27.- Regalo
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27.- Regalo.
Julián había recobrado el conocimiento cuando iban en el auto, pues después de su desmayo vieron conveniente que lo checara un doctor.
"Pero estoy bien".
Aún así...
Para estar más seguros lo mejor era que lo revisaran y salir de dudas.
Aunque, solamente... Debido a ciertas cosas, una cosa rondaba por la mente de Guillermo con todo ello.
Sus sospechas fueron bien infundadas cuando después de un rato, en la sala del pequeño hospital, el doctor les entrego los resultados.
Un embarazo.
— ¿Lo dice de verdad?.— Aún así, como todo padre, Guillermo se emociono.
— Si, el mareó se debió a ello.
Había de síntomas a síntomas y a Julián le había tocado experimentar el que a casi nadie le gusta: desmayarse.
— ¿Pero mi hijo está bien?.— Indagó la señora Mariana.
— Si, no se preocupen, en un momento podrán irse.
Todo estaba en orden y después del chequeo Julián salio del consultorio. Aunque enseguida sonrió y Memo lo abrazó con fuerza.
— Vamos a tener un bebé...— Le murmuró torpemente debido a su felicidad.
— Si mi amor...— Guillermo le beso la cabeza.
— Tendrás que cuidarte mucho hijo...— Su madre sonrió y Julián se acercó a abrazarla.
Iba a ser una linda sorpresa tomando en cuenta que faltaba poco para Navidad.
Y también Guillermo había pedido algo se discreción con el Doctor. En especial tomando en cuenta que las celebraciones del Mundial seguían en su apogeo en Argentina y Julián seguía dando de que hablar, además de su participación en el Mundial, su relación con el Guardameta Mexicano también estaba dando de que hablar.
Tampoco era como si quisieran ocultarlo, pero primero estaba decirlo a la familia. Aunque a los señores Ochoa les tuvieron que decir vía videollamada, por eso la señora Natalia esperaba con más emoción ver a su hijo y yerno para la fiesta de Año Nuevo.
Sus familias habían respondido favorablemente. En especial la de Julián... Eso sí, Raphael y Agustín fueron aún más claros con Guillermo.
— Los debes cuidar bien.
— Y eso haré.
Estaba consciente de ello, iba a cuidar a Julián y ahora al pequeño bebé que crecía dentro de su vientre.
— Que buen regalo de Navidad me has dado.
— ¿De verdad?.— Sonrió Julián.
Ambos se encontraban cerca del árbol de Navidad, ya faltaba poco para la cena y para abrir unos cuantos regalos. Guillermo siempre había tenido en mente la idea de formar una familia, y nunca pensó que con Julián encontraría a esa persona destinada y cumplir aquellos sueños.
— Aunque me da un poco de miedo.
— ¿Qué cosa?.— Memo lo observó extrañado.
— Que si haré bien las cosas para el bebé.— Lo vio preocupado.
— Verás que si...— Le dio un beso su Alfa.— La verdad es que nadie te enseña a ser padre, es tu mismo instinto, la manera en que vez a otros hacer las cosas y de ahí aprender según tu criterio...
— ¿En serio?.— Julián lo vio interesado.
— Si amor... Verás que vamos a ser buenos padres.— Le dio un beso.
— Aún no puedo creer que vamos a ser padres...— Se sonrojó.
— Bueno.— Enseguida Ochoa se burló.— Se veía venir tomando en cuenta cuántas veces tú y yo...
— Ya se...— Había reído por eso Julián.— También espero decirles a mis amigos... a Enzo, Paul, Earling...
"Decirle a Leo".
También esperaban decirles a sus amigos.
Cómo a Lionel, quién se encontraba en El Rosario, con su familia celebrando las fiestas Navideñas.
✓✓ Feliz Navidad Leo, eres una de las personas más importantes para mí, eso nunca cambiará.
Aquel mensaje de Ronaldo le hacía sentir nuevamente las mariposas en el estómago que hacía mucho al Argentino no le había pasado experimentar nuevamente.
✓✓ Gracias, igualmente... También eres importante para mí, Cris.
Le había respondido corto, sin saber exactamente como. Además tomando en cuenta la diferencia de hora no quería molestar al Portugués en especial cuando también estaba disfrutando las fiestas junto a su familia.
✓✓ Yo aún te quiero... y te quiero bien.
✓✓ Quisiera saber si aún entre nosotros...
Los últimos mensajes de Ronaldo hicieron suspirar a Leo, aún sentía que las cosas entre ellos no habían acabado bien y todavía se sentía inseguro. Pero también estaba pensando en aquellos sentimientos que ahí había. Esos no habían cambiado.
Solamente tenía miedo de volver a empezar con Ronaldo después de tanto tiempo... Y que acabarán las cosas mal.
Aún con todo ello, la Navidad se había pasado perfectamente bien.
Cuando Memo se comenzó a despertar, Julián seguía dormido, abrazando la almohada y tras moverse, lo había despertado.
— Buenos días amor.— Guillermo le acarició la mejilla.
— Buenos días.— Sonrió Julián y se dio la vuelta para abrazarlo.
Tras ello, Ochoa lo abrazó acariciando su espalda, aunque por la manera en la que Julián acabo sentado, el menor rozo levemente su pelvis.
— ¿No tienes ganas?.— Sonrió Julián.
— ¿De que estás...?.— Lo vio Guillermo.
— Ya sabes.— Volvió a moverse.
Pero enseguida y con cuidado, Guillermo lo tiro a la cama negando con la cabeza.
— Voy a cuidar tu embarazo, así que olvídate de...
— Pero es que tengo ganas.— Le hizo un puchero Álvarez.
— Juli...— Le llamo la atención.
Debido a ello Memo suspiró, se preguntaba si parte de los síntomas de Julián para su embarazo iban a ser los cambios hormonales en su cuerpo, eso y los cotidianos tales como las náuseas y los antojos. Solamente esperaban que no volviera a darle el susto de un desmayo.
Pues quería lo mejor para Julián en la espera de su cachorro.
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