27. MBE.

Octubre 26

Narra Jane

—No podemos correr riesgos, Jane.

—Lo sé, Peter.

—Todo estará bien luego de esto.

Asentí lentamente.

Peter encendió el auto y condujo hasta el lugar que tanto temía, no era el lugar en sí lo que me atemorizaba sino lo que iba a pasar.

Narra George

Todos estábamos un poco nerviosos, pero intentábamos fingir que no era así. Aún faltaba un poco para las once de la mañana. El Rolls Royce de John entró al palacio, ya no había vuelta atrás. Había cintos de fans en las afueras del palacio de Buckingham, todas gritando "yeah, yeah, yeah"; la policía intentaba controlar todo, pero había unos cuantos que alcanzaban a trepar la verja y las farolas que estaban frente al palacio. Esto era una verdadera locura, la gente se había vuelto loca por nosotros.

Un guardia real nos condujo hasta un amplio y lujoso salón, de paredes color crema y decoraciones de oro, sin mencionar las seis lámparas de araña que colgaban del techo. También había un órgano en el extremo del salón. Una banda estaba tocando música tranquilamente.

—Miren todo esto —dijo John, sin poder despegar la vista del techo—, es como si estuviéramos en un museo. Vivir aquí seguramente se siente como estar en un sueño.

Mi amigo no habría podido expresarlo mejor: el palacio era algo totalmente distinto a lo que estábamos acostumbrados a ver. ¿Quién iba decir que pasaríamos de estar cobijados con banderas del Reino Unido a ser parte importante del imperio? El guardia comenzó a explicarnos cómo debíamos tratar a la Reina cuando estuviese frente a nosotros.

—No deben darle la espalda —nos dijo—, y no hablen hasta que ella les hable.

Brian se limitaba a estar cerca de nosotros. Cada uno tenía derecho a invitar a dos personas para presenciar la ceremonia, pero nosotros optamos por sólo invitar a nuestro mánager. Él había sido el más entusiasmado con la noticia de la investidura.

Nosotros no éramos los únicos que seríamos investidos. Había más de ciento cincuenta personas ahí, algunas recibirían el título de caballero. La mayoría de los presentes se acercaban a nosotros para obtener un autógrafo; eso nos hacía sentir un poco más cómodos.

John nos invitó a fumar algo. Sin que Brian se diera cuenta, nos escabullimos hasta los baños. Lennon nos pasó un cigarrillo a cada uno. Lo disfrutamos mucho, nos ayudó a relajarnos para la ceremonia, misma que comenzó minutos después de que regresamos al enorme salón.

——————————

Narra John

Acabamos de ser investidos con la Orden Miembros del Imperio Británico. A todos nosotros nos daba igual, pero Brian estaba sumamente orgulloso de nosotros. Había sido más emocionante estar en el palacio que haber recibido las insignias.

Saliendo del palacio, nos dirigimos al sótano del teatro Savile para una conferencia de prensa. Los medios se había encargado de cubrir todo porque nuestra investidura había causado polémica entre la población. Algunas personas habían regresado sus insignias de MBE como protesta. Además, éramos The Beatles, todo el mundo quería saber qué ocurría con nosotros.

—El hombre anunció George Harrison, John Lennon, Paul McCartney y Ringo Starr —contaba Paul a los ansiosos reporteros—. La palabra Starr fue como una señal para comenzar a caminar, el pie derecho adelante. Fue como un espectáculo.

—Luego nos inclinamos y caminamos hacia la reina —dijo Ringo—, fue la ceremonia, caminamos hacia atrás, volvimos a inclinarnos y después nos fuimos.

—Ella fue como una madre para nosotros —añadí, refiriéndome a la Reina—. Fue muy cálida y dulce. Antes de la ceremonia, firmamos autógrafos para la gente que estaba esperando obtener sus insignias.

—Todos eran muy amables —dijo Paul—, pero un hombre dijo 'quiero el autógrafo para mi hija, ¡aunque no sé qué ve en ustedes!'

Todos reímos. Los reporteros comenzaron a hacernos preguntas, nosotros contestábamos con sentido del humor.

—George, ¿por qué escogiste ese traje?

—Era el único que estaba planchado —contestó Harrison.

— ¿Qué pensaron al levantarse tan temprano para la investidura?

—No podía creer que esa hora existía —respondí y todos rieron.

— ¿Pusiste alguna alarma para levantarte a tiempo?

—No, puse a mi suegra.

— ¿Estuvieron presentes otros miembros de la familia real?

—No, sólo una multitud de duques.

— ¿Qué les dijo la Reina?

—Ella me preguntó si habíamos estado trabajando recientemente —respondí—, y yo no podía pensar en qué habíamos estado haciendo, así que dije: 'no, hemos estado de vacaciones', cuando de hecho habíamos estado grabando.

—Luego me preguntó a mí si habíamos estado juntos mucho tiempo —contó Paul—, le dije: 'sí, muchos años', Ringo dijo 'cuarenta años', y ella rió.

—Ella me dijo: 'es un placer entregarte esto' —relató George—, pero eso le dijo a todos, y le puso la insignia a John primero.

—Ella me preguntó si había sido yo quién inició todo —dijo Ringo—, y yo contesté: 'no, ellos lo hicieron. Yo me uní al final. Soy el pequeño.

Nos estábamos divirtiendo hasta que Brian se acercó a Paul, diciéndole que tenía una llamada. McCartney frunció el ceño y se levantó para ir a contestar.

Narra Paul

Era extraño, ¿quién tenía tanta urgencia en hablar conmigo como para atreverse a llamar al teatro? Tomé el teléfono con inseguridad, tenía un mal presentimiento.

—Hola —dije temblorosamente.

—Señor McCartney, mi nombre es Rose Dean, le hablo del hospital St Thomas, es sobre su prometida Jane Asher.

Mi corazón se detuvo por un segundo. ¿Qué le había pasado a Jane? ¿Mi bebé estaría bien? ¿Y si era algo de gravedad?

—Voy en seguida —dije antes de colgar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top