Cinquantotto


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Alessia iba y venía, estaba igual o más emocionada que Molly Weasley por aquella cena de navidad, la matriarca de la familia de pelirrojos había planeado una navidad perfecta en la que olvidarían por completo los problemas del mundo mágico, Alessia por su parte se había propuesto desde temprano en ayudarle, sobre todo en la cocina, aprendiendo las recetas de su madre.

En cuanto Alessia terminó con lo que hacía y que Molly prácticamente le hubiese ahuyentado, entró a la sala misma en la que se encontraban Remus, Tonks, Arthur y Harry platicando; ella se mantuvo en el umbral de la entrada con tal de no interrumpir.

—Desaparecen personas todos los días, Harry. Podemos confiar en muy poca gente y si peleamos entre nosotros estamos perdidos —el silencio gobernó tras aquellas palabras, Tonks se puso de pie tomando la mano de Remus en el camino con tal de que este se tranquilizara, era un tema delicado y Remus había estado algo alterado tras la perdida de otro de sus mejores amigos, Arthur les siguió no sin antes besar la frente de su pequeña, Alessia sonrió para acercarse a Harry.

—Él tiene razón, Harry —se sentó a lado del azabache, era la primera vez que tenían algo de privacidad siendo que Ron se había encargado de contarles a todos que Alessia y Harry estaban en una relación, todos lo habían tomado con emoción, aunque las amenazas por parte de los hermanos de la chica no se hicieron esperar—. Deberías dejar de lado el tema de Draco, sé que ha hecho cosas malas y realmente no ha dado motivos para darle el beneficio de la duda, pero no somos nadie para juzgarle —tomó su mano jugueteando ligeramente con sus dedos.

—Intentaré calmarme un poco, es solo que... no me da buena espina, ni él ni Snape, la noche en la que nos besamos, yo estaba por seguirles —Alessia se mordió la mejilla al recordar que ella había impedido ese suceso, pensó en recostar su cabeza en el hombro de Harry, pero Ron hizo acto de presencia.

—Permiso —caminó hasta ellos parándose justo en frente—, déjenme sentarme —hizo que la pareja se separase con tal de sentarse en medio de ellos—. ¿Quieren? —ofreció los pastelillos que se encontraban en la bandeja en sus manos.

—Oh, no gracias —Harry miró de reojo a su novia buscando ayuda ante la incomodidad provocada por la reciente llegada de Ron, el pelirrojo tomó uno de los pastelillos para poder darle un buen mordisco.

—Oh por el amor a Godric, Ron me tardé mucho en esos pastelillos como para que tú quieras comértelos solo, son para todos —le quitó la bandeja y dejó un par de los pastelillos en las manos de su mellizo—. Y deja de ser tan celoso e intentar ser siempre el mal tercio —le retó antes de ponerse de pie—. Vamos, falta poco para que la cena inicie —dio un par de pasos para girarse hacia los chicos, Harry y Ron se miraron unos segundos para después levantarse empujándose entre ellos con tal de obtener el lugar junto a la chica en la mesa—. Tranquilos, solo por eso ninguno se sentará a mi lado —esta vez no les espero y caminó hacia el comedor—, niños —murmuró para dejar la bandeja junto a los demás postres y ayudar a colocar la comida en la mesa.


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La cena transcurrió entre risas y anécdotas por parte de todos, sobre todo de los mayores que tenían historias que aún no habían sido escuchadas, tras terminar de cenar hubo una separación por grupo mismos en los que Ginny, Tonks y Alessia terminaron hablando sobre la relación de la metamorfaga con Remus, la pareja había iniciado con el pie izquierdo ante las trabas que Remus colocaba ante el tema de la diferencia de edad, pero Tonks jamás cedió y Remus por fin aceptó los sentimientos que tenía por la mujer.

La madrugada se hizo presente, los adultos charlaban en la planta baja mientras que los adolescentes ya habían subido a las habitaciones, Harry se mantuvo en las escaleras en espera de su novia quien había sido requerida en parte de la conversación, Alessia subía las escaleras cuando vio al azabache mirando sus zapatos.

—¿Te encuentras bien? —Harry se puso de pie en cuanto escuchó a la pelirroja.

—Si, no me ha pasado nada —se acercó a ella y le abrazó, Harry recordó su plática con el padre de la chica, en la que el tema principal había sido lo peligroso que todo se estaba volviendo, temió que aquella nube oscura que le perseguía alcanzara a la pelirroja—. Te quiero —murmuró mientras que ocultaba su rostro en el cuello de la chica.

—Te quiero, Harry —acarició el cabello del chico aceptando el abrazo, aún sin saber la razón de tan repentina muestra de afecto, todo parecía ir bien, hasta que un estruendo provocó que se separaran y mirasen hacia afuera, el destello provocado por el fuego alrededor de la casa se reflejó en cada ventana, Bellatrix Lestrange hizo aparición, la ira de Harry le cegó—. ¡Espera, Harry! —intentó tomarle del brazo, pero el chico era más rápido, la pelirroja le siguió a tropezones saltando más que un par de escalones con tal de evitar que el chico saliese de la casa, pero ni siquiera los adultos lograron detener a Harry, ni a ella cuando paso en medio de ellos saliendo de la casa.

—¡Alessia! —Molly intentó alcanzar a su hija, pero esta pasó justo por la apertura que había hecho Remus y Tonks en la barrera de fuego, la chica corrió alejando con sus manos la hierba que se interponía en su camino, aun cuando esta le pegaba en el rostro.

—¡Yo maté a Sirius Black! —Alessia sintió las ganas inmensas de hacer pagar a la mujer ante el tono divertido y burlesco ante el cantico que realizaba al recordar que había asesinado al hombre, pero la chica ignoró aquel sentimiento con tal de llegar junto a Harry quien le llevaba varios pasos adelante.

—¡Harry! —Alessia llamó al chico, pero no recibió respuesta, una sombra pasó muy cerca suyo provocando que soltase un grito del susto provocado, pero no paró a ver de quién o qué se trataba, sus zapatos se mojaron por el estanque, giró con tal de no darle la espalda a la hierba que mantenía ocultos a los mortifagos, Greyback se mostró sonriendo mostrando los dientes lo que provocó que Alessia diese un par de pasos hacia atrás hasta quedar junto a Harry.

—¡Desmaius! —Harry atacó a Greyback y colocó a la pelirroja tras él con tal de protegerle, Alessia no llevaba consigo su varita, pero tenía un plan para mantenerles seguros mientras llegaban los demás.

—No te alejes de mi —murmuró antes de comenzar a elevar sus manos concentrándose en el agua alrededor de ellos, levantó un muro a su alrededor que no dejaría que ningún hechizo les lastimase, pero aquello solo serviría tanto como lograse aguantar, cada hechizo que chocaba contra el muro le hacía sentirse cansada, aquel poder requería demasiada concentración y a pesar de su práctica con Remus no sabía cuándo dejaría de funcionar.

Minutos que fueron demasiados largos hasta que las voces inconfundibles de Arthur llamando a su hija mientras que Remus gritaba el nombre del azabache, las manos de la pelirroja cayeron a sus costados y por ende el agua dejó de protegerles justo en el momento en el que los adultos se ponían a la defensiva listos para contraatacar, Harry sostuvo a Alessia en cuanto vio que esta parecía muy cansada, todo se mantuvo en silencio.

—Mamá —Alessia se separó de Harry y corrió con las fuerzas que aún tenía con tal de llegar a la madriguera con tal de evitar un golpe duro para su familia, pero a mitad de su camino vio el fuego expandirse por el que era su hogar, mientras más se acercaba más calor sentía y vió a su familia fuera de la casa mirando como poco a poco este era consumido por el fuego—. No —se negaba a permitir que los mortifagos vieran su hogar caer y con ello el dolor de su familia, se acercó lo más que el calor se lo permitió.

—¡Alessia! —Ron quiso alejar a su hermana, pero una corriente que la chica desprendió en cuanto levantó sus manos en dirección a la casa impidió que cualquiera se acercase, Alessia se concentró en la energía que fluía en las llamas, el fuego el elemento que menos lograba controlar ante lo inestable que era, pero en ese momento parecía hacer lo que deseaba en cuanto vio que este disminuía, cuando todo pareció terminar un fuerte dolor de cabeza se le presentó y se dejó caer de rodillas respirando agitada, el líquido color escarlata descendió por su nariz hasta gotear en el pasto.

Los mortifagos habían presenciado tal acto, Bellatriz presentaba el ceño fruncido y maldecía abiertamente a la chica ante su actuar y quitarle la satisfacción de ver sufrir a aquellos traidores de sangre, más tendría que comunicarle al señor tenebroso cuanto había avanzado la chica con su magia.

—Alessia —Harry se hincó frente a ella, levantó el rostro de la chica en busca de alguna herida, al ver que la nariz de esta sangraba, con cuidado le limpio con la manga de su camisa, Alessia le sonrió ligeramente para después recostar su cabeza en el hombro del chico y este le abrazó mirando a los demás asegurándoles con la mirada que esta se encontraba bien—. Estaremos bien —murmuró intentando creer en esas palabras.






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Y las ediciones siguen, pequeños cambios por aquí y por allá, espero que les guste <3




Editado

Pelirroja W


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