Capítulo 8
— ¿Saben que es lo mejor de esto? Que la operación será el día veintiséis de este mes, podré emborracharme en Nochebuena y recuperarme durante la navidad. Si me muero en la mesa de operaciones por una complicación o simplemente se pasan con la anestesia, tendré una buena borrachera. Beberé por mí y por mi ángel de la guarda.
— ¿Por qué siempre tienes que bromear de esa forma? — Recriminó Taehyung mirando como su hermano se reía. — Todo va a salir bien y te acompañaré a beber hasta que salga el sol sin detenernos cuando salgamos de todo esto.
— Quizás a mi cuñadito no le gusten las personas bebedoras.
— No me gustan los que beben de forma desmedida y no se comporta pero, cuando yo también estoy borracho n me doy cuenta de nada. Si los acompaño, podremos emborracharnos todos juntos, incluyendo tu pareja. — Agregó buscando igualarle el paso a Taehyung.
— Estás esforzándote, me agradas. Eres un riquillo que se puede adaptar como camaleón a la familia de tu pareja. — Jungkook asintió tratando de contener la sonrisa.
Al comienzo pensó que le sería más difícil tratar con el mayor de los rubios pero, sorpresivamente, presentía que él podría ser su mejor aliado. Aún con su comentarios sarcásticos o incómodos, era alguien con quien se podía tratar.
— Vine aquí en cuanto pude librarme de mi reunión. ¿Por qué no me avisaron con esto con mayor antelación? — Un pelinegro agitado entró, ignorando a los presentes, centrando su vista en quien detenía su silla de rueda. Lo besó castamente y se levanto. — ¡Ah, el pájaro carpintero madrugador está aquí!
— ¡Jeon Jungkook! Ese es mi nombre, sin embargo puedes decirme Jungkook. — Le extendió su mano pero no recibió un saludo de parte del contrario.
Sus cejas se enarcaron al ver como el quien aclamaba ser su cuñado le explicaba las circunstancias en las que fueron a esa consulta mientras se alejaban de su lado sin decir absolutamente nada.
— Lo que le falta de tamaño le sobra en arrogancia... — Murmuró haciendo una mueca viendo a Yoongi.
Por primera vez desde que salieron de su casa pudo ser testigo de la sonrisa del rubio. Este no pudo contener la risa que su comentario generó, incluso aceptó que el pelirrojo pasara su brazo sobre los hombros.
— ¿Por qué eres así con Yoongi Hyung? — Trataba de detener la risa tonta pero simplemente le era imposible. — Él no es arrogante, es su carácter pero es muy buena persona.
— Eso no quita que le falta tamaño. — Se burló abrazándolo. — Yo sé que no debe ser tan pesado como aparenta pero, se me hace divertido burlarme y verte reír con eso.
— Sabes, le dijiste arrogante pero si somos francos, no he visto en mi vida a un hombre más arrogante que tú. Quizás por eso ambos se repelan porque son muy parecidos aunque a ti nadie te gana, el rey de los arrogantes.
— Si no fuera así, no estuvieras cayendo ante mis encantos, esos que no habías visto alguien y que no todos logran ver. Eres afortunado, señor Kim.
— Cuando yo lo digo, la arrogancia tuya es mayor que tu dinero. — Negó adelantándose. — Deja de creer en cuento de hadas, no me gustas.
— Fingiré que te creo, hasta tu hermano está cayendo en el efecto del cuñadito riquillo. Solamente me queda tu otro cuñado. — El rubio no pudo negar aquello pero tampoco se lo iba aceptar. — Tae, ¿qué piensan hacer en navidad? Me gustaría invitarlos a pasar la navidad en casa, aunque no sé qué vayan a pensar tu hermano y su pareja.
Su tono fue bajo, eso fue un pedido tan repentino que Taehyung no supo cómo tomar. No podía negar que saberse querido en una noche tan especial para todos y más para su empleador lo alegraba. Sabía perfectamente lo mucho que significaba ese día para él. Conocía de primera mano su sentir, todas las emociones que podría sentir porque esa fecha era melancólica y triste también para Seokjin y él.
Por tradición, jamás pasaba nochebuena y navidad lejos de su hermano, hubiera dicho rápidamente no si cualquiera lo hubiese invitado o si Jungkook hubiera limitado la invitación solamente para él. Saber que no lo quería únicamente a él, que las personas que hasta el momento conformaban su familia eran aceptadas en el mundo privado de ese hombre, removía algo en su interior.
Sin embargo, no estaba del todo seguro si aquello debía llevarse a cabo o no. La opinión del mayor también influía en su decisión pero no era eso lo que lo mantenía mudo sin poder darle una respuesta, sino el hecho de que todo aquello seguía tomándolo de sorpresa.
Un día llegó como mayordomo, en algún momento las cosas comenzaron a cambiar y en ese instante estaban en algún punto extraño y hermosamente novedoso donde se planteaban el estar juntos en navidad, como una familia.
— Si ya tienen planes, no pasa nada pero si aún no han organizado nada, quiero invitarlos a que pasemos juntos la navidad en mi casa. — Agregó al notarlo callado.
— ¡Abran paso! Hay un loco en silla de rueda que no teme usarla. ¡Pi, piiiii! — Exclamó Jin apareciendo de la nada entre su hermano y Jungkook. — ¿Navidad en la mansión legendaria siendo atendidos como seres de la realeza? Díganme dónde tengo que firmar. Tú solamente di la hora que yo llego incluso sin dirección. Ni siquiera tengo que decirle a mi pareja, para donde yo le diga vamos, él irá.
— Pues no es tan así, recuerda que te dije que quería invitar a mis padres si decidían venir de nuestra ciudad natal. — Interrumpió Yoongi.
— Amor, mis suegros no van a salir de Daegu, ya lo advirtieron desde hace meses. No nos hagamos de rogar. Piensa en todas las cosas positivas de esta invitación. Nadie tendrá que recoger o limpiar en casa cuando todo se acabe, podremos emborracharnos con bebidas que no solemos comprar, todo será gratis. Además, estaremos ayudando a mi hermano en su unión con quien me va a sacar de pobre. ¿No son esas razones suficientes?
— Jin... — Musitó Taehyung, sabía que su hermano bromeaba pero no todos podían con su sentido del humor y si era sincero, temía que el pelirrojo saliera huyendo.
— ¿Mi cuñado será quien nos atienda? Eso sería maravilloso ya que él siempre se sienta y espera a que lo atiendan como marajá sin mover un solo dedo. Si es para ver a Taehyung en su papel de mayordomo, yo me apunto. — Agregó Yoongi chocando los cinco que su pareja le mostraba.
— Solamente en eso no los podré complacer. Si él acepta ir a esa cena, espero que sea en plan familiar, no puedo permitir que trabaje esa noche. Contrataremos servicios especiales. — Interrumpió Jungkook notando la cara tímida mezclada con fastidio que tenía su mayordomo.
— ¿Así qué chiste? — Protestó el mayor de los Kim. — ¿Al menos tendremos todo lo que mencioné?
— Eso y más, solamente debes encargarte de que tu hermano acepte ir.
— Eso, dalo por hecho. Así tenga que amarrarlo de la pata con una soga a mi silla y arrastrarlo hasta tu casa, él irá a esa cena. — Sentenció el mayor palmeando el trasero de su hermano. — Será todo tuyo para la cena y postre, ese que solamente se comparte entre dos. — Agitó sus cejas con lascivia, arrancándole una carcajada a Jeon.
— ¡Yahhh! Me siento timado, estafado y usado por mi propio hermano. ¿Por tan poco vendes a tu hermano? — Fingió molestia Taehyung.
— Estamos en crisis mundial, debemos aprovechar las oportunidades. — Se encogió de hombros acariciando la mano de su pareja, regocijándose de la mirada que el pelirrojo le daba a su hermanito. — Además, estoy seguro que un postre como ese te encantará, terminarás chupándote los dedos y mucho más.
El menor intentó pegarle pero Seokjin simplemente aceleró, haciendo que su hermano le cayera atrás. Esa era una escena divertida y familiar con la que Jungkook estaba maravillado. Fue hijo único y aunque amistades no le faltaron, era hermoso ver cómo podían llevarse dos hermanos. Caminó al lado de Yoongi en silencio pero para el momento en que se despidieron luego de la cena, ellos parecían grandes amigos que mantenían pláticas extensas y profundas.
Los hermanos se sorprendieron y Jin incluso le dejó saber que se sentía traicionado al ver como sucumbía ante el enemigo pero con la simple réplica de que hay que llevarse bien con el millonario de su pareja, este alzó los dedos con orgullo. Tenían una extraña forma de entenderse y bromear pero se complementaban muy bien.
— Fuiste por la familia... — Comentó cuando llegaron nuevamente a la casa de Jungkook. — Eso fue un movimiento inteligente.
— Siempre me he considerado una persona inteligente, me alegro que eso no haya cambiado. Sin embargo, solamente quiero saber una cosa... ¿Te convencí para pasarte la navidad aquí?
— Ya para qué me preguntas si te pusiste de acuerdo con mi hermano y no tendré forma de negarme. Él es realmente capaz de amarrarme a su silla y traerme a rastras. — Ambos rieron mientras el menor lo abrazaba por la cintura. — Pasaremos navidad aquí.
Se volteó para buscar esos labios que por tantas horas no había besado, simplemente no quiso darle material de burla a su hermano y cuñado. Eso sin contar la incertidumbre que vivió antes, en donde ni siquiera en un beso pudo pensar.
— ¿Te molestaría que Jimin y Namjoon también se nos unieran? Ellos suelen pasarla siempre conmigo y a veces sus padres igual pero esta vez se irán juntos de viaje y pues ellos estarán solos. — Preguntó con cuidado mientras se dirigían a sus habitaciones. — También se nos uniría Hoseok y su novia.
— ¿Por qué me molestaría que tus amigos se nos unieran? Ellos han sido siempre buenos conmigo y han estado ahí para ti. Tampoco tengo potestad para decirte a quién puedes invitar y a quien no, aquí sigo siendo únicamente el mayordomo.
— Eres más que eso y lo sabes aunque no lo digas pero... No pienso repetírtelo, no voy mimar tu ego, señor Kim. — Taehyung rió abrazándose a su cintura. — ¿Qué?
— Nada, solamente estaba pensando en eso de que J-Hope, es decir, Hoseok tiene novia. No he visto nada de ello, pensé que estaba soltero.
— Es una figura pública y aunque no debería, todo eso puede afectar su imagen. No obstante, la razón por la que no lo dice es simplemente para evitarse las quejas y murmuraciones. Sabes como es eso de los fanáticos que quieren a su artista perfecto y solo todo el tiempo. En este caso ambos estuvieron de acuerdo en que su relación fuera de bajo perfil ya que los dos son conocidos y no quieren aún prender las antorchas del chisme.
— ¿Quién es su novia?
— Ya la conocerás, deja de indagar en la vida de uno de tus artistas preferidos. Me pongo celoso con facilidad. — Musitó sonriendo, dejando pequeños besos en su nuca. — Gracias, por aceptar pasar la navidad a mi lado.
— No acepté, me coaccionaron y obligaron. — Se defendió huyendo de las peligrosas manos del pelirrojo que comenzaban a cambiar la forma de sus roces y caricias. — ¿Puedo preguntarte algo?
Jungkook rodó sus ojos con fastidio cuando sintió ese cálido cuerpo alejarse de él. Eso lo hacía sentir que estaba en diciembre, pues cuando la distancia entre ambos se acentuaba, sentía frío aunque estuviese correctamente abrigado. Asintió, siguiendo en silencio al rubio hasta el interior de su habitación, sentándose en esa cama cómplice de tantos momentos vividos.
Por alguna razón, cada vez que hicieron algo fue ahí, Taehyung se negaba a ir a su habitación y aunque no entendía el motivo, lo aceptaba. de cierta forma se había acostumbrado a invadir aquel cuartos y quedarse dormido, esa era ya una segunda habitación para él. Palpó la cama y tomó asiento en ella.
— ¿Ahora sí me dirás qué fue eso que hablaste con el doctor? Mágicamente él aceptó hacerle la cirugía a mi hermano aunque yo no pagase el resto del dinero. Todas las excusa que me dieron fueron tan falsas como su sonrisa y supuesto cumplimiento del deber. ¿De qué hablaron cuando los dejé solos?
— No de mucho, digamos que cuando uno de los benefactores de esa clínica habla civilizadamente, se puede llegar a un acuerdo mutuo que satisfaga a todos. — Estiró su mano para traer al rubio hacia él y sentarlo en su regazo. — Pero tú no tienes que preocuparte por eso, puedes olvidar todo el asunto y centrarte en lo más importante, tu hermano y yo.
— ¿Tú? — Sonrió acariciando su cabello. — ¿Cómo es que terminamos hablando de ti como lo más importante?
— Sí, yo. Estoy muy necesitado de tu cariño, de tus besos, caricias, gemidos... — Taehyung se mordió los labios sonriente, lanzándose para robarle un pasional beso. — Ves, justamente de esto estoy hablando.
— Claro, entiendo pero, eso será todo por hoy, estoy cansado.
— Aún es temprano, tenemos tiempo para hacer muchas cosas. ¿Qué tal una película en mi cuarto? — Su intención era seria pero el rubio sabía que esta era demasiado fácil de influenciar. — Prometo que solamente será a ver una película.
— Acepto pero no en tu habitación. Ese es un terreno peligroso, hagámoslo aquí, para algo instalaste televisor en mi habitación.
— Mi cama es más amplia y cómoda.
— Cuando duermes aquí eso no parece importarte mucho así que nos quedamos aquí o cada cual a su habitación hasta mañana. — Inquirió serio.
No obstante, sus exigencias ene se momento no le importaron mucho a Jungkook, pues este tiró de su mano hasta llevarlo a su habitación. Le quitó el pantalón, le extendió un pijama después de cerrar con llave la puerta y se acostó en su cama ya cambiado, palmeando su colchón.
— No siempre pienso acceder a tus pedidos. Ven aquí y abraza este cuerpo hasta que te duermas viendo una película. Mi cama no te va a comer y yo aunque puedo hacerlo, tampoco lo haré. Aún así, mi cama también merece ir familiarizándose contigo, deberá compartirme con el señor Kim en algún momento.
Quiso protestar nuevamente una ves vestido por la forma en la que el pelirrojo se impuso pero cuando este lo jaló y envolvió entre sus manos, todo lo que tenía pensado decirle desapareció de su mente. Amba la forma en la que tomaba la iniciativa de las cosas, no era alguien que se sentaba a esperar por lo que él quisiese hacer.
Era agradable poder estar entre sus brazos, eran tan cómodos y familiares que sabía que podía acostumbrarse a ellos en un abrir y cerrar de ojos. Si debía hablar con sinceridad, ya estaba acostumbrándose a ellos. Todas esas veces en los que terminaba dormido en su cuarto, se turnaban en los abrazos.
Se quedaba siempre dormido siendo abrazado por Jungkook pero en algún punto de la madrugaba este se giraba hacia el otro lado e instintivamente era él quien buscaba abrazarlo, sentir el calor de su cuerpo junto al suyo.
Estar en la habitación de Jungkook se sentía como estar verdaderamente en su casa pues, por la forma en la que ellos se comportaban, se sentía como que cada habitación era un apartamento diferente. Ahora estaba entrando al de su pareja y no era simplemente para arreglarlo o velar que todo estuviese en orden.
No estaba yendo a dejar las toallas y huir desesperado a calmar sus más carnales instintos. Estaba allí haciendo algo tan hogareño y cotidiano sin una sola connotación sexual que se sentía totalmente nuevo.
Si bien debía aceptar que lo de ellos no había sido el sexo — ese que aún no tenían — o la calentura e iban mucho más allá de aquello, no podían negar que también querían y necesitaban. Aún así no lo forzaban, no estaban desesperado por ello y lo que iban teniendo hasta el momento los llenaban. Iban conociéndose a un nivel mucho más profundo, no se limitaban al superficial conocimiento y entendimiento carnal.
— Quiero que el veinticinco de diciembre, vayamos a conocer a nuestros padres. — Habló Jungkook rompiendo el silencio una vez que la película finalizó y ellos quedaron sumidos en la oscuridad, abrazados bajo la manta. — Quiero presentarte a mis padres en su aniversario luctuoso, así como quiero presentarme ante tus padres y también conmemorar a tu madre.
Taehyung no dijo nada, lo escuchaba en silencio. Estaba conteniendo las lágrimas que afloraban al escucharlo. Sabía perfectamente el significado de esa acción, los profundos sentimientos que en ella había y pese a asustarle como en algún momento del comienzo ocurrió, ahora era todo lo contrario. La tranquilidad lo embargaba, un peso que hasta ese momento fue inexistente dejaron sus hombros mientras pensaba la idea de presentarle a sus padres el hombre que quería.
No podía evitar pensar en cómo hubiera sido si ellos estuviesen vivos pero guardaba la esperanza de que lo hubieran amado al instante, al menos su madre ya que poco conoció de su papá. Se dejó abrazar con mayor ahínco, entrelazando sus extremidades, recibiendo esos besitos que cada vez que compartían la cama abrían camino por sus hombros y cuello.
— En la mañana, Seokjin y yo vamos siempre en la mañana a visitar a nuestros padres, podemos ir a verlos juntos y luego ir a ver a tus padres. ¿Te parece bien?
— Sí. Sé que ellos ya saben lo que tenemos e incluso sabían que todo esto ocurriría antes que nosotros mismos pero si quiero que sea mi pareja, quiero tener la bendición de ellos y hacer las cosas correctamente. Nuestros padres estarán felices de ver como hemos decidido unir nuestras vidas como pareja.
— Pienso igual... Espero que a mis suegros les guste el yerno que les tocó. — Musitó algo nervioso.
— Estoy seguro que lo aman, gracias a ti, pudieron abrazarme físicamente una última vez. Ellos saben que gracias a ti pude superar muchas cosa y comprendí otras tantas. Saben lo que siento por ti y que me haces el hombre más feliz.
🎁🎄🎁
Nuevamente feliz navidad para todos. Pensaba a esta hora haber publicado ya este y los dos capítulos que faltan pero como sabrán estoy viajando y las fiestas no ayudan mucho 😂😂😂 El alcohol ayuda mucho menos 🙈😂
Espero que hayan tenido bellos días junto a sus seres queridos.
LORED
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