¿No era que los sueños eran reales? Rompieron todas mis fantasías. Creí ser mas fuerte que esa cuchilla, pero acabé llorando lágrimas de sangre por tu nauseabunda ausencia. Me sentía como en una mazmorra, encerrada, sin sentir la luz del Sol.

Hice que dudaras de mis palabras, y que te alejaras cuando yo solo quería que me creyeras. No lo hice con mala intención.
Te decepcioné, y ahora ya no sé ni respirar. Te creía un héroe cuando me rescataste de aquel abismo, pero ahora te volviste a marchar y dejaste que el silencio y la oscuridad se vuelvan a acercar, a sentir.

Y no veía posible que tú y yo nos separáramos, ni que el mundo se cayera encima mía justo cómo predije.
Dime, ¿por qué confiaste en mí? No quería que lo tiraras todo por una loca como yo. En estos momentos me siento sucia y vacía. No encontraba salida cuando te vi hoy y no me abrazaste. Solo quería llorar como la niña tonta que siempre fuí. Escapar de aquel lugar porque, desde ese momento, sabía que nada volvería a ser lo mismo.

Rompí tu corazón. Creaste una barrera contra mí y ya no volviste a dejar pasar.

Recuerdo que ella te hizo un poema y tenía miedo a dartelo porque según ella era una tontería. Pero la animé y la dije que todo saldría bien. Aún me acuerdo de su sonrisa, y como fue corriendo a tu encuentro para darte aquel papel.

Me sentí feliz.

Tú eras feliz.

...

Pero pasaron las horas y algo se torció. Alguien abrió la boca demasiado y me hizo quedar mal frente a ti. Solo quería que nos olvidáramos sin importar nada. Que nada volviera a brillar.

-No te apagues ...

Me dijiste un día y no me apagué, por ti. Me hiciste ver la luz que nunca vi. Pero ahora debería decirte que no te apagues tú. Sin embargo soy yo la razón de aquel oscuro temor. Y no puedo acercarme. Tengo miedo a que este real se rompa para siempre. Como aquel poema que hiciste desahogando todas tus dudas. Tu alma.

Desde un principio supe que era referido a lo que pasaba entre nosotros. Y lloré. Me hizo daño como si cortes se profundizaran en mis muñecas una y otra vez, sin parar.

Ahora tengo ganas de volver a empezar de cero, pero tengo una espina clavada en mi corazón. No veo salida sin ti, por favor, no me veas como un monstruo...

Hace rato que llevo pensando en devolverte una respuesta a tu poema. Tal vez no sea tan buena como tú deberías merecer, pero entiéndeme, no siempre se puede seguir el ritmo del reloj.

"Llega el día...
Todos gritamos de la emoción.
Se crean heridas incomprendidas.
Sálvame.

Dejé por terminada
aquella fantasía irreal.
Pero vuelvo a escucharla,
me habla y no quiere marchar.

Temes por tu mundo,
por lo que aún no descubriste...
Pero tranquilo,
Yo tampoco he despertado.

¿Y qué quieres que haga?
Te marchas.
Me caigo.
Lloro. Así una y otra vez.

Llueve y el frío eriza tu piel,
temes por tu mundo
pero no quieres escuchar
ni ver.

¿Dónde te encuentras ahora?
Espero que lo veas,
como desaparecen aquellas huellas
contra ese opaco cristal.

¿Sientes mi corazón?
Tiene miedo a sentir el dolor.
A sentirse Superman
y después no sepa volar.

Perdón por mis errores,
por mis locuras incomprendidas.
Creí que podría cambiar
pero solo te volví a defraudar.

Caí con aquel zapato de cristal,
y sentí como todo se desvaneció.
La oscuridad volvió a reinar,
y como aquella sombra, ganó.
No me volvió a dejar respirar.

Aquí se acaba mi lo siento.
Tal vez sean las palabras
las que quieran fallar,
y no el corazón.

Piensa en esta rota fantasía,
y perdona a este desdichado
y adolorido demonio,
que calló sin ser escrito.

Solo quiso tomar la decisión
que creía correcta.
No pensó las consecuencias
e hizo que todo fuera a peor.

Lo siento, querido amigo.
Tal vez nunca me perdones,
y que nada vuelva
a ser lo mismo...

Pero intentaré demostrar al cielo
como todo era una trampa,
y que al fin y al cabo
aún sigo siendo yo..."

~BEE

[...]

-Deshaz estas cadenas, amiga mía.
Te mostraré que no quiero perderte
Estropea mi dolor.
Duele, pero te quiero demasiado como para perderte.

Tu y yo
podemos decidir si esto se acaba aquí o seguiremos como prometimos hasta el final.
Hagamos modificaciones,
los verdaderos amigos no son los que discuten, son los que saben perdonar.

Da un paso dentro de mi corazón.
Demasiadas veces me dejé llevar por el dolor y no por lo que siento.
Da un paso adentro,
mira dentro de mi corazón.
Te darás cuenta de que no puedo vivir sin ti.

Bajo las palabras de una falsa
todo se torció, pero no dejaré por nada que esto se acabe.
¿Dónde está nuestro límite de cariño?
Somos insaciables.

Tu y yo, mal o bien.
Negociamos una fantasía que prometimos hacer realidad.

No seré tu dolor nunca más.

Nuestra amistad no será abandonada.
Te haré caso porque es mejor quemarse que apagarse lentamente.

~Amigo