Cinquantaquattro
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Tras el beso tanto Derek como Alessia entablaron una conversación bastante agradable, el castaño se aventuraba a tomar la mano de la pelirroja y proporcionar ligeras caricias con su pulgar, en ningún momento intentó besarle nuevamente y quizá se debió a que Alessia se avergonzó tanto que podían asegurar que su rostro se tornó de un rojo que podría hacerle competencia a su cabello.
Cuando terminaron con su cerveza de mantequilla decidieron salir a dar un pequeño paseo antes de que fuese momento de regresar al castillo, Derek había cedido su bufanda a la pelirroja con tal de protegerle del frío que provocaba el que estuviese nevando, sus manos se encontraban entrelazas mientras caminaban uno a la par del otro, todo parecía bastante bien, hasta que en un momento su andar se vio interrumpido por los amigos de Derek que aseguraban que necesitaban su ayuda, al parecer uno de sus amigos había arruinado su cita y no sabía cómo pedir perdón a una chica de slytherin que había terminado con una charola de postres de Madame Tudipié sobre su cabello.
—Anda, estaré bien, el castillo no está lejos —Derek se negaba a dejarle sola.
—Ellos pueden esperar, te llevaré al castillo y regresaré a ayudarles —esta vez Alessia fue quien negó.
—Derek sé cuidarme sola, no me pasará nada, ve con tus amigos, en verdad parecen necesitar tu ayuda —miró a los chicos a un par de metros de ellos que intentaban tranquilizar a uno de ellos que se lamentaba. Derek también les miró y soltó un ligero suspiro antes de regresar su vista a la chica.
—En verdad, eres la mejor. Te veré luego pelirroja —se acercó a ella provocando que Alessia pensase que le besaría, pero Derek solo dejó un casto beso en la frente de la chica a modo de despedida.
—Hasta luego —los dos se alejaron y tras despedirse con una sonrisa caminaron en distintas direcciones, al menos hasta que Alessia notó que en su cuello aún yacía la bufanda del chico—. ¡Derek, tu bufanda! —le gritó al ver que este ya se encontraba algo lejos con sus amigos, el castaño giró a verle sin dejar de caminar y también gritó para ser escuchado.
—¡Considéralo un regalo de disculpa! —este sonrió mientras agitaba su mano como despedida y girarse hacia sus amigos que no tardaron en empujarle de manera amistosa bromeando por su comportamiento ante la pelirroja. Alessia se giró para seguir con su camino pensando en lo ocurrido, ella y Derek se habían besado, le había gustado no iba a mentirse, pero necesitaba tiempo si deseaba seguir adelante.
Sus sentimientos hacia Harry seguían latentes, no podía utilizar el de un clavo saca otro clavo, no era justo para nadie, ni siquiera para ella, si en verdad deseaba darse una oportunidad con Derek primero debía olvidarse de esos sentimientos.
Siguió con ese y mil pensamientos más sobre el tema hasta que a unos metros de su posición logró reconocer a sus amigos, una chica y a Hagrid cargando a otra que parecía cargar a otra.
—Maldición es Katie —caminó lo más rápido que la nieve le permitió hasta llegar junto a los demás—. ¿Se encuentran bien? —quiso asegurarse que nada más hubiese ocurrido, hasta el momento todo parecía seguir su curso, pero no podía confiarse ante los cambios que había hecho desde su llegada.
—Si, nosotros estamos bien —Ron se acercó a su melliza—, pero ella no —mencionó refiriéndose a Katie que se encuentra en brazos de Hagrid, Harry dio un par de pasos al collar aún en el suelo.
—No toquen eso, solo la envoltura —Harry asintió, con la envoltura tomó el collar colocándolo dentro de la caja que antes le guardaba y cerrándola para poder sostenerla.
—Hagrid, debes llevarla a la enfermería —Hermione habló provocando que Hagrid comenzara su camino hacia la enfermería.
—Debemos ir con McGonagall.
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—¿Estás segura de que Katie no tenía esto en su poder antes de entrar a las tres escobas? —McGonagall miraba a Leanne que se encontraba justo a un lado del cuarteto de oro, la mujer inspeccionaba el collar con sumo cuidado.
—Como dije, se paró para ir al baño y cuando volvió tenía el paquete, dijo que era importante, que debía entregarlo —movía sus manos con nerviosismo contra su suéter.
—¿Y dijo a quién?
—Al profesor Dumbledore.
—Muy bien, gracias Leanne puedes irte —la chica no lo dudó y salió de la sala, nadie podía culparle por querer salir de ahí, ver a Katie de aquella manera debió dejarle mal, Alessia nunca había entablado una conversación con la tejona, pero si le había visto en el comedor varias veces—. ¿Por qué siempre que pasa algo, tienen que estar ustedes cuatro? —un suspiro compartido se escuchó en la sala y Ron fue quien contestó.
—Créame profesora, yo me he hecho esa pregunta por seis años.
—En mi defensa, a penas llevo tres años aquí —los mellizos provocaron una sonrisa en la mujer recordándole por unos segundos no solo a los problemáticos gemelos Weasley, sino también a ciertos hermanos de Molly Weasley.
—Ah, Severus —miró detrás de los adolescentes en donde se encontraba el recién mencionado, Snape pasó a un lado de los alumnos para colocarse frente al collar y hacerlo levitar con su varita—. ¿Tú qué crees? —habló en voz baja, pero aun así pudieron escucharle.
—Creo que la señorita Bell tiene suerte de estar viva.
—¿La hechizaron, no es así? Conozco a Katie, no lastimaría ni a una mosca —todos miraron al azabache—. Si le estaba llevando eso al profesor Dumbledore, no lo estaba haciendo conscientemente.
—Si, la hechizaron —confirmó las palabras de Harry.
—Fue Malfoy —acusó sin más, Alessia admitía una cosa y era que Harry tenía madera de ser un buen detective, pero no era muy listo.
—Esa es una acusación muy grave, Potter —ambos profesores le miraron sorprendidos ante tal acusación.
—Es cierto, ¿tienes pruebas? —Snape habló sin quitar su mirada de Harry.
—Solo, lo sé.
—¿Solo lo... sabes? —murmuró sin gracia—. Nuevamente nos asombras con tus dones, Potter. Dones que cualquier mortal solo sonaría con poseer, que grandioso ha de ser saber que es el elegido, ¿Verdad? —el ambiente comenzó a tensarse por lo que McGonagall tuvo que interferir.
—Les sugiero que vayan a sus dormitorios, todos —el cuarteto se alejó sin replicar.
—¿En verdad creíste que iban a creerte, Harry? —Alessia preguntó algo divertida por la manera en la que Harry pensó que aquel era un buen plan.
—No lo sé, fue un impulso —contestó sin siquiera mirarle.
—Debes controlar mejor esos impulsos —sugirió intentando calmar un poco el ambiente que aún seguía bastante tenso.
—La que debería controlar sus impulsos es otra persona —murmuró por lo bajo sin intención de ser escuchado, pero Alessia le escuchó.
—Bien, basta de esto, ¿Ahora cuál es tu problema? —dejó de caminar y enfrentó al azabache.
—Ninguno —frunció el ceño e intentó seguir con su andar, pero la pelirroja se lo impidió.
—Escuché lo que dijiste, Potter. Ya hemos pasado por esto, lanzas indirectas hacia mí por algo que te molesta, termino diciéndote que eres un idiota, te disculpas y seguimos como si nada, prefiero evitar eso, prefiero que digas lo que te molesta —fue directo al grano, Alessia comenzaba a molestarle aquella rutina ya conocida y que terminaba en ella molesta con el chico.
—Lo que pasa, es que mientras nosotros intentamos hacer algo contra Voldemort no has hecho nada más que besuquearte con aquel tejón —Harry no aguantó más aquella molestia que contenía desde que había visto aquella escena de la chica besando al chico que según Ron era quien había estado mandando carta a la madriguera.
—Si eres un idiota —mencionó con gracia sintiendo el enojo aumentar hasta que no pudo callar—. ¿Crees que no he estado haciendo nada para ayudar? Eres un idiota egocéntrico, que no ve más allá de lo que hace, desde mi llegada he buscado alternativas, he intentado ayudar sin importar lo que pase conmigo —le miró completamente dolida por las palabras del chico—. Si me echas en cara un maldito momento en el que deseaba ser solo una chica normal, entonces puedes irte al demonio —ambos se retaban con la mirada, tanto Hermione como Ron les veían sin saber qué hacer—. Maledetto bipolare, pensi solo a te stesso ed io stupida che mi preoccupo per te —sin siquiera darse cuenta había hablado en italiano, provocando la confusión de los demás.
—No entendí nada de lo que dijiste, pero seguramente no es nada bueno —Harry siguió en su postura defensiva, hasta que las palabras salieron de su boca sin permiso y ojalá nunca lo hubiesen hecho—. Todo sería menos complicado si no hubieses llegado a nuestras vidas, no necesito tu maldita ayuda —Alessia lo vio alejarse de ellos, no tuvo palabras para contraatacar, ¿le había dolido? Como el demonio, ella no merecía el trato de Harry, para nada.
—Chicos —miró a ambos, Alessia parada sin decir nada y a Harry alejarse a toda velocidad de ahí—. ¿Por qué cuando parece que todo está bien entre ustedes deben pelear? —murmuró para sí misma, la chica se acercó y abrazó a la pelirroja sabiendo que las palabras sobrarían en ese momento.
—Ron, ve con él —el mencionado dudó en dejar a su melliza, ciertamente le molestó lo que Harry había dicho, era cierto que él también fue un idiota con su hermana en algún momento, pero era distinto decirlo a escuchar que otra persona se metiese con ella—. Ve, al igual que él tengo una gran bocota, solo es una pequeña diferencia —realizó una mueca que creyó era una sonrisa, Ron asintió y miró a Hermione como diciendo que le cuidara para después alejarse por el mismo camino en el que se había ido Harry.
—No has dicho nada que no sea verdad, Ale. Esto queda entre nosotras, pero creo que ha estado de mal humor desde que te vimos besar a Derek —acarició la espalda de su amiga a manera de consuelo, caminaron sentarse en una banca, ahora Hermione le abrazaba de lado y Alessia tenía su cabeza recostada en el hombro de la castaña.
—Es un idiota, no me cansaré de decir que lo es, por fin he pensado en dejar a un lado esos estúpidos sentimientos, Derek es un buen chico, me gustaría intentarlo, pero primero debo olvidar lo que siento por ese cuatro ojos y ahora sale con ¿celos? —negó levemente—. Me dolió, me dolió lo que dijo, aunque sea algo que ya haya pensado —se mofó ante lo irónica que era la situación, miles de veces se cuestionó su estadía en ese mundo, pero escucharlo de otra persona y más cuando esa persona te gustaba, era una cosa muy diferente.
—Tranquila, Alessia. Hablaremos con él, sabes cómo es, no es justificación, pero él dice y hace cosas impulsado por sus emociones, la mayoría de veces guiándose por las emociones negativas —sonrió un poco—. Ahora tendrás que contarme de tu cita, que según lo que has dicho Derek te ha hecho pasar un buen rato.
—Lo ha hecho. Gracias Herm, por todo, me has ayudado mucho.
—No me lo agradezcas, para eso están las mejores amigas, si tu caes te ayudaré a levantarte o me tiraré a tu lado hasta que tengas la fuerza de seguir adelante —las dos se abrazaron, agradeciendo haberse conocido, Hermione era quien le mantenía con los pies en la tierra, apoyándole y cuidándola; Alessia por otro lado hacía que Hermione fuese más abierta y se aventurara a nuevas cosas—. Ahora cuéntame todo —se sonrieron antes de enfrascarse en la conversación.
. . .
Maledetto bipolare, pensi solo a te stesso ed io stupida che mi preoccupo per te: Maldito bipolar, solo piensas en ti y yo estúpidamente me preocupo por ti.
Digamos, que tan pronto como edite un capítulo lo subiré, pero también habrá veces en que suba varios capítulos a la vez, esperemos tener terminada esa historia nuevamente completa <3
Editado
Pelirroja W
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