[20: Epiphany]


Sobre las tres caen un denso silencio, permanecen inmóviles en sus posiciones, hasta que la más adulta es quien desciende por los escalones con cabeza gacha, yendo lentamente hacia su bisnieta, la cual está en espera de una aclaración.

–¿Qué significa lo que le dijiste a Soobin? – Lisa rompe la atmosfera, viendo expectante y con un mal presentimiento a su bisabuela – ¿Vas a...Irte?

–En una familia donde la magia trasciende, es normal que uno de los hechiceros viva más de la cuenta, hasta tres siglos o más. Nosotros somos descendencia directa de los primeros hechiceros, así que tenemos ese don.

–¿Ajá? – inquiere con impaciencia, los nervios le estaban haciendo sudar las palmas.

–Esto acontece a cada ciertas generaciones, y esta persona seleccionada por la magia no envejece después de llegar a cierta edad adulta, por lo que conserva su aspecto. En mi caso, he sido yo, y puede que la siguiente seas tú, o tus descendientes, Lalisa – termina de relatar con una sonrisa apagada –. Ya he alcanzado el límite, no soy tan poderosa ni fuerte, ya no soy capaz de hacer muchas cosas como anteriormente solía... 

–Irene, ¿Vas a morir? – interrumpe con demanda, a pesar de que tiene un sollozo contenido, temblaba bajo el inmediato abrazo que le da su novia para apoyarla –. Dime la verdad... Lo merezco, lo merecemos.

–La palabra "morir" no es algo que sea de mi agrado – concede con detenimiento –. No morimos realmente, siempre que nos recuerden y honren, querida – suspira largamente, era duro apreciar a su familia sufriendo por su causa –. Me iré de este mundo, físicamente, dentro de unas semanas. No hay tiempo estimado. 

Lisa libera un jadeo entrecortado, apartando su rostro para escapar finalmente un sollozo, Jisoo se aferra a ella y le susurra al oído para consolarla entre caricias repartidas en su espalda y cabello. Irene no se mueve hasta que la encara entre lágrimas, la mujer reprimiendo las suyas.

–Ok, d-debemos solucionar este desastre primero, y luego quiero que vengas a casa. Mamá y la abuela merecen saberlo, t-tienen que... 

–Es lo que planeaba, por supuesto que iré con ellas.

–Siempre acostumbrando a hacer todo a última hora – susurra amargamente, limpiando sus mejillas húmedas e impidiendo que su bisabuela diga algo, cambiando el tema: –. Pudiste decirle más a Soobin, convencerlo de su error.

Irene comprendió que Lisa no quería discutir más de su corta estadía en el planeta, por lo que dio una exhalación resignada.

–Está reacio a todo, Lisa. No puedo obligarlo, la única persona que puede apelar ante su plan y revocarlo, es Yeonjun.

–Entonces lo llamaré.

–No, espera. Llamarlo no funcionará, está tan afectado que de seguro ni contestará las llamadas o los mensajes que le enviemos – Jisoo impide que la menor teclee en su celular con un agarre suave –. Le conozco, Yeon es muy terco y no va a creernos posiblemente ni una sola palabra.

–Los chicos – opina entonces.

–Ellos no conocen la historia, y dudo que vía telefónica sea la manera más adecuada de contárselas – vuelve a negar, con labios torcidos en desacuerdo –. Debemos ir a la ciudad, hay que llevar una prueba de lo que decimos.

Lalisa rechista exasperada.

–Ajá, ¿Y qué se supone que llevemos? 

–¿No hay nada que Soobin posea que demuestre su afecto por Yeonjun? Como algo que resalte su mentira – Irene interroga, uniéndose al plan –. También pienso que es la mejor opción que tienen, como dice Jisoo.

La rubia disipa todas los agobios de su cabeza, intentando formular algo. De pronto un recuerdo le golpea y la hace irse apresurada y sin explicación previa al estudio, deslizando las puertas y entrando a examinar el desordenado escritorio. Las otras dos se le unen con confusión, hasta que ella exhala contenta al conseguir lo que buscaba.

–¿Qué es eso?

–Cartas, desde ayer le ha estado escribiendo a Yeonjun para drenar lo que siente. No iba a mandarlas, pero lamento tener que romper sus planes – se las extiende a su unnie, mordiendo su labio con ansiedad –. ¿Serán suficiente prueba para Yeonjun?

Kim leía rapidamente cada palabra al abrir ágilmente los sobres, su propio pecho duele con todo lo que plasmó Soobin en papel.

–Lo serán... Dios mío, tiene que leerlas lo más pronto posible – sacude su cabeza con exaltación, señalando todo con manos temblorosa –. ¡Dice incluso lo que piensa hacer!

–Bien, ok, seguramente no conseguiremos vuelo hasta mañana, la estación de buses está cerrada a esta hora y manejar nos tomará mucho tiempo – Lisa maquina con inmediatez, organizando sus ideas –. No le vamos a poner sobre aviso, si es como dices, lo más indicado es llegarle de imprevisto.

–De acuerdo – afirma repetidas veces –, pero ¿No hay una forma de teletransportarnos con tu magia o algo por el estilo? 

–No, no alcanzo ese nivel, sólo en zonas que me sean conocidas y que estén cerca de mi alcance – sisea ofuscada la menor. Entonces le lanza una mirada de reojo a la que no ha opinado en un rato –. Quien puede es... 

–No es recomendable que la señora Irena haga esa clase de actos.

La imponente voz del hombre se hace presente en la estancia, sobresaltando a las dos jovencitas. Irene ante aquello, secunda con lamento:

–Ya no poseo la fuerza para una magia tan grande, requiere de mucho poder. Namjoon tiene razón.

–¿Quién es...?

–Mi gato, ya lo vieron hace horas – sonríe con cierta gracia, dando un ademán hacia el hombre de gran complexión y altura –. Cambia de forma, es mi leal compañero desde hace muchas estaciones.

Joon le da una reverencia y corresponde con leve sonrisa de hoyuelos, yendo hasta su lado para quedarse como un agradecido guardián.

Las chicas le detallan y luego vuelven a centrarse en la ojos verdes.

–Pero vendrás con nosotras, ¿No?

–Prefiero quedarme aquí con Soobin para vigilarlo, alguien tiene que hacerlo, por si comete algún arrebato imprudente.  

 –Pienso que es una mejor opción.

La Manoban menor concuerda, rezando para que todo salga como lo esperado. Ya idearían lo más adecuado y acertado.

–Esperemos estar a tiempo en todo, Chicken.

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Su noche fue peor que la anterior -y eso es mucho que aportar-, pues si bien antes la incertidumbre y la angustia por el saber lo que le sucedía a Soobin le mantuvieron despierto, ahora la respuesta brutalmente cruda y el conocimiento de los hechos, le hicieron tener pesadillas cada vez que cerraba los ojos, hasta el amanecer. Yeonjun despertaba de las pocas horas que concilió de sueño con unas aplastantes ganas de llorar y gritar en la almohada, enojado y dolido, con muchas emociones que le hacen sentir un ser patético. 

¿Por qué anda así, si lo más probable es que el idiota que le puso tan mal esté contento viajando y conociendo personas que le complacen en todos sus caprichos?

Ahora que lo medita con cabeza fría, fue un iluso al imaginar que Soobin pudo fijarse en alguien como él, ¿Alguien sumamente apuesto, virtuoso y agraciado iba a elegirlo por sobre un mar de cisnes? Si es como el patito feo del lago, por dios.

Hay minutos en los que se desconcierta y no cuadran las memorias, porque a pesar de que nunca fue seguro de sí mismo, pudo jurar por más de un instante que el azabache sí fue sincero con él, que sí gustó de él... Pero entonces rememora sus palabras, tan afiladas como cuchillos y tan frías como un tempano de hielo.

De haber significado el mismo Soobin que conoció esos primeros días, para nada le habrían afectado sus palabras, las hubiese esperado por esa naturaleza horrible que tenía en un inicio... Pero las semanas cambiaron todo, y vaya que el imbécil le afectó y sorprendió en demasía.

Sus amigos le chequean sin disimulo apenas sale de su cueva de lamentos, tratan de distraerlo y ser considerados, sólo que no tiene ánimos de nada, ni porque se esfuerce en ello.

Con Kai fue distinto, lo había asimilado y, sí, le lastimó mucho, pero no le fue difícil salir del hoyo ni tampoco ignoró al resto del mundo porque tuviese el corazón roto. ¿Qué difiere ahora de esa ruptura y esta? Para empezar, Soobin y él nunca empezaron, he ahí el gran detalle, ¿Cómo era romper sin ser nada?

Pues es jodidamente doloroso, quema profundo.

 Jun expulsa un nuevo suspiro viendo la pulsera en su muñeca mientras pone las medicinas ordenadas en la bandeja que lleva para su madre, por más que estaba en la mierda, se empeñó en seguir siendo quien la atienda. Sin embargo, antes de siquiera ir a la habitación de esta, la misma camina en su encuentro y se sienta en una de las sillas en la isla de la cocina, examinándolo con mejor expresión que cuando llegó a la ciudad dos días atrás, aunque todavía algo agotada.

–Mamá, ¿Por qué no estás descansando? Si necesitabas algo pude llevártelo – reprocha con suavidad –. Ya iba a tu cuarto.

–Oh, mi healing, si me mantenía un minuto más dentro de esa habitación, iba a enloquecerme por completo y tendrías que también medicarme con tranquilizantes – escapa en un quejido melodramático –. ¿Te imaginas lo que es sentirte encerrado?

Yeonjun hace una mueca apagada al recordar que Soobin estuvo muchísimos años en aquel espejo que inició toda su historia. 

"Se lo merece, por idiota..." No se cree a sí mismo, pero se convence, enojado consigo mismo al compadecerse del otro Choi mentiroso.

 –Claro, entiendo.

Sooyoung ladea su cabeza ligeramente ante la exhalación desolada de su hijo, escaneándole al percatarse que algo no marcha bien con él.

–¿Recuerdas que te decía así cuando estabas triste, todo para animarte? Healing, mi healingie. 

–No estoy triste...

–Ocultarle cosas a tu madre no es algo en lo que seas exitoso, yo te di vida, jovencito. Justamente era eso lo que me respondías desde niño cada que estabas pasando por un mal momento – acusa con gesto blando a pesar de su tono reprochador –. ¿Es por el tal Choi Soobin?

No tiene ganas de continuar mintiéndole a su madre, a nadie para der francos, estaba agotado de ello, pero se debate si es lo correcto permitirle estar al tanto de lo que le acongoja, no quiere mortificarla en su estado. Masculla vagamente tras meditarlo mejor: 

–Soy un idiota, le di demasiada entrada y terminé destrozado por permitirselo.

–Intuyo que algo malo ocurrió, te hirió, ¿No es así? – inquiere con condesendencia, exhalando por el pequeño asentir de su hijo –. Está bien, no pretendo que me des los detalles si no lo deseas ahora, sólo quiero que sepas que no está mal el abrirnos a los sentimientos, aunque salgamos lastimados. 

Yeon bufó sin gracia, desganado.

–No me sirvió de mucho, mamá.

La mujer esperó unos breves segundos para retomar:

–¿Te arrepientes?

–¿Ah?

–De lo que vivieron, ¿Deseas cambiar los hechos y no haberlo conocido jamás?

–No, o sí, tal vez...No lo sé – chasquea frustrado y pasando una palma por su cansado rostro, posando su otra mano sobre la superficie de granito – ¿Cómo pude encariñarme tanto con él en tan pocas semanas? Jamás he sido tan impulsivo, estoy más que confundido con todo esto.

Porque se siente que saltó a un precipicio con mil advertencias que ignoró, ¿A cuenta de qué? El otro lado lucia como una promesa bonita, pero cuando llegó al fondo...

Siempre fue tan prudente y centrado, tan precavido, ¿En qué momento Soobin modificó sus defensas hasta derrumbarlas?

–Si dudas, es porque muy adentro de ti conoces la respuesta – apunta con una tenua sonrisa nostálgica –. Al tratarse de sentimientos, no hay un tiempo exacto para desarrollarlos y hacerlos florecer, Yeonjun-ah. Mira un ejemplo, yo recuerdo que cuando conocí a tu padre yo era una persona tan centrada como lo eres tú, alguien con sus metas en mente y muy madura para mi edad, pero bastó con conocerlo a él para desplazar todo de lado.

» No es la historia indicada, pero lo que sentí por tu padre no se midió por el paso de los días, fue tal como quedarme dormida despacio, y esas anécdotas de amor son las más apasionadas y bonitas aventuras, cariño – extiende su mano para sujetar la del menor con un amor maternal plasmado en sus orbes café –. De él me quedó lo más hermoso que he podido tener en esta vida, y no me arrepiento, aunque no voy a negarte que me dolió mucho.

Ellos no solían tocar el tema. La historia de amor de sus padres la conocía bien, la adoró antes de que se tornara oscura, y se pregunta cómo es que su madre mantenía los recuerdos buenos por sobre todos los pésimos. La admiró por ello, no la comprendía, y ahora que creció lo veía casi imposible. Si bien no es rencoroso, es difícil ser como ella.

Jun traga en seco y se concentra en las caricias depositadas en su dorso, siendo más que reconfortantes.

–Debió ser horrible ver cómo el hombre que amabas se transformaba en la peor versión de sí mismo...

–Fue espantosamente tormentoso, no mentiré, como te digo. Eres un joven adulto bastante capaz de comprender y lidiar con esas situaciones.

–Entonces cuéntame, desahogate, mamá.

Quizás eso necesitaba, incluso cuando ya sanó y pasó el tiempo, nunca está de más rememorar para no volver a acumular. Además, con aquello puede ayudar a su hijo, mismo que le ve con esa expresión tan comprensiva que la conmueve.

–Por muchos años desee no haberlo conocido, no haberme enamorado de él, pero luego de que todo el malestar fue desvaneciéndose, y enfríe mi cabeza, lo pensé detenidamente, ¿Y sabes que concluí? Los corazones demandan sentir, están listos para ser rotos y reparados, pero si no los usamos, es mucho peor para nosotros. De haber borrado nuestra historia, no existirías tú, no existiría mi experiencia y todos esos bonitos recuerdos. Te acostumbras con paciencia y constancia a no descartarlos, a que no quemen, los valoras y cuidas, siempre que no los dejes deprimirte.

–Suena muy complicado – masculla con un mohín.

–Pero nunca imposible – resalta con sabiduría –. Vivir sin amar, con un corazón congelado que sólo late para mantenernos con vida, que se oculta de ese latir desbocado, que nos ocasionan los que amamos, únicamente para estar a salvo de ser herido por ellos, es como estar muerto a la final, Junnie. Tú tienes a personas que te adoran rodeándote y cuidándote, no tienes que temer a caerte si todos te podemos rescatar, si tú mismo eres lo suficientemente fuerte para levantarte. 

–Y lo agradezco mucho – susurra comenzando a percibir el nudo subiendo por su garganta, su madre tenía un don con las palabras que realmente le penetraban en el alma –. En serio que estoy intentando, mamá, y todos ustedes han sido increíbles conmigo.

–No tienes que agradecer, querido – acaricia los mechones rubios del muchacho con su mano libre –. No sé qué te hizo Soobin, pero tengo el presentimiento de que hablarlo con él es lo mejor.

Yeon se queja con lamento.

–No creo que sea posible, mamá. Ya habló lo suficiente conmigo, ¿Que más va a decirme? Quedó más que claro.

Young reniega.

–Dudo que la esté pasando mejor que tú. Sea lo que sea que te digo, merecen una mejor charla, debe darte la cara.

–No me quiere como yo a él.

–Alguien que hizo tanto por otro no puede serte indiferente, cariño. Más que a lo que te dijo, debes analizar cómo se comportó contigo en este tiempo que compartieron, asegurarte que realmente las cosas acabaron porque no había sentimientos, no por algo mas.

Lo pensó mucho, pero no llegaba a ninguna conclusión, precisamente.

–Es que ni siquiera sé si va a contestarme, me ignoró desde que vine hasta aquí.

–Intenta como sea, resuelvelo cuando estés listo. Con Hyuka pudiste hacerlo, tarde, pero lo hiciste, es lo importante.

–Eso fue distinto – aparta la vista, mordiendo sus labios distraídamente ante esa asociación –. Es raro, no sé por qué lo es.

–Es muy simple, todos los amores son diferentes porque todos somos personas diferentes, anécdotas distintas – opina con sabiduría –. Y honestamente, yo en lo personal pienso que amaste a Kai, pero no de la misma forma en la que amas a Soobin, y en esto me refiero a que es más intenso, no sólo diferente.

El calor invade el rostro de Yeonjun y un cosquilleo atemorizante le ataca ante la implicación de su madre.

–N-no dije que amo a Soobin.

Young levanta el mentón de su hijo con una sonrisa afectuosa, le enternece su conducta ante un tema así.

–No tienes que decirlo en alto para que sea un hecho, healing. 

Yeonjun está por partirse en llanto, no quiere lidiar con todo lo que acarrea aquello, no desea pensarlo demasiado, ya era bastante intolerable como para hacerlo peor.

¿Era posible que amase a Soobin en tan corto tiempo? ¿Por qué se lo formula ahora, en tan mal momento?

Sin embargo, a pesar de todo, la charla le ha calmado un poco, sirve para que cavile lo que le ha dicho su progenitora, pues descubre que era muy acertado. Aprecia enormemente su atención, tal como adora el abrazo que recibe gustoso de su parte. Aún así, hay cosas que ahora le inquietan más...

¿Soobin estaría dolido como él, o al menos mínimamente? ¿De ser el caso, tendría a alguien para consolarlo? ¿Por qué entonces se marchó y rompió algo que ni siquiera había iniciado? Lo que su madre dijo tiene cierto sentido...

Odiaba preocuparse por el azabache justo ahora, pero al fin y al cabo, el afecto es incontrolable.

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La rutina debe hacérsele pesada, pero no posee siquiera la energía para molestarse en considerarlo un minuto cuando se levanta de la cama y se alista para recibir el cargamento de flores que encargó la noche anterior.

Como esperaba, el camión llegó temprano, él no durmió en lo absoluto, tuvo sueños con Yeonjun, con los chicos, todos juntos en una utopía, y al abrir los ojos, la realidad le golpeaba brutalmente, trayendo a colación el hecho de que estaba solo, en una mansión tan inmensa como su dolor - incluso cree que la comparación es errónea, porque siente la propiedad se quedaba pequeña al dimensionar su malestar con todo lo que estaba cobrándole factura-, y francamente, deseaba que esa tortura se terminara pronto. 

–Coloquen todo acá adentro, yo las organizaré personalmente después– indica con voz ronca, su aspecto no era el mejor que hubiese tenido en la vida; el pequeño rastro de barba le estaba comenzando a salir, las ojeras por la falta de sueño, el negro opaco y sin brillo en sus orbes, y la migraña por el alcohol que bebió durante la noche definitivamente no le ayudaron mucho a lucir decente delante de los trabajadores. Estos cargaron todo hasta el invernadero, observándolo con pena –. Estaré por aquí cerca.

–Joven, ¿Se encuentra todo en orden?– se atrevió a inquerir un hombre antes de que el azabache se fuera con ese aura depresiva, era el más viejo del grupo, preocupado por el estado de dicho chico. Era padre, después de todo, y por más que se arriesgue a tratar con un típico ricachón grosero, no evita involucrarse –. No es por ser entrometido, sólo que se ve un poco enfermo.

–Descuide, todo está perfecto – responde quedamente tras un resoplido irónico, en otro momento de su vida le habría gritado al pobre señor y lo hubiese sacado a patadas de su propiedad, sin embargo, él ya no era así; realmente, nunca fue malo, y fue algo que Yeonjun le hizo ver. Tristemente, ahora todo parece llevarlo a los recuerdos junto al rubio –. Gracias, ya conocen la salida.

Soobin estuvo unos minutos en la entrada principal en lo que los trabajadores dejaban todo en el recibidor, prefería cargarlo él y organizarse ahí dentro antes de salir al invernadero. Tampoco le interesa si roban algo en el camino mientras no está revisando todo, no le apetece volver al interior de la mansión, porque cada minuto en el sordo silencio le es un recuerdo constante de lo se dio cuenta muy tarde: Aquel imponente sitio rodeado de lujos, era únicamente cálido por la presencia de las personas que precisamente ya no estaban ahí con él.

Una vez los trabajadores se marchan, deseándole un pronto feliz año nuevo, les da una propina generosa ybse encierra en su miseria. Se esmera en buscar ánimos en cualquier lugar de su cuerpo para colocar los cientos de arreglos florales y plantas dentro de las macetas, los porrones, las zonas de sembrado y en los colgantes. Hace la mitad, va a comer algo liviano y descansa un poco, decidiendo que vería una película que estaba en su lista de prioridades actuales antes de esfumarse de ese mundo, sencillamente porque, con todo y su estado, era una que su hyung le había asegurado que adoraba.

Zootopia comienza en la pantalla y se permite sumirse en la trama, riendo bajito en algunas partes, otras le hacían replantearse cosas y le provocan esas fuertes ganas de lanzarlo todo a la mierda para marcarle a Yeonjun y rogarle regresar para solucionar todo. 

Ayer cuando Irene apareció, sintió tanta cólera en su organismo que estuvo a nada de entrar en un estado de ebullición, sin embargo, todo se desvaneció con el discurso de la mujer, mil realidades le golpearon al punto de aturdirlo. Ahora comprendía porqué habían situaciones donde todo confabulaba para sus momentos con Yeonjun, como la comida en el refrigerador, los bandidos que desaparecieron cuando lo defendió, la herida que obtuvo en su hombro siendo sanada, entre pequeñas cosas que le hacen preguntarse porqué no les prestó más atención; fácil, siempre estaba viviendo el instante, perdido con el rubio en un mundo que crearon, uno que ahora se rompió, tan frágil como su corazón en aquellos instantes.

Otra cuestión que le presiona el pecho, es la narración acerca de lo acontecido con Nayeon, la mujer que le fue leal, quien lo amaba como si se tratase de su propio hijo y le protegió hasta el final, suplicándole a la hechicera que le ayudara cuando ella no estaría presente para él. Soo lamenta profundamente no tenerla a su lado para reprocharle por eso y abrazarla, hundirse en sus brazos como lo hacía de niño y llorar hasta secarse, siendo arrullado en aquel refugio mientras la castaña le canta con dulzura.

También le viene Jisoo a la cabeza, el hecho descubrir que era descendiente directa de Nayeon. Siente más que nunca el haber sido tan duro con su familia anteriormente, haberla sacado de la mansión y el, además, haber roto el corazón de su mejor amigo.

Para completar su martirio, estaba la información que obtuvo sobre su padre, el que aquel hombre a la final sí le quisiera -a su manera indebida-, todo lo que intentó mientras estuvo encerrado, y la amarga despedida y discusión que sostuvieron en la última oportunidad que estuvieron los dos de frente, todo eso le hace deprimirse aún más. Sin mencionar el que Irene, la bisabuela de Lalisa - alguien a quien considera una gran amiga, por más que no se lo dijo en alto-, estaba por partir de este mundo y él no estaría para brindarle consuelo.

Sí, esa mujer le dañó la vida, pero honestamente ¿No lo hizo él al actuar como un imbécil? Ella le dio una lección, le guste o no. Agregando que Irene parecía muy dispuesta a ayudarlo y remediar lo que ella considera su fallo, y el no haberla dejado terminar su explicación, ahora que está más sereno y lo procesó con detenimiento, le hacen sentir irremediablemente mal. Su enfado se esfumó porque la mujer denotó su arrepentir, porque a la final, como ya dijo, él era el único culpable de su destino.

Quizás y fue Yeonjun quien le contagió de su bondad, porque no tuvo más ganas de pelear con la hechicera, no quería guardar rencor con ella ni con nadie, estaba exhausto de todo.

–Eres como una linda maldición, hyung – murmura a la nada, a su soledad, sonriendo ladino cuando el film en pantalla se acaba. Regresa al invernadero y toma una maceta, la misma con el zorrito pintado, y comienza a plasmar a la conejita policía, una ridícula estrategia para sentirlo cerca suyo cuando no lo está en lo absoluto –. Eres tan tonto por no darte cuenta de lo mucho que vales para mí...

Porque no tener a Yeonjun ahora, no se compara con perder cualquier fortuna en sus manos.

–¡Ya voy! – grita nuevamente, corriendo en dirección a la sala, Beom estaba bañándose, Tae está comprando en la tienda de abajo y su madre tomaba una siesta, por lo que nadie más podía atender el insistente tocar de la puerta. Maldice cuando se golpea la pantorrilla al tropiezar con el mueble y se soba brevemente antes de abrir a quien fuese que le importunaba –. ¿Quien toca tan...?

–Yeonjun-ah...

–Choi.

–¿Jisoo?¿Lalisa? – Jun pestañea en confusión ante la repentina presencia del par. En lo absoluto las esperaba – ¿Qué hacen aquí?

Ambas se adentraron al hogar cuando les fue concedido el paso. La mayor de ellas fue quien tomó la iniciativa para comenzar:

–No queremos asustarte, perdón si llegamos sin avisar. Vinimos de este modo porque hay algo urgente que debes saber, Yeonjun-ah. 

–¿Urgente? ¿Pasó algo con la señora Choi?

–No, no es sobre ella – Jisoo de reojo mira a su novia, indecisa dr cómo proseguir. Decide quenes mejor ir al grano por el corto periodo que tienen –. Es acerca de Soobin.

–¿Le pasó algo? – le da un apretón ante la consternación que se denota en su semblante –. ¿Qué t-tiene?

–No es que le pasará algo – no todavía, Jisoo juega con sus manos porque está siendo complicado. Si Lisa se ha contenido de interrumpir, es porque se lo prometió, pero ahora duda si era correcto –. Digamos que está bien ahora mismo.

Yeonjun siente que su pulso se regula de nuevo, cruza sus brazos en resistencias, retomando su postura.

–¿Entonces? No me interesa saber nada de él. Imagino que ya saben lo que hizo, así que...

Lalisa no consigue mantenerse a la raya, adora a su unnie, pero era muy blanda y titubeante. Por más que se lo prometió, se arriesga a ir sin rodeos:

–Yeonjun, entiendo que estás herido y en modo depresivo, pero esto es acerca del hechizo de Soobin.

El rubio parpadea al principio, procesando la información, totalmente contrariado y boquiabierto en su sitio. Ni siquiera es que pueda negarlo, Lisa luce muy segura y nada sorprendida.

–¿Cómo ustedes saben sobre el hechizo?

–Porque soy descendiente de la mujer que lo hechizó, por eso me acerqué a él, mis intenciones eran el ayudarlo... – Manoban confiesa con remordimiento, dándole una corta mirada a su pareja –. Lo hice en un principio porque a cambio él me ayudó a estar más cerca de Jisoo.

–¿Tu lo sabías, Chicken? – Yeon pregunta en desconcierto tras unos segundos, directo hacia su amiga.

–Lo descubrí en navidad – Kim contesta con delicadeza, disculpándose con su expresión –. No quise ocultarlo, no fue mi intención, Yeonjun-ah.

–Espera, es que no entiendo nada – Jun exhala impaciente, balbuceando al no deducir de qué va todo aquello  –. Soobin ni siquiera está en Daegu, ¿De qué vinieron a hablar respecto al hechizo? ¿Qué es lo urgente?

–Te mintió, no ha salido de la mansión en ningún momento – la rubia declara con seriedad, directo –. El hechizo no se ha roto, no todavía, Yeonjun.

El aire queda contenido en los pulmones del aludido, su entrecejo se frunce ante semejante declaración y atropella sus palabras:

–¿Cómo que el hechizo no se ha roto? ¿Por qué me mentiría sobre ello?

–¿Soobin nunca te contó el cómo se revertía el encantamiento? 

–¿Cómo que cómo?

Las chicas notan la confusión del más alto, está innegablemente intranquilo ahora. La mejor amiga del mismo suspira con pesar, sacando algo de su mochila para entregárselo.

Yeon sujeta las cartas con pleno desentendimiento.

–Debes leer esto, lo escribió el mismo Soobin. 

–No te detengas, lee completamente todo lo que escribió. Tomate tu tiempo.

Yeonjun no descifra absolutamente nada, todo le estaba tomando por completo desprevenido, tal como el improvisado lazo que une la torre del montón de sobres que, aparentemente, ha escrito Soobin sin que él fuera participe. Es que ni siquiera era conocedor de que el chico escribiese, ¿Cuándo y por qué escribió tanto? ¿Sobre qué lo ha hecho y para qué él debe leerlo?

Se sienta despacio para abrirlas y comenzar a leer con dedos temblorosos, hubiese preferido tener más privacidad y tiempo, pero teme que algo malo esté aconteciendo como para que las chicas le esperen en el otro asiento con manos enlazadas y expresiones ansiosas.

Yeon empieza con las primeras cartas, y siente que se sumerge en una fantasía que le revuelve las emociones como nunca antes:

28 de Diciembre del 2022, Daegu.

"Las cartas de amor se empiezan sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho." Jean-Jacques Rousseau.

Iniciar escribiendo con frases es una costumbre anticuada, pero es un gusto que me agrada, así que colocaré lo que me recuerda a ti; algunas citas pertenecen al libro de poesía moderna que tomamos de la biblioteca, otras del mismo que sacamos de los estantes empolvados durante navidad... De acuerdo, empiezo:  

Hubo una ocasión donde mencionaste que creías que las cartas a mano eran un precioso gesto, y me fue insólito que nunca recibieras una, la época no es una excusa. Posiblemente sea una de las cosas en las que el siglo veinte le gana al veintiuno, y es que no hay mejor expresión que algo que nace desde nuestro interior, ¿No?

Vaya, de ser el Soobin de antes, no estaría más que riéndome de lo que digo y escribo, pero ¿Te digo algo? Mi vida recientemente se resume al antes y el después de Choi Yeonjun. Así que, sin importar lo cursi que esto sea, voy a escribirte lo que siento, tal vez porque, ahora que no estás aquí, dimensiono más el significado de todo lo que vivimos estas recientes semanas.

Yeon, la primera vez que te vi no capté al instante tu belleza, tu esencia, todo porque estaba empecinado en salir del terrible encantamiento que arrebató años de mi vida -junto a la posibilidad de vivir y morir-, sumando el vergonzoso hecho de que, como tú mismo alegaste, yo era un total narcisista idiota en ese momento. No fue amor a primera vista, nos llevamos pésimo, lo sabes perfectamente, pero tenías un algo especial que me hizo comenzar a apreciarte, no supe en qué punto, pero de pronto, tú eras lo único que yo veía y lo único que quería seguir viendo.

Demonios, adoro todos tus atributos, aunque me vuelvo un celoso irremediable cuando cualquiera posa su atención en ti, pero a su vez, me fascinaba la sensación de ser el que estuviese a tu lado, sosteniendo tus preciosas manos, gozando de tu interés, sacándote la más melodiosa risa y la más preciosa sonrisa que he podido apreciar.

Dijiste que, de habernos conocido antes, en mi época real, estabas plenamente convencido de que yo te habría socorrido, y aunque no te lo dije en alto, tienes toda la absoluta razón. Esa primera vez que rescaté pensé que lo hice bajo mis propios intereses, no obstante, me di cuenta con el paso del tiempo que realmente no quería que salieras lastimado por esos repulsivos barbaros. Así que sí, en ese caso hipotético yo sin duda te habría cortejado, a pesar de que seguramente nos hubiésemos llevado igual de mal, habría luchado cuando nos señalaran porque amarnos estaba mal al ser dos hombres, incluso yo hubiese huido contigo... Ah, te juro que te visualizo tal como eres, ni siquiera el siglo veinte quitaría tu alma, ese tu espíritu rebelde, y de seguro también me hubiese enamorado de ti por ello. 

Detesté cuando me llamaste Bestia en una ocasión, porque, muy adentro, siento que es lo que soy, de esa misma forma fui llamado por muchos más... De ese modo yo mismo llamaba a mi padre, y odié que precisamente tú me vieras como tal. Sin embargo, tú has sido quien ha conseguido calmarme en mis arrebatos, como mi remedio personal, apaciguando mi mal temperamento con tu jovial y noble actuar. 

Reconozco que quise tu aceptación al inicio porque de ello dependía el hechizo, nunca te lo comenté por miedo, pero he descubierto que mi capricho por hacerte sentir algo, se transformó en un acto genuino donde yo caí primero, y juro que dejé de esforzarme por tu aprobación cuando noté que podía ser mi yo real contigo. No me conocía a mi mismo, sólo que tú me hiciste encontrarme, y ahora que te fuiste, me hallo perdido.

Lo primero en lo que sí busqué tu visto bueno fue el complacerte para caerte un tanto mejor. Si bien la idea de traer huéspedes a la mansión no fue mía, sino de Lalisa, me alegro mucho de haberlo aceptado. Ella me ha aconsejado, quiso ayudarme para romper el hechizo de su bisabuela, esa mujer que me hechizó con esto, y sí, Manoban es molesta muchas veces, pero es mi amiga... No sé si me ve de igual forma, pero a ella es a quien acudiré para comentarle mis planes. 


28 de Diciembre del 2022, Daegu.

"Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso". Pablo Neruda.

No puedo conciliar el sueño todavía, por lo que decido continuar con mis relatos.

¿Otro de mis terribles errores? Hacerte creer que quise comprarte, y es que te llené de regalos costosos porque solía ser el método que empleaban aquellos que me rodeaban para cortejar, asombrar y ganar cariño o respeto de otros, pero eso no se compra, y es una de las cosas que tú me enseñaste.

Eres tan difícil, juro que me hiciste pensar muchísimo, Lisa igual ayudó en ello, Jisoo incluso, y me enfadó el cómo le fue tan fácil a Huening que aceptaras su tonto llavero en el campus cuando a mi no me aceptabas rotunda y absolutamente nada; debí fijarme que eran celos desde ese primer momento, pero fui muy ciego y testarudo para notarlo. De ahí partió mi mal comportamiento en nuestra salida, yo quería que tomaras mi mano porque te nacía, y  fue ahí, que nuevamente Manoban me abrió una posibilidad: La clase de relación que deseaba contigo era una romántica.

Fue extraño descubrirlo, pero nunca me disgustó viniendo de ti, imaginarme contigo, por eso fluyó. Oh, y no sabes cuánto disfruté cuando recibiste los dulces que te di, o al momento de recibir tu linda pulsera, la cual jamás me quito, a pesar de que no te hayas dado cuenta de esto último.

Nunca en mi vida quise ser alguien más, hasta que supe de Kai y de ti, hasta hoy mismo les escuché en el patio y juro que me lastimó. Sé que estuvo mal y lo lamento, pero me hizo pensar que ustedes compartieron algo fuerte que yo no pude tener contigo, por más empeño que pusiera. Me sentía tan fuera de lugar, quise ser quien despertara todo ese amor en ti, fui un idiota al no fijarme que estabas gustándome desde antes, no sólo era el querer pertenecer o que alguien sintiera aquello por mi, sino que fueras . Yo quise ser él si eso significaba ser correspondido por ti. 

Era grosero, lo era, y no era amable en lo absoluto contigo, lo lamento muchísimo por eso, pero me gustaba cómo no eras como el resto y contraatacabas mis palabras con más filosidad, supongo que me ayudó a bajarme de mi pedestal de superioridad... ¿Sabes? La belleza física es superficial, no lo creerás de mí, pero sólo actuaba como alguien seguro porque esa fue mi armadura cuando me sentía asqueroso, y asumí que la atención era mejor a una mala percepción a primera vista; otra vez, estuve equivocado, y ya dejó de importarme cómo me vieran los demás, sólo me interesaba cómo tú me detallaras.

 Tuve celos de ti y los chicos al principio, ¿Lo imaginas? La primera noche con ellos en la mansión los defendiste de mi mal genio por la cena que dieron, yo actué así porque me abrumaba su unión, el que me integraran me recordó a muchas cosas que dolieron, tal como ocurrió en el cumpleaños que me celebraste improvisadamente, y en navidad. Me sorprendiste, eras tan leal como lo eran ellos contigo, y yo me sentí solo... Es patético, ahora realmente lo estoy, y es una pena inmensa que reconozca hasta este momento que la mansión no es una casa ni un hogar, no sin ustedes.

No hay ruido, es fría, y su inmensidad me traga como la oscuridad que siento sin ustedes, Yeon... Quise convertirlo en un lugar cómodo para todos, busqué su aprobación, y ahora todo esto me recuerda a cada uno de ustedes.  

Y dios, el invernadero, lo que iniciamos juntos y ahora no puedes ver terminado... Te prometo que lo culminaré, por ti y por mamá, lo haré sin importar nada. Fue ese mismo día que decidimos hacer el trato de arreglarlo juntos que empatizaste con lo de nuestros padres fallecidos, me conmoviste, y al rato, te saqué la primera foto en mi galería móvil; es gracioso que tengo muchas más fotos tuyas que mías, desde ahí no pude detenerme, porque capté tu gran esplendor. Ja, y precisamente por la tarde dormiste en mi hombro viendo La Bella y La Bestia conmigo, caí redondo en tu encanto.

¿Sabes que Taehyun me enfrentó para saber qué buscaba de ti esa misma noche? Le admití que me gustabas para zafarme, pero realmente no era una mentira, hasta te propuse una mejor cita porque quise complacerte para ganarme tu bonita sonrisa.  

Mencionando esa cita, la disfruté en demasía por cómo tuvimos el mismo gusto por las orquestas, y qué decirte del observarte con la ropa que escogiste y me permitiste comprar para ti; aunque sigo pensando que luces maravilloso como sea, y quise enfatizarlo ese día. Cuando te llevé conmigo a la carretera, por primera vez quise besarte, fue un gran cambio, y cómo quisiera arreglarlo para haber cumplido mi impulso, porque siento que perdí muchos instantes contigo en este efímero tiempo que compartimos.

Como notarás, soy mejor escribiendo que hablando.


29 de Diciembre del 2022, Daegu.

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto, toda nuestra vida se concentra en un sólo instante" – Oscar Wilde.

Me siento miserable ahora que la señora Choi y Jisoo se marcharon por mi petición, ¿Por qué? Porque yo mismo se los he pedido ante el mismo motivo que te dejé ir a ti con los demás. Par todos era más sencillo de ese modo, sin embargo, me lastima mucho, tanto como el ignorar tus mensajes y constantes llamadas al teléfono, y por dios que me contengo como un adicto para no responderte, es durísimo hacerlo. No tengo valor de enfrentarte todavía, hasta me asusta romperme y flaquear en mis planes, debo mantenerme firme. Mientras, paso el tiempo con el invernadero, distrayéndome, incluso creo que me veré esa película de animales que te encanta para sentirme ridícula y mínimamente cerca de ti.

Es como el día que trabajamos por primera ocasión en pintar las macetas, pintaste el tonto zorrito llamado Nick, charlamos de tu ex novio y otras cosas, lo compensó solamente la divertida guerra de pintura, me estaba empezando a embelesar desde entonces tu risa. No dudé en pedirte otra cita, con todo y que me enfurruñaba que rechazaras mis coqueteos genuinos, porque juro que salían de mí sin premeditarlo... Y luego tú no me juzgaste por no tener idea de cómo armar un muñeco de nieve, o por el caerme al patinar, me sacaste carcajadas jocosas desde adentro, la pasé como un niño otra vez, y me encantó la sensación a tu lado. Dios, me enseñaste ahí a dejarme fluir, a que, si yo caía, tú estarías para levantarme, y sin dudarlo te digo que yo haría lo mismo por ti. Es una de las memorias que más aprecio, aunque todas a tu lado son horas doradas.

Oh, pero nada iguala el beso ¡Nuestro primer beso! Nunca, ni siquiera ahora con palabras escritas, podré expresar la sensación tan inefable que tuve con tus labios sobre los míos. Me volviste poeta con tus besos, quien lo diría.

Claro que me hirió que te apartaras después, pero no titubee al defenderte cuando nos atacaron, no importó la herida, incluso si moría por ti. No sé cómo explicarlo, pero desde ese momento imagino que ya estabas dentro de mi piel, sin yo haberme siquiera percatado de ello. Nunca tuve tanto miedo a perder algo como en ese instante, si te hubiese sucedido algo, no me lo habría perdonado, así que no dudé en actuar y darles el dinero. Le pedí a Lisa un hechizo de protección para ti, aunque corría el riesgo de que te fueras luego de cumplir mi parte del trato... Yo confié en que eras tan noble como para no dejarme, y no lo hiciste, eso me caló en el alma, Junnie.

Sin embargo, en ese instante no estaba tan dispuesto a soltarte como ahora lo hice, aunque, honestamente, creo que es imposible liberarte de mi corazón, estés o no cerca, perdón si es egoísta.

Te preocupaste por mí esa vez que sufrí la tediosa herida, fuiste mi analgésico en serio, me cuidaste tanto que desee siempre padecer de algún mal si la recompensa era tanta adoración; de nuevo, me haces portarme como un dongsaeng desvergonzado y mimado. Lucias tan confundido, y yo igual lo estaba, sólo era participe de mi ferviente necesidad de besarte, y desde ese punto comenzaste a ganarte mi confianza, lo suficiente como para confesarte privacidades tortuosas que acarreaba desde una eternidad. Ah... Cuando huiste de mi cama esa noche, decidí que tampoco te lo permitiría a la próxima.

Yo era tan solitario, no tuve un ejemplo de historia de amor, te lo comenté, pero nunca tuviste lastima en tus ojos, sólo comprensión, y no imaginas lo que te lo agradezco. A diferencia de mí, tú sí tenías anhelos de un buen romance, lo descifré, y otra vez sin ser consciente, quise volverme un príncipe de cuentos para cumplir tus expectativas, como las historias que mamá me leía.

Todo se puso tenso al amanecer, sinceramente consideré que estaba loco por pensar que gustabas de mi cuando hasta te rehusabas a besarme, a estar a solas conmigo, y hasta me sugeriste conocer gente, ¡Heriste mi orgullo! Y ni mencionemos el cómo me enerveció las entrañas que el tal Baekwoo (no recuero su nombre) te acompañara, cuando yo hasta le dije a Arin que eras mi novio, ¿Imaginas mi bochorno? Más que eso, estaba decepcionado, y me confundía tu actitud odiosa, hasta que descubrí que compartías mis celos por ella; en lo personal, ella es muy atractiva, somos afines, pero es tan impensable que la prefiera a ella, o a cualquiera, por sobre ti.

Tú no te dabas cuenta, yo moría por cantar contigo, mis ganas aumentaron al oír tu voz tan angelical, incluso me apena escribirlo, pero nunca escuché semejante canto celestial. Claro, ibas a desquiciarme con tus cambios de humor esa noche, detesté que pensaras que ella era mejor para mí, exploté y te besé como nunca antes lo hice, te juro que me puso nervioso porque no deseaba tus rechazos, no con lo que iniciaba a sentir por ti.

No te conseguía sacar de mi cabeza, estaba tan frustrado que eso me hizo entablar una charla honesta con Taehyun. Me dijo "Amigo", nadie me había llamado así con franqueza, le comenté de lo mucho que me gustabas, y a cambio él me habló de Beomgyu, hasta me estremeció por la cantidad de amor con la que se refería a él; no comprendí lo que era estar así de enamorado, creí que era exagerado que lo describiese como alguien tan perfecto. Ahora me río de mi mismo, porque para mí, tú también eres perfecto. Lo comprobé apenas estuvimos en la chimenea cantando, sólo te veía a ti, y no pude contenerme más del querer compartir un dueto contigo. Fue divertido, por un minuto detuvimos los conflictos y pudimos reírnos, estuve muy feliz, la letra era una broma entre los dos, pero si lo analizo a detalle, me recuerda a nosotros.

También fui feliz de cantar con el resto, había una unión refrescante y novedosa para alguien como yo, pero lo que me hizo sentir pleno antes de dormirme, fue la charla tan cálida que sostuvimos y derritió nuestra tensión. Casi desfallecí de saber que me extrañaste como yo a ti, y sobre todo, cuando me confesaste gustarte antes de dormirte en mis hombros... Como añoro tenerte así ahora mismo, Junnie.

Yeonjun pausa un minuto para inhalar y apaciguar la ola de emociones que le estaban invadiendo con fuerza. Las chicas tienen paciencia y no le presionan, le ofrecen un minuto para reponerse. Frota sus ojos húmedos y prosigue con las siguientes cartas.

29 de Diciembre del 2022, Daegu.

"No se ama a alguien porque es perfecto, se ama a pesar del hecho de que no lo es". Jodi Picoult.

¿Sabes qué quisiera admitirte de poder hacerlo ahora mismo? Bromeaba sobre tu forma de dormir, pero te observaba mientras lo hacías con toda mi admiración; en realidad, dudo inmensamente que exista alguien más que luzca tan etéreo y precioso en un estado de ensoñación como lo haces tú. Ahora es tedioso y casi imposible dormir sin ti en la cama, huelo la almohada, pero temo que tu aroma se desvanece con el transcurso de las horas, y te confieso que me aterra, incluso estoy teniendo pesadillas y de seguro pareceré un mapache cuando acabe el año. Eres peligroso, porque me acostumbré a ti.

Retomando mi relato, supongo que cuando me buscaste en el ático aquella mañana, yo ya estaba cayendo muy profundo por ti, nada más me era relevante el hacerte feliz, besarte y abrazarte, lo único que me controlé de no pedirte en ese instante fue el que me quisieras y que no te fueras de mi lado por un largo, muy largo tiempo. Me temo que no me expresé de la mejor manera, porque arruiné las cosas con mis malas decisiones -otra vez- al haber enfurecido por los preparativos de navidad, es algo que de igual manera lamento en demasía, porque me recordó exactamente a lo que ocurrió en aquella noche buena donde me hechizaron.

Hice un esfuerzo por salir contigo, no fue tan malo, alivias mis pesares constantemente, aunque no  confiaste en que yo estaba siendo muy serio cuando te ofrecí pertenecernos... Y cuando terminé por joder las cosas, al ser una bestia y destruir los adornos, no dimensionas el dolor que sentí cuando me miraste decepcionado, me desesperé tanto, me aterró el volver a quedarme solo, por ello me inspiraste a reaccionar, nuevamente.

Convencer a Lalisa de adornar conmigo fue tan complicado como fuera de lugar, nosotros no sabemos para nada sobre decoraciones, pero nos esforzamos por ustedes, y en especial busqué una reacción positiva de tu parte, quería sorprenderte gratamente. Decidí así borrar lo malo, cada recuerdo de desconsuelo, para reemplazarlos por memorias a tu lado que estuviesen cargadas de pura dicha. Y vaya que fue alegría decorar juntos, planear una temática que me regresó a mi época, y sostenerte para colocar el ángel de mamá en el árbol; fue como florecer en pleno invierno, y lo corroboré cuando escuché cómo te expresabas de mi con tu madre. 

Otro de los motivos por los cuales me gustas tanto, es porque cuando supiste lo de mi madre, lo del espejo y lo de Nayeon, no hiciste más que llenar esos ojos tuyos con un brillo de comprensión y consuelo, me abrazaste y reconfortaste, y estoy plenamente convencido de que nadie más se sienta tan correcto en mis brazos como lo haces tú.

 Las mañanas de navidad solían ser las peores después de que mi madre falleciera, pero esta fue la mejor, lo fue desde el minuto en el que me llamaste atentamente con tu voz de recién despertado, hasta que mis ansias se volvieron en miles de revoloteos cuando te tuve tan hermoso frente a mi, de nuevo siendo todo un príncipe, me dejaste sin habla alguna. Claro que en todo momento me eres maravilloso, pero ¡Wow! Vestido con aquel traje rojo eras como una fantasía, Yeonjunssi. Ni yo me podía convencer de que alguien tan despampanante estuviese de mi brazo, bailando conmigo, compartiendo asientos en la mesa, que pudiese ofrecer un brindis a nombre de un ser tan esplendido como tú.

Por dios, como si ya no me hubieses ganado, me regocijaste al entusiasmarte con la biblioteca, charlando conmigo acerca de libros increíbles, y es una de las virtudes y rasgos tuyos que más amo, eres simplemente un ser tan inteligente e interesante, tan abierto como lo es el mundo. Cuando bailamos al son de la música, juro que mi corazón quiso escaparse de mi pecho, las agujas del reloj se detuvieron -como dicen en las películas-, quise permanecer así por un prolongado tiempo, y aunque no te fijaste, al apreciar los fuegos artificiales, me pareciste más brillante.

Para completar mi goce, aceptaste mi regalo, no rechazaste dormir conmigo, y te abracé sin vacilar ni por un minuto... Como adoré despertar a tu lado, no recordé, por primera vez en años, que mi madre me faltaba, no desperté llorando y deseando estar con ella en su descanso eterno, sino que quise permanecer ahí, a tu lado.

Fue gracioso que me dieras un obsequio, porque no me lo esperaba, fue valioso y me fascinó porque era un regalo de tu parte, lo que me causó gracia es el que creyeras que yo necesitaba algo material cuando tenía todo contigo. Compartir contigo aquella obra con los niños, donar una prenda de la cual me apegué -de nuevo recibiendo una valiosa lección de tu parte, joven Choi-, es algo que guardo en mi alma, y en ese momento quise que cumplieras tu promesa de recordarme siempre, pero ahora me pregunto si es lo mejor...

Fue una acción del corazón, como mi conversación con Taehyun. Quise ayudarlos por ti, por ellos, y empecé a descubrir que... El amor no lucía tan aterrador. 

–No puedo...

Las dos le observaron con comprensión, estaba resultando duro leer tantas cosas que le tomaron totalmente por sorpresa al mayor, sólo que no tenían más opción. Lo indicado sería que Soobin y Yeonjun tuviesen privacidad para decirse todo aquello a la cara, tiempo, una vida y romance normal... Pero las cosas no eran de ese modo.

–Sigue leyendo, Yeonjun-ah.

Tomó fuerzas, realmente lo hizo para proseguir:

29 de Diciembre del 2022, Daegu.

"El amor es eso: Cuando alguien, aún conociendo tus cicatrices, se queda para besarlas" – Benjamín Griss.

La mansión está cada vez más helada, odio el ensordecedor silencio, incluso ver la película de animales que te gusta me ha dejado más solitario, y a su vez me reconfortó mínimamente, ¿No es raro sentir dos emociones contradictorias a la vez? Pues tú me haces sentir cientas en un pestañeo.

Extraño las risas y peleas de pintura en el invernadero, trabajar solo no es divertido. Extraño a Gyu con sus comentarios tontos, a Tae con sus chistes ingeniosos, a Jisoo con sus parloteos, a Lisa con sus comentarios ácidos, a la señora Choi con sus consejos dulces, y a ti... De ti extraño cada maldita cosa, Yeon. Quisiera estar de nuevo en la feria con ustedes, siendo simples amigos, enseñándome lo que es la verdadera amistad; ahora que la conocí, me destroza no tenerlos aquí conmigo.

Recordar es masoquista, sobre todo cuando rememoro que llegamos a ser amigos nada más, tú y yo, uno al que le daría clases de esgrima para que sea capaz de matarme, porque morir en tus manos podría ser la mejor manera de hacerlo... ¿Estoy empezando a sonar muy melodramático? Tal vez estoy muy deprimido.

Hice tantos planes a futuros, de verdad me convencí en que habrían mas instantes, quizás hice bien al guardar tantas fotos, pero me lastiman ahorita. Ojalá pudiese llamarte o mensajearte para que vinieras a mi habitación, como días atrás... Créeme que cada vez que no sucumbo a mis deseos de buscarte, casi lo hago.

Echo de menos burlarme de ti para sacarte sonrojos y risitas que ocultas, como al haberles dicho a todos que dormíamos junto. Si te soy sincero, lo que Jisoo dijo en el comedor al respecto me tuvo rondando mucho por la cabeza. Sin embargo, nuestro contraste de bromas con el preocuparnos por el otro es ciertamente un tesoro, no todos tienen lo que nosotros compartíamos.

Nunca flaquee en nada, pero contigo todo es distinto, hasta me debatía en si sujetar tu mano, abrazarte o decirte muchas cosas, y deseo haber sido más suelto y valiente para decirte todo esto a la cara en lugar de haberlo ocultado en este corazón tan estúpido y deprimido. Ahora no me queda más que escribirte todo; Me gustaba ser mimado por ti, me gustaba mimarte a ti, si cierro los ojos a veces percibo tus caricias en mi cabello. Inclusive ahora mismo sonrío a pesar de mi tristeza al rememorar cuando me acompañaste en la casa de los espejos, mi miedo se desvaneció por completo de una forma mágica, igual que cuando nos subimos a la Noria y mi acrofobia se volvió cenizas porque te robaste mi completa atención; tu mano en la mía, tus dulces besos, las sonrisas encantadoras, palabras bonitas y tu valentía al permitirme también cuidarte y guiarte.

Mi vista siempre estuvo en ti, frente a los espejos, cuando te regalé los peluches, al ir en lo alto de esa máquina infernal, en la casa embrujada, durante el show de fuentes de colores, y en la cabina de fotografías... Nunca me dejaste ver las fotos, ahora que lo pienso, pero no lo necesité para saber que luces impresionante en cada toma capturada, y doy por hecho que yo luzco como un bobo embelesado. 

No lo sabes tampoco, pero me conmovió que aceptaras entrar conmigo a esa cabina. Estaba descubriendo tu inseguridad ahí, me fue insólito que no tuvieses una cuenta en internet repleta de fotos tuyas cuando, para mi, eres lo más hermoso de ver en el planeta, Junnie, y quise saltar de goce cuando actualizaste con nuestras fotografías esa tan preciada noche. Por supuesto, luego aquellos imbéciles envidiosos lo arruinaron con sus comentarios basura, me preocupé y enfadé tanto, entonces cometí la imprudencia de no tocar tu puerta y...

Bueno, ya conoces los hechos, pero no el terror que tuve de que algo te pasara, el cómo me echaste de tu habitación me angustió muchísimo, tu llanto, tu miedo, todo. Por ello no lo medité y me dispuse a esperarte, lo haría por mil años, lo juro, y sabes que soy paciente al haber estado encerrado en un tonto espejo por más de un siglo. No tuve que pensarlo demasiado en ese momento que te tuve al frente de nuevo, sencillamente te sostuve y nos encaminé al tercer piso, te mostré aquellas instantáneas tan viejas donde yo era mi anterior versión sin máscaras, te expuse mis marca para que no te sintieras excluido y feo, no lo eres ni lo serás de ninguna manera... Mucho menos lo eres para mí cuando tus delicados dedos viajaron tan suaves en mi espalda, trazando cada marca como si no fuera horrible t deplorable, estremeciéndome y pintando trazos de afecto en mi. 

Oh, Yeon... Nadie me ha observado como tú, nadie me ha hecho sentir tan preciado como tú, porque dijiste que viste peores aspectos, porque expresaste el querer curarme, sin saber que lo hiciste desde el primer día en que entraste a mi vida. Te aseguro que usé toda mi fuerza de voluntad y raciocinio para no hacerte el amor ahí, eso que apodan de tal forma, porque por primera vez entendí al resto. Yo anhelé tal acto carnal al besarte y sostenerte, con tus caricias, jadeos y perfecta existencia, tan precioso, valioso y hermoso ante mi... Me lo ibas a permitir, y tal vez me arrepienta por momentos de no haber continuado, pero una parte de mi agradece no haber cedido, porque mereces mucho más.

Tú... Me has hecho conocer lo que significa amar los defectos a pesar de las adversidades.

Yeonjun casi no puede continuar, flaquea ahora más que nunca. Lo que le motiva a no detenerse es el haber avanzado tanto, es la intriga, es la cantidad de afecto que le desborda en medio de su conmoción ante semejantes confesiones.

–¿Estás bien, Yeonjun-ah?

Limpia sus lágrimas y con manos temblorosas pasa a la siguiente carta tras asentir para su amiga, percatándose de que en el nuevo sobre está desordenada la fecha, como si Soobin escribió en la hoja en dos días distintos, el 28 y el 29, quizás completándola de a momentos.

28 de Diciembre del 2022, Daegu.

"La primera noche me dijiste que volar es de valientes, y a estas alturas no voy a dejarte sin alas, porque lo que más amo de ti, es tu libertad" – Miguel Gane.

Durante mi infancia adoraba la lectura, es un gusto que adquirí gracias a mi madre, y agigantadamente creció mi encanto por los libros cada que ella me leía todas las noche antes de dormir. Me leía cuentos de diversas clases y géneros que añoraba vivir, experimentar cada aventura, pues ella le ponía una emoción flamante y vivida a cada relato con su cálida y amorosa voz; tristemente, cuando falleció, no pude continuar deleitándome, pero Nayeon se encargó de tomar su lugar, a pesar de que yo fingía no oírla.

Gracias a los cielos, el lamentable suceso no hizo que perdiera mi interés en a literatura, de hecho, en mi juventud era uno de aquellos que consideraban "Ratas de biblioteca", y vaya que les tomé la palabra al haber llenado los infinitos estantes de la mansión con cientos de libros variados

¿Por qué comienzo mencionándote esto por una carta que probablemente no llegará a tus cálidas manos? Porque partiste hace unas horas a la ciudad, y durante estos tortuosos minutos hice algo muy masoquista de mi parte: Leer acerca de los relatos que más intriga me causaban, y a la vez, de los cuales, a pesar de mi falta de creencia, más anhelaba experimentar.

El Amor.

Solían leerme cuentos de hadas, de príncipes enamorándose de doncellas, pero también existen príncipes que se enamoran de otros príncipes, aunque no son muchos los que se atreven a escribir acerca de ellos, muchísimo menos en aquel entonces. Yo solía cuestionar el por qué alardeaban tanto en la humanidad sobre tal sentimiento que, a mi parecer, te hacía tonto, ciego y que, además, daba sumo miedo.

Así es, nunca me enamoré, no había conocido persona capaz de despertar aquello en mí eso que relataban las poesías, los libros de romance, las obras teatrales, canciones y películas, incluso sentí repulsión y aversión contra esa palabra... Vaya ironía, porque descubrí perdiéndote ahora mismo que, posiblemente, sea lo que siento por ti, ¿De qué otra manera estaría sintiéndome tan terriblemente mal sin tu presencia? ¿Cómo, de no ser así, es que te permití irte de mi lado, cuando lo que más añoro es tenerte aquí conmigo? Es un pensar egoísta, eso es lo que yo soy, pero no pude serlo contigo, Junnie...

Entendí que nadie es de nadie, que dejar ir es amar también.

Hyung, leyendo versos de amor, no teniéndote aquí y viéndote partir, me di cuenta de que te amo.

–Soo... – su voz se atora en lo profundo de su garganta, pausó la carta a medias por las emociones desbordándose a este punto. El apodo, ese último párrafo enterl, todo le ha dejado con el corazón desenfrenado y aturdido. Hasta sus lágrimas cesaron en medio del asombro – ¿S-Soobin me ama?

Jisoo muerde su labio porque le duele tener a Yeonjun tan afectado.

–Yeonjun-ah...

–Vaya, creí que te darás cuenta con todo lo que te escribió – la interrupción de Lisa provoca una mala mirada de su novia. No pretendió sonar mal, de hecho, usó un tono apagado para decirlo. Suspira y con un susurro condescendiente, aporta: – Lee la parte final, Choi.

El chico tuvo miedo, ya había leído demasiado, estaba impactado y no lograba procesarlo todo. Necesita urgentemente una respuesta, y la insistencia de las muchachas frente a él, le dan el coraje para terminar esa última carta.

29 de Diciembre del 2022, Daegu.

"El amor es la condición en que la felicidad de otra persona es esencial para la tuya propia". Robert A. Heinlein.

Esta fue la primera carta que te escribí, fue la más corta, por esto siento que le ha faltado más contenido. Le dejé espacios en blanco, estaba muy nublado y acongojado para escribir en ese momento, pero creo que ya tengo cómo rellenarla...

Los aleteos de un colibrí forman un infinito, nunca se detienen hasta que fallece, y es una metáfora que, hasta ahora, me es muy poderosa. ¿Por qué la menciono? Bueno, ya te lo explico.

Hace unas horas te llamé, me partió el alma escucharte llorar por mi culpa, pero tuve que hacerlo, mentirte descaradamente y callarme lo que en verdad siento por ti, porque esto es lo mejor; sé que tendrás a los chicos y a tu madre para consolarte, y en serio que me alegro, porque no te deseo lo que yo estoy viviendo, tener que estar tirado en el suelo, llorando sin ningún remedio, sin abrigo, solo. Quedé tal y como temía, nunca me sentí tan desolado, ni siquiera en ese endemoniado espejo... Esto es casi insoportable, como si mi corazón se rompiera en fragmentos, y aunque imaginé ilusamente que no podía doler más de lo que lo hizo cuando te vi partir, ahora fue peor por haberte lastimado.

Soy consciente de que si planeo lo que planeo, es más recomendable mantenerte alejado de mi, que pienses que me fui y le tomes rencor a mi imagen, al menos que sea así antes de que te destruya completa e irremediablemente como un recuerdo triste y lamentable... Yo no quiero quedar en tu vida de esa manera, Yeonjun, prefiero ser la Bestia.

Lalisa vino hace un rato, la despaché como con el resto, mas le he pedido que se asegurara de que toda mi fortuna cayera en tus manos, con la señora Choi y con los chicos, tal como también le he propuesto que sea quien termine con todo, sin embargo, y como lo esperaba, rechazó la última idea. Discutimos, le confesé a gritos mi amor por ti, sé que la lastimé como al resto, no quise hacerlo, pero supongo que las bestias no podemos controlarnos, sólo deben alejarse de nosotros.

A lo que voy es que ya no es posible romper el hechizo, me cegué pensando que sí sería una realidad, como que mis dedos tocarían la libertad, sólo que olvidé que la vida real no es un cuento como los que me contaba mamá. Una epifanía, eso es lo que tuve, y ahora no hay nada que me horrorice más que el entrar a una eternidad sin ti, sin ustedes en esa prisión de cristal, por lo que definitivamente decido que, con ayuda o sin ella, terminaré todo por completo.

Esta puede ser la última carta que te escriba porque me lastima mucho saber que no te llegarán jamás mis palabras, hyung, o probablemente te haga muchas más hasta el minuto final donde vaya a acabar todo, no lo sé, estoy transitando por mil ideas ahora. Sólo quería narrarte mi punto de vista de lo que ha sido nuestra historia, quise confesarte lo que siento por ti, porque me encantas, te aprecio inmensamente, me fascinas, te adoro, te deseo, te quiero, y... Te amo como nunca pensé posible amar a alguien.

Choi Soobin será siempre de Choi Yeonjun, mi corazón es tuyo, sólo tú lo puedes romper y sanar, por más terrible que suene eso. No quiero a nadie más, nadie podría reemplazar tu lugar, su lugar... Por eso, porque estoy cansado, y por nosotros, haré mi último acto de amor.

Perdóname, de verdad perdóname, cariño mío...


Sus latidos se detienen de repente, su boca se reseca y no le es posible tragar, sus ojos estaban repletos de gotas saladas y su cuerpo está temblando por los sollozos y sus nervios. Encara a las dos que están cabizbajas y limpian con disimulo sus propias lágrimas ante su estado. Su voz apenas consigue salir estable en medio del pavor:

–¿Q-qué significa esto? ¿A qué... S-se refiere con acabar con todo definitivamente?

–Planea deshacerse del espejo para no salir más – Manoban es la única que se atreve a darle cara al asunto con todo el lamento en su semblante y modular –. En pocas palabras, es una clase de... Eso.

Sus aleteos se van a detener.

Una epifanía, precisamente es aquello lo que Yeonjun está teniendo cuando su alma se quiebra de nuevo al
momento en el que se da cuenta de que él también ama a Choi Soobin, el mismo chico al que puede perder en cuestión de horas, y para siempre.

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–Señora... Debe descansar.

–Ya tendré mucho tiempo para hacerlo cuando no esté por aquí, Namjoon.

–No diga tales cosas. Usted debe de resistir lo más que pueda.

–Ya lo he resistido hasta ahora, Namjoon. Me iré, es cierto, y hay que enfrentarlo – Irene masculla con aire agotado, sin apartar su vista del salón donde Soobin toca el piano melancólicamente –. No puedo dejarlo solo si corre peligro de sí mismo.

–Dudo que cometa una locura por ahora. Aún así, si le hace sentir más tranquila, yo lo vigilaré – Nam le ofrece con empatía.

Irene le sonríe apenas, dándole una palmadita a su mejilla cuando este se inclina por petición de ella.

–Muchas gracias, cielo.

Regresando en su forma felina, su fiel seguidor se adentra a los jardines de la mansión Choi, la cual nunca lució tan carente de vida como ahora, frente a la de tez blanca y orbes verdosos que se envuelven en un tormento abrasivo.

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Perdooooooon

Me demoré demasiado, pido mucho perdón :(( Sobre todo a mi lectora estrella KarenLinares197 Porque siempre anda pendiente, comenta y vota puntual 🥺 Te dedico el cap como gesto de gratitud 💖

¿Cómo se encuentran? Estado: Líquido.

Estos caps se vienen muy tristes, estén atentos. Faltan muy pocos antes del epílogo 😭

Las cartas tienen los títulos de los episodios, todo es importante por cosas que ya verán y le fueron enseñadas a Soobin. Es todo lo que quiso decirle a Yeonjun desde que le conoció, ya saben confirmado que lo ama, y pues ya que es un personaje de pocas palabras (Tal como Tae, que es reservado), esto es una apertura a su bonito  corazón :(

TaeGyu y Yeonbin del fic be like:

https://youtu.be/r0DSWuX90xI


¿Qué hará Yeon ahora? Aquí les dejo una canción de la playlist del fic que me recuerda a él unu:

https://youtu.be/r3zxJ3Y3M0w

¡Voten y comenten! 💖

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