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29.- Entender.

Se había quedado un poco desconcertado con la llamada una vez que había finalizado, por lo que cuando Ochoa vió su expresión, enseguida noto que había algo más allí.

— ¿Pasa algo?.— Se acercó a preguntar.

— Bueno...

— ¿Si?.— Insistió.

— Leo dijo que quería hablar conmigo.— Julián lo vio.— Creo que... no le gusto mucho saber la noticia...

Decirlo le hizo sentir un poco triste. Pero sonrió enseguida mitigando eso.

— Dijo que debí esperarme un poco.— Se rasco la nuca avergonzado.

— ¿Así te dijo?.— Eso le extraño a Memo.

— Yo se que soy algo joven.— Siguió hablando Julián.— Pero no soy tonto, quizás algo inocente...

— ¿Inocente de dónde?.— Se burló su Alfa.

— Quién sabe, eso dicen.— Sonrió Julián y le tomo la mano.— Pero se lo que iba a pasar si nosotros dos...— Mantenía su sonrisa.

— Y yo te dije que también, aún teniendo familia puedes hacer lo que te guste...

— Ya dije que no quisiera tampoco descuidar a mi bebé... ni a ti...— Julián volvió a pensar en esos detalles que aún le agobiaban un poco.

— Y no lo harás...— Siguió Guillermo.— Si tienes contrato firmado con el Manchester City, viviremos allá, juntos... no te preocupes.

— Pero...

— Yo ya había dicho que los planes van a amoldarse por nuestro cachorro... pero no te preocupes antes de tiempo...

— Tal vez también Leo piensa que no podré cuidarlo...— Desvió la mirada.— Y por eso me dijo que debía esperar...

— La verdad es que nadie te enseña a ser padre.— Sonrió Guillermo para tranquilizarlo.— Podrás tener 18 años, ser padre adolescente y demostrar una madurez y responsabilidad como nadie... Y también podrás tener 30 años y ser un padre irresponsable que no está al pendiente de sus hijos...

— Ya veo...

— Son muchas cosas Julián, las que hacen que las personas tomen buenas y malas decisiones durante la crianza de los hijos...— Le acarició la carita.— Todo depende también del ambiente en el que estén y de la manera de pensar...

"Nadie te enseña a ser padre realmente".

— Aún así me siento un poco raro con todo eso.— Julián había sido sincero al hablar.— Pero quiero ser el mejor para nuestro bebé.

— Y lo vas a ser.— Memo le acaricio el vientre y me dio un beso.— Todo saldrá bien.

— Ya que tú vas a estar conmigo.— Julián sonrió.

— Siempre mi amor.— Memo le beso la cabeza mientras lo abrazaba.

— ¿No quieres hacer algo?.— Sonrió el menor.

— ¿El que...?.— Aunque enseguida sintió como Julián le apretaba el pecho.— Oye...— Reclamó para intentar apartarlo.

— Ya te dije que no me alimentaron de bebé...

— Julián...— Volvió a reprenderlo. Si ya sabía Guillermo para dónde iba la cosa con su Omega.

Había sido difícil apartar a su novio de su cuerpo, en especial cuando él también había sentido esa necesidad... pero no... En esos momentos tenían cosas que hacer también.

Algo importante que decir.

Pues ese mismo día había Guillermo acompañado a su novio para decir la razón por la que iba a pausar su carrera.

Tenía todavía un contrató con el Manchester City, y este aún tenía vigencia e incluso una posible renovación para seguir jugando por varios años más. Con la noticia del embarazo a Julián le inquietaba ello. No quería quedar mal con el Club.

Pero lo tranquilizaron con ello.

"Puedes volver a firmar con nosotros si así lo deseas".

Eso es algo que quería.

Y Guillermo le iba a seguir diciendo lo que ya debía saber: Que iba a ser su apoyo incondicional siempre.

"Quiero lo mejor para ti, no solo para el bebé ".

— Voy a seguir jugando... pero quiero enfocarme ahora en mi Cachorro...

Esa era la prioridad.

— Solo espero que la prensa no sea tan insistente...— Ya Julián se había acostumbrado a las cámaras, pero aún estaba en apogeo su relación con uno de los porteros más famosos de México.— Y que no molesten tanto...

— Verás que no Juli.— Memo le beso la mano.

— Y aún queda salir.— Julián lo vio con una sonrisa.—  Sólos nosotros dos...

— Ve pensando a dónde quieres ir...— Le acaricio la mejilla.

— No importa, mientras estemos juntos.

Se habían dado un beso nuevamente cuando llegaron a casa. Los antojos para ese momento no eran muy grandes todavía, pero pronto se iban a dejar ver.

De ese modo la tarde había pasado tranquilamente y la noche medianamente lenta. Pues Julián seguía pensando en lo que Leo iba a decirle. No quería que fuera algo malo pero no por ello imaginaba cosas que tenían que ver con ello. Evito sobrepensar de cierta manera.

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