004

"Regreso a Beacon Hills"
Acto uno. Cuarta escena.
› › Estilo Scott McCall.

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HABÍAN INTENTADO DE TODO para hacerle entender al nuevo beta sobre el mundo sobrenatural que se vio forzado a adentrarse, cada uno intentó explicarle de forma calmada y simple de que ser era o la experiencia que tenía con estos. Todo lo que el chico podía pensar era que todos ellos le habían jugado una cruel broma, en algún punto le dejó de importar lo que le contaban, sólo quería irse a su casa y llamar a su mejor amigo para contarle sobre la horrible noche que tuvo con su cita falsa.

— ¿Hombre lobo? Mujer coyote, Banshee y ¿Zorro? —preguntó señalando a cada individuo correspondiente, la única que lo corrigió fue Kira para decirle que era más bien una Kitsune. Alice se encontraba detrás del chico, se encontraba mirando el bolso que minutos atrás había sacado de su maletero, sin darse cuenta su acompañante se giró para poder verla y preguntarle— ¿Tú también eres uno de ellos?

— No, no. Soy una simple humana, aunque vengo de un largo linaje de cazadores de seres sobrenaturales, no sé si te sirve esa información —contestó mientras estiraba sus labios en una línea recta, realmente no le gustaba reconocer aquello— No te dije pero mi apellido es Argent, es plata en francés, supongo que ya te imaginarás el porqué.

— ¿Y tú?

— Yo, ah, por un tiempo estuve poseído por un espíritu maligno. —intentó contestar Stiles queriendo pasar por alto la clara diferencia con la que le preguntó a Alice y como le preguntó a él— Era muy malo.

Alice realmente quería bloquear la era de VoidStiles de su memoria, no le importaba si había sido más atractivo, relacionaba directamente a aquel ser con la muerte de su hermana mayor. Nunca perdonaría a los que fueron parte en la creación de aquel espíritu.

Liam iba a preguntar nuevamente sobre el estado del chico pálido, pero su atención se centró en las cadenas que se encontraban dentro de una bolsa— ¿Son para mí? —preguntó mirando de forma desafiante al que lo mordió, sin embargo la que contestó fue Malia, la mujer coyote que había ingresado a la manada durante la ausencia de la pequeña Argent, esta dio un paso al frente para decirle al menor que aquellas cadenas y esposas eran para ella, mostrándole al nuevo sus ojos azules, alterándolo— ¡¿Cómo hiciste eso?!

— Aprenderás, pero primero tienes que sobrevivir a la luna llena. —Contestó el Alfa.

— La luna ya salió —informó el rubio.

— Y comienzas a sentir algo extraño —comentó Scott recordando los efectos que causa la luna llena a los primerizos, como a él hace un año aproximadamente.

— Siento que me rodea un montón de dementes psicóticos ¡Ustedes están locos! —Su respiración se volvía irregular, su cuerpo tambaleaba pero no llegaba a caerse gracias a la coordinación de sus pies, Alice tomó rápidamente el bolso negro que había llevado para aquel momento— ¡No sé cómo hiciste lo de los ojos y no me importa, voy a salir de aquí y si alguno de ustedes me sigue, les juro por dios que…! —finalmente su equilibrio cesó, sus manos se dirigieron a su cabeza en busca de acabar con el dolor que le causaban todos los ruidos a su alrededor, la luna llena comenzaba a afectarlo con fuerza.

— Liam ¿Te encuentras bien? —supo en el momento en que terminó de hablar que había sido una pregunta estúpida, el chico se encontraba arrodillado en el suelo, agitado y con sus manos a cada lado de su cabeza, por instinto ella se acercó para calmarlo, sin embargo, Scott se dio cuenta de sus movimientos y le detuvo para que no saliera lastimada.

— ¿Acaso no escuchan eso? —Scott ladeo la cabeza para poder oír con atención a lo que se refería el menor, pronto luces de autos se hicieron presentes atravesando las ventanas del hogar— ¿Le dijiste a alguien?

— A mi amigo Mason —respondió con dificultad— Me dijiste que era una fiesta —recalcó mirando de reojo a la de cabellera negra.

El mejor amigo del chico Dunbar había invitado a todos sus conocidos a una fiesta que ni siquiera él había sido invitado, ante la llegada de todas esas personas el grupo de adolescentes comenzó a sentir pánico por los efectos de la luna llena que tenían los más inexpertos. Malia era llevada por Stilinski hacia el sótano del lugar, mientras Scott y Kira llevaban al chico de ojos celestes hacia una cabaña que había en aquel gran terreno, por su parte, Alice se dirigió al bosque para poder encontrarse con su padre. Solamente quedó Lydia para lidiar con la gente no deseada, tenía que montar una gran fiesta improvisada.

— ¿Ya los instalaste? —preguntó la chica mientras se detenía para poder tomar aire.

— Sí, ya sabes cuál es tu posición. Recuerda que debes apuntar cerca de él pero no a su cuerpo, no queremos hacerle daño… He visto los muñecos de práctica, disparas o apuñalas en lugares vitales. Apunta encima de sus cabezas para no matarlos —La menor sabía a que se debía aquella conversación, su padre tenía miedo de que su único familiar vivo se transformara en un homicida como su difunta hermana Kate.

— Sí, no te preocupes por ello, son sólo muñecos de práctica —justificó, el ruido de vidrios romperse interrumpió la conversación entre padre e hija, ambos solamente se miraron para luego irse a sus posiciones, la menor se subió a un árbol que le otorgaba visibilidad de todo su alrededor.

— Recibí tu mensaje —dijo el señor Argent a su exyerno al estar frente a él. Liam había estado intentando atacar al moreno tras haber escapado de la cabaña, Chris al encontrar el origen de los ruidos disparó con su ballesta una de las flechas que utilizaban para espantar a los hombres lobos sobre ellos.— Hay un clero al norte de aquí, Alice lo va a acorralar allí, ya hicimos el resto.

— ¿Ella qué va a hacer? —preguntó preocupado el alfa, Isaac les había mandado mensajes anteriormente avisando de como Alice jamás fallaba una flecha y como estas siempre aterrizaban en la cabeza.

— Es tú beta, aquí la pregunta es que vas a hacer tú.

— Pero es que no me escucha —contestó decepcionado.

— Te va a escuchar si hablas con tus propias palabras.

Un grito lejano les hizo voltear hacia donde este provenía. Alice escuchó pisadas rápidas que se acercaban a su dirección, sonrió mientras tensaba su arco, al ver pasar corriendo a Liam decidió lanzar la primera flecha a su derecha para que este no pensara en irse hacia aquel lugar. Saltó del árbol cuando el muchacho la había pasado, cuando estuvo a dos metros de distancia tensó su arco nuevamente y lanzó la siguiente flecha a su izquierda, obligando al beta el pensar que lo mejor sería seguir derecho.

Avanzó unos pasos para poder verlo, tenía ya una tercer flecha tensada pero vio como el adolescente ya se encontraba encerrado en el clero, sonrió de lado al pensar que su objetivo había sido cumplido, pero aquella sonrisa de orgullo fue borrada al instante que gritos de dolor fueron soltados por el rubio ante el dolor que le provocaba aquellos artefactos. Por un segundo el sentimiento de querer abandonar el legado de su familia se había hecho presente. Guardó el arco en su espalda y se escondió detrás de un árbol para presenciar el como el moreno apagaba los artefactos para poder acercarse a su beta.

Chris no tardó en llegar, sonrió al ver como el chico de cabello rubio no tenía algún daño provocado por flechas, ambos Argent se mantuvieron en silencio mientras presenciaban la escena entre Alfa y Beta.

— ¿Qué… Qué está pasándome? —preguntó mientras levantaba lentamente su mirada hacia el mayor, a través de sus ojos celestes se podía transmitir todo el miedo y confusión que su corazón sentía.

— Lo mismo que me pasó a mí —contestó cuando ya se encontraba frente a él en cuclillas.

— No pueden verme así, mi mamá, mi padrastro… No puedo hacerles esto de nuevo… —un remordimiento era lo que en ese instante ocupaba enteramente el corazón del chico, un sentimiento de culpa que jamás se iría pero que podría disminuir.

— ¿Cómo que de nuevo, Liam?

— Me expulsaron de la escuela, me lo merecía… —confesó mirando hacia el suelo arrepentido, provocando ganas de abrazarlo en la chica de cabello negro— Pero la manera en la que me miraron cuando vieron lo que le hice al auto… No pueden verme así —bajó nuevamente la mirada— Como… como…

— ¿Cómo un monstruo? —preguntó Scott, recibiendo gesto con la cabeza como respuesta, se levantó al igual que la mirada de Liam, quien estaba expectante por el siguiente movimiento ajeno— No eres un monstruo, Liam. Eres un hombre lobo, como yo.

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╰─►Hola, antes que todo
quería pedirles que
comenten y voten, de esa
forme sabré que les gusta
o que necesito mejorar.

Bueno, lo que cambié
fueron diálogos, puse más
narrativa y lo que Alice
piensa sobre VoidStiles.

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