Capítulo 54 | Parte 2.
Capítulo 54.
(Amanda)
Comencé a conducir una vez que salí del centro de urgencias dónde trabajo. El volante recibía puñetazo tras puñetazo de mi parte, sin importarme tan siquiera lastimarme las manos.
Desde que Adrián me había confirmado en mis propias narices que él y la estúpida de Nere estaban teniendo algo, no he podido dormir tranquila. Ni siquiera había sido capaz de conciliar el sueño sabiendo que tienen sexo y duermen juntos.
Si no fuera por el imbécil de Jesse, todo esto no estuviera pasando. Sus indiscreciones y su constante despreocupación sobre tener a Nere en la palma de su mano ha hundido nuestros planes de siempre, de mantenerlos alejados para nuestra absoluta conveniencia.
Me causa gracia que el estúpido de Jesse se crea el hombre invencible, cuando no era más que un ridículo maltratador y un débil. Su carácter tan desmedido lo hace ver más patético de lo que ya es. Por eso y muchas más razones incontables, no tiene el derecho de compararse con mi hombre, Adrián...
Pero yo tendría que resolver todo esto de alguna manera. Ésta vez, tendré que meter mis manos en el fuego para volver a tenerlo para mí sola.
No me importa llevarme enredado de por medio a quién sea si se trata de Adrián. Lo amo desde que comenzó a convertirse en un hombre, y no permitiría que un estúpido amor de juventud lo lleve a los brazos de Nere. Lo necesito. Tiene que escogerme a mí, no ha la maldita desgraciada esa, quién nunca le prestó la mínima atención cuando él siempre vio luz por su estúpida e ignorante persona.
Presiono el acelerador con furia. Aún me carcome saber que Nere lo tenga en la palma de su mano. No podía asimilar la forma en la que Adrián se comportó con ella ayer. Estaba suponiendo que si ella continuaba a su lado, entrometiéndose con él, podría hacerlo cambiar de parecer en cuánto a todo lo que piensa de sí mismo. Y para ser sincera, odiaba esa idea.
Quién debe estar ahí para apoyarlo debería ser yo. Quién ha complacido todos sus retorcidos deseos, inclusive por encima de las demás he sido yo.
Adrián podrá tener una extraña conexión hacia la estúpida de Nere que aún yo no entendía, pero estaba segura de que podría remediarlo a mi gusto. Me lo demostró en ocasiones, cuando me lo hacía como él sólo sabe hacerlo.
Ni siquiera Jesse me ha hecho sentir lo que Adrián puede hacer con una sola mirada que emana control.
Me enferma que Adrián se muestre tan despreocupado y extrovertido con Nere, como si perdiera esa esencia que tanto me encanta. Esa estúpida quiere manejarlo a su gusto. Quiere cambiar lo que ya está en él y lo que lo hace único. Pero yo le haría la vida imposible desde otro perfil, uno que pueda ofrecerme las oportunidades de volver a estar más cerca de él.
Cada segundo que pasa la odio más. ¿Cómo se atreve a humillarme de tal forma delante de él? Si antes detestaba sus buenas acciones, su perfecta vida, su cara de mimada e inocente, ahora la odiaba más por querer quitarme a mi hombre.
Las actitudes de Adrián siempre han sido demandantes y comedidas. Es un un hombre manipulador y dominante hasta la saciedad. Y su inteligencia... Simplemente, es el hombre perfecto en todos los aspectos.
La estúpida de Nere es muy poca cosa para él. Una insignificante niñita que no puede ofrecerle lo que yo sí.
Pero ésta vez, tendría que hacer las cosas de manera inteligente si quería que todo surgiera a mi favor. Ver como Adrián la besó con esa asquerosa desesperación no me hacía dudar de mis siguientes planes.
La besó con una estúpida reverencia, como si quisiera decirme que ella es y siempre ha sido su todo.
— Maldita ingenua de mierda... — Mascullo mientras me detengo en el multipisos del hospital dónde trabaja Adrián, y también la estúpida de Nere.
Les agrade o no, éste sería un buen punto de inicio...
Solicitar una plaza como enfermera en el Puerto Rico General me haría las cosas más sencillas.
Al estacionar mi vehículo, pienso en el beneficio que esto me dará. Podré estar cerca de Andy. Más de lo que me ha permitido estar cuando se trata de su vida personal.
Lo mejor de éste plan es que él no puede abogar nada por una petición de trabajo hecha por mí ante los que dirigen éste lugar. Lo haría discretamente, sin que nadie se entere de momento. Ni siquiera Andy.
Por la misma razón, había estacionado mi vehículo bastante apartado del área dónde suele salir él a la hora de marcharse.
Miré hacia todas las direcciones posibles, ya que había venido hasta aquí en horas de salidas de muchos turnos. Sabía perfectamente que ésta era la hora de salida de Nere, así que sería perfecto para mí inicial con los trámites de obtener un trabajo en éste hospital.
Al comenzar a caminar con mi bolso en el hombro y mi teléfono en mano mientras intento verme espectacular como siempre lo he sido, me percato que a una distancia considerable hay varias personas, como si estuvieran reunidas. Me detengo al intentar fijarme con detenimiento en lo que estoy viendo.
— ¡Es... imposible! — Gruño por lo bajo y retrocedo al ocultar mi presencia entre los vehículos que estaban estacionados. — ¡Es... la madre de Andy! — Sin poder creerlo, continúo observando hacia la dirección de Nere.
"Es imposible. Adrián siempre ha odiado a esa mujer, al punto de que ha sido capaz de prohibirnos mencionarla o acercanos a ella." Pienso por un momento con detenimiento.
Es la primera vez que esa mujer tiene un acercamiento tan espontáneo.
"¿Será que él le ha perdonado todo?"
No. Es imposible. Adrián es muy rencoroso para perdonar tan fácil a esa vieja desgraciada y egoísta.
Debo admitir que cada vez que yo sentía el tormento y el rechazo de Adrián después de que siempre le informaran sobre su madre biológica, deseaba deshacerme de ella. Hacerla desaparecer para siempre.
Era una mierda cada vez que él sabía de los pasos de esa mujer. Su actitud no sólo se tornaba cortante y dominante, sino que era cuando más exigente se convertía a la hora de hacerme suya pensando en la estúpida de Nere.
Aunque Adrián tenía suficientes razones para no habernos dicho nada jamás, yo sabía su jodida y oscura verdad. Él desconocía que yo estaba más que informada de sus acontecimientos pasados y de lo que significa esa mujer en su vida, pero aún así, siempre lo he amado y lo he querido para mí.
Mientras intento espiar con fastidio, una idea se me ocurre. La oportunidad perfecta se me había presentado frente a mis narices para hacer mis jugadas desde un perfil oculto.
Con extrema suficiencia alzo las cejas. No podía evitar sonreír de manera abundante al mostrar mis dientes con descaro al soltar varias risas ambiciosas.
— El momento de comenzar con esto se había vuelto a mi favor... — Automáticamente, presiono el icono de la cámara en la pantalla de mi teléfono.
Presiono una y otra vez el icono al teclear con suficiencia. Las imágenes comienzan a grabarse en la memoria de mi teléfono. Sonrío aún más, ampliamente. Esto tendrá que llegar al teléfono de Adrián, pero no con mi número.
— Ya buscaría la forma... — Murmuro al captar una imágen dónde la vieja desgraciada intenta acariciar el rostro de la estúpida de Nere. — Esto no le gustará a mi Andy... — Me muerdo los labios con ansias. — A ver, Nere... Ya veremos como te las arreglarás con el Adrián que aún desconoces. — Al terminar, guardo mi teléfono en el bolso. — Veremos si eres capaz de soportar todo lo que verdaderamente quiere de ti...
Estaba suponiendo que Adrián tomaría cartas en el asunto, o verdaderamente se comportaría con Nere como lo ha hecho cuando éstas situaciones suelen ocurrir y se salen de control según él lo sienta. Ahora mucho peor, ya que ese tipo de acercamiento que se permite Nere con esa vieja está fuera de sus límites.
Me quedo escondida mientras terminan de despedirse bruscamente. Al parecer, Nere no se esperaba ese acercamiento y estaba nerviosa. Pero yo aprovecharía éste momento antes de que ella pueda decirle.
"Qué extraño..." Pienso.
La vieja había llegado acompañada de dos personas más que yo ni siquiera conocía de nada. Pero le dejo de tomar importancia cuando vienen a recoger a Nere. Su hermano había llegado por ella.
Tal vez Jimmy la esté vigilando de las andadas de Jesse. Después de todo lo que había ocurrido y de todo los movimientos de él hacia Nere, no me sorprendería nada. Jesse es un abusador de mierda y le gusta la violencia contra las mujeres, creyéndose que porque tiene un poco de dinero y un club de ricos tenía el mundo en sus manos.
No podía decirle que Andy y Nere estaban teniendo algo. No podía decirle que el hombre con quién ella se acuesta es él. Quiero matarla con mis propias manos al ser consciente de eso, pero tampoco quería que Jesse le hiciera daño a mi hombre. Por eso, lo haría yo a mi modo. A mi manera...
No puedo esperar a que Adrián estalle. Él y Nere se tienen que dar cuenta de la realidad del asunto.
Ella no soportará todas sus manías, sus perversiones, sus exigencias, y sus actitudes.
Él no podrá aguantar por mucho tiempo ese tipo de relación tan cursi y espontánea. Adrián jamás estará apto para formalizar una relación, y mucho menos con tantos embrollos en su cabeza.
Sólo yo puedo entederlo...
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