Cinquantasette
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Alessia ni siquiera lo había pensado realmente, había actuado y cuando se dio cuenta ya se encontraba besando a Harry, ¿se arrepentía? diablos, por supuesto que no. La pelirroja no pudo evitar el admirar los ojos de Harry en cuanto dejaron de besarse, sintiendo aún su aliento tan cerca. Harry por su parte también le miraba, completamente cegado por lo hermosa que Alessia se veía y por fin había aceptado aquello que se había dedicado a enterrar en su corazón.
—Gran forma de callarme —susurró con una sonrisa, juntó su frente con la de la Alessia rosando ligeramente su nariz con la de ella—. Lo siento, siento ser un idiota orgulloso y testarudo —Alessia sintió sus mejillas arder ante tal cercanía, el pasillo en el que se encontraban apenas estaba iluminado y realmente esperaban que nadie se atreviese a interrumpirles.
—También lamento ser orgullosa, testaruda y parecer que siempre oculto algo —Alessia sabía que esto último no cambiaría, pero deseaba disculparse y Harry aceptó la disculpa, los dos tenían mucho por decir, pero no era el momento—. Hablando con total honestidad, dije varias veces que eras idiota en italiano —Harry rio ante su honestidad.
—Gracias por la honestidad, aunque seguiré sin entender cuando hables en italiano por más que suene lindo —el de anteojos hizo una ligera mueca provocando la risa de Alessia.
—Nos hemos tardado bastante y ahora somos demasiado cursis —Alessia bromeaba a causa de su nerviosismo, era casi automático, Harry sonrió ya que él si había notado aquella tan curiosa manera de sacar el nerviosismo de la pelirroja, eso y que esta movía constantemente sus manos, tal y como hacía en esos momentos, la chica sin notarlo jugueteaba con el cabello del azabache, pero en verdad Alessia lo hacía sin siquiera percatarse de ello.
—Debemos agradecerle a Hermione —soltó un suspiro, alejó un poco su rostro solo para ver mejor a la chica y quitar de su rostro varios mechones que se habían salido de su peinado—. Me gustas y mucho —las mejillas de Alessia se encendieron tan pronto como Harry soltó su confesión—. No sé en qué momento pasó, pero no pude dejar de pensar en ti, fue en ti en quien pensé cuando peleé contra Voldemort, tu recuerdo me hizo fuerte y logré sacarlo de mi mente. Tú me ayudaste cuando perdimos a Sirius, tu intentaste salvarle al igual que hiciste con Cedric y eso lo aprecio, nunca pude agradecértelo, pero ahora lo hago, gracias —hizo una pausa antes de seguir—. Yo... Lo que dije el otro día fue una idiotez, estaba celoso y fui impulsivo, dije cosas que realmente no siento, agradezco siempre que hayas llegado a nuestras vidas y en ningún momento desearía que desaparecieras —Alessia sintió un nudo en la garganta y estaba haciendo un esfuerzo enorme en no llorar.
—Me gustas —su voz sonó más rasposa de lo normal al estar conteniendo el sentimiento de querer llorar—. Maldición, estoy a nada de llorar, debo admitir que todo lo que hago tiene un porque, pienso en la felicidad de los demás, pero a veces soy egoísta, no sé qué pasará con el futuro, ya no, pero no puedo alejarme de ti, no puedo —sin poder evitarlo aún más las lágrimas rodaron por sus mejillas, más no llegaron más allá ya que Harry se encargó en quitar cada una de ellas con sus pulgares.
—En ocasiones no es malo ser egoísta, tú quieres ser feliz y nadie puede negártelo, nadie puede imponerte el que solo pienses en los demás, si está en mis manos te ayudaré a ser feliz —acercó a la chica a sí con tal de abrazarle de hacerle saber no solo con palabras sino con actos que él estaba ahí y le sostendría hasta que encontrase su felicidad, Alessia aceptó llorando en silencio al sentir que nuevamente le hubiesen quitado una enorme roca de encima, se concentró por unos segundos en el olor de Harry y como había sospechado con anterioridad, este olía exactamente como el mismo aroma de la poción de amortentia de la clase de pociones—. ¿Quieres ser mi novia? —se atrevió a preguntar tras varios segundos.
—Si, Potter —Harry aprovechó para juntar sus labios sellando de alguna manera una promesa no dicha, él velaría por la felicidad de la chica.
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Harry, Alessia y Ron se encontraban en uno de los compartimientos del tren, unas cortas vacaciones comenzaban y era como un respiro para todos, la pelirroja se encontraba en el mismo asiento que Harry, sus piernas se encontraban sobre las de él quedando con la espalda recargada en la parte que daba al pasillo, Ron por otro lado se encontraba sentado frente a ellos y les miraba aun procesando la noticia.
—No lo entiendo, ustedes discutían mucho, ahora me dicen que están saliendo, saliendo juntos, Harry y tu —les señaló puntualizando todo con tal de intentar procesarlo, primero fue Ginny con su reciente relación con Dean y ahora su melliza con su mejor amigo, no estaba listo.
—Basta, Ron. Sigue adelante —Alessia suspiró ante la insistencia de su hermano de ser el hermano celoso, ahora entendía la posición de Ginny—. Agradece que nosotros preferimos ser discretos, no como tú, Ron-Ron —imitó la voz de Lavander provocando la risa de Harry—. Parece un dementor, en vez de succionarte el alma son los labios y esa es una imagen que deseo no mirar diario —la risa de Harry aumentó sumándole ahora la de la pelirroja ante su tan ingeniosa comparación, aunque las risas cesaron en cuanto unos leves golpes sonaron en el vidrio de la puerta, Alessia tuvo que girar un poco para ver de quién se trataba y estuvo a nada de cerrar las cortinas al ver a Lavander, misma chica que realizaba corazones en el vidrio.
—Que encantador —Harry se burló de su amigo en cuanto la chica se fue.
—Siempre quiere besarme —se quejó el pelirrojo al no saber qué hacer—, mira hasta tengo los labios partidos —se acercó al de anteojos, pero Harry le alejó entre risas.
—Te creo —justo en ese momento Hermione apareció por el pasillo dispuesta a compartir compartimiento con sus amigos, pero al ver el vidrio se fue sin siquiera saludar.
—Debes de hablar con ella, ya ha durado demasiado su pelea, Ron —le reprendió ante la falta de iniciativa de su hermano—. Deja de ser un chiquillo orgulloso e intenta hablar con ella, averigua porqué estás así contigo —Ron negó para después levantarse.
—No lo haré, iré con Seamus, dijo que me daría algunos dulces —salió del compartimiento sin dar tiempo a que algo más fuese dicho sobre el tema.
—Es totalmente irritante que ninguno quiera hablar, es irónico siendo que ellos soportaron lo mismo con nosotros, creo que es Karma —se cruzó de brazos—. Cambiando de tema, me alegra que pases navidad con nosotros, será divertido ver cómo reaccionan los demás con nuestra relación, sobre todo la reacción de los gemelos.
—No me lo recuerdes, Ron es estresante al amenazarme cada que puede y recordándome que olvidará nuestra amistad por los minutos en los que me golpeará si te lastimo, George y Fred parecen más tranquilos, pero que sepan hacer bromas me tiene alerta —Alessia sonrió ante las palabras del de ojos cual esmeraldas, bajó sus piernas hasta quedar sentada a la par de Harry, se acercó a él hasta que sus brazos se rozaron.
—Tranquilo, estaré ahí para salvarte, seré como tu guardaespaldas personal —recargó su mejilla en el hombro del chico.
—Gracias —murmuró divertido, se mantuvieron en silencio, ambos sintiéndose tranquilos y seguros, disfrutando de aquella paz que pocas veces lograban disfrutar, poco a poco se quedaron dormidos, sin miedo a ser vulnerables junto al otro.
. . .
¡Vamos #Hassia! Los amo, me siento mamá orgullosa al ver a sus bebés por fin felices y juntos.
Hago una pequeña invitación a que revisen mis otras historias, tengo de varios fandoms <3
Editado
Pelirroja W
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