12. El pequeño Lennon.

*Publicado originalmente el 9 de octubre de 2015*


Narra (TN)

Fui a la cocina y me preparé un té, esa bebida era lo único que me hacía sentir como en casa. Miré el calendario, es extraño que Paul no haya respondido a mi carta todavía, ya pasó casi un mes desde que le escribí. Tal vez tenga mucho trabajo o esté demasiado ocupado como para responder.

— ¿Lista para irnos? —preguntó April.

—Insisto en que no es necesario —dije—. Mi ropa es perfecta.

—Por ahora lo es —dijo ella—, pero mi sobrina seguirá creciendo y tu ropa dejará de ser perfecta. Ya basta de negación. Iremos de compras.

—Está bien.

— ¿Cuándo va a nacer mi hermosa sobrinita?

—Aaron me dijo que probablemente en diciembre —contesté—, pero... ¿cómo estás tan segura que es una niña? Aún no sabemos el género, puede ser que tengas sobrino.

—Creo que tienes razón —admitió—. ¿Qué quieres que sea?

—No lo sé —musité—. Supongo que eso es lo que menos importa, lo voy a amar de todas maneras.

April sonrió. En cuanto terminé mi té, salimos con dirección a todas las tiendas de ropa de maternidad. Era increíble la gran variedad de diseños que existían. Muchas mujeres estaban comprando también, sus pancitas eran más grandes que la mía. Una de ellas me llamó la atención, era pelirroja igual que Jane, incluso se parecían físicamente, quizá eran parientes.

— ¿Qué te gustaría que mami usara, pequeño? —le preguntó a su vientre abultado mientras lo acariciaba—. Quizá a papi le guste que lleve algo naranja, su color favorito.

La mujer alzó la vista y me dirigió una sonrisa, yo se la devolví. Comencé a ver las prendas sin saber cuál llevar. April había dicho que ella buscaría ropa para mí en otra sección de la tienda.

— ¿Primer bebé? —escuché que me preguntaron.

—Sí —le contesté a la mujer pelirroja.

—Soy Lindsay Mynatt —se presentó y me tendió la mano.

— (TN) (TA) —respondí, estrechando su mano.

— ¿Cuánto tienes de embarazo?

—Cerca de dos meses y medio —contesté—. ¿Y usted?

—Casi seis —dijo sonriendo—. ¿Y qué opina el papá del bebé?

—Él está emocionado —mentí—. En estos momentos se encuentra en Londres por asuntos de trabajo, pero muy pronto vendrá para cuidar de mí y del bebé.

—Mi esposo también tuvo que salir de viaje durante mi primer embarazo —me confesó Lindsay—. Fue divertido porque no paraba de escribir a casa preguntando por mi estado y por el bebé...y no se digan las llamadas, el teléfono sonaba casi cada seis horas. Cuando regresó, no quería que hiciera nada, sólo me consentía.

Reí un poco y vi que April había regresado. Me despedí de la mujer para ir a encontrarme con mi mejor amiga. ¿Cómo actuaría Paul con mi embarazo? Siempre ha sido muy tierno conmigo, supongo que será aún más.

En una de las tiendas, encontré una playera de The Beatles, específicamente de Paul. La tomé y fui a medírmela: era perfecta. Llevé mis manos a mi vientre y acaricié. La sensación era agradable. Seguía sin poder creer que alguien estaba creciendo dentro.

— ¿Te gusta esta playera de papi? —le pregunté a mi bebé, sabiendo que no podría contestarme—. A mí me encanta, debemos llevárnosla y mostrársela cuando venga a vernos, mi amor.

Me quité la playera y me vi al espejo. Mi pancita seguía siendo pequeña, pero ya comenzaba a notarse. Cerré mis ojos e imaginé que Paul estaba ahí conmigo.

—Pensamiento de (TN)—

Paul estaba de rodillas frente a mí, mirando mi pequeña pancita con demasiada ternura.

—Hola, bebé­ —le dijo Paul a mi vientre y depositó un pequeño beso—. Primero que nada, yo soy Paul, pero quiero que tú me llames "papá" o "papi".

— ¿No te parece algo maravilloso, Paulie? —le pregunté—. Dentro de unos meses vamos a ser papás.

Él se puso de pie y colocó una mano en mi vientre. Tenía una sonrisa en su rostro. Asintió. Luego me besó mientras acariciaba mi poco abultado vientre.

—Será una experiencia asombrosa, preciosa —me susurró al oído—. Me alegra mucho que tú lleves en tu vientre a mi primer hijo.

—Recuerda que podría ser una niña —musité.

Él me dio un beso lleno de amor.

—Eso me encantaría, mi amor —me dijo­—, en especial si se parece a ti.

—Fin Pensamiento—

Suspiré y sonreí. Tal vez había hecho mal en irme tan repentinamente. Extrañaba al amor de mi vida, al padre de mi bebé. Esperaba que ya hubiese leído la carta que le envié, así podremos estar juntos muy pronto. Conozco a Paul, él vendrá por mí y por Mini McCartney en cuanto antes.

Volví a ponerme la blusa que llevaba puesta y salí del probador. April me esperaba con una sonrisa enorme y varias prendas de ropa en sus manos.

— ¡Encontré muchas cosas para ti! —exclamó con una sonrisa.

—Sabes... tú podrías diseñar mi ropa —murmuré.

—Cierto, me podré a trabajar cuanto antes —me guiñó un ojo.

Narra Aaron

Apenas salí del trabajo, fui a buscar a (TN) para invitarla a ver una película a mi casa. No entiendo qué es lo que me pasa, desde que la conocí no puedo dejar de pensar en ella. ¿Será que estoy enamorado?

Llamé a la puerta tres veces y aclaré mi garganta. Ella abrió y me dirigió una de sus hermosas sonrisas. Llevaba puesta una blusa ligeramente larga y un poco ajustada que resaltaba todas sus perfectas curvas.

—Te ves hermosa­ —le elogié.

—Gracias, Aaron —respondió mientras se sonrojaba.

—Me preguntaba si querías venir a mi casa a ver una película.

—Me encantaría —contestó—, aprovecharé que April está trabajando en unos diseños de una nueva línea de ropa.

Ella subió a mi auto y conduje hasta mi casa. Durante el camino me contó que April y ella habían ido de compras. Sonreí, (TN) estaba entusiasmada por su bebé, lo cual me alegraba mucho. Cuando llegamos le abrí la puerta para que bajara.

Entramos a mi casa y ella se sentó en el sofá. Yo fui a preparar unas palomitas y después a sentarme junto a (TN), luego de poner la película. Ella me miró con una sonrisa y yo acerqué mi mano a su vientre.

— ¿Puedo? —le pregunté.

— ¡Claro! —respondió ella.

Tomó mi mano para colocarla encima de su pancita. Sentí un escalofrío cuando la toqué, comencé a acariciar y ella rió un poco. Se veía más que hermosa, ni siquiera el más bello de todos los espectáculos podía compararse con su belleza. Poco me importaba que llevara un bebé de otro hombre en su vientre. Ella era la madre, y eso hacía del bebé parte de ella y, por lo tanto, yo también lo quería.

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