red flu apareció Albus Dumbledore.
—Fue tonto que vinieras esta noche, Tom. Los aurores vienen hacia acá.
—Cuando lleguen, yo ya me habré ido y tu... —sonrió con suficiencia, movió su mano con elegancia casi como si hiciese una despedida— muerto estarás —Dumbledore actuó con rapidez empujando a Harry para que este estuviese fuera de la vista de Voldemort, la batalla entre el señor tenebroso contra Dumbledore dio inicio y Bellatrix Lestrange aprovechó aquella distracción para huir. A pesar de que la batalla se libraba entre los mayores, Voldemort solo tenía un objetivo, mismo que intentaba lastimar al desviar ligeramente los hechizos hacia Harry cosa que Dumbledore notó y cada que veía al chico cerca le alejaba.
Una serpiente de fuego provocada por Voldemort causo problemas para el hombre, pero logró apaciguar el hechizo y aprovecho para encerrar en una esfera de agua a Voldemort, le contuvo hasta que Harry estuvo a la vista del señor tenebroso provocando la distracción de Dumbledore al volver a empujar lejos al azabache.
El estruendo que provocó el hechizo de Voldemort rompió todo vidrio ahí presente, Dumbledore había caído, pero se levantó con gracia al ver el control que el hombre tenía ante el vidrio, creó un escudo que hizo el material filoso en fino polvo que solo les cegó unos segundos. Parecía que todo había terminado cuando ese mismo polvo se elevó alrededor de Voldemort y este desapareció, una ligera brisa llegó hasta Harry que sintió que el aire le faltaba y un dolor punzante se aglomero en todo su cuerpo provocando que este cayera de rodillas en busca de un alivio, sus quejas no se hicieron esperar y miró a Dumbledore en busca de ayuda.
—Has perdido anciano —aquella voz no era la de Harry, sino la de Voldemort, los ojos cual esmeraldas del chico ahora carecían de color y sus pupilas eran iguales a las de las serpientes, un quejido regresó a Harry, su cuerpo se retorció ante el dolor, los recuerdos malos se aglomeraron en su mente, poco a poco este era consumido por la oscuridad, él estaba solo.
—Harry —llamó al chico intentando traerle de vuelta.
—Que débil. Que vulnerable —todos los recuerdos que se presentaban ante el chico mostraban su dolor, la soledad que había sentido toda su vida y que parecía no tener fin—. Mírame
—Harry, no importa el parecido que tengan, sino cómo se diferencian —el chico soltó varios quejidos, sentía su sangre hervir, sentía como si le torturaban aun cuando ni siquiera le tocaban—. ¿Harry? —en ese momento llegaron los demás, sus amigos miraban al rededor hasta que posaron su mirada en él y fue cuando recordó que no se encontraba solo, quizá no había tenido a nadie que le apoyara o le brindara felicidad antes de sus once años, pero desde que había puesto un pie en King's Cross el ya no estuvo solo, los que en algún momento fueron recuerdos tristes ahora le mostraban felicidad, misma que había obtenido con sus seres queridos.
El azabache no entendería en ese momento por qué su mirada buscó con urgencia a cierta pelirroja, ni por qué sus recuerdos se centraron en la risa de la chica o su mirada llena de un brillo atrayente. Harry Potter consiguió fortaleza de sus amigos, pero Alessia Weasley fue quien le dio las palabras para seguir aun cuando esta no se encontraba presente.
—Tu eres el débil —habló en voz alta soltando un quejido ante el esfuerzo—. Nunca conocerás el amor ni la amistad y siento lastima por ti —aquellas palabras fueron un detonante para que surgiera una batalla en la mente del chico, quien luchaba por sacar a Voldemort de su mente, cuando lo logró una capa fina del polvo se levantó alrededor del chico separándole de los demás.
—Eres un tonto, Harry Potter —Voldemort susurro al estar frente a este—. Y ahora lo perderás todo —alargó esta última palabra seguro de que su plan marchaba bien, pero no contó con que la red flu fuera nuevamente utilizada y por estas se mostraron los trabajadores del Ministerio, entre ellas Cornelius Fudge, varios fueron testigos del regreso de Lord Voldemort y el ministro no podía estar más sorprendido siendo este la principal persona que negaba el retorno del señor tenebroso.
—Ha vuelto —murmuró con miedo e incrédulo a lo que había visto, aquel día fue un punto clave para el inicio de una batalla en el mundo mágico, marcó el inicio de nuevos sentimientos y el inicio de un cambio en la historia.
. . .
Cabe destacar que Alessia si cumplió su palabra, ella sí logró salvar a Sirius, aun cuando le causo la inconsciencia, logró que Sirius Black viviese, aunque sea un minuto más de lo marcaba la historia y quizá este hubiese vivido de no ser por su distracción y que se encontraba cerca del arco, si no hubiese caído dentro de este quizá la historia hubiese sido distinta, pero a veces no se pueden cambiar las muertes.
Dirían por ahí, "Cuando te toca, ni, aunque te quites, y cuando no te toca, ni, aunque te pongas"
Así las cosas, dejo imagen de Alessia nomás para que aprecien su hermosura y que fue uno de los recuerdos de Harry.
Sale, bye
Editado
Pelirroja W
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