Me gustaría saber si soy lo suficiente valiente como para sonreír ahora. Querría saber si eres tú el náufrago de mis historias, y si estás lo suficientemente dispuesto a arriegar tu vida por la mía. Sé que solo es una leyenda pero, ¿dónde está la magia? Toda la gente se fue, quedo sola de nuevo y me pongo a escribir como si no hubiera nada más. Tenía planes, un futuro...

Ahora todo esta muerto.

Creía que tú saldrías en mi busca, que lucharías contra esa sombra y me liberarías de esta prisión. Pero al parecer quedé como la sabelotodo. Sin saber por qué, terminaron comiéndome viva. Me arrancaban la piel, y sin saber cómo, no podía ver, escuchar o respirar, y todo estaba oscuro.

Al abrir los ojos ya no había nadie a mi alrededor. Las sábanas cubrían mi cuerpo, y la persiana estaba levantada. Veía como el cielo cogía un color rojizo, y como después la ventana se cubría por rastros de sangre; de mi sangre.

Era una situación sangrienta, rota y desgarradora.

Temía que esto no fuera otra de mis muchas pesadillas. No me veía segura de que alguien me sacara de esta cama. No podía moverme, cadenas apretaban mi piel, rasgándola. El suelo era un abismo, y mis latidos eran la única música que escuchaba.

Gritaba y gritaba; nadie me alcanzaba a oír.

¿Me comprendes? Ni siquiera me has mirado en toda la noche. Tal vez me odies por esto pero... el tiempo se acaba, y estoy a punto de despertar de nuevo. No te siento y todo me resulta irreal.

-Si quieres despierto yo contigo.

En vez de eso te marchaste y me volviste a dejar tirada en mitad de la nada. Me gustaría saber qué significan esas palabras. Si me quieres o si no.

Mira, no me queda tiempo. Las agujas del reloj son cada vez más rápidas, y no creo que llegue a alcanzarlas. Perdí la batalla, y de tu boca solo sale un simple perdón...

Me pierdo entre las olas, me meten hacia mar abierto. No creo poder regresar a la orilla. Y sé que tú ya no eres nadie. Pero a pesar de todo estás.

Y escucho como aprietas aquel gatillo, y corres hacia mí, e impides que la bala atraviese mi corazón. No lo consigues, ¿entonces por qué disparaste? Caigo al suelo, y no es por sueño.

Cierro los ojos por tercera vez en el día, pero esta vez es diferente. Hábitos incorrectos, ansias de llorar se apoderan de mis sentidos. Esta vez sí que no despertaré.

Dime quién soy, por qué no puedo hablar. Alguien mi boca cosió mientras no miraba, y hay descontrol ahora, y dentro de una eternidad...

No me queda más que decir, me niego a mirar atrás. Cruzo los dedos, saco mi cámara y fotografió aquel espejo. Ella esta sonriéndome, y no tiene planes de no volver a molestar. Quedo sumergida bajo el mar, tapándome los oidos, sin poder siquiera respirar.

"Una noche más sin saber por qué me quedé mirando como todo se hacía transparente. Como mis razones no eran más que errores que fueron cayendo en picado, sin poderlo detener.

Nunca supe quién estaba detrás de aquella puerta, ni como mi voz resultó estar tan rota. Creía en la magia desde que tú me enseñaste a volar; pero tu también me mentiste.
Nunca volé, ni viví.
Entonces, ¿me comprendes? Ahora pienso que no, y que yo también soy una ilusión. Solo polvo de estrellas, en un mundo envuelto de falsas verdades..."

~BEE