"Regreso a Beacon Hills"
Acto uno. Quinta escena.
› › ¿Luzco como una asesina?

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LOS DEDOS AJENOS se deslizaban por su cabellera siguiendo un movimiento en particular para ir construyendo con este dos hermosas trenzas, su madre sonreía mientras la peinaba, el entusiasmo de Alice era notable. Su gran emoción se debía a que iba a asistir a su primer día de clases en la primaria de Beacon Hills, pueblo que se habían mudado el día anterior, la puberta quería lucir espectacular para que sus compañeros quisieran acercarse a ella y ser sus amigos. Realmente se encontraba ansiosa por conocer a gente que sería amigos suyos en algún momento.

Cuando su madre terminó de peinarla, Alice de catorce años se levantó con gran entusiasmo de la silla que anteriormente había ocupado para descansar, los extremos de sus labios se ensancharon dando una gran sonrisa a la mujer de pelo corto que sonreía sin mostrar sus dientes, la menor prácticamente se lanzó sobre su progenitora, las puntas de sus zapatos apenas rozaban el suelo, sus brazos rodeaban el cuello ajeno y su cabeza descansaba sobre el hombro de la adulta. A la pequeña Argent le encantaba conocer a gente nueva, aún cuando nunca había tenido un amigo fuera de la sala de clases, pero era una de las consecuencias de mudarse de forma tan seguida.

Su hermana mayor salió de su habitación ya arreglada para ir a su primer día de clases en su nueva secundaria, su cabello negro bajaba en forma de ondas hasta sus hombros, su rostro estaba ligeramente maquillado con algo de corrector y labial rosado, Alice sabía que su hermana era hermosa y que cautivaría a todos con tan solo entrar a su establecimiento, no esperaba el momento para tener su edad y lucir como ella.
Su padre se ofreció en llevarlas a sus respectivas instituciones antes de irse hacia su trabajo, el camino hacia la primaria fue lleno de comentarios de Alice respecto a todo su nerviosismo y como se imaginaba que serían sus compañeros, Chris sonrió mirando a su hija menor por el retrovisor mientras que Allison con su propio nerviosismo comenzó a agobiarse con el habla infinito de su hermana— ¡Por favor cállate! —vociferó soltando un pesado suspiro, miró el camino por un segundo mientras procesaba lo que había hecho y como debía sobrevivir todo el día a una nueva secundaria— Lo lamento, Alice. No quise gritarte pero ahora no me siento bien para tanto grito.

Si tan sólo la menor se hubiera detenido a pensar que si ni siquiera a su propia hermana le gustaba su manera de hablar tan rápida y extasiada, habría logrado evitar lo que sucedió ese día en su primaria, a ninguno de sus compañeros le gustó su manera de ser tan ansiosa, por lo que nadie se acercó para integrarla a algún grupo.

EL OLOR DE aquel lugar le era repugnante a la muchacha, pero tenía que soportar el olor a sudor y testosterona para poder ser espectadora de la idea que habían formulado Scott junto a Derek para provocar al rubio, aquella idea para la chica era pésima pero no podía alegar ante su gran curiosidad, así que, allí se encontraba la Argent junto al alfa observando como Liam mostraba sus ojos ámbar ante su gran enojo contra el Hale, quien supuestamente habría roto su palo de Lacrosse, el rubio sin poder controlarse y guiándose con su rabia saltó sin dudarlo hacia la yugular del omega,  se podía notar la gran experiencia que este tenía, ya que, aún siendo un omega atrapó rápidamente al muchacho desde el cuello para luego estamparlo contra los casilleros, este sólo forcejeaba para poder degollar al Hale.

— ¡Liam! —habló con autoridad Scott, provocando por jerarquía que los iris del adolescente volvieran a ser celestes, desapareciendo los sobrenaturales— Este es el tuyo, váyanse a clases ustedes dos –ordenó mientras entregaba el palo de lacrosse ileso al rubio.

— Vámonos, Liam. Tenemos la misma clase —dijo la castaña entrecruzando su brazo con el ajeno.

— ¿Qué? Caminen separados —dictaminó el moreno mientras los separaba empujándolos, no quería que surgiera alguna relación de allí.

— T'inquiète pour ta vie et pas pour la mienne —Alice lo miró desafiante antes de darse media vuelta y entrelazar su brazo con el de Liam nuevamente.

— ¿Qué fue lo que le dijiste? — preguntó con curiosidad el atleta luego de un rato, cuando ya estaban cerca de llegar al salón de historia, clase que no compartiría con Mason lamentablemente.

— Le dije que se preocupara por su vida, en vez de la mía —contestó con cierta simpleza que alertó al hombre lobo, lo único que sabía de ella era que era descendiente de un gran linaje de cazadores de seres como él, no tenía confianza con ella como para asegurarse de que no lo mataría, Alice al darse cuenta del como Liam la miraba quería que la tierra la tragara, pero solamente se dignó a rodar sus ojos con cansancio— Lo dije para que nos deje en paz.

Llegaron segundos antes que el profesor de aquella clase, por lo que se sentaron en puestos continuos de forma inconsciente, en teoría ambos eran nuevos, Alice el semestre pasado se había centrado tanto en lo del nogitsune que no se había detenido a conocer a sus compañeros de secundaria, ahora solamente conocía de Liam y a Mason, pero prácticamente a este último sólo de nombre.

Aquella hora de clase pasó prácticamente rápido, cuando ambos se encontraban hablando mientras salían del salón pudieron notar como algunos corrían por el pasillo hacia el mismo lugar, con curiosidad se acercaron notando como el equipo de Lacrosse de Davenfort se presentaba para entrenar antes del partido de aquella noche.

— ¿Por qué no podemos tener un día tranquilo? — Preguntó hacia Stiles, ella se había descuidado por unos segundos cuando notó a sus dos mayores detenerse al lado suyo para poder observar a los invitados llegar, en ese pequeño momento Liam ya se había ido para enfrentarse a sus excompañeros.

— Oh, que lindo Liam ¿Eso te dijeron en control de ira? —se burló el más alto tras un comentario amable que había hecho el muchacho— ¿Qué pidiendo disculpas todo estaría bien? Destruiste el auto del entrenador.

— Pagué por eso.

— Y seguirás pagándolo —Alice notó la tensión en los músculos del muchacho, alertada bajó su vista hacia las manos de este, notando como se encontraba enterrando sus garras de hombre lobo en sus palmas— Vamos a romperte en pedazos, y te lo has buscado tú.

La castaña decidió golpear los hombros de ambos jóvenes que la protegían como si fuera su hermana menor o su hija, pasó entre ellos para dirigirse hacia Liam y entrelazar sus manos con las de él, deseando que así el muchacho dejara de hacerse daño, de forma apresurada se lo llevó del lugar hacia el vestidor de hombres con ayuda de Scott mientras que Stiles se ocupaba de distraer al equipo oponente— Wow ¿Qué pasa estudiantes? Bienvenidos a nuestra pequeña escuela pública, Soy Stiles —se presentó extendiendo su mano derecha, siendo ignorado por el capitán del equipo contrincante— Que buen apretón de manos ¿eh? Estamos muy emocionados por el juego de esta noche, pero no queremos nada de cosas rudas antideportivas, nos vemos en el campo.

— ¡Haz que se quede quieto! ¡Maldito perro rabioso! —gritó con un gran estrés la femenina mientras abría la llave de la ducha, su brazo izquierdo había recibido un leve rasguño por parte del beta que gruñía en signo de amenaza.

— ¡¿Qué crees que intento?! — contestó alterado el moreno quien se encontraba afirmando con sus todas sus fuerzas al menor, en ese mismo instante por la puerta del vestidor masculino entró de forma apresurada el único hijo del Sheriff, dirigiéndose a ellos para sujetar a Liam bajo la regadera— ¿Por qué te demoraste tanto?

— Me demoré porque quise pasar al baño antes ¿Por qué crees? Alguien debe evitar que el mundo sospeche —respondió sarcásticamente el chico con pecas.

— ¿Cómo te fue con eso el semestre pasado? —atacó la castaña con una gran sonrisa cínica dirigida hacia el mayor que solamente resopló, en momentos como esos se arrepentía de haber pasado todos los momentos sobrenaturales junto a ella para protegerla, sin ninguna intención ellos dos se habían convertido en un gran dúo, pero algo le jugó en contra a Stiles, la menor estaba construyendo su personalidad y adquirió ciertas características suyas— Creo que eres muy bueno disimulando cosas, Spector.

— Cría cuervos y te sacaran los ojos —comentó el mayor restregándose su mano por su rostro enfatizando su cansancio al lidiar con la adolescente— ¡Mejor haz algo y ayuda a tu amigo!

— ¿Liam? — rodó los ojos antes de arrodillarse frente al rubio quien al estar tan sumergido en los instintos salvajes intentó lanzarse sobre ella para atacarla, siendo detenido únicamente por los dos muchachos — Soy Alice, la que te invitó a una fiesta ¿Puedes recordar eso? Aún te debo una fiesta de verdad, pero ahora necesito que me mires por favor —pidió mientras estiraba su mano derecha hacia el rostro ajeno para poder acariciarle una mejilla para que pudiera relajarse y sentirse más cómodo— Iremos todos a una fiesta si te calmas ¿Está bien? Sólo cálmate y enfócate en mi voz y en mis latidos, son calmados ¿Sabes el por qué? Es debido a que sé de que no me vas a atacar ¿Sí? —mintió, sus latidos eran calmados debido a las prácticas que su abuelo le hizo someterse, para que sea capaz de controlar su propio pulso. Debido a lo que la chica le había dicho, Liam logró calmarse.

— Creí que lo ibas a besar —comentó Stiles mientras cerraba la regadera y dejaba libre al menor.

— Alice no va a besar a nadie —dijo Scott al instante, el Alfa siempre procuró proteger a la pequeña Argent, no quería que su inocencia se viera afectada por el mundo sobrenatural, pero desde la muerte de su primer amor comenzó a pensar que la joven era de porcelana, tenía miedo de perderla y defraudar a Allison— Dijiste que el auto que dañaste fue de un maestro.

— También era mi entrenador —añadió bajando la cabeza con vergüenza, quería olvidar todo lo que había hecho por ser tan impulsivo y cegarse por su enojo— Me dejó toda una temporada en la banca.

— ¿Qué fue lo que hiciste? Y debes ser honesto conmigo- con nosotros ¿Qué más pasó?

— Me sacaron de la escuela —confesó jugando con sus dedos para distraerse de los recuerdos— Y me mandaron a un psicólogo para que me evaluara.

— ¿Y qué te diagnosticaron? —preguntó con curiosidad Alice.

— Trastorno explosivo intermitente.

— Tienes TEI —inquirió Stiles rascándose una ceja por el estrés que le generaba el tema— Eso es genial, le diste poderes a una bomba de tiempo —levantó el pulgar para darle un toque a su comentario irónico.

— Es como darle a Hulk un cuerpo más compacto pero mucho más ágil y veloz, como el de Black Widow, pero más peligroso mezclándolo con los poderes de Logan… Dios mío, no pudiste escoger a alguien más peligroso para ser un hombre lobo.

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