Una imagen

Volví a caer en redes del demonio, volví a verlo todo tan oscuro.

No soy mala persona, no voy a hacerle daño. Yo no soy la elegida para hacer ese trabajo. No, no lo soy.

Tenía en cuenta las palabras de un sabio, que una vez me susurró al oído, haciéndome cosquillas.

Quería sentirme libre de peligros, pero nadie me permite escapar de ese lugar asfixiante. No consigo hacerlo y él se acerca con ella, se sonríen y siguen caminando lejos de mí, olvidándose de mi presencia.

"Había una viva imagen de una niña que se desplomó en el suelo en mitad de la calle por haber visto a quien no debía; porque sus mejores confidentes  se pusieron a jugar mientras que ella se moría de pena.

Ella también quería jugar, pero la dejaron de lado y siguieron divirtiéndose. La niña se puso la capucha para no ser vista, y cuando al fin se dignaron a aparecer, ella ya no estaba en ese lugar. Ella estaba en otro mundo, con aquella sombra que tanto daño le hacía. La había secuestrado.

Ellos intentaban reanimarla, pero era imposible, su pulso estaba acelerado, y la presencia de sus dos amigos no era la más idónea en aquellos instantes. Tenía en cuenta que ellos por primera vez se preocuparon por ella, pero no podía responder, su voz no salía, y si lo intentaba, lágrimas traicioneras se apresurarían a alzarse a la vista.

Estaba derrotada, y no es hasta ahora cuando ha conseguido recordar cuán dolor sintió en segundos.

Alguien los llevó a una casa, y el amigo la trajo un vaso de agua, pero ella sin querer lo tiró porque un dolor punzante inundó su cabeza, y la imagen de aquella niña muerta hizo que ésta empezara un llanto perpetuo. Nadie podía calmarla, nadie podía hacer nada.

La sombra no se iba, cada vez estaba más cerca, y su amigo no estaba allí, estaba con su amiga. Ella le llamaba, necesitaba su mano, apretarla y sentir que alguno de los dos era real. Que él era real, y no la sombra.

Pero de repente ella soltó su mano y el se marchó. No lo volvió a ver aquella noche, y la sombra tomó el poder de su corazón. Ella se lo había llevado lejos para que la pobre chica no pudiera sobrevivir a tal salvaje depresión.

Quiso gritar, y lo hizo, pero todos creían que deliraba, que estaba loca. Su pulso empezó a bombardear por todo su cuerpo, sus manos ya no las sentía, sus piernas tampoco. Poco a poco fue encontrándose en una profunda oscuridad, sin escuchar, sin nadie que la dijera que volviera a la vida.

Ella quería quedarse allí, al menos era imposible sentir dolor, era un sueño, era... irreal.

Cuando abrió los ojos, a duras penas, empezó a llamarle. Había tenido una visión, y quiso saber si aquello formó parte de una broma. Quiso saber si él la esquivaba porque nunca fue nada para él.

Quería creer que eso no era cierto, que todas aquellas imágenes proyectadas no eran más que pequeños restos de una película inventada.

Ella lo llamaba, pero no podía abrir los ojos. Nadie la respondía, escuchaba un pitido constante en sus oídos. No sabía si él estaba allí, no sentía sus latidos. No sentía nada, como días atrás.

Se sentía incomprendida. Sabía que cuando despertara de aquel profundo sueño tendría que dar explicaciones. Pero sabía que nadie la creería, que nadie haría por entenderla.

Él era el único de la casa que sabía la verdad sobre ella, y el único que no estuvo presente esa noche. Lo alejaron de ella porque creían que le haría daño.

Cuando todo volvió a la calma, ella no volvió a verla, pero las marcas en su cuello eran reales. Ella intentó ahogarla, y cortarle el cuello con aquel cuchillo que siempre estaba en su mano derecha.
Aquella chica sintió que su vida estaba acabada, por primera vez no se veía invencible. Ésta sería la primera vez que no le hubiera importado no salir con vida. Ya no le importaba nada.

Empezó a tener mucho sueño; sus ojos, que al fin habían conseguido abrirse, se volvían a hacer pesados frente a todos. Sólo quería irse a casa, sin mirar a nadie a los ojos.

Pero entonces le vio y sintió su mundo romperse en mil y un pedazos, cómo aquel sabio le susurró".

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top