Alguien

Se hace tarde y miro que la noche dio comienzo. Aún sigo extrañando tus abrazos tan reconfortantes, que me permitían decir con tranquilidad que era feliz.

Te echo de menos, no sabes cómo deseo volver a ver esos ojos verdes tan profundos, inexplicables... que simplemente con mirarlos es como si me perdiese en un bosque repleto de árboles.

Tenía en cuenta lo mucho que significabas para mí. Pero nunca conté con que un simple poema dedicado me hiciera llorar y emocionarme a como lo hice esta noche.

Y sí, ahora estoy escribiendo estas palabras porque tú, querido amigo, te has convertido en alguien demasiado especial para mí.

Aun recuerdo la primera vez que te vi: con el pelo tapándote mitad de la cara e impidiendo mostrar aquellos asombrosos ojos que te hacían destacar. Aun recuerdo cuando con simples palabras te me acercaste y me sonreíste.

-Hola. -Me dijíste aquel día.

Y a partir de ahí, si te soy sincera, mi vida cambió... hasta donde estamos ahora.

Aquellas risas que me contagias, que me hacen ser yo misma, y que sin esfuerzo me dejan reflejar quien soy en realidad. Contigo no tengo porque fingir. Es algo extraño, ya que solo son meses los que llevamos conociéndonos...

Pero eso a mí no me importa. Me gusta cuando me abrazas, cuando me confías sentimientos que tal vez nunca hablaste con nadie; adoro tu sonrisa, la verdadera. Quisiera que todos vieran lo maravilloso que eres con todas estas estrofas. Quisiera que pudieran ver al chico que tanto admiro, por su fuerza y sensibilidad, la que yo tanto comprendo y puedo opinar.

Ojalá esto no acabara nunca, y espero que eso no pase. Tú estuviste ahí para decirme que no llore, para abrazarme cuando lo necesité. Contigo no me sentía sola. Y no me puedo creer que un año de diferencia no se note a la hora de hablar de ti. Es imposible, porque pareces adulto. Con fuerzas de arrasar cualquier cosa que se te cruce.

Aunque..., sí, vi en tus ojos tristeza. Estuve en tus momentos mas trágicos, y no me marché porque necesitabas a alguien a tu lado, y yo no sería quién te dejara caer en ese abismo. No tú solo. Lo haríamos juntos si haciera falta, porque los amigos están para apoyarse, auxiliarse... por muy fuerte que sea el problema, nunca te dejaré.

Eres como un hermano pequeño para mí, como si tuviera el deber de protegerte de cualquier peligro. No, no soy un ángel guardián ni nada parecido. Solo hermanos. Íntimos.

Hace tiempo que llevo agradeciendo al cielo que tú te hayas cruzado en mi camino. El simple hecho de que no te hayas marchado aún sabiendo cosas espantosas de mí, te convierte en un héroe.

Mi pasado no lo trato con nadie en absoluto, porque ni yo misma me contengo las lágrimas cada vez que las palabras salen solas de mi boca. Pero contigo es todo diferente, es como si me permitieras llorar todo lo que quisiera, desahogarme, porque tú siempre estarías ahí, cuidandome. Contigo no hay secretos, y puedo exagerar las situaciones que se me presentan porque, al fin y al cabo, siempre me comprenderás.

Hay momentos en los que estoy sola en la habitación y extraño cada vez que me abrazas por la cintura, y haces que me tumbe estando con la cabeza apoyada en tu hombro. Añoro cuando juegas con la punta de mi nariz, y como nos reimos cada vez que ponemos cualquier cara graciosa solo por diversión. De verdad que esos momentos no consigo quitármelos de la cabeza, y juro que si pudiera revivirlos de nuevo, no dudaría en decir que sí. Estoy totalmente segura de que tú también lo querrías.

Y esque no sé que decir de ti. Eres genial. Cada parte de ti es única, y tienes un corazón que no te cabe en la mano. Eres alguien directo a la hora de decir las cosas, menos cuando tienes que declararte a la chica que te gusta.

"Eso es diferente" -Me dijíste un día.

No, amigo. No es diferente. Lucha si la quieres, la vergüenza y los nervios no son buenos, lo sé. Pero los dos sabemos su respuesta, por eso no debes tener esa desconfianza.

Wow, si esque por amor se hace cualquier locura... Quién me diría que tú y yo vivimos historias tan diferentes pero con sentimientos y emociones tan similares... Aún me acuerdo de cuando entraste en depresión por aquella chica que realmente no valía la pena.

Por otro lado yo te conté mi historia con aquel chico, lo que sufrí por él en silencio y por ello tuve que asistir a psicólogos que efectivamente, no pudieron ayudarme en estos problemas amorosos. Pero aún me sorprende como tú me entendiste nada más abrir la boca, como terminabas mis frases sin dar ningún pretexto. Solamente me entendías, como yo a ti.

Tal vez no fuí buena aconsejándote, pero sé que lo intenté e hice lo mejor que pude. Por mí, recuerdo que aquella obsesión tan maligna se esfumó y que ahora todo va marchando a mejor, aunque alguna que otra vez ahogas tus penas en mí.

Me imaginaba perdiéndote por aquella obsesión, y te juro que mi pulso se aceleraba, y aquella ansiedad que tanto poseía, nacía en mi estómago, y subía por mi garganta hasta crearse un gran nudo que me impedía respirar.

Quizá esté exagerando, pero nunca me gustaron esas adicciones. Hay mejores soluciones para calmar esa depresión que tanto te ha estado atormentando. El dolor se va con el tiempo; las adicciones se hacen más fuertes y se te hará imposible dejarlas.

No se qué decirte, eres alguien que ha marcado mi vida en poco tiempo, y espero que con estas palabras no llores. Yo ya lo hice con aquella poesía que escribiste para mí; me sentía en la obligación de usar mis dotes en la escritura para escribirte algo bonito.

Algo tan especial como lo eres tú para mí.

He tardado mil palabras para decirtelo, y tal vez ya te hayas ido a dormir, pero solo quería decirte que te quiero, querido cangrejito.

Cada letra escrita es un sentimiento inexplicable, e imposible de definir. Solo cree en estas palabras, y verás:

"Hay momentos en la vida en los que uno no decide con quién hablar, ni con quién establecer una amistad. Solo pasa, y tu pulso te demuestra que algo falla. Tu respiración se hace más intensa y ves que hay alguien delante de tus ojos que intenta entrar en tu vida como una mariposa al salir de su capullo.
Sonríes porque tal vez no esté tan mal dar una oportunidad.
Y no te equivocas: esa persona te da la mano cuando caes sin pensarlo siquiera y te sostiene como si se fuera su vida con tu derrumbe.

Y entonces abres los ojos y reflexionas sobre lo que pasó. De que esto no fue un sueño, que alguien estuvo de verdad a tu lado.

Que la felicidad se refleje en tus ojos, al fin puedes decir que no estas sola, que hay alguien que te quiere por tus defectos; por como eres."

~BEE

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top