No temas, pequeña. No sólo tú eres la que sufre por no poder ser feliz.

Que alguien me explique qué es esta sensación de ahogo, esta desesperación por no querer despertar. No, no quería hacerles daño, no quería hacerte daño a ti.

Pudor, dolor por no ser yo quien te calme, y te diga que no todo es tan malo. Siento ser yo quien estuviera llorando en aquel sofá por aquella sombra traviesa que se escapó de esa jaula esa noche. Ella se acercaba a mí y me decía que te haría daño, no la vi por unos minutos y al no verte allí, a mi lado, creí que ésta decía la verdad.

Y a partir de ahí, no volví a escuchar más. Una oscuridad me inundó, y él ya no estaba en mi campo de visión.

Cuando desperté todo era tan confuso, nadie quería acercarse, ni abrazarme. ¿Qué ocurrió aquella noche? Me sentía cansada y nada daba ritmo a aquella melodía apagada. Pedía volverle a ver una última vez, y al abrir la puerta, me lancé a sus brazos y le pedí perdón. Me sentía rota y vulnerable, ya no era de hierro.

Le abracé y di gracias al cielo porque ella no le hubiera hecho nada. Y rozamos nuestros rostros, y sentí desmayarme nuevamente por casi estar a punto de juntar nuestros labios. Me veía en un sueño y nadie hizo por despertarme. ¿Qué era aquella sensación tan abierta?

Sé que ahora no quiere hablar, y escribiendo estas palabras demuestro que rompí nuestra promesa, pero pequeña, tranquila. Nadie romperá este silencio, nuestro secreto.

Guardaremos esta lágrima junto con las demás en aquel lago que se visualiza al fondo de este camino lleno de piedras puntiagudas.

No hablas, ya no quieres que esto siga. Y me siento culpable por todo y por nada. No sabía lo que hacía, no tenía idea de lo que realmente decía. No me odies, no pongas ese punto como si esta fuera nuestra última conversación, como si fuera tu última palabra.

"Día a día tienes un nuevo secreto que guardar. Este escrito es corto pero realmente no tengo mucho que contar. El sueño inundó nuestros pensamientos y ya no nos deja reaccionar.

Te contaré una historia y espero que comprendas que en cada palabra hay algo por lo que tienes que prestar atención. Solo estate atenta y escucha:

«Érase una vida confusa, con sus amores confusos y sus ilusiones confusas. Esta vida fue creada por una niña que no tenía idea de que este destino no fuera un juego.

Tenía en cuenta que algo bueno le pasaría si se portaba bien, pero cada noche se preguntaba lo mismo: ¿Quién era?

Ella amaba tener ilusiones aunque después no fueran más que eso, ilusiones. Quería creer que pronto llegaría su momento y él la querría y no haría por marcharse de su lado.

Solamente lo creía porque una mañana ella despertó y su amor fugaz desapareció sin dejar rastro. Él no dejó ni siguiera una carta donde dijera que la quiere. No hizo nada, simplemente se fue, dejando a aquella niña con sus sueños rotos y vulnerables.

Hoy en día aún recuerda en su memoria cuánto le sigue queriendo pese a todo; cómo mantiene intactas sus promesas.

Tenía algo en cuenta, ella nunca le dejaría, por muy derrumbada que estuviese.

Ella no sería como él...»

~BEE