Desde que nací, me sentí ahogada.
La superficie se ah encargado de asfixiarme desde el comienzo.
¿Cómo respirar cómodamente en un mundo tóxico y sucio?
Me esfuerzo en llenar mis pulmos y exhalar esperanza. Pero la realidad es que, en el interior las cosas no están sanas.
Mi mente es como un apartamento cuadrado y compacto, lleno de alambres y cosas inservibles.
No importa cuanta fe pongamos en esto, sabemos en el fondo que mi mente está quebrada, y que las percepciones se encuentran distorsionadas.
El ojo izquierdo en este momento tiembla, el estrés quiere salir disparado por alguna zona de mi cuerpo, la que sea y hacerme vivir en constante dolor y frustración.
Si, algunos días soy feliz. Pero en mi soledad, se que no quiero soportar todo esto.
Quiero respirar pero no acá, me gustaría tener la fuerza y determinación para levantarme un día y alejarme. Tan pero tan lejos, que ni siquiera sientan un suspiro en el viento parecido al mío.
Irme y respirar ondo, lejos de toda esta realidad en la que estoy obligada a existir.
Si tu duda es si quiero morir... La respuesta es si pero no ahora, no acá. Quiero darme la posibilidad de pararme encima de sus sucios rostros y reírme por un largo rato. Que sepan que si, me han vuelto miserable pero que voy a ser miserablemente feliz con mis propios parámetros. Sonreir entre aquel humo bailando esa música que tanto asco te da.
No importa cuanto daño este recibiendo ahora. Porque nada va a compararse al daño que van a sentir el día que me vean gritar y soltar las cadenas.
Y si en el proceso tengo que desgarrarme a mi misma en dos, no existirá problema alguno. Porque la vida me acostumbró a sus golpes duros y su sangre derramada.
Falta poco para quitarse la soga del cuello y respirar. Voy a demostrar que dentro de esta muerte constante aún estoy viva y que puedo apoderarme de ello.
Prepárense.