[16: True Friendship ]

La noche anterior no tuvo la explicación más completa por parte de Soobin, sencillamente éste explicó que conversó seriamente con Taehyun y posteriormente se dedicó a cenar algo, ducharse y acostarse; no en su cama, pues nuevamente la petición de su dongseng le hace compartir, por segunda ocasión, la del mismo. 

Ahora que están yendo a desayunar, queda paralizado en plena cocina, como si estuviese soñando todavía, porque cree que es imposible encontrar a sus dos mejores amigos risueños y juguetones cocinando juntos, como si nunca hubiesen discutido al punto de mudarse.

–¿Les lanzaste algún hechizo?

Bin resopla y rueda sus orbes con algo de hilarancia.

–Yo no lanzo hechizos, los recibo.

Yeon contiene una carcajada y le da un empujoncito.

–Esto es serio, ¿Cómo lograste esto?

–Charlé con Taehyun, te lo comenté.

–Sí, pero es lo que todos hemos venido haciendo – cruza sus brazos con una mueca dudosa –. ¿Por qué a ti sí te hizo caso? Yo soy su mejor amigo.

–No seas ridículo – sonríe de lado, encontrando lindo el semblante de su mayor, aquello capta la atención del par que cocinaba –. Buenos días, chicos.

–Buenos días, hyung.

–Hey, hey, sonríeme a mi también.

–No saludaste, hyung.

Yeonjun entrecierra los ojos para el muy animado Taehyun en lo que Beomgyu lucha con despegar sus hot cakes y es auxiliado por Soobin en silencio. Lo primeros discuten dramáticamente, o más bien el rubio lo hace y el pelirrojo se justifica. Era un poco desastroso, añadiendo que Gyu se sumó a las burlas contra Jun y el mismo les regaña por no haberle hecho caso, sino que le dieron el beneficio a un casi desconocido - apuntando a Soo-, al que ahora le apodan confianzudamente como "hyung"

–¡Yo soy su hyung supremo!

–¡Eso ni existe!

–¡Buenos...! ¿Qué está pasando aquí y por qué le estás jalando las orejas a Taessi, Yeonjunnie? – Moonbyul balbucea con consternación apenas entra a la cocina y descubre a los jóvenes revoltosos que ni se percatan de su entorno –. ¡Jesús, se les están quemando los huevos!

Cabe destacar que la mujer les auxilia y los cuatro chicos deben permanecer callados y regañados como pequeños, comiendo entre malas miradas, aunque la verdad es que no son para nada rencorosas, al contrario, hay un buen humor del cual la astuta señora Choi se fija rápido.

Porque no le pasa desapercibido en lo absoluto el cómo su hijo irradia luz cada que se topa con los grandes orbes que igualan su sentir. Conoce perfectamente los pequeños detalles de esos dos, como el que Gyu le diese sus restos de comida a Tae como cuando de niños, mientras Jun les corrige de su falta de modales y Bin permanece ocultando su sonrisa tras su servilleta de tela.

–Lavaremos nosotros, mamá.

–¿Tienen prisa?

–Pues, estábamos por planear algo con Soobin y Yeonjun hyung – Kang observa a los nombrados con un encogimiento –. Tal vez darles una mano con el invernadero y luego salir, si tenían en mente trabajar en ello.

–¿Los cuatro? – inquiere ilusionada, y ante la confirmación no duda en sonreír de mejilla a mejilla – ¿En una cita?

Beomgyu masculla tímido:

–Mamá, no seas chismosa.

Tae le da una palmadita juguetona.

–No te dirijas así a tu madre.

–Como si no fuera costumbre que lo haga – sisea la astuta castaña que los analiza a cada uno –. Resulta que conozco perfectamente a mi hijo y a sus amigos, lo que significa que necesito información detallada de lo que aconteció en mi ausencia. 

–Yo lo resumiré – Yeon simplifica con rastros de recelo –. Estos dos se reconciliaron y están como dos tortolos porque ahora prefieren a Soobin como su hyung en lugar de a mi.

–¡Eso no es cierto!– defienden a la par los "tortolitos" con el rostro caliente.

–Una parte lo es – Soo aclara su garganta para aportar: –. Pero, en mi defensa, Yeonjun está exagerando lo último.

Antes de siquiera formular un contraataque, Moon les sobresalta con su eufórica exclamación:

–¡¿Ya son novios de nuevo?! ¡Esto es un milagro! No importa quién lo hizo, ¡Pero estoy muy contenta!

Beom aprieta sus labios viendo como su madre abraza entusiasta a Tae y a los otros Chois, entre alegre y abochornado por su exagerada reacción.

–No somos novios aún, mamá...

Ella se enseria y señala a su futuro -por segunda vez- yerno.

–Entonces ponte a trabajar en ello, Taehyunnie.

Él asiente con una sonrisa radiante para el chico de cabellos más largos.

–Daré mi mayor esfuerzo y más que eso, señora Choi.

El pecho de la mayor brincó en goce como el de su hijo, y por fin Yeonjun sonrió, olvidando la "discusión" anterior, y ante esto, Soobin se regocija al haber alcanzado su meta.

Tal como propusieron, van al invernadero para adelantar la remodelación, repartiendo las tareas correspondientes entre los cuatro. Soobin y Taehyun hicieron las actividades de peso y de logística, mientras que Beomgyu y Yeonjun se encargaron de los decorativos y de la reparación. Cada uno complementaba con ideas y se unieron para pintar lo último que quedaba pendiente entre la fuente y unos jarrones. 

Motivo base para acabar en una entretenida pelea de pintura -mucho mejor que la de Soobin y Yeonjun días anteriores-, riendo con la música que colocaron y ensuciándose como niños en jardín de infantes, hasta el más alto se suelta con risitas y se enfoca más en manchar la braga del rubio que se empecina con él. Tras un buen rato hacen una tregua porque deben limpiar su desastre para salir a cambiarse a tiempo.

Fue mucho más divertido el trabajo en equipo de lo que Soobin imaginó, y estaba añorando explorar más de aquella complicidad, conexión y confianza. Porque adora que sonrían a su alrededor, junto a él, y más ser causante de algunas de esas sonrisas de parte del trío.

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–Todo fue excelente, la familia de Lisa es muy acogedora – Jisoo le extiende unas galletas que la madre de la rubia mencionada le ha enviado a la señora Choi, la misma agradece con un gesto – ¿Y usted la pasó bien?

–De maravilla, y pude ordenar mi casa un poco – admite con una sensación de paz –. En estas semanas casi no había ido por allá.

 –Es grato saberlo, señora Choi – sonríe discreta, inclinándose de pronto más cerca – Y ahora que estamos poniéndonos al día, ¿Por qué están los cuatro tontos en el invernadero?

Moon debe carcajearse por el escrutinio de Lalisa en la ventana de la sala que da al jardín, desde esa distancia se aprecian claramente los hacendosos chicos. No tiene problema en relatarle los hechos que le fueron proporcionados, y las chicas no hacen más que asombrarse en medio de su alivio.

–Se tardaron bastante esos cabeza dura.

–Espero se mantengan así, porque si tu amiguito vuelve a lastimar a mi osito Gyugyu, le voy a partir hasta el páncreas – advierte la menor con un dedo acusador –. Estaba llenando de mocos todas mis blusas con sus lloriqueos.

–Sí, bueno, que tu amiguito no haga que el mío se beba media licorería mientras canta como un reproductor descompuesto con baladas depresivas – la imita, dando un sorbo a su taza de té humeante –. Lo importante aquí es que al fin ellos están donde deben.

–Ujum, sólo faltan ustedes dos, niñas.

Jisoo se ahoga con una repetitiva tos y Lisa se sonroja en lo que le da palmaditas a su Unnie. La vergüenza recorre de pies a cabeza a la mayor, quien se excusa para cambiarse el suéter que ensució de té ante el sobresalto, dejando con la adulta a la muchacha de ojos verdosos.

–Me pregunto lo mismo, no se preocupe...

–¿Y por qué no le has pedido ser tu novia, o ella a ti? Es obvio que no es un afecto unilateral, cariño.

–No lo sé, m-me refiero, ni siquiera nos hemos dado un beso – se arrepiente al segundo con una mueca apenada–. Perdón, no sé si esto sea un tema que le incomode.

–En lo absoluto, no es como si no viese parejas besándose en la calle, es lo mismo. Además, tengo un hijo no muy discreto – agita con desdén su mano, riéndose al susurrarle: –. Una vez lo encontré encima del pobre Taessi devorándole la boca en plena sala.

–¿Usted también? – abre su boca con un sonidito incrédulo – Ese par es muy descarado, no tengo idea de cómo estuvieron tanto tiempo separados.

La mujer concuerda con una frase celebre:

–Porque los humanos nos tendemos a complicar más de lo que es requerido. 

La estudiante afirma con la realización.

–¿Sabe qué? Es cierto, creo que debo arriesgarme más, como ellos. Digo, no de esa manera.

–Lo agradecería.

–Usted es una amiga increíble, ¿Por qué no habíamos conversado tanto?

–Porque aunque eres la mejor amiga de mi hijo, casi siempre están jugando videojuegos o viendo películas de comedia.

–Cierto... Iré con Chicken un rato, gracias.

Lalisa le da un abrazo a la castaña que es bien correspondido antes de partir en búsqueda de su, por los momentos, amiga.

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Nada más en una oportunidad experimentó eso de las "citas dobles", cuando mantuvo su relación con Kai y éste aceptó salir con Beom y Tae en un plan de pareja, mas el muchacho le informó que prefería estar a solas con él, por lo que no pasó de aquella ocasión. Personalmente, a él le gustaban, aunque nunca reclamó o insistió, como usualmente ocurría con su ex novio. Sin embargo, ahora que está teniendo una con alguien sumamente opuesto al castaño -como lo es Choi Soobin-, está claro en que resultaba excepcionalmente agradable.

Su dongsaeng no es alguien tan expresivo, obviamente no estaba del todo integrado al grupo como ellos tres, pero aprecia cuando nota que el chico no tenía problema en sujetar su mano delante de los bromistas menores, es un caballero con él sin fingirlo, lo trata tal como estando a solas, aporta a la conversación, y sobre todo, sonríe muy lindo.

Joder, adoraba muchísimo sus hoyuelos y cuando sus ojos se vuelven más pequeños con sus arruguitas, más cuando ríe ante el humor de Taehyun y ante las torpezas de Beomgyu, o incluso cuando se burla de él y su actuar infantil con los chicos.

Sí, Soobin aún así mantenía su aura silenciosa y a veces se cohibe apenado, pero era totalmente de esperarse.

Además, el otro par trataba con más confianza al pelinegro, mismo que antes les daba desconfianza y hasta cierto temor - se recuerda que él también sintió aquello al comienzo de todo-, y hay una compatibilidad sorpresiva entre sus personalidades.

Los cuatro son un buen grupo.

La cita constaba de una salida común a un local de comida rápida que Soo no conocía - fue ciertamente gracioso hallarlo con su típica elegancia y porte que desencaja en tal entorno-, y luego se decidieron por ir un planetario recién inaugurado; todavía experimenta el cosquilleo en sus dedos producto del agarre del más alto, quien se acostó a su lado y se mantuvo más que fascinado con lo que nunca presenció en su época, luciendo como un niño de ojitos abiertos, curiosos y centellntes.

Se empezó a cuestionar cómo sería el pequeño Binnie, y por primera vez anheló con todas sus ganas el haber existido en aquellos entonces, haber estado para él en cada momento, para hacerle compañía y presenciar au crecimiento. Y es que nunca fue fanático de siglos pasados, cuando mucho las últimas décadas del siglo XX, pero por el chico, quiso ser parte de su era.

Terminaron en el lago congelado donde anteriormente patinaron, ahora los cuatro jugando en la blanca y pulcra nieve, tal como aconteció durante esa mañana en el invernadero, sólo que ahora los proyectiles de pintura eran reemplazados por bolas heladas.

Por su parte, sí era muy nuevo para el Choi pelinegro el salir en una cita doble, e incluso el hacerlo con un grupo de "amigos" que, además, le llaman "hyung"  para cada cosa que lo requieren. Era hijo único, no se llevaba bien con sus primos o familiares, en la escuela todo era superficial y nunca encajó con el resto, mucho menos en relaciones amorosas, justo como le relató al ojos miel anteriormente. Era un novato en todo aquello, y a pesar de esto, es ameno saber que lo está haciendo bien.

Le gusta el par de tontos menores que juegan y le retan, el de cabellos negros más largos que se tropieza y pelea tanto con el mayor de todos, el pelirojo que se mofa a su costa y no tiene conflicto con sus respuestas de mismo carácter humorístico.

Oh, y le encanta en demasía cargar a Yeonjun mientras lo oye carcajear una vez le atrapa y caen los dos en la nieve, le fascina mostrar al menos con acciones pequeñas que le aprecia delante de otros, a pesar de que no es tan afectuoso y no suele ser transparente en público, pues se siente en confianza y le maravilla cada que su hyung se comporta como un hermano mayor con sus amigos, por ratos burlándose de ellos y en otros cuidándolos. 

–¡Patinemos! 

–Eso es trampa – ignora la expresión divertida de su futuro novio y da un mohín con el mentón alzado para reforzar su premonición: –. Sabes que vas a ganar, al igual que seguramente Yeonjun porque baila como los dioses.

–No alardees idioteces, no es así, Gyu – Jun se rasca la nuca por la mirada intensa del azabache a su derecha ¿Lo hace a propósito o es un reflejo? No lo tiene claro, pero sí está seguro de algo: –. Soobinssi posiblemente ya sea mejor que yo, incluso aunque patinara una sola vez.

Tae y Gyu enarcan una ceja para el de gorrito negro.

–¿Una vez nada más? Debe ser broma, ¡Te enseñaré a mantener mejor el equilibrio, hyung!

–No lo acapares, yo puedo enseñarle a cómo caer con estilo y Yeonjun hyung puede mostrarle cómo dar respiración boca a boca.

–¡E-eso no tiene sentido, no se ahogará aquí!

–Pero no hay que hallar sentido a los besos indirectos, tonto hyung. Gózalos. 

El sonriente Beom se apabulla y termina entre gritos asustados por abrir sus ojos asustado al ser perseguido sin piedad alguna por un rojo Yeon, quien le ataca con bolas de nieve por avergonzarle. En medio de la absurda e hilarante pelea, los otros dos les observan con gracia.

–Ven, te volverás experto conmigo mientras ellos se destruyen.

–Soy un experto, lo haga correctamente o no, Kang. Yo te volveré un maestro a ti.

Entre bromas se aventuran a la pista como si fuera un reto, comenzando así unas clases improvisadas. Al rato, los que discutían ahora regresan abrazados y animados, optando por ser espectadores por unos minutos, entretenidos con lo que aprecian.

Yeonjun está enternecido por Soobin, le graba y saca unas cuantas fotos en su celular, le da ánimos y vitoreos porque le enorgullece que va mejorando gracias a las lecciones de su amigo; es muy lindo el contraste del alto con el más bajito. 

Soobin era orgulloso y rebelde por naturaleza, no le agrada sentirse inferior o que le instruyan, estaba siendo complicado para su ego ser el aprendiz de alguien más joven, sin embargo, sin percatarse desplaza todo de lado y nota que está disfrutando verdaderamente el momento, está agradecido de mejorar, y lo más satisfactorio - a parte de estar llamando la preciada atención de Jun- es que ninguno de los presentes estaba mofándose a su costa, presionándolo o compitiendo.

Estaban siendo simplemente cuatro chicos pasando un rato sumamente genial, como amigos.

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–Es genial que estés por aquí de visita en estas fiestas, Hobi hyung. 

–Aw, mi Kookie me extrañó – el mayor usa un tonito meloso que hace reír apenado al contrario –. ¿Por qué tenías que estudiar en cursos menores que yo? Te pude haber traído conmigo a la ciudad, ¡Juro que estallaré mi teléfono con más fotografías de ti!

–Es lo que yo hago con Hyuka, es muy lindo como para no gastar mi memoria con sus fotos y vídeos.

El gesto del mayor cede un poquito, aunque intenta mantener su tono jovial característico.

–Yah, no restriegues tu perfecta relación en mi cara, niño enamorado.

–Oh, ¿Tuviste una mala experiencia reciente? – Jungkook detiene su sonrisa embobada y de inmediato pone un semblante preocupado por el más desanimado pelirosa –. Sabes que estoy aquí si deseas desahogarte, hyung.

–No es nada grave, Kookssi. Terminó antes de iniciar, y dudo que en algún momento hubiese siquiera posibilidad – le tranquiliza con un gesticular desdeñoso, a pesar de que por dentro le entristece un poco que no hubiese oportunidad con el bonito chico osito que le interesó desde su año de graduación universitaria –. ¿Crees que Beomgyu sea feliz con Taehyun?

– ¿Choi Beomgyu y Kang Taehyun? – ladea su cabeza en desentendimiento, mencionándolos con lentitud – Ellos rompieron, hasta donde sé.

–Volvieron, o están en ello al menos – corrige con un suspiro en medio de un mohín –. Ya Kang publicó fotos hoy en su Instagram y lucen muy apegados. Sé que pretendía que las viera porque me etiquetó una carita sonriente y luego borró el comentario.

–Ah... ¿Te interesaba Beomgyu todavía?

–No me culpes, es un angelito. 

–Supongo que son felices, antes eran como uno solo – contesta finalmente tras unos segundos, arrepentido cuando se percata de lo que dijo –. Hyung, lo lamento.

–Sinceramente me calma saber que está bien con alguien que lo quiere, pero si esa copia de ardilla le vuelve a lastimar, te juro que vendré a patearlo desde Seúl – admitecon un chasquidito malhumorado. Una notificación del celular del castaño resuena en la mesa, a lo que eleva una ceja en diversión: –. ¿Alerta novio bonito?

Jeon sonríe leyendo y posteriormente contestando el mensaje con emojis adorables de pollito que ha recibido.

–Es un amigo, quedamos en vernos más tarde, pero aproveché que salí contigo para invitarlo. ¿Te molesta?

–Para nada, tus amigos siempre me caen bien.

–Genial, porque ahí viene – destaca con una sonrisa amigable para el chico bajito de pelo grisáceo que se aproxima a ellos, imitmdo su reacción –. ¡Jiminssi!

–¡H-hola, Jungkookssi! – acepta su abrazo con un quejido dramático por la falta de aire, haciéndolos reír a ambos. Al apartarse se dirige al ensimismado y apuesto chico de nariz perfilada que está junto a su amigo – Oh, ¿No interrumpo?

Obligándose a salir de su ensoñación, Jung se levanta con torpeza y extiende su palma para saludar al nuevo invitado.

–Para nada. Jung Hoseok, un placer.

El menor acepta con educación, parpadeando para no distraerse en el atractivo rostro y la sonrisa de corazón tan peculiar y linda.

–Park Jimin, el placer es mío. Jungkookie me ha comentado mucho de ti, te extraña.

–Y yo a él, pero no me habló de ti – recrimina con una mirada de reojo para el aludido –. Digo, recordaría si me hubiese mencionado a un adorable chico como tu.

–¿Y-yo? Pero si eres más adorable, ¡Amo tu vestimenta!

Jungkook es participe con una mirada perpleja del descarado coqueteo entre los opuestos, le causa gracia y se recrimina por no haberlos presentado con antelación cuando ambos poseen demasiadas cosas en común.

¡Era un despistado, pero lo arreglaría!

–¿Saben? Voy a chequear cómo está mi novio, ustedes vayan conociéndose y haciéndose compañía, se ve que se llevarán excelente.

Ninguno le hace mayor caso y siguen parloteando en la mesa en lo que se escabulle para marcarle a su pareja con una risita traviesa.

–¡Kookie! ¿Qué tal tu reunión?

–Creo que tendrás que nombrarme cupido antes de año nuevo, bebé.

Kai no comprende hasta un minuto después al su novio relatarle los hechos, se carcajea con él y le felicita por hallar a la nueva y muy probable parejita ideal del año.


Choi y Kang tonteaban en la biblioteca, jugando con el gatito que pertenecía a la nieta parlanchina de la encargada. Ellos desde su puesto presencian la escena en lo que ellos cargan en una pequeña canasta algunos libros que solicitaron prestados, algo que nunca el de orbes negros había hecho y fue propuesto por el de bufanda mostaza. 

Yeonjun da una risotada bajita por las joviales escenas que montan sus amigos, hace meses no era participes de esa complicidad natural, y con todo y que se quejó con Soobin al acusarle de robarse la solución que sus par de dongsaengs requerían, estaba completamente en deuda con él por reponer su relación. Precisamente, lo analiza desde su posición, con su ceño contraído en concentración al escanear los estantes más altos de libros. Las palabras salen antes de notarlo, con suavidad:

–Gracias, por resolverlo todo.

Soobin agacha su mirada para encarar al mayor, elevando una ceja.

–Creí que no estabas satisfecho porque yo intervine.

–No lo estoy, me alegra que lo resolvieran gracias a ti. Es sólo que... – aparta el rostro con una risa nerviosa, carente de ánimos – Tengo un ligero historial de reemplazos y esas cosas, me pongo paranoico y pesado.

–No eres reemplazable – contesta tan de prisa, que agrega algo para opacar su pena: –. Es decir, ellos te adoran, Jun.

Suspira con un alzar de hombros, mordiendo sus labios para no levantar sus comisuras en una sonrisa ante el primer comentario, uno que anhela que fuese real.

–Bueno, también te ganaste su aprecio y amistad. 

Aprovecha de admitir con interés:

–Es extraño, ¿Sabes? Que me digan "hyung" o "amigo" con respeto.

–Es lo que eres, nuestro amigo – concede con cierto enternecimiento, golpeando su hombro en juego – Deberías aprender de ellos. Nunca me llamas "hyung".

"Suena lindo, aunque tú y yo somos algo más que amigos, ¿No, Junnie?"

–No es necesario, tengo presente que estás más viejo que yo – se mofa del puchero adorable del más bajo, hasta que éste bastante ofendido le empuja. Le regresa el golpe en broma, sólo se arrepiente cuando el opuesto se queja con una mueca adolorida y sobando su brazo. Se aproxima para chequearlo –. P-perdón, ¿Te lastim...?

Yeon toma desprevenido a Bin al hacerle cosquillas, y piensa que fue la mejor idea del mundo cuando oye sus carcajadas en plenos jadeos, se retuerce y lo intenta apartar, pero él es más rápido al acorralarlo contra uno de los estantes, el ruido seco de la ancha espalda del pelinegro golpeando, el mismo ni siquiera se inmuta, pues se concentra en recobrar la compostura mientras él le sonríe con suficiencia ante la ventajosa posición.

–Nunca bajes la guardia, joven Choi, ¿No te lo enseñaron en tus clases de esgrima?

–¿Cómo sabes que vi clases de esgrima?

–Tienes muchas placas de cientos de cosas en tu habitación, mocoso. Deberías de darme algunas clases particulares.

Soobin no estaba del todo concentrado en el hilo de la conversación, porque locamente se siente más pequeño que su hyung al verse acorralado, apreciando de cerca su sonrisa aireada y estando en pleno pasillo, expuestos. Está más nervioso de lo que reconocería, sus pulsaciones lo reafirman.

¿Por qué se pone así con un simple juego con Yeonjun?

–Tú sólo pídeme las clases que quieras y te las daré – formula relamiendo sus labios por inercia, escaneando los orbes meliáceos que brillan divertidos, sin embargo, estos se ablandan como la expresión de su portador, se le eriza la piel por la forma que lo detalla. Él nunca se abrumaba por ser analizado, él intimidaba al resto usualmente, ¿Qué le está haciendo el rubiecito coqueto?  –. A-alguien nos puede ver.

–¿Te molesta?

–...No.

Jun escapa una sonrisa nueva, alzando su mano para acariciar el blanquecino y terso rostro del orbes negros, aprovechando su repentina docilidad. 

–Te empeñas en lucir como alguien malo y endemoniadamente complicado todo el tiempo, pero no es cierto – susurra dulcemente –. Apuesto a que incluso de no habernos conocido por el espejo, de haber existido en tu época, te hubieses peleado con esos tipos por defenderme, o quizás nos habríamos encontrado aquí, tal vez en las calles mientras te quejabas de alguna cosa boba – bromea sacándole un bufidito y entornar de ojos al menor, pero percibe la sonrisa que quiere ocultarle. Inhala y junta sus frentes, no solía actuar así, pero fue una imperiosa necesdad –. De alguna forma, creo que tú y yo pudimos haber coincidido, ¿No crees, Soobinssi?

No lo duda, es lo que añora, que de haber sido el caso, él y su mayor se conociesen para compartir tantos momentos nuevos, aterradores y a su vez llenos de goce, tal como el actual. Sin embargo, no lo verbaliza, se limita a sujetar la delgada cintura y atraerlo más a su cuerpo, besándolo con ahínco, lento, incluso se atreve a succionar su labio inferior levemente para oír ese suspiro tembloroso en medio de los chasquidos húmedos por el contacto.

Al apartarse, oyen una tosecita que les hacen girarse hacia una sonrojada niñita con un gato obeso cargado, ambos se alejan entre alarmados y abochornados, disculpándose con una reverencia hacia la chiquilla que sólo jura que no los vio, claramente mintiendo.

Los Choi comparten una risita por lo bajo cuando la infante le explica a Tae y Beom que no había pasado nada mientras se paseaba en la biblioteca, y estos emitieron una mirada sospechosa en su dirección.

Todos al despedirse de la niña y su abuela cordialmente, salen directo a la mansión tras comprar unos pretzels en el camino, yendo en el auto alquilado hasta la residencia Choi.

Cada quien se va por su lado y cenan más tarde, conversando un poco de su día al rememorar los mejores momentos. 

–Hay que repetirlo.

–¡Mañana hay una feria cerca de Duryu Park!

–¿Les parece bien ir juntos, Soobin hyung?

Yeon por un instante creyó que el chico desistiría, pues conoce que no es alguien que ame las multitudes y posiblemente estaba cansado por el día de hoy, hasta que se lleva la grata sorpresa de que éste, además de aceptar, aporta:

–Algún día iremos a esa montaña de la cual Beomgyu alardea tanto. Muero de curiosidad por comprobar si lo de los osos es real.

Se halla sonriendo al fijarse que Soobin estaba haciendo planes a futuro con sus amigos, pero una parte suya teme a que esto no sea probable, es una mortificación que se guarda, añorando que verdaderamente el hechizo se rompa, porque el peso de la responsabilidad y el miedo a perder al azabache cada vez es más asfixiante y grande. No nota hasta ahora que están a nada de acabar el limite de tiempo, pero se obliga a sepultar la idea hasta el fondo de sus preocupaciones, encerrándola con llave para no dejar de vivir momentos como los de hoy.

No se iba a adelantar, lograrían su cometido.

Porque él por supuesto que quiere seguir compartiendo con el chico que está estableciéndose en su corazón, sin retorno alguno y con derecho de permanencia.

Todos vuelven a sus habitaciones y transcurren unas horas cuando Bin revisa su reloj, marcando las 10:31 pm, larga una exhalación tras subir sus posts a Instagram y sus hoyuelos se muestran al toparse en su galería algunas fotos de Yeonjun que le ha sacado desprevenido; porque tomarle una fotografía al rubio era complicado, todo debido a sus reclamos y negativas. No comprende el motivo, mas rememora otra cosa del día que le causó bastante diversión: 

Taehyun y Beomgyu de la mano en la pista de hielo, luchando entre carcajadas de mantenerse y dar un paseo decente en la superficie, luego apaciguando el ambiente y terminando como dos tortolos enamorados, siendo dulces y cariñosos entre ellos, cuidando del contrario, todo mientras él y Yeon les apreciaban desde la nieve.

Le llamó la atención aquel recuerdo porque durante ese rato imaginó lo cálido que sería tener una relación así con alguien...

Alguien que sólo podía ser Choi Yeonjun.

La cuestión es que Soobin meditó muchísimo la conversación que mantuvo con Taehyun la noche anterior, porque durante sus consejos hacia el pelirrojo, abrió sus propias emociones. Como mencionó, era tan cerrado y comunicativo como el muchacho de ojos grandes, y luego de leer una frase en el libro de poesía que extrajeron de la biblioteca durante navidad, lo analizó más a fondo:

"La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco." - Platón.

Supuso que era lo que ocurrió con Tae, no comprende mucho la razón por la cuál permitió que Beom se fuera de su lado si tanto le amaba, ¿Que no es lógico que si amas algo no le dejes irse? Él claramente no es experto en la materia, apenas está experimentando lo que es gustar de alguien, gustar mucho, bastante.

No suele verbalizar todo lo que piensa y siente con Yeonjun, hay partes de su personalidad y vivencias que le hacen retractarse y mantener todo en su cabeza. ¿Miedo? ¿Inseguridad? ¿Poca costumbre? De todas un poco, no quiso indagar demasiado ahí.

Prefiere mejor ir hasta el contacto destacado en su celular y pulsar el botón verde, a la espera de la contestación en un tonito jocoso:

–¿Esto se está convirtiendo en una costumbre? Digo, llamarnos a corta distancia.

–Podrías sencillamente no contestar.

–Luego vendrías a tirar mi puerta exigiendo explicaciones, mocoso – le acusa como si ya fuese un hecho, casi predice cómo el contrario rueda sus ojos –. Nos vimos literalmente hace unas horas y vivimos en una misma propiedad. 

–Sí, es sólo que... No sé, me preguntaba si ya vendrías a dormir.

No es que tuviese problema en volverse a encontrar, al contrario, le es grato saber que su dongsaeng comparte mismas ganas de verlo y que no era unilateral esa casi necesidad de su ser, tampoco le incomoda que le invite nuevamente a su habitación, sólo que le gusta hacerse el duro para recibir tales comentarios de Soobin. Le roban indudablemente el aliento.

–¿Esperabas que fuera? 

"¿Querías que fuera?"

–Eres cómodo y das risa cuando duermes.

"Quiero abrazarte"

–Contrata un payaso entonces, Choi – sisea con aire decepcionado. 

Bin imita la pregunta de la biblioteca:

–¿Te molesta?

Jun imita su respuesta, seguro:

–No.

–No te hagas de rogar entonces.

Precisamente, ya se estaba dirigiendo a su puerta para salir, negando con una sonrisa.

–Yah, me tienes que insistir un poquito más, mocoso. 

Ahí, los dos cruzan miradas, puesto que ejecutaron la misma acción, yendo por el otro. Soobin es el primero en comentar con suavidad:

–¿Por favor, puedes dormir en mi cama, Yeonjun-ah?

Aprieta sus labios y cuelga, no denotando lo que su pregunta le vaya, caminando hasta el alto con cierta timidez. Le señala para que entren, el menor acata y cierra detrás suyo la puerta.

–Si los chicos nos descubren van a burlarse mucho de esto.

–Tendremos cómo contraatacar con las fotografías cursis que subió Taehyun a Instagram.

–Selcas.

–Es lo mismo.

Yeon sonríe y se sienta en la orilla del colchón, siendo copiado por Soo al instante. De repente se le vino una curiosa interrogante a su cabeza:

–Ahora que lo pienso, me salieron varias publicaciones tuyas, te seguí cuando me seguiste, pero ¿Cómo encontraste mi perfil?

–Taehyun me siguió y yo revisé un poco, fue fácil.

 –Me asombra cómo manejas correctamente la tecnología siendo de un siglo atrás.

–La inteligencia es algo nato en mi, Yeonjun.

–Como la arrogancia, Soobinssi.

–Reconocer mis virtudes no es ser arrogante – señala con convicción, el rubio no rechista, fijo en los libros en su sofá. Carraspea para expresar cierta duda: – ¿Sabes? Me pareció inusual que tuvieses fotos de cualquier cosa, menos de tu cara. Me refiero, hay fotos de tu espalda, silueta o de lejos, pero te concentras en postear acerca de lo demás que te rodea.

–No tiene nada de malo – se tensa inevitablemente, tratando de mantener su fachada despreocupada –. No todos los perfiles son iguales, a mí me gusta apreciar otras cosas.

–Concuerdo en ello, pero considero que tienes bastantes fotos que... 

–Pues no suelo sacarme muchas selcas, es todo.

Soobin se confunde con la actitud defensiva que está adquiriendo Yeonjun a cada segundo, luce incómodo en su posición, tamborileando ansiosamente sus dedos en su pantalón de cuadros. No se percata que se le escapa algo repentino:

–Yo las tengo. 

Yeonjun voltea al instante, frunciendo el ceño.

–¿Qué?

Al menor no le queda de otra que tragarse la vergüenza y mostrarle su galería, oye exhalar en perplejidad al rubio a su lado, quien sujeta su mano para acercar el teléfono a su cara, abriendo la boca y cerrándola sin formular nada coherente. Lo aparta antes de que continúe descendiendo en su álbum - más grande de lo que recordaba.

–Me agrada la fotografía.

"De cosas bonitas"

–¿D-desde cuando tienes todas esas fotos mías? – casi se escandaliza, sacudiendo su cabeza repetidas veces con una mueca desagradable – Soobin, elimínalas, bórralas.

–¿Por qué lo haría?– parpadea descolocado. 

–Porque no me gusta, es incómodo para mi.

–¿Por qué te pones de esta manera? 

–No a todos nos encanta presumir nuestro físico en redes, ¿De acuerdo? – estalla con impaciencia – No soy como tú de...

–¿De qué? – interrumpe con un resoplido – ¿Ibas a llamarme narcisista por algo así?

Comienza a salir de su arranque y con claridad percibe las notas dolidas del orbes oscuros. Se le forma un nudo en la garganta, por lo que aparta la mirada y se levanta con piernas temblorosas, rumbo a la puerta, escapando de su problema. 

–Olvídalo, yo no...

–Yeonjun, espera – se apresura desesperadamente a detenerlo con una mano alrededor de su muñeca, traga grueso y se atreve a liberar bajito pero firme: –. No te vayas.

Aquello basta para derribar nuevamente las barreras del Choi mayor, quien se sintió arrepentido por todo el asunto; porque Soobin nunca hubiese pedido aquello de no sentirlo, lo lee en sus ojos, en su agarre, y no es capaz de rechazarlo, no cuando le prometió quedarse.

–No lo haré...– se suelta con delicadeza y un suspirar tendido – Perdón, no quise actuar así.

Con la intranquilidad de no volver a ocasionar el malestar en su hyung, opta por dejarlo pasar, al menos por ahora, cambiando de tema para minimizar lo que ahora le genera un gran cuestionamiento y - hasta cierto punto- preocupación. 

Los Chois se acuestan al rato y apagan las luces, en silencio observando el techo en la penumbra, pero Soobin se sorprende cuando Yeonjun le abraza, aún bien despierto, acurrucándose como si fuera un refugio. Lo rodea y lo apega a su cuerpo al instante para corresponderle, protegiéndolo de no sabe qué exactamente.

En realidad, Soobin estaba dispuesto a descubrir lo que acongoja al ojos miel, es un deseo anhelante que le hace querer aliviarlo por dentro, de todas las formas posibles, de todo lo que le daña.

Ahora mismo Soobin está agradecido de tener nuevos amigos, porque quizás ellos podrían ayudarle un poco en su misión.

–Buenas noches, Yeonjunssi.

–Buenas noches, Binnie.

Al menos en esos brazos, Yeonjun se siente a salvo por un rato.

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–Ya era hora de que sacara el tema a relucir. Necesitan un poquito más, pero están llegando a un punto que planeaba desde el inicio. Es una de las razones más esenciales por las que escogí a Yeonjun.

–Bueno, técnicamente el espejo lo ha escogido.

–Porque yo generé las circunstancias que lo lanzaron a la mansión, Joonie – apunta con suficiencia –. Lo importante aquí es que Soobin-ah ya tiene amigos, está conociendo la amistad verdadera, desinteresada, y eso abre más su corazón... Es muy lindo que haga planes a futuro, juro que lloraré de emoción.

Namjoon espera, como su amigo leal y querido, que ella llore por goce y no por pesar, ya no más...

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Me enamoran las interacciones grupales entre TaeGyu y YeonBin TuT ¿Cuál fue su escena fav? 

Dato, la imagen principal es más un adelanto del siguiente cap, tuve un error en la edición JAJAJAJA

https://youtu.be/PCTeb4ifC-o

https://youtu.be/vTLBzRq2Hrs

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