Crepúsculo
1° Querido yo del futuro:
Tal vez vuelva a escribir lo mismo una y otra vez, pero sé que digo lo que tal vez nunca nadie se atrevió a contar. Me siento como en una burbuja rota e inflexible. Nadie ayuda a que ésta se destruya y me deje escapar. ¿Tan destructible y frágil puedo llegar a ser? No quiero que me miren así, que pregunten a otra persona lo que yo solamente sé. No soporto que no me miren a los ojos, y hagan como si no existiera.
Dibujé a aquella niña con aquel cuchillo en la mano porque volvió a aparecer esta noche. Y lo volvió a conseguir, que entre cada punta de mi habitación me ocultara para no ser descubierta, como el punto ciego de una cámara de seguridad.
Y no, muero porque ella me encuentra aunque sepa esconderme. Me ve tras la oscuridad. Y me veo sola e impotente. No quiero ser ese bicho asqueroso, ni la persona que llora cada vez que escucha un grito cercano.
Ayer ocurrió otra desgracia, pero como bien dijo ella, terminé siendo la víctima de un maltrato imaginario. Y esperaba que ellas me comprendieran, pero me vi entre la espada y la pared. Me ahogaba entre palabras mal dichas, y yo no sabía cómo actuar. Me interpuse entre ellas, para pararlas, pero terminé tirada en el suelo por no creer que mi mayor pesadilla se hubiera hecho real.
—¡Déjame, que la mato!
Una y otra vez aquella mirada perdida aparece en mis recuerdos, asustándome. Lloro, y no quiero. Me hace ser débil. ¿Dónde están las oportunidades? Se marchan sin dejar rastro, dejándome tirada y abandonada en el interior de aquel hoyo tan grande y oscuro. No me dejan despertar, porque simplemente ya estoy despierta. Observo, y prefiero no respirar.
Intentaba pararla, pero ella no reaccionaba. Había perdido los estribos. No era ella realmente. Yo la gritaba para que parase, pero terminó dándome en el abdomen para que la soltara.
Por otro lado, la de mirada triste se quedó sentada en la cama, con miedo. No la reconocía, y juro que mi mundo se rompió. Todos mis «Ojalá» se pudrieron, y yo no pude hacer nada para parar mi angustia regresiva.
Oí un portazo, cerré los ojos, y al abrirlos una oleada en mi rostro hizo darme cuenta de que un golpe más fuerte fue a parar hasta mí. Pero no me morí, desgraciadamente.
Me quedé de pie, mirando a la nada, mientras toda la información de aquel día pasaba por mi mente a cámara rápida. Las lágrimas seguían cayendo, pero no las sentía. Era como si mi alma hubiera abandonado mi cuerpo.
Y te escribo esto porque eres yo. Tú me comprendes, ¿no? No mires a otro lado, por favor. Tú no...
Si te soy sincera, no creí que pudiera volver a escribir desde que todo aquello pasó. Mi mano me temblaba cada vez que iba a posar el bolígrafo en un papel. Mi respiración se agitaba y me veía en la obligación de respirar una y otra vez. Todos me miraban curiosos, pero nadie se preocupó por mí.
Él no estaba allí, tal vez ni se acuerde de mi existencia. Ni él ni nadie...
Hay veces que me siento invisible sin serlo, y te prometo que me gustaría callar mis recuerdos, solo por una vez.
¿Por qué sigo recordando si esto ya forma parte de un pasado? Debería irme ya... Es tarde y no creo que encuentre mejor forma para decirte que volví a entrar en depresión.
No espero que nadie me ayude, ni que hagan nada. Solo yo sé como se supera, pero ahora no. No tengo fuerzas ni para volver a soñar...
Con cariño: BEE del pasado~
2° Querido yo del futuro:
No volveré. Tal vez me haya equivocado al decir que esto es mentira. Quizá, y solamente quizá, me hice demasiados nudos en la cabeza.
Nunca regresé, y pensé que aguantaría la tormenta. Me siento demasiado rota, y no se cómo actuar.
Dime, ¿qué es lo que hice mal? El crepúsculo es inmortal, y todo su alrededor se vuelve rojo sangre. Tu cara vuelve a estar pálida, y con ella, tus manos vuelven a quedarse frías por el invierno.
El cielo se nubla, y sin pensarlo vuelve aquel extraño sentimiento de frustración. Me quema, se hace eterno...
¿Dónde estoy? No me queda imaginación. Te fuiste, no te despediste y no te volví a ver. El tiempo pasa, pero yo no noto el movimiento de las agujas de aquel roto reloj. Estoy perdida y tú sólo dices que miento. No, no lo hago. Deberías creerme.
¿Por qué me odia? Al ser yo quien te escribe responde, por favor... No entiendo tu cambio repentino.
Hay alguien que llora, y sé que soy yo. Tengo temor de quedarme eternamente absorta en tu memoria. No quiero ser conocida, ni ser un trapo sucio. No necesito hablar, es suficiente con quedarme aquí sentada y no poder decir lo que pienso.
Es una injusticia, algo extremadamente frágil se cae y se rompe en incontables trozos. Ya no se volverán a juntar, ya no.
Querido yo del futuro, responde a esta carta en cuanto llegue a tus manos. No me grites, sé que tú tenías razón, pero el destino es uno y tú sabes qué hacer con él. No creas que la tonta aquí soy yo.
Respóndeme a una tímida pregunta, si puedes... ¿Me reencarnaré de mis propias cenizas?
Él dice que conseguiré alas si me esfuerzo, pero no entiendo, ¿por qué no quiere volar conmigo? ¿Quiere que caiga? Él ya no me sonríe como antes, yo tampoco sonrío.
Quedan pocas palabras, y no tengo idea qué decir. Me encantaría no ser de cristal y sí de hierro. Tener una mirada profunda que confunda a quien me observe... No tener sentimientos que se puedan lastimar.
No quiero que acabe la magia, no necesito que me digan que esto no es real. Llevo tiempo preguntándome cuán desesperado puedes llegar a estar por mi ausencia.
No lo sé, solo quiero que me dejes volar sin hilos que sujeten cada extremo de mi cuerpo.
Solo quiero libertad.
Con cariño: BEE del pasado~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top