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20.-  Sentirse bien.

Ya habían pasado varias horas y tras el pasarlo en la bañera, debido al frío del agua habían terminado lo que empezaron en la cama.

El Argentino de tierna sonrisa había perdido la cuenta de cuántas veces Memo termino dentro de él... Apenas y terminaba un orgasmo y no le dejaba respirar siquiera para volver a estimularlo y volver a hacerlo suyo. Según Julián tenía entendido que la edad detona que los encuentros sexuales sean menos, pero no... El cuerpo de su Alfa tenía ese vigor que contrastaba con su edad.

Aunque con todo ello, Julián ya no podía más... eso de calmar el celo de su amado se había llevado sus fuerzas.

Pero estaba bien, se sentía cansado y todo ello pero, estaba feliz.

— ¿Te sientes mejor?.— Julián le tocó la cara tras gemir suavemente, estaban en la cama y Memo sobre él.

— Si amor...— Memo se inclinó hacía él para darle un beso.— Te mueves bien.

El menor sonrió por eso y después de un rato finalmente Guillermo salió de su cuerpo acostándose a su lado.

— Estoy cansado.— Julián se acercó a él tras taparse con la sábana y acurrucarse en su pecho.

— Perdón, no te deje respirar.— Ochoa se disculpó.

— Pero me gustó.— Sonrío al verlo.— ¿Tu celo...?

— Ya estoy bien...— Le dio un beso en la mano.— Pero me quedaré aquí un poco más...

— No salgas entonces y voy a cuidarte en todo lo que pueda.— Julián sonrió.— Aunque deberé ir a los entrenamientos y todo...

Recordando ello, Julián bajo la mirada sintiéndose triste.

— ¿Qué sucede amor?.— Eso le extraño a Memo y le levanto la carita.

— México ya quedó fuera del mundial.— Soltó un pequeño suspiro.— Esperaba verte más...

— Creo que en parte fue mi culpa todo eso.— Hablo el Portero.

— Aunque hiciste todo lo que pudiste.

— La verdad es que mi celo se adelantó...— Volvió a pensar en ese detalle Memo.— Estaba seguro que aún faltaban dos semanas...

— Bueno, creo que a veces es normal un cambio de planes con eso.— Julián le tomo la mano.— Cuando yo tenía los míos, también había diferencia de días o así.

— Quizás también fue mi cambio hormonal.— Explicó Memo burlándose.— Ya no soy un jovencito, como tú.— Le dio un golpecito en la frente haciéndole reír a su amado.— Hace mucho... que no sentía lo que tú me haces sentir.

Por eso Julián sonrió y lo abrazó para dejarse mimar.

— Cuando el Mundial termine...— Comenzó Memo.

— Y Argentina gane...— Sonrió Julián.

— Y Argentina gane.— Repitió Ochoa acariciándole la carita.— Quiero que pasemos el tiempo juntos, y después....

— ¿Después qué?.— Sonrió.

— Quiero que te cases conmigo.

Eso hizo sonreír a Julián quién no dijo nada  más debido a la emoción.

— Te dije que no te quiero solo para un rato ni que seamos amigos de manita sudada...— Sonrió Memo.— Eres la persona a quien quiero proteger y con quién quiero pasar el resto de mis días.

— Memo...— Apenas y la emoción de Julián le dejo hablar.

— Te pedí ser mi novio, pero ahora.— Sonrió.— Quiero que seas mi esposo.

Por eso Julián sonrió y asintió mientras le daban un tierno beso. Las cosas estaban saliendo bien para ellos.

Solamente quedaba un pequeño y muy importante detalle.

— Creo que, le voy a causar un infarto a Leo...— Se burló levemente Julián.

— Déjame hablar con él.— Comentó Memo al pensar en lo que había pasado en el Elevador.

— Está bien.— Sonrió.— Aunque no te preocupes, se que las cosas están bien, si aún fueras como cuando joven, no quisieras casarte conmigo.

— Las cosas son distintas ahora Juli, yo he crecido.

— Por eso me gustan mayores.

Se había reído juguetón Julián y le dio un beso.

Tras hablar un rato más y notar que Julián bostezaba debido al sueño, Memo había considerado que ya era hora de dormir. Era bastante tarde en la madrugada y si Julián iba a tener entrenamiento quería que diera lo mejor de si.

Aunque seguramente haya mucho que explicar cuando se vea que al final el collar de protección que Andrés le dio siempre si tuvo un uso importante.

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