1. Libertad... 🌹❤

Itachi entiende que no puedes ir. Aun te encuentras débil, morirás en esa guerra. —repite por enésima vez, exaltado. Llevaba más de una hora discutiendo con su compañero, pero este seguía insistiendo en irse.

—No puedo quedarme aquí escondido sin hacer nada, Kisame. —responde decidido él Uchiha. —Sasuke necesita mi ayuda y Obito se aprovecha de él, debo ayudarlo y terminar con esto de una vez.

Se da la vuelta dispuesto a irse, pero una mano lo tomó del brazo, deteniéndose abruptamente. Voltea, comprobando que es su compañero.

¡Suéltame Kisame! —gritó él moreno, se iría de ahí quisiera él o no.

—Si lo hago, morirás... y no lo voy a permitir.

—¡Basta Kisame, solo déjame ir!

—¡No lo haré! —grito dolido, no lo dejaría ir.

—¡A ti no te afecta si muero, así que déjame ir!

—¡Claro que me importa! ¡Estoy enamorado de ti... maldita sea! —confesó, soltando el brazo de su compañero. — ... estuve a punto de perderte una vez, no permitiré que te vayas. No soportaría perderte... no a ti.

******

Un hombre de piel azulada, cabello corto y características parecidas a las de un tiburón se encontraba dormido, solo; en la gran cama. Las suaves sábanas lo tapaban ligeramente, dejando descubierto su torso marcado.

Al final se escuchó un pequeño ruido, el cual logró despertarlo.

Desde hace tiempo que se había retirado de su labor como ninja, pero sus habilidades aún seguían presentes, como su oído. También sintió que estaba solo en la gran cama, así que abrió los ojos con algo de pereza y confirmó que estaba solo.

Con la mirada rápidamente busco a su compañero, el cual estaba colocando algunos troncos en la chimenea de su habitación, evitando que el fuego se extinguiera, él Uchiha hace poco que había despertado, la única prenda que tenía puesta era una playera suya, que le quedaba algo holgada, además de que tenía su cabello negro suelto, dejando ver lo hermoso que se veía así, estaba sentado en un pequeño banco, observando las llamas de la chimenea.

A Kisame se le dibujó una sonrisa socarrona al recordar lo que paso anoche, estaban platicando sobre antiguas anécdotas, platica que terminó en la cama que compartían, la cual se encontraba desordenada.

Itachi volteo a su dirección, encontrándose con la mirada de Kisame y su sonrisa burlona, sonrió sin poder evitarlo.

—Al parecer ya despertaste...

—Si, pero esta vez tú me ganaste. En este último tiempo eres tú el último que se levanta. —dijo, al mismo tiempo en el que se acomodaba mejor en la cama.

Él moreno soltó una pequeña risa

—Lo sé.

Kisame, sin decir ya nada más extendió su mano; entendió la indirecta perfectamente, se levantó y se dirigió en dirección a la cama, su pareja retiró las sábanas permitiéndole acostarse. Finalmente se acomodó en el pecho del mayor, mientras este lo rodeaba con ambos brazos, logrando que se calentara. Aún era muy temprano, el sol aún no se asomaba por el horizonte, provocando que a esas horas hiciera algo de frío.

Se mantuvieron en silencio, solo teniendo la compañía del otro, y era lo que más les gustaba, al poco tiempo ambos se quedaron dormidos.

[...]

Ya eran las 8 de la mañana, ambos se encontraban despiertos y fuera de la habitación.

Kisame hace rato que se metió a darse una ducha, después de Itachi, así que el pelinegro comenzó a preparar el desayuno. Tiempo atrás si hubiera intentado cocinar hubiera fallado terriblemente, pero ya que dejó su vida anterior, tenía tiempo y la tranquilidad para hacerlo, sin la preocupación de un villano o el miedo de ser descubierto, estando alerta siempre cuidándose la espalda. Ahora solo eran simples recuerdos, unos buenos como malos, mismos que se quedaran con él toda la vida y lo que sigue.

Estaba terminando de hacer el desayuno cuando sintió la presencia de dos chakras más, apago todo y caminó en dirección a la puerta principal, ya sabía de quienes se trataban.

Abrió la puerta de su hogar, encontrándose con la mirada de su hermano menor, salió a su encuentro y le dio un gran abrazo, mismo que el menor le correspondió con gusto.

—Me alegra mucho verte de nuevo, Itachi. —dice Sasuke con una pequeña sonrisa.

—Lo mismo digo ototo. —responde, separándose de él.

Tras el menor se encontraba su actual pareja. Naruto caminaba a su dirección, se retrasó un poco tras revisar que nadie los siguiera, ambos tenían puesto su vestimenta de jounin, portando cada uno sus armas, aparentemente acababan de salir de misión.

Finalmente, Naruto se acercó a ambos quedando al lado de Sasuke y saludo.

—Hola Itachi. Que gusto verte, dattebayo. —dijo con una enorme sonrisa.

—Igualmente Naruto.

Desde la puerta, Kisame se asomó ligeramente, viendo al hermano de su pareja, junto a su compañero.

—Kisame. —dijo el azabache, serio.

—Sasuke. —respondió de la misma forma.

Al escucharlos, Itachi soltó un suspiro.

—No puede ser que sea lo mismo con ustedes dos... —dice cerrando los ojos; era lo mismo con ellos dos siempre, al perecer no podían llevarse bien.

—No hay otra forma dattebayo. —responde Naruto, rascándose de forma nerviosa tras su cabeza.

—Y bueno ¿A qué se debe su visita? —pregunto Kisame, acercándose.

—Quisimos pasar a visitarlos. —responde Naruto antes que Sasuke. —Acabamos de terminar una misión y la aldea se encontraba cerca, así que pasamos a saludar.

—Además también para poder descansar, cerca de aquí no hay ningún pueblo y estamos algo agotados. —confesó el Uchiha.

—Bueno pueden quedarse esta noche. —dijo Itachi. —Saben que siempre que quieran pueden quedarse aquí. Su habitación siempre está lista.

—Gracias nii-san...

—No agradezcas. —posa su mano en la cabeza de su hermano, revolviéndole los cabellos. —Es todo un placer.

—¡Itachi! —se queja, intentado acomodar su cabello. —Ya no soy un niño para que me trates así.

—jajaja —se ríe ligeramente. —Lo sé, pero para mí siempre serás mi pequeño ototo.

Después de la plática los cuatro entraron a la casa, el pelinegro invitó a los menores a desayunar, estos aceptaron con gusto, incluso Sasuke tenía una bolsa de dangos, mismo que terminaron por comerse tras terminar.

Ya han pasado cuatro años desde que ocurrió la Cuarta Gran Guerra Ninja, como la muerte de la organización criminal Akatsuki.

Tras la pelea con Itachi, Sasuke supo toda la verdad tras la masacre de su clan, llorando la muerte de su hermano. Sin pensar que, en realidad, Itachi aún seguía vivo.

Fue Kisame quien recogió el cuerpo de Itachi antes que Zetsu, en eso él se encargó de ayudarlo tras la batalla con su hermano, ya que apenas y respiraba. Así que lo escondió, ocultando que aún Itachi Uchiha seguía vivo.

Finalmente, tras unas semanas difíciles Itachi despertó, siendo ayudado por Kisame, quien lo visitaba siempre que podía.

Lamentablemente Kisame fue mandado a la misión que casi le arrebata la vida, peleando con Maito Gai, pero gracias a un clon pudo salir vivo, pero verdaderamente lastimado, tras esa última misión fue con Itachi. En el tiempo en que se escondieron, Kisame le reveló a Itachi que su hermano se había unido Akatsuki y que "Madara" le había contado la verdad sobre el clan Uchiha.

Tras esto Itachi pensó en irse, pero su compañero se lo impidió, alegando que aún estaba muy débil y que su vista no le ayudaría en nada en la guerra, esto no lo convenció y Kisame desesperado, no pensó y simplemente hablo; le confeso sus sentimientos, y la verdadera razón por la que lo había salvo, ya que no soportaría su muerte. Itachi, tras lo revelado no digo una palabra, sino que simplemente actuó.

Esa fue su primera noche juntos.

Itachi correspondía perfectamente los sentimientos de Kisame, mismos que intentó reprimir muchas veces durante su tiempo en Akatsuki, ya que el simplemente estaba con ellos para proteger a Konoha, pero al pasar tiempo con Kisame, además de que sabía perfectamente sus intenciones con Akatsuki, pero no dijo nada, es más, incluso en varias ocasiones lo ayudo.

Su intención siempre fue no decir nada sobre lo que sentía, pero tras la confesión de su compañero, no lo oculto más.

Lamentablemente Itachi se fue antes de que su compañero despertara, dejándole una nota; la cual solo tenía escrita una palabra:

"戻ってきます"

(Regresaré)

El Uchiha exitosamente pudo infiltrarse en la guarida de Kabuto, descubriendo su plan. Antes de que la guerra empezara cambio el cuerpo del Edo, y utilizando un genjutsu pudo hacerse pasar por su yo del Edo Tensei.

Con ayuda de Naruto, pudo encontrar a su hermano y destruir el ojo de Shisui; el cual tenía guardado el rubio en su interior y pidiéndole también, que cuidara de Sasuke. Tras su batalla, Naruto como Kurama fueron los únicos en darse cuenta de que Itachi estaba vivo, aunque no le digo nada a Killer Bee.

Al encontrarse con su hermano, ambos derrotaron a Kabuto, sacrificando su ojo con el Izanami y despidiéndose de su hermano; el cual momentos antes de que el Edo Tensei se desvaneciera, le reveló lo sucedido con sus padres, y prometiéndole que siempre lo iba a querer, sin importar qué decisión tomará.

Después de eso Itachi alteró los recuerdos de Sasuke. Cosa que fallo, ya que Sasuke también se dio cuenta de que él no era uno de los títeres del Edo Tensei, sino que estaba vivo, pero aun así permitió que su hermano cambiara sus recuerdos. Vería después como recordaría.

Tras lo ocurrido Itachi estaba con sus últimas fuerzas, ya no tenía chakra y las heridas lo desangraban, lo último que vio fue el cielo nocturno, después se desmayó.

Despertó días después, a su lado estaba Kisame el cual fue a buscarlo tan pronto se dio cuenta de que se fue, aunque apenas pudo reconocerlo, perdió su ojo izquierdo en la pelea con Kabuto, y tiempo antes de la batalla con su hermano ya no veía casi nada, incluso con el Sharingan.

Paso alrededor de medio año, él y Kisame se encontraban escondidos, aunque les era difícil; ya que nadie debía de saber que aún estaban vivos y Itachi ya no podía usar su Sharingan para hacer algún genjutsu, su vista se había nublado completamente.

Al no ver otra opción, ambos ninjas regresaron a la base de Akatsuki, fue ahí donde encontraron el escondite perteneciente a Obito, encontrado los ojos de muchos del clan Uchiha y ambos pensaron lo mismo; tal vez con una operación, Itachi pudiera recuperar la vista. Pero no podían acudir con ningún ninja médico, ya que pondrían en riesgo su vida.

Pero, ante cualquier pronóstico, Naruto junto a Sasuke llegaron a la guarida de Akatsuki, fue Itachi quien los recibió, el emotivo reencuentro fue indescriptible para ambos hermanos. El menor de los Uchiha, gracias al rubio, pudo recordar todo en la batalla con Kabuto, y decidieron ir a la guarida de Akatsuki buscando pistas del paradero de su hermano, tan rápido el salió de prisión, siendo ayudado por Naruto.

Gracias a los menores, Itachi con ayuda de Sakura y Tsunade pudo recuperar su vista, aunque la sennin tenía pensado capturar a ambos ninjas al terminar la operación, pero al revelarle toda la verdad, ella como Kakashi y Yamato, las únicas personas que conocían la verdad tras la masacre del clan Uchiha, decidieron dejar libres a ambos, pero con la condición de dejar sus vidas como Shinobis.

Ambos aceptaron, sin titubeo.

Sasuke le recomendó a su hermano vivir en Konoha, ya que ahí estaría protegido y podían revelar lo que paso con el clan, recuperando también el tiempo perdido, pero Itachi se opuso rotundamente; sabía de sobra que la aldea no lo aceptaría ni a él ni a Kisame. Además de que no quería que el resto del mundo odiara al clan Uchiha por intentar ese golpe de estado contra Konoha, ya que el clan era aún muy valorado en el mundo Shinobi, y así debía quedarse.

Fue así como ambos ex miembros de la organización criminal más famosa del mundo Shinobi, se encontraban ahora viviendo una vida pacífica en una pequeña casa localizada en Uzushiogakure, antigua aldea del clan Uzumaki, protegida y sellada por sellos hechos por Naruto, los cuales solo se rompen con la sangre de un Uzumaki. Mismos que aprendió a hacer por antiguos pergaminos encontrados en la aldea y en la guarida de Orochimaru.

Los menores visitan a la pareja cada que tiene una misión cerca de la aldea, siendo también Sakura, Tsunade y Kakashi los únicos que entran, los cuales les dejaban víveres, evitando así que alguien viera que en realidad seguían vivos.

Para la mayoría le sorprendería que tan grandiosos shinobis dejaran tan fácil su vida como ninjas, pero era todo lo contrario;

Itachi ya estaba cansado de las guerras, desde pequeño presenció la muerte de muchos de sus compañeros, amigos y familiares, haciéndolo un pacifista, pero al ser el prodigio del clan Uchiha le era imposible no participar en las batallas. Pero tras la Cuarta Guerra, se dio cuenta de que Naruto logró algo que ningún otro shinobi había logrado, una verdadera alianza entre las cuatro aldeas fue así como, sin más preocupaciones, dejó su vida de ninja. El mundo ya no lo necesitaría, ya que había alguien mejor para protegerlo.

Con Kisame era algo distinto, extrañaba su vida de ninja algunas veces, no lo podía negar; pero también reconocía que estaba cansado de ella, mato a demasiada gente, más de lo que quisiera admitir, su pasado fue difícil evitando a sus compañeros, provocando que no tuviera ninguna conexión verdadera con alguien, hasta que conoció a Itachi. La única persona con la cual compartía algo, se complementaban, fue así como Kisame decidió dejar su vida de shinobi, ya que concluyó que no importaba, a donde fuera el Uchiha él iría. Ese era su lugar, a su lado.

Ahora Naruto como Itachi se encontraban solos en la sala, conversaban sobre Konohagakure y como también tuvo que sufrir por tres años de clases con Iruka-sensei para subir su rango como jounin. También contándole sobre el trato de Sasuke con el Hokage, el cual consistía en ayudar en cualquier misión en el que se necesite, para pagar sus crímenes. Kisame había salido por leña y Sasuke salió un rato al jardín detrás de la casa, así que hablaban con total libertad.

—¿Y cómo va Sasuke con su trato en Konoha? —pregunto Itachi.

—Bastante bien, ha ayudado mucho y la aldea lo nota, ya no lo ven como un ninja renegado, sino como uno más de Konoha. —dice con una sonrisa de nostalgia. —Aunque no diría lo mismo de su opinión con nuestra relación. —suspiro cansado.

—No deberías tomarle mucha importancia, Naruto. Después de todo, es un asunto de ambos, no de la aldea.

—Lo sé, por eso también quería preguntarte algo. —dirige su mirada al pelinegro. —Quisiera, que me des tu permiso.

—¿Para qué?

—Para pedir la mano de Sasuke en matrimonio.

El mayor simplemente sonrió, hace tiempo que se esperaba esa pregunta. Sabía mejor que nadie que Naruto era el mejor hombre para su hermano, lo llevó por el buen camino, algo que él no pudo lograr, y lo seguirá haciendo.

—Te doy mi permiso. —respondió sin dudarlo. —Solo, procura cuidarlo muy bien, ya que no podre cuidarlo esta vez.

—No te preocupes Itachi. Lo protegeré de cualquier peligro, dattebayo.

—Lo sé. —sonrió—

—Y a propósito... —dice el rubio de golpe. —¿Cuándo le dirás de Kisame? —pregunta con una expresión entusiasmada.

El Uchiha suspiró, no pensó que Naruto se diera cuenta tan pronto, incluso diría que lo tomó por sorpresa.

—Así que, te diste cuenta...

—Mi percepción del chakra ha mejorado gracias a los antiguos escritos que encontramos en la guarida de Orochimaru. —sonrió de oreja a oreja. —Me di cuenta desde que te vi.

— Eso lo explica, antes no eras tan bueno. —posa su mano ligeramente sobre su vientre. —Le diré esta noche.

—Bueno, al regresar le avisare a Tsunade para que te visite. Debes cuidarte.

—Lo sé. Gracias Naruto.

—No hay de que dattebayo. Todo por la familia.

Después de un tiempo Kisame regreso, y todos ayudaron a preparar el almuerzo, aunque Sasuke prefería estar lo más lejos posible del tiburón. Esos dos tenían una especie de pelea cada vez que se veían, Kisame aún estaba enojado con él menor tras casi matar a Itachi, y Sasuke estaba enojado con el mayor por casi secuestrar a Naruto años atrás, aunque el Uzumaki ya lo hubiera perdonado hace tiempo.

Comieron todos juntos, recuperando el tiempo perdido.

Así pasaron las horas, hasta que llegó la hora retirarse, ambas parejas se despidieron y cada uno entró a su habitación.

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