Tengo miedo a fracasar, y a caer por aquel barranco. Tengo miedo a decirte hola y que no contestes; tengo tantas cosas que decir...

No te vayas ahora, no cuando necesito que me protejas de mis malos demonios. Tengo frío, y siento mi piel erizarse con el tiempo. No tengo otra palabra que decirte, estoy sola ahora, a las tantas de la madrugada, sin poder siquiera tumbarme en la cama.

Él está despierto, pero no me lee. ¿Dónde están las promesas? Sabía que este día llegaría cuando tú te rindieras de soportar a este corazón roto. Notaba como tus ojos se cerraban cuando los míos aún estaban abiertos, y pude llegar a pensar que esto que sentía era amor. Amor por un reflejo equivocado y malvado escondido tras un espejo de cristal.

¿Puedes oirme? Soy yo la que te escribe ahora, y no quiero escapar sin decirte que hubo un momento en el que sentí que no estaba sola. Y me veía inmortal frente a ti... lo prometo. No me daba cuenta de lo que tenía detrás, solo me fijaba en ti.

¿Confiabas en mí? Ya no tengo nada que pueda cambiar tus malos actos. Te muestro mi otra cara, mi rostro quemado por los focos que una vez pusistes para que sintiera miedo por la impresión de sentirme como un vampiro indefenso...

¿Nada que decirme? Claro, estás demasiado ocupado preocupándote de lo que haces mal antes de lanzarte y darme un abrazo. Quiero llorar, ya no me sirve un "lo siento", me rompiste.

Creía que cogerías mi mano y harías de aquella tormenta un gran arco iris. Pero me di cuenta hace un momento que esto no es una novela, y que a mí me tocó ser la mala sin sentirlo realmente...

¿Último tren hacia el paraíso? Nunca llegó y me quedo aquí, congelada por miles de eternidades.

Y sigo andando y andando por mi mente sin encontrar más que oscuridad. Nunca volviste, nunca me sonreíste como bien me prometiste.

¿Dónde está mi amiga? ¿Dónde estáis, amigos? ¿Mamá, papá? Tengo pánico, hay una niña aquí que me mira sin tener rostro. Se está acercando, por favor ayudadme...

Un grito, y todo se vuelve neutro. Los recuerdos se quedan absortos en un misero papel sin descendencia, y no queda otra que romperlo y hacer de él un gran fuego que queme mi cuerpo, como muchos desearon una vez... Verme desaparecer para siempre.

¿Alguien se da cuenta de mis lesiones, de mis cicatrices? Agh, es tan insoportable... Los minutos siguen pasando y tú te vas con ellos. No se queda tu recuerdo y te evaporas como si nunca hubieras existido. Pero yo sí te recuerdo, y desgraciadamente me duele que esto haya acabado así.

No me salían las palabras, me negaba a mí misma llorar mientras escribía, pero ahora lo hago y me arrepiento. Te fuiste a la cama y pasaste de todo; pasaste de mí.

Lo siento, es tan difícil ser perfecta... me gustaría verme bien, y no tener que pasar por todo esto. De verdad lo deseo.

Nadie escucha mis lamentos, y siento la música rompiéndose bajo mis pies.

¿Por qué? Yo del pasado, no decaigas ahora. Llevas siendo fuerte mucho tiempo, no hagas de esto una montaña de arena.
No, no quiero que nadie note mis llantos, es tan humillante... Por favor, no seas tú quien me deje sola, si te pierdo estaré hundida millones de veces...

"Nadie me dijo que fuera demasiado tarde para pedir perdón... No notaba la salida en aquella pared. Caí con la cabeza destrozada y con sangre brotando de mis ojos. No mientas, sé que lo viste tanto como cuando me dejaste tirada en el suelo malherida sin hacer nada...

¿Hay alguien ahí? Es típico que yo sea la que hable en este escrito, pero me gustaría también saber que existes y que no eres parte de mi imaginación.

No te vayas ahora, no cuando tú y yo jugábamos a escondernos.

Perdí el tiempo creyendo en que todo sería diferente, y que esta depresión no sería más mi enemiga.

Simplemente me equivoqué..."

~BEE